UNA CASA POR UN CUADRO
Por JAVIER YUBI, ABC Color.
Solo algunos apasionados serían capaces de desprenderse de un inmueble para adquirir un cuadro. Pues Juan Silvano Godoy, gran coleccionista paraguayo y creador del Museo de Bellas Artes de Asunción, lo hizo en 1910.
Calvario de Sagunto.
Gran óleo sobre tela de 113 x 148 cm,
pintado en España en 1910
Foto : Virgilio Vera/ ABC COLOR
¿Un Sorolla o un Rusiñol? No se decidía Juan Silvano Godoy por cuál de los cuadros optar durante una gran exposición de pinturas que se hacía en Buenos Aires, como parte de las celebraciones del Primer Centenario de Independencia de la República Argentina, en 1910. Pero un crítico bonaerense hizo que el señor Godoy se decidiese por la obra titulada Calvario de Sagunto. Y fue el pintor paraguayo Pablo Alborno, quien también estaba en misión artística oficial en la capital porteña, el que ofició de nexo entre el gran coleccionista compatriota y el artista catalán Santiago Rusiñol.
El crítico español Avelino Rodríguez Elías consigna en su libro El Museo de Bellas Artes y la Biblioteca Americana Juansilvano Godoi —publicado en Asunción en 1940— los detalles de la adquisición del óleo que hoy se conserva en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).
Cuenta él que el propio Alborno le relató que tuvo que ofrecer una cena para poner en contacto a Godoy con Rusiñol, ambos amigos suyos. “El cuadro valía 8.000 pesos argentinos, según marcaba el catálogo de la exposición, y Godoy no disponía en aquellos días de esa cantidad. Pero poseía en La Plata (Argentina) una casa, y ofreció los títulos de propiedad de la finca a cambio del cuadro. A Rusiñol le pareció bien, y recogió los papeles. Regresó Godoy a Asunción, trayéndose el cuadro y, mientras tanto, un corredor de fincas gestionaba la venta de la casa. Halló comprador y como el precio en que fue estipulada la venta era muy superior al precio del cuadro, Rusiñol puso a disposición de Godoy la diferencia. Otra vez el señor Alborno intervino para decir por telégrafo al señor Godoy que la finca se vendía en 20.000 pesos argentinos y que por tanto, Rusiñol le reembolsaría 12.000 pesos. Pero Godoy se negó a admitir esa cantidad, diciendo que el trato era trato y que si Rusiñol le había vendido el cuadro, él se lo había pagado y no había más que hablar. Insistió Rusiñol en querer devolver los 12.000 pesos, y otra vez el telégrafo llevó la negativa de Godoy. No hubo remedio y el paisajista catalán tuvo para el creador del Museo de Asunción este comentario admirativo: ¡Qué hombre! ¡Qué hombre! Y se guardó el dinero”.
Finalmente, la adquisición del óleo Calvario de Sagunto, que estaba valorado en 8000 pesos, le costó 20.000 pesos a Juan Silvano Godoy.
En relación con la obra de Rusiñol, Rodríguez Elías señala que es “una copia fiel de un trozo de la España levantina, bañada por el sol que cabrillea en las aguas que tan familiares eran al insigne pintor”. Y observa que “por la puerta rasgada en el muro exterior del Calvario Saguntino penetra la luz solar en contraste con el encalado del muro. Y los cipreses aparecen también bañados por el lado del mediodía con aquella luz de fuego, en una serie de tonalidades, que son la pura realidad. La calma del lugar, la serenidad del ambiente y la unción de las mujeres que ante la puerta del Calvario aparecen rezando son las cualidades de este cuadro que resaltan enseguida cuando uno se detiene a contemplarlo. La pincelada segura y firme del pintor-dramaturgo se advierte desde luego, y los efectos son los mismos que a las obras teatrales de Rusiñol han dado siempre el aplauso justo y oportuno”.
Con toda justicia y reconocimiento al gran coleccionista paraguayo que fundó el Museo de Bellas Artes de Asunción, en 1909, Rodríguez Elías concluye el capítulo con esta reflexión: “No cabe duda, Godoy entregó un pedazo de su patrimonio, pero se hizo dueño de una obra de gran valor. Se desposeyó de una finca que le producía renta, y trajo un cuadro que cosecha la admiración de entendidos y no entendidos. El Paraguay le es deudor de ese sacrificio. Mejor dicho, de ese entre otros muchos sacrificios”.
Talento catalán. Santiago Rusiñol,
pintor del óleo Calvario de Sagunto.
Fuente: Que.es/ Virgilio Vera, ABC Color
SANTIAGO RUSIÑOL
Nació en Barcelona en 1861 y falleció en Aranjuez en 1931. Fue un personaje importante de la Renaixença literaria y cultural de Cataluña, y del mundo intelectual y bohemio de la Barcelona de su tiempo. Se destacó como pintor, escritor e ideólogo del movimiento modernista catalán. De joven quedó huérfano de padre y tuvo que trabajar en el negocio familiar de hilados, bajo la mirada del abuelo que se oponía a su vocación por el dibujo y la pintura. Copiaba ilustraciones de libros y bocetaba a los barbudos marineros del puerto a escondidas. Con 20 años y su abuelo muerto, asistió a las clases artísticas de Tomás Moragas y frecuentó el Centro de Acuarelistas, del cual fue uno de los fundadores. En 1882 participó en un concurso de dibujos de hierros forjados catalanes. Desde entonces mantuvo su afición a este género de obras de arte y llegó a reunir una importante colección en su museo particular del “Cau Ferrat”, en Sitges. En 1884 abrió su primera exposición en la tradicional Sala Parés de Barcelona, junto con sus amigos el pintor Ramón Casas y el escultor Enric Clarasó. En el año 1908 recibió la medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes. Su pintura, muy influenciada por los impresionistas, tiene temática paisajista, tanto rural como urbana, retratos y composiciones simbólicas de inspiración modernista. Al comienzo de su carrera incluía figuras humanas. En las etapas finales solo pintaba paisajes, especialmente de los Reales Sitios, como Aranjuez o La Granja. Entre sus obras más destacadas figuran La morfina y La medalla, ambas de 1894.
Rusiñol estuvo estrenando obras suyas en Buenos Aires, Rosario y Córdoba (Argentina) durante el centenario de la Revolución de Mayo, en 1910.
Calvario de Sagunto. Se encuentra en exposición en el local provisorio de la MNBA,
en la calle Eligio Ayala 1345 casi Curupayty./ ABC Color.
Fuente: REVISTA DOMINICAL DE ABC COLOR
Artículo de JAVIER YUBI
Domingo, 13 de Mayo del 2012
Fuente digital:
http://www.abc.com.py
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