“Álamos talados”, de 1959, fue la primera cinta en color que se rodó en la provincia de Mendoza (Argentina). Historias y anécdotas que pintan una época rica en talentos cinematográficos.
Dirección: Catrano Catrani
Guión: Abelardo Arias y Antonio Benedetto Produción: Catrano Catrani Música Original: Herminio Giménez
Fotografía: Francis Boeniger
Montaje: José Cardella y Óscar Esparza
ÁLAMOS TALADOS
Película completa
Interpretación:
José Luis Suárez
Lilian Araya
Ubaldo Martínez
Emilio Guevara
María Isabel Alberdi
Pepita Melia
Aldo Braga
Dorita Norby
ÁLAMOS TALADOS
A principio de junio de 1959, se concluyó la primera película en colores y cinemascope rodada íntegramente en Mendoza. Se tituló “Álamos talados”, y fue producida y dirigida por Catrano Catrani, basada en el libro de Abelardo Arias y adaptada por Antonio Di Benedetto. Conozcamos la historia detrás de este celuloide fundacional.
El best-seller que fue filme
En 1942, un joven Abelardo Arias, nacido en Córdoba y mendocino por adopción, escribió su primera novela titulada “Álamos talados”. Con la ilusión de rodar la película basada en aquellas páginas, varios años después, se reunieron su autor y Di Benedetto, quienes con Catrani realizaron el libreto.
La obra, reconocida por Arias como una historia de familia, nació del recuerdo de los años de la adolescencia entre los viñedos mendocinos. El personaje principal, con su frescura, se asombra ante el descubrimiento del cuerpo y del amor, pero inevitablemente debe enfrentarse con el mundo adulto y la hipocresía.
El color en Mendoza
A principios de 1959 llegaron a nuestra provincia Catrano Catrani con su equipo para filmar la cinta en cuestión. Fue la primera película que se rodó totalmente en cinemascope y ferrania color en 35 mm en Mendoza.
Los actores principales fueron Ubaldo Martínez y la española Pepita Meliá. A estos se sumaban los actores José Luis Suárez -quien hacía su debut en cine-, Aldo Braga, y los mendocino Lilian Amaya y Emilio Guevara. También en roles secundarios se destacaron artistas como Tito Pagés, Manuel Anton, Ricardo de Rosas y Gabriel Lesser, entre otros.
Entre los técnicos mendocinos se encontraba Victorio Stocco como asistente de dirección.
Increíble pero real
Años antes de su muerte, comentaba Abelardo Arias que durante el rodaje experimentó una sensación muy especial: “Por momentos me imaginaba vivir, dentro del acto, el tiempo ido. En cierta manera realizaba la teoría de la relatividad de Einstein y creía ser de nuevo adolescente”. Y agregaba: “Semejante sensación me produjo, también las escenas de San Rafael y en la centenaria casa de la señora Carola Molina de Baca en Rodeo de la Cruz”.
Intimidades del rodaje
En las escenas de cierto riesgo para los actores, no se utilizaron dobles. La anécdota más sobresaliente fue en una de las tomas que rodó el actor Ubaldo Martínez, quien tenía que dejarse llevar por la creciente del río Diamante.
El director Catrani captó una escena espectacular. Al finalizar con esa toma, Martínez salió del río lleno de lastimaduras, por lo que tuvo que ser atendido por un médico.
El equipo de producción partió en junio hacia Buenos Aires y la película fue estrenada casi un año después, más precisamente el 5 de mayo de 1960 y tuvo gran repercusión en las salas de todo el país.