EUGENIO A. GARAY
Hermano menor del Dr. Blas M. Garay, había nacido en 1874 en Asunción; fueron sus padres Vicente Garay y Constancia Argaña. En 1897 fue enviado a Chile como becario del gobierno de aquel país para seguir la carrera militar, integrando un selecto grupo de jóvenes, con Adolfo Chirife, Pedro Mendoza, Manlio Schenoni, Albino Jara, Manuel Rojas, Carlos Goiburú y Atilio Peña Machaín. Todos volvieron con sus despachos de oficial. En 1912 EAG era Mayor y Ministro de Guerra y Marina en el gabinete del Dr. Pedro P. Peña. Después, ya Tte. Coronel y en situación de retiro, fue designado para ejercer la legación del Paraguay en Bolivia. De vuelta al país, ejerció el periodismo con singular altura. No imaginaría que en el ocaso de su vida, casi sexagenario, iría a forjar con su increíble fortaleza y su acerado temple, las más rutilantes victorias chaqueñas. Organizó el RI 16 "Mcal. López", a cuyo mando tuvo destacada actuación en la defensa del sector Falcón-Rancho Ocho; El Tte. Cnel. Garay tuvo una resonante actuación en la rendición boliviana en Pampa Grande; (X/1933).
Luego, al mando de la VII División efectuó la persecución del enemigo sobre el eje Platanillos-La China-Cabezón. Tras la defección de Strongest, se le confió de urgencia el mando de la VIII División, y le correspondió ejecutar con audacia y precisión la maniobra por la retaguardia enemiga que hizo posible la gran victoria de El Carmen, en noviembre de 1934. Condecorado en campaña con la Cruz del Chaco, cumplió con su D8 la hazaña increíble; con el "Batallón 40" al mando del Teniente Ceferino Vega Gaona en punta, cruzó 70 kms. de marañas y arenales bajo el calcinante sol de diciembre, apoderándose de los pozos de Yrendagué, que causó el aniquilamiento del Cuerpo de Caballería boliviano del coronel Toro. El Destacamento Garay rebasó el Parapití y capturó Charagua, en abril de 1935. Y ejerció interinamente el mando del II CE.
En la proeza de El Carmen-Yrendagué, con el Batallón 40 cumplieron relevante actuación jóvenes y recios combatientes: tenientes Reinaldo G. Troche, José I. Lombardo, Darío P. Cantero, Armando Vergara, Julio P. Saldívar, Justo P. Acosta, Reinaldo Ferreira.
E.A. Garay, numen y guía de la infantería paraguaya, falleció en 1937; póstumamente le fue otorgada la jerarquía de General. Casado con Ma. Teodolfa Vera y Aragón; de sus hijos, Juan Federico llegó a General, y César A. Garay, jurista de denso saber fue Ministro del PE., Embajador, miembro de la Corte Suprema de Justicia.
Fuente: BREVE HISTORIA DE GRANDES HOMBRES. Obra de LUIS G. BENÍTEZ. Ilustraciones de LUIS MENDOZA, RAÚL BECKELMANN, MIRIAM LEZCANO, SATURNINO SOTELO, PEDRO ARMOA. Industrial Gráfica Comuneros, Asunción – Paraguay. 1986 (390 páginas)
EUGENIO A. GARAY (1874-1937). Periodista y militar destacado de la Guerra del Chaco. Nació en Asunción el 16 de noviembre de 1874. Hijo de don Vicente Garay y doña Constancia Argaña, muy tempranamente fallecidos, dejaron huérfanos a Eugenio y a su hermano Blas. Criados por su tío Ladislao Argaña en Pirayú.
Realizó allí sus estudios primarios y los secundarios en el Colegio Nacional de la Capital. Becado por el Gral. Egusquiza, en 1897, fue a estudiar la carrera militar a Chile con Adolfo Chirife, Pedro Mendoza, Manlio Schenoni, Albino Jara, Manuel Rojas, Carlos Goiburú y Atilio Peña Machaín. Contrajo matrimonio con María Teodora Vera.
Actuó como diplomático y plenipotenciario ante Francia, Alemania y Gran Bretaña, aprovechando dicha función acrecentó su formación intelectual. A su regreso fue nombrado consultor del Ministerio de Guerra y Marina durante la gestión del Pdte. Gondra. Era una época de gran anarquía y se suceden varios presidentes. Posteriormente fue nombrado Ministro de Guerra y Marina por Pedro P. Peña y ascendido a Tte. Coronel. Ocupa la Legación en Bolivia y a su regreso funda el diario El Colorado, que responde a una facción del Partido Colorado.
En 1933 fue nombrado Comandante del Regimiento 16 de Infantería. Con su división sorprendió al enemigo en Yrendagüe, capturando el fortín que tenía los únicos pozos de agua de la región. La caballería boliviana del coronel Toro se desbandó y 12.000 hombres huyeron o cayeron prisioneros. Desde entonces era conocido como "Avión Pytá". Fue condecorado con la Cruz del Chaco y ascendido a Coronel.
Fuente: LA GENERACIÓN DEL 900 - UN SIGLO MÁS TARDE. EJEMPLO: OBRAS Y LEGADO - Del libro: PERIODISMO ESCRITO PARAGUAYO 1845-2001 - DE LA AFICIÓN A LA PROFESIÓN por BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO Intercontinental Editora, Asunción-Paraguay 2008. (2da. Edición. 276 páginas).
EUGENIO GARAY: Mosquetero anacrónico, lo llamaron con acierto. Porque había en él ineludible vocación para la hazaña que lo hacía definirse y jugarse entero en todas las encrucijadas de su vida. Hay hombres así, con apetito de heroicidad, que nunca encuentran el momento propicio de saciarlo. Pero a Eugenio Alejandrino Garay le regaló el destino, ya en edad provecta, la ocasión de la guerra del Chaco para recoger su porción de gloria apetecida.
Hijo de don Vicente Garay -ilustre nombre- y de doña Constancia Argaña, había nacido en Asunción el 16 de noviembre de 1874. Temprana orfandad lo llevó a vivir a Pirayú, al hogar de sus mayores, donde hizo sus primeros estudios elementales. Su hermano mayor Blas le señaló rumbos con el ejemplo de su corta y brillante trayectoria. Con Blas vino el niño al viejo Colegio Nacional de Asunción y a su lado cursó el bachillerato.
El general Egusquiza lo eligió, durante su gobierno, con otros jóvenes paraguayos de valía, para seguir becado la carrera de las armas en la Escuela Militar de Chile. El país depositaba en ellos su esperanza para la futura estructuración moderna del ejército nacional. En octubre de 1898, Garay obtenía en Chile el sable de honor como primer cadete de su promoción. Y por privilegio singular otorgado a esa destacada colocación le era dado elegir unidad. Así ingresaba el subteniente al regimiento Buín, I de Infantería, donde alcanzó su grado de teniente primero el 11 de noviembre de 1900. De regreso al Paraguay, fue incorporado al ejército nacional con el grado de capitán, el 5 de julio de 1902.
Con ese grado le sorprendió la revolución de 1904. Las primeras fuerzas revolucionarias organizadas en Buenos Aires por Benigno Ferreira comenzaban la invasión en el buque Sajonia, apresuradamente artillado. Para detenerlos fue enviado al capitán Garay con el Villarrica, pesado marcante inerme. El Sajonia, al mando del teniente de fragata Manuel Duarte, obligó al barco gubernista a embicar la costa y lo pasó al abordaje. A pesar de haberse batido como un héroe, Garay fue apresado, cubierto de siete heridas.
Ese mismo año -el 17 de octubre- ganó en los turbiones revolucionarios sus presillas de mayor; pero el acuerdo estipulado el 12 de diciembre entre los bandos en lucha disolvía el ejército gubernista, y el mayor Eugenio Garay fue radiado del escalafón militar. Fuera del ejército, el soldado ávido de lucha y de hechos hazañosos se dedicó al periodismo y a la justa opositora. Por coincidencia rara, manejaba la pluma tan bien como la espada. Era adversario de cuidado y se vio apartado de la brega interna por el puente dorado de una plenipotencia. En setiembre de 1908, Eugenio Garay marchaba a Europa, breves meses después de contraer matrimonio en Asunción con doña María Teodora Vera. Acreditado ante los gobiernos de Francia, Alemania y Gran Bretaña, el soldado convertido en diplomático por los azares de la política criolla, pudo así acrecentar su cultura, durante tres años, con el acervo del viejo mundo en pleno apogeo de comienzos de siglo.
A fines del año 1911, Garay regresa al país y es nombrado miembro del Consejo Consultivo del Ministerio de Guerra y Marina. Es un técnico de alta valía y el gobierno de don Manuel Gondra no quiere privarse de la eficaz colaboración del adversario. Pero prosiguen las turbulencias intestinas en el país, que no ha logrado aún aprender su cartilla cívica en ninguna escuela de democracia. Gondra es depuesto por su ministro de Guerra, el coronel Jara. A su turno, cae Jara el 9 de julio de 1911 y sube al poder Liberato Rojas. Garay es nuevamente llamado al ejército y se hace cargo, en Barrero Grande, de las tropas gubernistas alistadas contra la revolución. El 15 de enero de 1912 se produce la sublevación de los presos políticos, dirigida por el coronel Aponte, que exige la renuncia de Rojas. Garay y Valenzuela atacan y retoman la capital, sosteniéndole en el gobierno. Las fuerzas de Sosa y Oliver, destacadas en Humaitá contra los revolucionarios liberales de Franca Vieja, se alzan entonces a favor de Jara y el presidente Liberato Rojas se ve precisado a renunciar, el 28 de febrero.
El estado caótico del país se presta a cualquier audacia y es Garay quien lo aprovecha. Sitiando con pocas fuerzas al Parlamento que delibera en acalorado debate sobre el posible sustituto del presidente renunciante, impone tranquilamente la candidatura de don Pedro Peña, quien le hace su ministro de Guerra y Marina, ascendiéndolo a teniente coronel en comisión. Pero los liberales vencen en Luque y ocupan Asunción. El ministro Garay, con los restos de sus tropas, embarca en el buque brasileño Itayuba para ser conducido a Corrientes. El gobierno liberal de don Emiliano González Navero lo radia nuevamente del ejército, por decreto del 27 de marzo de 1912.
El incansable luchador vuelve pronto a su brega periodística opositora. Funda El Colorado, que responde a un sector del coloradismo dividido; pero meses después es arrastrado a la diplomacia con el cargo de ministro en Bolivia. Concluida su misión, retorna a la vida privada y trabaja duramente en explotaciones madereras para subvenir a las necesidades económicas de la numerosa familia que ha formado.
Así se va acercando la gran oportunidad hazañosa de su vida. La primera movilización decretada en 1928, a raíz de los sucesos de Vanguardia, lo deja fuera por la limitación de edad en el llamado a filas. Tiene ya 54 años. Pero al inicio de las hostilidades en la guerra desatada cuatro años después, el viejo soldado es uno de los primeros paraguayos que reclama su puesto en la lucha. El 25 de febrero de 1933 es nombrado comandante del Regimiento 16 de Infantería, a cuya organización se entrega con toda energía en Paraguarí. Un mes más tarde ya se encuentra combatiendo en fortín Valencia y se cubre de gloria en la marcha forzada para detener la contraofensiva boliviana sobre Arce.
En setiembre de ese año es confirmado en el grado de teniente coronel, aún conferido en comisión, y en la batalla de Pampa Grande le cabe la acción más lúcida de la valiente ofensiva paraguaya. La hazaña colectiva no le basta y tiene que señalarse en temeraria audacia individual. Penetra completamente solo en el reducto enemigo y arranca al jefe boliviano, atónito ante su temeridad, el acta de rendición. Desde Campo Vía hasta Campo Jurado sigue batiéndose con denuedo, siempre en vanguardia. Sexagenario, con la rubia cabeza encanecida, se muestra fuerte como el urundey y no conoce la fatiga. Es siempre el ejemplo estimulante de tesón inconmovible para sus soldados enardecidos. En 1934, al mando de la VII división de Infantería, realiza sin desmayo la persecución del enemigo en retirada, desde Platanillos. Pero luego, por cierta divergencia con el superior inmediato, pide su relevo y regresa a la Asunción, donde es desmovilizado a su pedido.
En marzo de 1934, la contraofensiva boliviana sobre el dispositivo del Primer Cuerpo de Ejército produce el revés de Strongest. El presidente Ayala invita a Garay a reincorporarse y, breves horas después de la insinuación, el viejo guerrero está volando rumbo al Chaco. Se hace cargo de la VIII división y luego también de la II, con las cuales se forma el "destacamento Garay", fuerza escogida que Estigarribia elige siempre para las misiones más difíciles y arriesgadas. Al frente de esa fuerza, todavía le están reservadas la hazaña de Cañada Carmen y la marcha homérica, portentosa, sobre la aguada de Yrendagüé, que desbarató el ataque del coronel Toro, última tentativa seria de reacción enemiga. Así ganó su ascenso a coronel y el preciado galardón de la Cruz del Chaco.
La cesación de hostilidades, el 14 de junio de 1935, halló al soldado en su puesto de lucha y, tras esa postrera satisfacción, fue desmovilizado y volvió a su vida de trabajo, como oscuro ciudadano. Dos años más tarde, en abril de 1937, fallecía de un síncope cardíaco, honrado por el ascenso póstumo al generalato.
"La vida fue generosa con él -reflexiona Benítez-, le dio inteligencia, bravura, talento, cualidades que prodigó en una existencia llena de quebradas y altibajos, como quien se siente rico para malbaratar y fuerte para recuperarse".
BIBLIOGRAFIA
Gómez Freire Estévez: Historia contemporánea del Paraguay.
Ángel F. Ríos: La defensa del Chaco.
José Félix Estigarribia: Memorias.
Carlos J. Fernández: La guerra del Chaco.
Justo Pastor Benítez: Estigarribia.
Leandro Aponte: Coronel Eugenio Garay, héroe del Chaco.
Fuente: CIEN VIDAS PARAGUAYAS Por CARLOS ZUBIZARRETA. Prólogo a esta edición CARLOS VILLAGRA MARSAL. Prólogo a la 2ª edición de 1985 ALFREDO M. SEIFERHELD. Comisión Nacional de Conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Paraguay. Biblioteca Bicentenario Nº 6. EDITORIAL SERVILIBRO. Asunción – Paraguay. 2011 (240 páginas)
EUGENIO ALEJANDRINO GARAY
Nació en la Asunción en 1874. Cursó la primera enseñanza en la Escuela Municipal de la Asunción y en Pirayú, En 1887 Ingresó en el Colegio Nacional de la Asunción. A principios de 1897 Integró la delegación militar que se trasladó a Chile para estudiar en sus instituciones militares. Fue director de "Los Sucesos", diario asunceno del que fue fundador, y redactó, además, “Patria”, “La Opinión” “El Liberal” y otros diarios. En 1912 integró el gabinete del presidente Pedro Peña. Fue plenipotenciario en la Paz, también tuvo el mismo rango ante los gobiernos de Francia, Inglaterra y Alemania. Peleo en la Guerra del Chaco, de la que regresó como héroe. Falleció en la Asunción en 1937.
TEXTOS DEL 900 : "VOLUNTAD PARA LA PAZ"./ "EL ACTA DEL 21 DE ENERO"./ "EL CARÁCTER Y LA SANCIÓN SOCIAL".
VALORACIÓN INDIVIDUAL : Era un humorista zumbón, que castigaba el estilo al correr de la mente a la lengua, desde donde como desde una catarata, para asombro de los linotipistas, ya pasaba al plomo derretido. Era periodista por el sentido oportuno de sus temas, por el requiebro con que sumaba o restaba sus informaciones y por una cultura de sustrato clásico que se asomaba en la primera controversia donde el magister dixit debía sacar la nariz. Lo que antes hacía Eugenio Garay, ahora lo podría repetir un periodista que llevara colgado de la solapa un Larrouse. Sin embargo, más allá de lo lúdico recorro sus páginas el transido y afiebrado hervor de los hombres de prensa, que todos los días deben mirar cara a cara al mundo mentiroso y deben lo mismo, por no desalentar, ensayar de nuevo una disculpa.
FICHA BIBLIOGRÁFICA:
*. AMARAL, Raúl: "El romanticismo paraguayo" Separata del Comentario. N° 47. Buenos Aires. 1966.
*. AMARAL, Raúl: "El novecentismo paraguayo". Publicación del Instituto Judío-Argentino de Cultura e Información. Bs. As. Nº 61 Julio-Agosto 1968.
*. APONTE, Leandro, Mayor (S.R.): “General Garay héroe del Chaco” Vol. De 245 pp. Asunción Paraguay 1956.
*. AYALA QUEIROLO, Víctor: "Historia de la cultura en el Paraguay". Asunción. Paraguay 1969.
*. BENÍTEZ, Justo Pastor: "El héroe de Yrendagué". Cap. Inserto en “Estigarribia, el soldado del Chaco” Difusam. Buenos Aires. 1943.
*. BENÍTEZ, Justo Pastor: "El solar guaraní". Ediciones Nizza. 2º Edic. Bs. As. 1959.
*. BENÍTEZ, Luis G.: "Historia cultural". Reseña de su evolución en el Paraguay. Asunción. Paraguay 1969.
*. BRUGADA, Ricardo (h): "Paraguay-Brasil". Río de Janeiro. Cap. República del Paraguay. 1903.
*. BUZO GOMEZ, Sinforiano: "Índice de la poesía paraguaya”. Ediciones Nizza. Asunción 1959.
*. CARDOZO, Efraím: Historia cultural del Paraguay". Vol. II Edit. F.V.D. 1964.
*. CARDOZO, Efraím: “Breve Historia del Paraguay". Eudeba. Bs. As. 1951.
*. CENTURIÓN, Carlos R.: “Historia de las Letras Paraguayas” Tomo II. Buenos Aires. 1951.
*. CENTURIÓN, Carlos R.: “Historia de la cultura Paraguaya” Tomo I. Buenos Aires. 1961.
*. DÍAZ PÉREZ, Viriato: "Literatura del Paraguay". Inserto en la Historia Universal de la literatura" de Santiago Prampolini, Bs. As. 1940.
*. FRANCO PREDA, Artemio: "El Guairá y su aporte a la cultura paraguaya'' (Historia cultural del Guairá). Esc. Tec. Sales. Asunción Paraguay 1972.
*. GONZÁLEZ, J. Natalicio: "Ensayistas e Historiadores Paraguayos". GUARANIA Año I Marzo-Abril 1948 As. Paraguay.
*. LIVIERES ARGAÑA, Juan J.: “Antología de la oratoria paraguaya”. 188-1967. Asunción Paraguay. 1968?.
*. PANE, Ignacio A.: "La intelectualidad paraguaya" (En el "Álbum Gráfico de la Rca. del Paraguay" dirigido por Arsenio López Decoud. Bs. As. 1912).
*. PLÁ, Josefina: "Apuntes para la historia de la cultura en el Paraguay". As. 1967. Talleres de Artes Gráficas Zamphirópolos.
*. RITTER, Rodolfo: "El Movimiento Intelectual en el Paraguay" (En "El Economista Paraguayo". As. Año VIII. N° 2 1916).
*. RODRÍGUEZ ALCALÁ, Hugo: "La literatura paraguaya". Edit. Comuneros Asunción 1971.
*. RODRÍGUEZ ALCALÁ, José: "El Paraguay en marcha". Asunción 1907.
*. VALLEJOS, Roque: "La Literatura paraguaya como expresión de la realidad nacional”. Edit. Don Bosco. 2da. Edición. Asunción. 1971.
*. VALLEJOS, Roque: "Valoración estética e histórica de los hombres del 900". Suplemento dominical de "ABC Color", pág. 2, domingo 1º de octubre de 1972.
*. VASCONSELLOS, Víctor Natalicio: "Lecciones de Historia paraguaya". 4º. Edición. As. Paraguay. 1966.
*. VELÁZQUEZ, Rafael Eladio: "Breve Historia de la cultura en el Paraguay". Ediciones Novelty. As. 1970.
*. VIOLA, Alfredo: "Curso de historia de la cultura paraguaya". As. Paraguay. 1971.
*. ZUBIZARRETA, Carlos: "Cien vidas paraguayas". Ediciones Nizza. Bs. As. 1961.
Fuente: ANTOLOGÍA DE LA PROSA PARAGUAYA (TOMO I) GENERACIÓN DEL 900. Obra de ROQUE VALLEJOS- EDICIONES DEL PUEBLO - COLECCIÓN CENTAURO. Fundadores: LIC. MARÍA LUISA ARTECONA DE THOMPSON, DR. JOEL FILÁRTIGA y DR. ROQUE VALLEJOS. Director de publicaciones: LIC. SEBASTIÁN DÍAZ ROIG (h) Asunción – Paraguay, Imprenta Comuneros S.A., 1973 (150 páginas).