Tras la serenata de amor con su tierna ofrenda
con su bella cesta de luz vino la alborada.
Luego una cascada de sol se bebió el rocío
y se abrió el rosal junto al naranjal de perfumes vivos.
Ya la mañanita llegó alegrando el día
con su tibio emblema de paz, de progreso y canto.
Bella mañana de fe, de fe paraguaya
toma mi cantar que se expresa en él toda la humildad.
Tu sonrisa de perla y oro tiñó de aurora la patria toda
y es eterna la maravilla que se idealiza en tu cabellera.
Eres novia de los arroyos de un pueblo antiguo que tiene historia,
tienes lumbre de tradiciones que sublimizan el Paraguay.
Junto a la esperanza de amor, junto al desengaño
todo tu esplendor matinal canta el nuevo día
con tu alegre trino de luz todo es poesía
sueña el corazón nace la ilusión lanza la armonía.
Luce la campiña tu sol bella mañanita
y en tu paraguaya amistad la ciudad despierta
Riman los capullos en flor su mejor belleza
entonando así tova tricolor a tu majestad.