"Por una de esas raras casualidades conocí en Corrientes en 1958 al maestro HERMINIO GIMÉNEZ" cuenta con encendido entusiasmo MARÍA ELINA MORALES SEGOVIA. En realidad, dicho así, este nombre no significa nada. Bastará entonces llamarla por su nombre artístico a MARILÝ -no MARILÝN como dicen muchos locutores leyendo los poco cuidadosos listados de autores de las carátulas de los discos-, MORALES.
La poeta, coautora del gran creador paraguayo, es oriunda de Concepción de Jaguarete Kora, situada en medio de la Laguna Yverá en la provincia argentina de Corrientes. En aquel lugar nació el 15 de junio de 1935.
En una visita a Asunción relató que sus padres eran maestros de escuela y le prohibían, de niña, hablar en guaraní. "Upeichavérõ jepe, che aikuaa guarani ha añe'ê (Pese a la prohibición, aprendí guaraní y hablo esta lengua)", dice como para no dejar ninguna duda acerca de su conocimiento del idioma nativo del área guaranítica del sur americano. "Escuchaba a mis padres conversando entre ellos y sin que se percataran fui aprendiendo", añade.
-Yo era muy joven y trabajaba en Corrientes con el Dr. RAMÓN VIVEROS. Éste era, además de pintor, un gran promotor cultural. Era amigo de HERMINIO GIMÉNEZ, quien estaba allí para hacer la música de la película "ALTO PARANÁ" dirigida por un director italiano. El Dr. me presentó, conversamos y ahí surgió la idea de que yo podía hacer la letra de una guarania que él ya había compuesto para el filme-, recuerda MARILÝ.
"Ya había escrito, entonces, varios poemas. No le había puesto, sin embargo, ninguna letra a ninguna melodía. El maestro trajo una partitura y me enseñó cómo hacer la letra. Me dio las indicaciones. Me instruyó en Cancionística, lo cual fue muy útil para mi oficio de escritora", continúa contando.
MARILÝ MORALES tenía la misión de crear los versos del tema central de la película. "Me fui a mi casa, me empapé de lo que tenía que abordar. Siempre pienso que cuando alguien tiene que escribir algo que no es fruto de la inspiración debe embarazarse del tema para que, finalmente, se dé el alumbramiento. Eso fue lo que pasó en este caso. Así nació de mí ALTO PARANÁ. Yo conocía el río de modo que lo fui describiendo", menciona.
Cuando terminó el poema, gozosa, fue a mostrarle a HERMINIO GIMÉNEZ lo que había cosechado. "Al escucharlo ensamblado con la música, me emocioné vivamente. Al maestro le gustó mi trabajo por lo qué para la misma filmación me encomendó hacer la letra de VIRGENCITA DEL RÍO. Algunos años después escribí también para él Estancias fueguinas. Era para un documental en el qué estaba cooperando musicalmente", manifestó la poeta que hoy vive en Valencia, España, y regresa cada dos años "al área guaranítica" que tanto ama.
Doña VICTORIA MIÑO, la viuda del maestro precisa algunos detalles de aquella película: "Era del director italiano Catrano Catrani. No conocía Corrientes ni las tradiciones del lugar. Herminio no solo le hizo la banda musical sonora sino que fue su asesor de costumbres. Allí actuó Carlos Gómez, el actor paraguayo. El papel protagónico estuvo a cargo de Ubaldo Martínez, un actor uruguayo. El filme hablaba de la vida de la frontera".
MARILÝ tiene como 40 obras musicalizadas por diversos compositores, entre ellos el correntino ANTONIO TARRAGÓ-ROS con quien hizo La vida y la libertad. Tiene alrededor de 30 libros publicados. Entre ellos están los poemarios "FUERA DEL PARAÍSO", "LA PUERTA", "TAMBIÉN CORRIENTES", "DIGO QUE AMO" y otras. Sus novelas son "EL RÍO DE TODOS", "LA SOMBRA DEL VACÍO" y otras.
También le pertenece el "Devocionario correntino y santoral chamamecero" donde sostiene que todos los que aman el chamamé están santificados porque su fervor no les permite pecar.