SALMOS
JOEL HOLDEN FILÁRTIGA FERREIRA
Ilustraciones: JOEL FILARTIGA
Coordinación de edición: ELSA TROCHE
Diseño gráfico: MILCIADES GALEANO
Impreso en AUGUSTO GALLEGOS PRODUCCIONES
Setiembre 1997
JOEL FILARTIGA:
"LA LUCHA DE UN HOMBRE"
QUE SE DESTILA EN SALMOS
Joel Filártiga, pertenece a una familia de raíz campesina, donde la cultura tradicional no ha llegado a significar evasión al inmovilismo que confina las inquietudes a una vida pasiva, sin protagonismo en la sociedad paraguaya. Al contrario, esta familia se caracteriza por hacer de la pasión un permanente ejercicio de transgresión al asfixiante convencionalismo que cautiva a nuestro pueblo en la lucha de intereses de la esfera social dominante.
Joel Filártiga, desde su juventud, a la pasión de su familia puso más fuego "cuando el tiempo de sufrir" se radicalizó en nuestra país y había necesidad de resistir con igual radicalidad ese tiempo que no se compadecía de la condición humana y la dramática vida nacional.
Siendo estudiante universitario en la Facultad de Medicina, decide transgredir las ideologías claramente conservadoras y sostenedoras de violencia que
invariablemente desencadenan sobre toda movilización popular orientada a plantear cambios a sus intolerancias y sus iniquidades.
Como tantas otras generaciones de la juventud paraguaya de la primera mitad de nuestro siglo, encontrará la suya un enérgico rechazo a sus ideales revolucionarios. Y en la consecuencia, la respuesta a su rebelión deviene en censura, sistemática represión, calificándose cualquier acción en la que interviene como delito contra el orden y la paz de la Nación.
ºº
"La lucha del hombre" Joel Filártiga, seguirá su curso durante la segunda mitad de nuestro siglo, sin desviar la mirada del horizonte que guía sus pasos.
Cuando el amar le elije a la compañera del alma, la lucha se humaniza en el hogar que se ilumina con la llama de la vida que convierte su vigilia de combatiente en perfumada alborada. Tres hijas y un hijo, su hogar transforma en un jardín centelleante de alegría.
Pero cuando un hombre lucha, no limita el éxito de su vida, al universo de su hogar. Cuando se ha llegado a crecer en conciencia crítica y vocación de servicio hacia los compatriotas que continúan permaneciendo excluidos del beneficio de la salud, la educación, el trabajo y la cultura, en igualdad de derecho y oportunidad entre todos los habitantes, el sentimiento de la solidaridad con el prójimo se impone con inexorable espontaneidad.
Joel Filártiga, cuando la mayoría de los médicos del interior dirigen su mirada a la ciudad capital, él se marcha con su botiquín a la ciudad de Yvyku’i a poner en funcionamiento el Sanatorio “La Esperanza”. Toda su familia le acompaña en su agotadora y humanitaria tarea de médico rural. Conoce en profundidad el inagotable drama de las comunidades campesinas. Su impotencia y su orfandad de las familias para contrarrestar la impunidad de la injusticia, que año tras año deja como secuela el abuso del poder económico y político.
La cotidiana interiorización de esta realidad en creciente clima de desolación, sacude con intensidad sus vetas de artista que se intimida ante el revolucionario y el frio profesional del bisturí. La sorpresiva muerte de su hijo adolescente, entre muchos otros anónimos luchadores contra la dictadura, le sumerge en la oculta fuente de la poesía y el dibujo, para describir en imágenes apocalípticas la tragedia que amenaza romper la órbita de su planeta vital.
“La lucha de un hombre” como Joel Filártiga, no tiene fin. Continúa firme en su infaltable cita con la vida, sin preocuparse del sacrificio y del desvelo.
Concentrado en la victoria y la derrota de su lucha, inseparable de la lucha de su pueblo, en constante pulsación con la lucha de los pueblos de Latinoamérica y de los pueblos de la Tierra, su poesía adquiere la plenitud que nace de la reconciliación con la propia conciencia que ha superado al mundo de la violencia, con la apasionada esperanza de un mundo donde el ser humano reconstruye su indestructible vinculo con la vida, pagana y sedienta de eternidad, al mismo tiempo.
Joel Filártiga, con sus poemas, nos intima con su humanismo inclaudicable y siempre combatiente, con sus luces y sus sombras y con su invitación a “esperar lo imposible”. Nos alienta para que “vivamos la utopía” porque “Siempre vuelve la aurora en el pico curvo de un gallo”.
Finalmente, he aquí un hombre que destila en salmos la esperanza de mejores días para nuestro pueblo…
Barrio San Vicente, 20 de julio de 1997.
RUDI TORGA
A JOEL, EL POETA
Joel Filártiga no es un poeta morigerado como lo son tantos.
Al contrario es polémico, de inesperadas chipas, de frases aparentemente inconexas, de incesantes vituperios, que acuerdan a su escrituración poética una atmosfera de incomodidad, tal como el imprecador lo crea. Es alguien que guerrea siempre contra algo.
Se lo lee por eso con premura pero con pasión, como suele hacerse con esas esquelas de peticiones.
Es que da función armígera a la palabra, a la frase, a la idea, como si la vida fuese pleno campo de lidia. Su belleza de fondo es casi anulada por su rudeza de forma. Sucede así con los poetas de contrastes, donde no caben las vacilaciones y donde lo inconcreto no puede germinar.
Pintor de fantasías goyescas, es poeta de parecidas fulguraciones.
Como médico, que asó lo es en la vida real, ha mixturado su lenguaje poético, con cierta dosis de impronunciables vocablos médicos, como quien diagnostica bien y pronto varios males del país por ese cotidiano hábito profesional.
En pocas palabras: Joel Filártiga es poeta que forzando los cotidianos significantes, hace síntesis de la melodía y la acción, y de su mensaje, el pensado resultado de las inestabilidades de este tiempo.
2 de abril de 1997.
Luis María Martínez
A JOEL FILÁRTIGA
CAMINAR ES LA VICTORIA
El sendero no acaba cuando los pies continúan por siempre desmontando la maleza. Arrancando con los poros el muro punzante de espinas que desgarra la piel, la desholla y diseca.
Cada tanto el incendio, el derrumbe, la catástrofe, polvo y piedras sepultando el camino, el fin eterno, definitivo, el sepulcro bajo las rocas, la cueva como tumba, la lapida sellada con raíces inertes, la savia estéril que escupe su último signo de vida.
Los pies se hunden en las grietas. Bocas tramposas se abren implantando cepos en los tobillos deformes, signo del eterno deambular, abriendo caminos, desmalezando sueños.
El grito del parto después de la muerte. No hay tiempo para el letargo y la espera de otro cuerpo. La esencia regenera sus miembros cercenados. Los injerta a despojos esparcidos en las fauces del odio. Y renace el hijo para arrancar con sus manos la corona de espinas. El grito del regreso anuncia el sismo. Otra catástrofe para convertir en polvo la creación de lo oscuro. El vacio. Silencio imprescindible para escuchar el vagido de la vida que nace.
El origen, otra vez. Porque el sendero se cierra y hay que limpiar la maleza. Derribar los fantasmas que alteran el pensamiento. Vencer a la muerte atrincherado bajo una lápida de musgo.
Hay que seguir. La muerte es débil cuando se la percibe a tiempo. su dominio es la carne cansada y malherida. La luz recompone los átomos dispersos en el universo de la inteligencia.
¡Pobre muerte! Su victoria es la putrefacción de un saco de huesos. Su perfume, el hedor de los gusanos carcomiendo células inertes.
¡Caminar es la victoria!
Elsa Troche
Asunción, Jueves 21 de agosto de 1997
SOMOS LATINOS
Somos latinos y pobres
la gleba de la tierra
los ocio-perezosos,
los de abajo
Somos latinos soñadores
no sabemos el valor del oro
los bohemios y mentirosos,
los de abajo.
Somos latinos guitarreros
vencernos el tiempo largo de sufrir,
los de abajo.
Somos latinos, cigarras
náufragos miserables
con ancla de cristal
los de abajo.
Somos latinos marihuaneros
pájaros sin alminares
sin auroras, sin mañanas,
los de abajo.
Somos latinos sin tierra
sin perros que nos ladren,
sin luna y sin noche negra,
los de abajo.
Somos latinos, señores,
piafar de Rocinante
rocío de intemperie,
los de abajo.
Somos latinos
la arcilla que obsesiona,
órbita remota
que en su cráter oculta
el vuelo milenario
del pájaro total;
briznas al viento,
lágrima crucificada
nuestro camino es el miedo
nuestro presente la lucha
nuestro sol la locura
y nuestro pecho enterrado
abrirá en jazmín de estrella.
15/05/96
LAS ISLAS
A Richard White
Desde nuestras islas
nos abrazamos
a través del trópico
co nuestro “elam”
Jesús Cristiano
Sandino y el “Che”
Desde la cruz
resucitando
gritan
como cuerno llamador
a los hombres
de mineral complejo
y químicamente puros.
Duros capitanes
de marcha regular
Arturo López
y el compañero Gil
responden con el vino
generoso de la gleba
Es nuestra América
frente al “Norte
revuelto y brutal
que nos desprecia”
(sin canonizarnos
en íconos inofensivos
y mediatizados)
levantemos
la Eucaristía ideal
frente al odio cerval.
Junto a un cielo rojo
y rotundo de clavel
contra el verde generoso
de la selva
con la mirada aguda y avisora
tú Richard
desde tu isla
en la Bahía
yo Joel
desde esta mediterránea
levantemos nuestras copas
por la isla de las islas
los compañeros y Fidel!
04/04/97
AMIGOS
Este sueño transido
en su aterida impotencia
regurjita en el cráter
de la vida y el tiempo
delirios y miseria.
La niñez agostada,
por el hombre y su tara
la ceguera nocturna
por la hipoproteinemia
carne lábil mordida
por la fauce escondida
de todos las preteridas
y mal heridas auroras.
Ya los pájaros negros en círculos tétricos
nos anuncian el festín;
pero la aurora llega
y la infecta canalla
en tumulto se fuga
tras la negra muralla.
Ya el pueblo estalla
sinfonía de flores
con su danza antigua y vital,
en banderas al alba.
17/05/96
QUIERO A MIS AMIGOS
No quiero un hombre
real, regular exacto
quiero un hombre natural
Aquel que tenga
en los pies los rastros
del sendero
y en el corazón consuelo,
en la mente la ansiedad
de los pobres
en los ojos
la sonrisa del amigo
y en las manos
una justiciera
y lascerante
espada de fuego.
Me dicen loco
nunca afirmé cordura
Porque cuerda y atadura
es la medida
regular y mediocre
(la baba soberbia)
de la normal
mediocridad burguesa
La locura
es acendrado
amor al prójimo
al otro, a Dulcinea
Es Rocinante y don Quijote
flores que marcan
fragancias a la vida
Estrella, flor y rocío
Orate soy por amor
y aunque ateo
Gracias a Dios
por la otredad
que es plenitud.
Porque partimos
rumbo al sol poniente
pronto
pasaremos
a ser parte del pasado
y estaremos
quietos cual durmiente
esperando
que nos despierten
para volver
a futuras jornadas
Partir dentro del círculo
es singladura al futuro
y desplegar nuevas velas.
JOEL FILÁRTIGA II
No pudieron con su muerte
destruir lo que tenia:
la juventud que aunaba
los mejores ideales,
la patria azul que anhelaba,
la redención que anunciaba.
Se llamaba lucha su vida
y valor lo sostenido.
Su trayectoria: esperanza,
y su deceso: batalla.
Joel, se llama este caso
que aglutina estas tres cosas:
valor, batalla, esperanza,
que concentran ¡la victoria!
Luís María Martínez
4/01/97
LLANTO
Cuando lloras
el mundo
se enternece
y por los poros
del alma
caen
las estalactitas,
tus lágrimas
Mi tristeza
se agrega
en su sal
Perla líquida
nos conjuga
en su luz
la claridad
el miramos.
POCHAT
Nos digieren
en la baba tóxica
de un antropófago
gigante
La sociedad
asfixiante
de los impuros
Los corruptos
te borraron
como se extrae del alma
un recuerdo incómodo
No hay duda
a los buenos
nos fagocita
un planeta caníbal.
CUÃ- LEON
Estamos entre la bulimia Superman
y la anorexia africana
entre Pantagruel
y Voltaire
nuestra ética
vacila
vacila
ser Gandhi o Mapa*
o en la sinrazon
ser la caleidoscópica incordura
del MATARA cuã león.
* MARIO PASTOR ALMADA: mártir del chupamedismo y la trepada política durante la dictadura stronista. Procurando calzar nuevamente con el gobierno mbatará, murió accidentado con su automóvil en el Chaco Paraguayo.
OTONO
LOS VIOLINES DEL DOLOR
Los violines tristes
de la tarde
el ruiseñor enfermo
de los árboles
la fábula encendida
de los labios
la raíz última
de los granos
la voz palpitante
de los Salmos
mi tarde azul
de pajaros
las amapolas
surtas en el rocío
la lluvia empapando
mi piel arteriada
y sin abrigo
mi ancianidad hermana
y proletaria
en un lejano paraíso
arrancando las huellas
el invierno
y las nubes despeinadas
por el viento
en el grifo subterráneo
del sueño
en los cristales de mica
del cielo
en los frondios tristes
y vesperales
el peluche de pana
de tus brazos
desnuda la epidermis
del otoño
junto a mi cálida mejilla
y la prosodia lente de
la ausencia
sangrando
en los soportales
las libélulas
y los musgos
del dolor
Sin negarme la esperanza.
REGRESAR
Si fuera
un sueño la batalla
omnipresente de la vida
Si fuera un ensueño
la iridiscencia
caleidoscópica del recuerdo
Si fuera sólo derrotas
este tráfago desgastante de los días.
Si la victoria y la derrota
Si la vida y la muerte.
Si el olvido y el recuerdo
no dejara muescas en el alma
desde el más allá
regresaría
para acunarme de nuevo
como un niño.
PAISAJE NEGRO
Don Juan?
¡Qué digo
Doña Juana
y don Tomás
en tiempos
de Ñaupa
y miriñaque
en grácil danza
para solaz
en vista y ritmo
y contradanza
la fiel Constancia
muestra
su negra panza
sus dientes blancos
y algo más…
SOMOS
Somos polvo de estrellas
harina, greda, barro,
árboles sin pájaros
veredas sin nadie
y cuando unimos,
sumamos soledades
en una vana nupcia de grillo y estrella.
RESUCITAR
Alrededor
la muerte
la coima
el vicio
la enfermedad
hablando
pronto
y rápido:
Un mundo
muere con
espasmos violentos
y otro viene
desde la garganta
obscura del tiempo
con su óleo extremo
y unción de alegría.
TORTURA II
Este hombre
no quiere dar
su secreto
nada tiene que confesar,
sus pródigas manos
encuentran el mismo muro,
sus ojos hinchados
los mismos detalles.
Los polizontes
apocalípticos insectos
descascaran nuestra piel
nuestro compromiso de soldado
inventareando,
nuestras mentiras
nuestro sol de locura
nuestro silencio suicida
nuestros repugnantes hematomas
nuestra exasperación
nuestro mezclado miedo
Irremediable
el vino digno
en la hora exacta
de cada día viene
a la reencarnación
de nuestro compromiso
porque la aurora
está hecha de muertes
está hecha de sangre
está hecha de lucha
está hecha de amor.
RUDY
Un anhelo lejano
de alboradas
palpita
en nuestras confluentes
miradas
Circunloquio raigal
de amor al pueblo
marca nuestro cansino
andar
mientras el muladar
burgués
salpica con su toxica baba
el universo patrial
Nos hermana
la precaria
sangre
proletaria
y de nuestro recto Tajy
saldrán las astillas
que alumbrarán con su flama
esperanza y libertad.
VIVAMOS LA UTOPÍA
Esperemos lo imposible
porque lo posible nos empobrece,
nos aburre,
nos satura.
Vivamos la utopía;
siempre vuelve la aurora
en el pico curvo del gallo,
siempre regaña
la voz clueco del egoísmo
cuando se acerca el albor del nuevo día,
siempre, entre la cizaña,
está el néctar de la flor
sobre el acíbar del llanto,
las corolas enhiestas del amor
Esperemos, amada, lo imposible
porque lo otro ya no interesa;
hablemos del futuro,
de nácar florecido
que la corola sangrienta de tus labios
no se olviden de nombrarme.
EL VERDE MIEDO
El hospital
la herida
la muerte
el temblor
la adrenalina
la taquicardia
el temor.
El ver corrupto
la coca
la marihuana
la pistola
la pasamontaña
calle y ropa
ensangrentadas
Mentes corruptas
ávidas
en la senda obtusa
de fementir la luz
enmarañado
cual lianas
la verdad.
El cartel del miedo
oprime
la verde coca
junto al verde
corrupto y militar.
PARA MI EPITAFIO
Del Joel que os queda al Joel que va
Aquí os dejo
mis despojos mortales
porque los vitales
los escondí
en el avaro cofre
tratando de durar
Este arcón
quedará impregnado
de miradas de niños
y los ojos compasivos de los perros
Algunos dirán chau Joel…
y otros simplemente guau.
PARA JOSEFINA PLÁ, ESTAS HOJAS
DESTEÑIDAS POR AUSENCIAS PLURALES.
OFERTA
Me burlo de ti miserable burla
miserable materia
de mis pies engrillados.
Para mí no hay distancias
Ni camino inhollado.
En mi barca de encueño
desde niño he viajado.
Tengo alas, son fuertes
trasparentes y blancas.
No me abaten tormentas
ni negros huracanes…
Ya nada me amedrenta!
VISITA RECOMENDADA AL ESPACIO DEL ARTISTA
OSVALDO CAMPERCHIOLI en la GALERÍA DE ARTES
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Escultura de Cerámica