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LA HUELLA DESDE ABAJO, 1966 - Poesías de ADOLFO M. FERREIRO
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LA HUELLA DESDE ABAJO
Poesías de ADOLFO M. FERREIRO
Ediciones EPOCA
Asunción – Paraguay
1966 (35 páginas)
……el invierno
Con el alma bogando
en la inerperie
Miguel Angel Guillén Roa
INDICE
MI PUEBLO
EL AMOR
LOS MUERTOS
YO
MI PUEBLO
1
Hay un humo vacío
que se disfraza
de espíritu.
Hay un viento pobre
que sopla trayendo
casi nada.
Hay un sol que no alumbra
más que un pedazo
de mi tierra.
Hay un pueblo que camina
y que no llega.
2
Un montón de años
se ha desmoronado en mi almanaque.
Ví
la triste cascada
del miedo y el dolor.
Palpitó en mi hecho,
de cerca,
la angustia del hombre
y su miedo.
3
Mi mundo hierve en su sangre
y en un caldero oceánico muere
mientras en un parto gigante nace
la savia nueva del hombre.
Y se extiende,
cual plaga triunfal
y perseguida,
sobre el estertor agónico
de la podredumbre.
Y surge la clase nueva
a pasos largos,
con bríos puros,
que empuja el pús
hacia el abismo.
EL AMOR
“Serás en mis sueños
ojos, piel y recuerdo”
4
Sonrisa
que cayó rodando
por tus senos.
Música
que olmos juntos
a orillas
del río nuestro.
Ojos
que brillaron alegres
en tu rostro joven,
en mis ojos secos.
Lágrima
que buscó alcanzarte
en un abrazo
de amor distante.
5
Recuerda
aquellos días
opacos, nuestros,
en la soledad
y el silencio.
Recuerda
mis versos,
tus ojos, los míos,
recuerda.
Y encuentra
en mi de nuevo
el cuenco,
los brazos,
el pecho
donde acostar
tu tristeza.
6
De pronto
que sin sentido
amaneció mi día.
Creí
que los astros
se cansaron de escribir
el poema de tus ojos
en el cielo.
Vi que lentamente
mi universo
se detuvo.
Ví
que te he perdido
para siempre.
7
Que tristes
suenan
hoy mis versos.
Que hueco
es el poema
del adios.
Que solo
el temor
cuando acompaña
8
Qué difícil
escalar
la arteria
de tu tristeza
al sentir el frío
de tu hueso ciego
herido en lo hondo.
Y tan blanca
tu piel
de ser tan virgen.
Tan triste
el recuerdo
de oir de lejos
tus palabras.
Y es tan difícil
olvidarte
que ya ni quiero
intentarlo
ahora que estás de mi tan lejos.
9
Mi alegría y mi tristeza
proceden de ti,
pero más que nada
esta soledad sumida
en naufragio,
y ese murmullo viejo
de poemas de amor
y recuerdos.
También tu sonrisa
busca abandonarme
desde lejos,
como llevada por nadie
en auroras que ayunan de sol.
10
Ya no recuerdo
que sabor tenia tu boca,
la de tus palabras.
Pero si como sonaban
en las tardes.
Y el color sincero
de tus ojos,
con su voz callada
de miradas.
Ya oculta tu voz,
asoma.
Ya callado el pecho,
yo solitario,
busco olvidarte
sin olvidarte,
queriendo volver a empezar
a no ser triste.
LOS MUERTOS
11
Largas parecen
las huellas que dejan
los muertos
en el pecho del mundo
después de arrastrar sus pies
en la arena caliente
del tiempo.
Que peso
tienen
sus palabras
que flotan al viento.
Que llega
deja el miedo
de estar pronto
con ellos.
12
Acento
de voz distante
que dice
y no la escucho
Clamor
de un tiempo lejos
que ya no vuelve.
Ausencia
de todo y nada,
pretérito
de muerte
y vida.
YO
13
Vacía
se aplasta
esta atmósfera
sin recuerdos
y busco cargarla
de aquellos
que me tuvieron
ebrio.
Prisionero fuí
de este mundo hueco
que rueda cansado
buscando la nada.
Desde ayer estoy
en tierra que asciende
la cuesta del tiempo.
14
La preocupación
de encontrar
un dios distinto,
que responda
halando
a mis preguntas.
El deseo
y el miedo de hallarlo
fueron a un tiempo
coágulo frío
en la complicada estructura
de mi cuerpo.
15
Poema hundido
en la amargura
de saberse solo
en el día obscuro
de los años,
poeta triste
cantor de miesperanza
fuí vagando
callado,
buscando mis ideas.
16
Que pobres
parecerán mis versos
cuando mañana
los lea
desnudos
de esta noche
que los cubre.
Pero poco a poco
volveré a escribirlos
en la tarea infinita
de la poesía.
17
Por qué
soy un traidor
de la causa del silencio?
Por qué
buscar hacer ver
como yo veo?
Por qué
ésta caza del hombre
que no acaba?
18
Y estoy
de nuevo en la partida.
Después
de haber corrido mucho
sin adelantar nada.
Mis versos, cansados,
recuestan
sus palabras
y esperan callados
de nuevo el día.
19
Un camino largo y pedregoso
se abre adelante,
absurdo,
sin mostrar
donde acaba.
Una biografía triste
me espera
y tengo que encontrarla
en mi pueblo,
en mi amor,
en mis muertos,
en mí.
Invierno de 1965
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