YACY YATERE
ESCULTURA POPULAR PARAGUAYA
MITOLOGÍA GUARANÍ
ARTISTA: JOSÉ ESCOBAR
YACY YATERE
Por TOMÁS MICÓ
Es el más simpático de los duendes, el más popularizado; su silbo-mimetofónico, cual canto de ave, agita las siestas del hogar campesino. Magnetiza a las madres, que acometen al oírlo desesperados esfuerzos por reunir a sus hijos que juegan bajo la enramada; es decir, los más chicos, por que los otros...
Este duende travieso de la siesta, de deslumbrante belleza, cautiva con su gracia, los niños lo siguen; jugando y gustando frutos y miel se alejan de sus padres, algunos nunca vuelven, otros pierden la voz, otros, la memoria. Se dice que este duende que se presenta como un enanito rubio, de ojos azules, busca niños para llevarlos a su mundo maravilloso escondido en la espesura. En la mano porta un cetro de oro en el cual reside todo su poder. Juega desnudo a la luz del sol, trazando con su sombra mágicas figuras que hechizan. Al verse descubierto se convierte en ave. En su afán de hacerse amigo de los niños, si llega a besarlos en la boca, éstos pierden la voz y a veces hasta el juicio, entonces YacyYateré los deja para buscar otros niños con quienes jugar en la interminable travesura de su vida. Al ser perseguido por personas mayores, se torna invisible.
Las leyendas que refieren sus andanzas son interminables, pero estas apuntadas bastan para tener idea de sus atributos. Su poder, su fonomimetismo, lo relaciona muy estrechamente con un ave que raramente se deja ver, pero que ronda las casas de campo. (1). Dicen que imitar su silbo acarrea la ruina mental si se hace para engañar a las gentes sencillas. Yacy Yateré, sin embargo no causa daño a nadie, es una deidad traviesa que puede llegar a convertirse en buen amigo. Pero, por las dudas, las madres se cuidan de fomentar sus visitas. Se dice que solamente deambula retozón en el tiempo en que maduran las sandías, en lo más ardiente del verano, que es cuando los niños al escuchar su silbo invitador escapan de sus casas, para aventurarse en las chacras a hartarse de frutos almibarados. Algunos no vuelven.... para desencanto de los suyos.
(1) Véase "Aves en la Mitología Guaraní"
Fuente (Enlace interno) :
LEYENDAS DEL PARAGUAY
MITOLOGÍA GUARANÍ
TOMÁS L. MICÓ
Imprenta Salesiana
Asunción – Paraguay, 1997