OFELIA FISMAN – PANORÁMICA
SALA DE EXPOSICIONES TEMPORALES
CENTRO CULTURAL DE LA REPÚBLICA EL CABILDO
ASUNCIÓN, PARAGUAY. JUNIO 2007
Esta muestra retrospectiva, contiene alrededor de 30 obras escultóricas, cerámicas y bronces, que marcan la evolución de la obra de Ofelia Fisman, desde 1973 a la fecha, producidas en Corrientes, Buenos Aires y Asunción. Técnicas de modelado con diferentes arcillas y esmaltes, que hablan de un mundo exterior-interior.
"...en cada una de las piezas, late una porción de ese tiempo- espacio, energía contenida en las formas, denominadas con palabras creadas desde el contenido, con poesía, con humor, como burlando el destino, los cambios, las situaciones...
Las técnicas de realización, las texturas, los pigmentos, las gamas, son el lenguaje que acompaña el relato, en cada pieza, vibra el latido, la cura y la verdad..."
OFELIA FISMAN
OFELIA FISMAN:
FORMAS ALUCINADAS ENTRE LO COTIDIANO Y LO FANTÁSTICO
Cuando conocí a Ofelia y su obra escultórica hecha en el Paraguay, su nativa Corrientes, además de Buenos Aires-, fue una grata sorpresa para mí; al menos por haber sido yo también adicto al plástico barro y su alquimia de fuego salvaje de pétreas transmutaciones. Me impresionó su aparente facilidad para las texturas y las formas más extrañas, dentro de lo antropomorfo contemporáneo y sus diversos matices sugerentes; desde los más toscos -en apariencia-, a los más delicados y tenues, como si fuesen a diluirse en el ingrávido espacio.
Las formas y texturas de Ofelia, brotadas de sus casi mágicas manos, impresionan a la vista y el tacto; con inusitadas sensaciones que nos retrotraen -casi inevitablemente-, a la noche de los tiempos míticos, de diosas, doñas, matronas, y matriarcas, donde lo femenino por excelencia campeaba por sus fueros inmortales.
La madre eterna es el leitmotiv de sus obras. Madres de nadie, madres de todos, madres fecundas o yermas, pero madres al fin, siempre en pos de la perpetuación de la especie... y los mitos inherentes a ello.
Quizá la aparente fragilidad de sus obras sean fingidas, para ocultar o atenuar, con delicadeza femenina -no exenta de astucia milenaria-, la enorme fuerza que proyectan al alma de los espectadores.
Una panorámica para no perder la capacidad de asombro y, ganar, en cambio, una nueva sensación de voluptuosidad espiritual.
CHESTER SWANN*
*Seudónimo de Celso Aurelio Brizuela (1942), ex escultor ceramista, músico,
diseñador gráfico y artesano de alma, además de escritor de narrativa paraguaya.
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