BETY FIGUEREDO : Cantante, que reúne en su voz a más de su belleza y simpatía, la sencillez de la mujer paraguaya, empezó a cantar en la escuela primaria. Hizo escuela con su canto y su estilo, hasta llegar a la más alta consideración popular, al saber ubicarse en un plano estelar, sin poses estudiadas, ni veleidades de estrella, la que hoy es una madre feliz y cantante ya solo en ocasiones especiales, con la salvedad de que el milagro de sus muchos discos, nos permite tenerla con nosotros cantando ya por siempre y para siempre, nuestras polkas y guaranias. Nació el 30 de marzo de 1952, en el poético barrio YBARORY de la musical Villarrica. Es hija de MIGUEL ÁNGEL FIGUEREDO y LUCÍA SAUCEDO y es la menor de 4 hermanos, siendo los mayores: Osvaldo Amado, Marta Graciela y Carmen Guillermina. La escuela primaria transcurrió en la apacible barriada donde nació, llamada Escuela "Gral. Morínigo". Fue allí sin que existiera en su familia ningún antecedente artístico, donde Beatriz Figueredo Saucedo cantó en público en el día del maestro en el año 1963, la canción “Galopera”. Contaba entonces con 11 años.
Después, cuando aún asistía a clases de la secundaria en el Colegio Nacional de Villarrica, que pasaría a ser el Centro Regional de Educación “Natalicio Talavera”; Bety Figueredo integra 2 representaciones de su ciudad natal en los festivales segundo y tercero que a nivel nacional realizó Autores Paraguayos Asociados (APA) a fines de la década del 60, ganando ya en esos festivales la consideración en el consenso artístico nacional.
Pareciera pues que ORTIZ GUERRERO, su coterráneo, dejó para Bety la divina hebra armoniosa con que el tejía sus versos, para ella tejer su canto: "Cual un jerutí, solloza y canta y como un eireté grata es de aroma”: ¿No será que Ortiz Guerrero, desde la eternidad, concedió a Bety la admirable sencillez y la virtud musical de sus estrofas para que cante tan sencillamente melodiosa?.
La capital del país Asunción, la muy noble e ilustre, llamó a BETY FIGUEREDO y allí don ELADIO MARTÍNEZ, paraguariense pero guaireño por adopción, recibió con simpatía a Bery Figueredo y de la mano de este gran músico, realiza largas temporadas en el jardín de la cerveza, en un nivel absolutamente profesional.
Desde entonces, a Bety Figueredo se la ha visto actuar en todos los escenarios del país donde se divulgaba el canto de la patria. Y siempre fue en el escenario canto y sonrisa y parecía que su arte de cantar le nacía de los manantiales del alma y la sonrisa que permanentemente afloraba en sus labios, era el encanto que le habían dotado los Dioses para adornar su arte y su manera de cantar tan natural, sencilla y dulce.
En poco tiempo, era Bety - la joven llegada del Guairá - la estrella más rutilante en los festivales folclóricos, que en la década del 70 eran frecuentes en todo el país.
Las radios contaban también con su presencia en grandes programas folclóricos, a lo que se sumaban también sus presentaciones en la televisión y las grabaciones de discos de larga duración. Aníbal Lovera, singular cultor que fuera de nuestro canto, requirió el concurso de Bety Figueredo y juntos grabaron en la RCA Víctor, Argentina, aquel disco con temas tan difundidos como: "Che pueblo porá" y "Raida poti "
Para su afianzamiento como solista, Bery Figueredo, cantó con el apoyo de los mejores valores de la música de la época que secundaban sus actuaciones en el Hermitage, Yguazú, La carreta, El Jardín de la Cerveza, El Toque, etc. También ha tenido importantes "Galas" en el Teatro Municipal, que por entonces tenía su mejor época y realizaba frecuentes viajes al interior para dar vida a las fiestas paraguayas.
Su lista de discos reúne acompañamientos de notable jerarquía como el de don MAURICIO CARDOZO OCAMPO y de los mejores instrumentistas en trabajos hechos en Asunción y Buenos Aires. Y a propósito de discos, cuentan que cuando a mediados de 1981, iniciaba sus actividades el Sello Musipar, muchos de nuestros artistas declinaron grabar en un sello nuevo, desconocido. Sin embargo los ejecutivos de ese nuevo sello discográfico, encontraron en Bety Figueredo la mejor predisposición, apoyándolos inmediatamente en forma incondicional y fue así que el disco 001 de dicho sello fue grabado por Bety Figueredo.
Luego de intensas presentaciones, le llega a Bety Figueredo la etapa en que el ser humano debe tomar decisiones de futuro personal por exigencias y circunstancias de la vida.
Bety Figueredo ya está casada y es madre de Aramí Beatriz y comienza a restringir sus actuaciones. Se suman luego sus hijos: José Antonio, Melchora Mimbi y finalmente Ybory Isabel y ya eran 4 las razones que imposibilitaban la fluida presencia de la estrella en los escenarios del país.
BETY FIGUEREDO tuvo innumerables propuestas para cantar en el exterior, inclusive en otros continentes, como la que le hiciera DIGNO GARCÍA para llevarla a Europa. Pero ella tenía otras metas como mujer, no obstante nos dejó en los discos la frescura de su canto, en nuestros ojos su belleza sencilla y cautivante y esa su simpatía que prodigó sin reservas y naturalmente en su canto y su fino trato humano. Hasta parecía mitad Ángel y mitad mujer, por eso y por mucho más Bety Figueredo brillará por siempre en el cielo de nuestro canto y de nuestro folclore, como un lucero del alba enorme y perenne.
Dice BETY FIGUEREDO en un balance de esas 2 décadas que dedicó al canto, en una nota realizada por el desaparecido MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ que obra en nuestros archivos, que agradece a Dios la buena estrella que la ha guiado y acompañado en su carrera artística iniciada profesionalmente en 1970 y que se sentía agradecida a quienes solventaron con su comprensión y ayuda el ascenso que le ha posibilitado el público paraguayo. Extendía también en esa nota, su agradecimiento a sus compañeros músicos, a los compositores y autores de las letras de su repertorio, a los periodistas y locutores, difusores de sus canciones. Agregaba que al expresar su gratitud, estaba expresando lo feliz que se sentía como mujer, por su canto y por el hogar y la familia que ha logrado forjar.
BETY FIGUEREDO hoy está retirada de la labor profesional como cantante. Está dedicada a su familia y rememora en la tranquilidad de su hogar esos 20 años dedicados a cantar la música de la patria y seguramente son imborrables en su mente los aplausos, el éxito obtenido con su arte y el cariño que supo ganar en todos los rincones de la patria. Así es sintéticamente esta estrella que supo brillar con luz propia en el mundo musical de la patria.
Fuente: 25 POETAS MÚSICOS COMPOSITORES Y CANTORES POPULARES DEL PARAGUAY. Compilador: RAMÓN GIMÉNEZ BENITEZ. Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica (CEADUC). Biblioteca de Estudios Paraguayos. Volumen 73. Asunción-Paraguay 2009 (144 páginas).
FIGUEREDO, BETTY (Cantante) : Nació en Villarrica el 30 de marzo de 1952.
Comenzó su carrera cantando en festivales intercolegiales de música. Estudió vocalización con César de Brix y Aurelia C. De Lofrucio.
En 1972 realizó su primera gira internacional actuando en Buenos Aires, Argentina donde se presentó y grabó discos; al año siguiente viajó a San Pablo y Río de Janeiro, Brasil. Grabó 7 LP como solista, 3 con Aníbal Lovera y 1 con Vocal Dos.
En 1960 recibió medalla de plata y mención de honor en el Segundo Festival Nacional del Folklore y en 1969 medalla de oro en el Tercer Festival.
En la década del 80 participó de exitosos programas de televisión.
Fuente: DICCIONARIO DE LA MÚSICA EN EL PARAGUAY por LUIS SZARAN. Edición de la Jesuitenmission Nürnberg, Alemania 2007. 507 páginas. Edición digital: www.luisszaran.org.