La voz del poeta TEODORO S. (SALVADOR) MONGELÓS -nacido en Ypacaraí el 9 de noviembre de 1914 y fallecido en el exilio al que Stroessner lo condenó el 20 de mayo de 1966- es una de las más encendidas. Su verbo era de fuego cuando de arremeter contra las injusticias se trataba. Pleno de vivencias populares, su sensibilidad se enardecía ante los hechos que lastimaban su espíritu y llenaban de dolor a sus semejantes. Recorriendo el país con las veladas donde actuaba, conoció profundamente las angustias más rotundas de la gente de pueblo.
Como su oficio era -fundamentalmente-, la palabra, volcaba en el papel lo que las circunstancias le iban mostrando. Y aun lo aparentemente inocente -como en el caso de HA PILINCHO donde sus versos empiezan a volar en torno a la piririta y termina en el drama social de la marginación de los campesinos-, convierte en una bandera de compromiso consigo mismo y con sus compatriotas.
En 1942, durante el gobierno del general HIGINIO MORÍNIGO, Te’o -como le llamaban sus amigos y compañeros-, sentía que la intolerancia desde el poder golpeaba con fuerza a todos. Los humildes, eran, sin embargo, los que sentían que el ramalazo les entraba en la piel y les horadaba el alma.
Veía que su patria -a pesar de ser bella-, carecía de la fortuna de la paz que permite construir el bienestar de los ciudadanos en medio de una justa distribución de la riqueza. Y quería que se desatase de su letargo para buscar un destino diferente. Anhelaba que las lágrimas fueran cambiadas por días hechos de luz, aromas y esperanza.
Estas ideas quedaron grabadas en el poema HA ... CHE RETÃ PARAGUAY en el que derrama a raudales su rico y airado verbo para pintar la situación de aquel momento. EMILIO BIGI le compone la música y la obra se convierte en el himno de quienes sueñan auroras y no largas noches para la nación.
La gran poesía tiene la virtud de anclarse en un instante concreto y sobrevivir a lo largo del tiempo porque expresa situaciones que cambian de época, pero continúan siendo lo mismo en lo esencial. Por eso lo dicho por Teodoro sigue teniendo plena vigencia.
HA ... CHE RETÃ PARAGUAY
Ha ... che retã Paraguay...
peichaitépa neporã,
remimbi, rejajaipa.
Ha anga ku nandepo’ái.
Mamove ndojehechái
mokóî upe ndeichagua
ha ikatupokuva’erã
repu’ã che Paraguay.
Hi’ãntema rohecha
repo rejetyvyro.
Ha upévo tove toso
hasypeve pe ne sã.
Yvága rehe epu’ã,
ko’ýte ejepytaso
ha ore pe ore korasõ
tove ta’ipiro’ypa.
Mayma nemembytee
hi’ãma ropytu’u,
topami pe jepoyhu,
ñorairõ ha pokarê.
Ha’evémante oreave
tesaýpe rojahu.
Hi’ãma ore porayhu
ipoty ha oñeñopê.
Ha ... che retã Paraguay...
piko péichanteva’erã
nememby nderayhuha
nderehe ndaorepo’ái.
Epóna ha esapukái,
emondoho pe ne sã,
topami tekoasyeta
¡Ha... che retã Paraguay !