Entre las actividades más llamativas de aquel tiempo resaltan, el estreno de La Boheme de Puccini, que se presentó en 1902 -a solo cinco años de su primera representación en el Teatro La Fenice de Venecia, Italia a cargo de la compañía dirigida por el MAESTRO CENDALLI. Una temporada de tres meses realizó en 1903 la compañía lírica dirigida por FRANCISCO P. BARBAT. En su repertorio figuraban: CARMEN Y TOSCA (estrenada en Roma en 1900).
En mayo de 1906 la COMPAÑÍA DE ÓPERAS TORNESSI, con el maestro concertador ARMANDO GALLEANI ofreció: AÍDA, FAUSTO, LA GIOCONDA, UN BALLO IN MASCHERA, IL PAGLIACCI, MANÓN, NORMA y otras.
En 1907 se produjo la visita de la COMPAÑÍA LÍRICA RIVAS, con la dirección del celebrado LA MURA, que ofreció 40 días de actuación (el maestro La Mura reclamó públicamente al Teatro por la falta de un arpa de concierto, instrumento fundamental para muchas obras).
En 1912 se presentó la COMPAÑÍA DE OPERETAS CITTÁ DI MILANO y en 1917 la COMPAÑÍA LÍRICA ITALIANA VICTOR RIVA.
En cuanto a elencos nacionales de opera, no han existido en forma estable, salvo por esfuerzos personales y en forma interrumpida. En ese sentido uno de los impulsos decisivos se debió a
SOFÍA MENDOZA a través de su labor docente, al frente de la Escuela Nacional de Canto.
A partir de 1945 presentó, con artistas nacionales, primeramente fragmentos de obras famosas (MATRIMONIO SECRETO DE CIMAROSA y RIGOLETTO DE VERDI con la participación de: Josefina Bordas, Clotilde Balmelli, Leonarda Páez, Tomás Balbuena, Raúl Duarte, César de Brix, Ramona Cacavelos, Aurora Espínola, Angel Sanabria y Nicolás Pérez González) y luego, en 1950, ofreció en versión completa CAVALLERIA RUSTICANA con Clotilde Balmelli, Aurora Espínola, Juan Torales y otros.
En 1954, MADAME BUTTERFLY con Judith Ocampos, Aura Mendoza, R. Achinelli, R. Aigner, D. Sarubbi y la dirección orquestal de Carlos Lara Bareiro, y en 1963 la opereta española KATIUSKA con Ana María Casamayouret, Oscar Barreto, I. Ortiz, A. del Puerto, con la dirección orquestal de Kurt Lewinson.
El más trascendente de los emprendimientos, con el objetivo de conformar un verdadera compañía nacional de operas, constituyó la creación del CENTRO LÍRICO DEL PARAGUAY, en 1974. Por iniciativa e impulso personal, de
MICHELE ANNICCHIARICO, y sin apoyo oficial, se presentaron, en el año 1974, ciclos de conciertos líricos, y a partir de 1975 temporadas anuales de ópera, CAVALLERIA RUSTICANA (1975), LA BOHEME (1976), I PAGLIACCI, MADAME BUTTERFLY y CAVALLERIA RUSTICANA (1977), TOSCA y la opereta MOLINOS DE VIENTO (1979), IL TROVATORE (1980), TOSCA (1982), LA FORZA DEL DESTINO (1983), CARMEN (1985), LA TRAVIATA (1986), AÍDA (1987).
Participaban de estas representaciones, principalmente artistas nacionales como: Judith Ocampos, Carmen Naumann, Ana María Casamayouret, Silvano Díaz, Lando Tessari, A. Centurión, Silvio Alvarenga, Pedro Román, Roberto González, Victor Morínigo, Luis Gaona, Norma Annicchiarico, Estefana Galeano, Herminio Maldonado, O. Leguizamon , F. Sánchez y otros.
Los directores de orquesta Florentín Giménez, Luis Szarán y Miguel A. Echeverría, con la dirección general de Michele Annicchiarico.
En el campo de la creación, el primer intento de obra nacional se debe a
OTAKAR PLATIL con argumento de
JOSEFINA PLÁ, quienes dejaron inconclusa la opera PORASY, cuyo manuscrito se extravió en el SODRE de Montevideo, Uruguay.
En 1987
FLORENTÍN GIMÉNEZ compuso JUANA DE LARA, la que se puede considerar como la primera opera nacional, con textos de MILCÍADES JIMÉNEZ y VELÁZQUEZ. Fue estrenada ese mismo año, en el Teatro Municipal, con motivo del 450 aniversario de la fundación de Asunción. El elenco estuvo conformado por: Ana María Casamayouret, Silvio Alvarenga, Miguel Angel Cabrera, Carlos Granada, Luis Gaona, L.González Nuñez, P.B. Román y la dirección musical de Florentín Giménez y Luis Szarán. En total se llevaron a cabo 12 representaciones. En la década del 90 la actividad operística decayó notoriamente permaneciendo el Teatro Municipal -único escenario con infraestructura técnica disponible para el montaje- clausurado por las autoridades municipales, a la espera de su restauración.