Edificio de la Legación del Tercer Reich en el Paraguay
sobre la avenida Colombia No. 1.099, hoy Mariscal López.
Desde allí también se impartieron instrucciones
a los agentes nazis en el Paraguay
durante casi todos los años de preguerra.
Una de las tareas primeras del nuevo gobierno alemán consistió precisamente en reagrupar a los alemanes del exterior en una nueva organización estatal, a través de la cual ejercer influencia política. El Tercer Imperio procuraba, de esta forma, contar con todos los que de sangre germana se hallaban dispersos allende sus fronteras. La idea, que en sí no constituía novedad, cobró en cambio vitalidad a partir de 1934.
Desde ese año, las diversas organizaciones alemanas quedaron obligadas a inscribirse en el "VERBAND REICHSDEUTSCHER VEREINE JM AUSLAND" (Asociación de Organizaciones Alemanas en el Extranjero), cuya finalidad era registrar las actividades de los alemanes del exterior, a la vez que recaudar fondos para fines benéficos y militares en el Reich. ("Sépase bien, afirmó Hitler a poco de tomar el poder, que yo no quiero hacer ninguna distinción entre los ciudadanos del Reich y los alemanes naturalizados en un país extranjero. En apariencia, estaremos obligados a tener en cuenta el estatuto legal de cada uno de ellos. Pero vuestra tarea especial (de consulados, legaciones, etc.) será instruir a todos los alemanes, sin excepción, para que en cualquier circunstancia pueda yo tener la seguridad de que todos ellos antepondrán el patriotismo alemán a su compromiso de lealtad, a un país extranjero".(15) Al mismo tiempo fue creada la "DEUTSCH-IBERO-AMERIKANISCHE GESELLSCHAFT" o Sociedad Germano-Ibero-Americana, que tendría por misión atraer a jóvenes latinoamericanos a Alemania. El director del Instituto Ibero-Americano de Berlín, Otto Boelitz, afirmaba en 1933 que "nuestros esfuerzos han de tender a crear aquí en Alemania, para los estudiantes Ibero-americanos que nos visitan en cantidad creciente desde el fin de la guerra, un centro en el que no sólo tengan oportunidad de conocer la ciencia y los métodos de trabajo alemanes, sino puedan ponerse en contacto vivo con nuestra cultura general y con el pueblo entero". (16) Varios estudiantes paraguayos, becados por Alemania durante los primeros años de predominio de Hitler, regresaron imbuidos en el Ideal nacionalsocialista, quedando sólo los menos indiferentes a la doctrina.)
Alemania, que contaba con unos 68.000.000 de habitantes en 1936, hizo del "LEBENSRAUM" o "espacio vital" una cuestión esencial de su política exterior. El 7 de marzo de 1936 su Ejército ocupó la zona des militarizada de Renania, que se mantenía en dicho status por el tratado de Locarno. La violación no tuvo réplica. Francia, que se sintió agredida en su seguridad, se dispuso a reaccionar, pero la diplomacia inglesa dio una primera muestra de debilidad al recomendar la abstención de todo intento de respuesta. Aún se estaba a tiempo de parar la agresividad militar alemana, pero la, advertencia cayó en saco roto. Aunque la reacción francesa hubiera provocado muestras de simpatía hacia Alemania en atención a que esta nación solamente había ocupado su propio territorio, lo sucedido mostró a Hitler que, contra la opinión de su propio Estado Mayor, podía tomar iniciativas sin medir previamente los riesgos lógicos. El hecho robusteció su posición interna y demostró que las democracias no estaban dispuestas a mantener irreductibles sus posiciones, aun al precio de violentar los tratados por ellas firmados. "Desde la remilitarización de Renania, escribe André Maurois, Hitler sabía que podía atreverse a todo. Apresuró abiertamente sus preparativos de guerra. La aviación alemana igualó y luego superó a la de los aliados. Sólo voces aisladas como la de Winston Churchill señalaron ese terrible peligro". (17)
Muchos fueron engañados con el espejismo de la "PAX GERMANA". Diplomáticos e intelectuales latinoamericanos que se encontraban en Alemania tampoco advirtieron los negros nubarrones que ocultaba el horizonte. Las intenciones .de desarme y pacifismo alemán, discutidas en 1933, hallaron sorprendente comprensión. Antes de que en octubre de ese año Alemania se retirara de la conferencia sobre desarme en Ginebra, sus puntos de vista eran aceptados por muchos hispanoamericanos. Federico Nielsen-Reyes, primer secretario de la Legación de Bolivia en Berlín, afirmaba por ejemplo que "la opinión de Latinoamérica debería ser ampliamente comprensiva para el caso de la nación alemana por la justicia que le asiste". Miguel Cruchaga Ossa, Cónsul General chileno, sostenía que "Alemania cumplió todos sus compromisos contraídos en el tratado de paz y por lo tanto adquirió un derecho cierto e inamovible para exigir también que las otras partes actuantes cumplan a su vez las obligaciones contraídas". A su turno, Luis F. Dupuy, Encargado de Negocios del Uruguay, enfatizaba con relación a una demostración cívica realizada en Nuerenberg, que ella sirvió "para evidenciar, una vez más, la cultura ejemplar de este gran pueblo hermano... que todavía tiene una misión histórica que cumplir en el concierto de las naciones ". (18)
Poco de extraño era entonces que en Alemania, donde la oposición había sido brutalmente oprimida y donde ya imperaban leyes raciales denigrantes para la minoría hebrea, se hubiese dado cita todo el orbe para participar de los XI Juegos Olímpicos, que tuvieron a Berlín por sede en el verano boreal de 1936. Las banderas nazis ondeando durante los juegos y el saludo olímpico del brazo levantado -confundido con el saludo nazi de la concurrencia- eran la prueba de la debilidad inicial de los huéspedes del nacionalsocialismo, cuando nadie podía desconocer las ideas motoras de la política alemana, como tampoco sus teorías, innúmeras veces explicitadas en la prensa, en discursos, directivas diplomáticas y en los mismos hechos.
La penetración de la doctrina nacionalsocialista en el Paraguay tampoco era desconocida por el gobierno del coronel RAFAEL FRANCO. El canciller Juan Stefanich sabía, según sus propias palabras, que "las colonias del Sur del país, formadas por alemanes en su mayoría, habíanse constituido en activos focos del partido nacionalsocialista. En la capital existían células del movimiento hitlerista y el colegio alemán actuaba en el país bajo directas inspiraciones de Berlín, como órgano de la difusión de la doctrina nacionalsocialista. Periódicamente, decía Stefanich, llegaban instructores y agentes del partido que daban clases especiales a los alumnos alistados al servicio de la causa" (19)
Con esta opinión coincidían también los informes de la Embajada de los Estados Unidos en Asunción, uno de los cuales revelaría, en 1940, que los alemanes prestaron "especial atención al rol representado por los colegios en la divulgación de las ideas y en inculcar a la juventud (alemana) la ideología nazi. Los centros permitían -según la denuncia- controlar la actividad social de los colonos, en cada población. De ahí su admirable eficacia como vehículos de propaganda, asumida por los colegios. De Alemania se enviaron maestros y, a su vez, desde aquí les facilitaron pasajes y estadía pagados para educadores que viajasen allá. Todo era para modificar la educación de conformidad con los nuevos métodos empleados por la educación nazi. En Colonia Independencia, cercana a Villarrica, estas actividades recién comenzaron después de la llegada de FRITZ PFEIFFER, en marzo de 1935. Pfeiffer se hizo cargo de la dirección de la escuela local y asumió el liderazgo nazi en esta comarca. Al año de su llegada, los colegios de la zona se convirtieron en verdaderos focos de difusión del nazismo. En 1937 se formó 'LA UNIÓN DE COLEGIOS ALEMANES' por contarse con un número importante de instituciones educacionales. Eran casi 30 en la Región Oriental. A la cabeza de las actividades de esta nueva institución se colocó a OSCAR KETTERER, quien fue nombrado, en 1938, Director del Colegio Alemán de Asunción. Ketterer era miembro del partido, llegado a Asunción en 1936. Desde el primer momento, ejerció un rígido control en las escuelas. Exigió que las ideas nazis fuesen incorporadas en las actividades escolares, que se mostrasen fotografías de Hitler y la bandera del partido, y que la instrucción fuese impartida únicamente en alemán. Los maestros, a su vez, eran controlados estrechamente en sus convicciones. Así lo revela una carta de Ketterer fechada en 1938 en la que amonestaba a maestros que aún no pertenecían a la Unión Germánica o al partido". (20)
El número de escuelas alemanas en el Paraguay era bastante elevado, comparativamente al de otros países sudamericanos. Según ALTON FRYE, ya para 1935 el Paraguay contaba con 31 escuelas y 1.169 alumnos, cuando la Argentina apenas tenía 58 para 7.276 estudiantes. Solamente el Brasil y Chile superaban al Paraguay en el total de escuelas alemanas donde se impartía enseñanza inferior. (21)
El interés del nacionalsocialismo por el adoctrinamiento de los jóvenes de origen germano se hizo sentir también en la formación de las organizaciones juveniles. Poco después de la asunción de Adolfo Hitler al poder, los jóvenes comenzaron a movilizarse en Asunción, no omitiendo, en sus charlas, referencias a "los grandes acontecimientos que revolucionan en sus cimientos a la vieja patria alemana", tal como lo consignara en 1937 el "DEUTSCHE WARTE" (Observatorio Alemán), órgano del partido nazi en el Paraguay. (22)
Según FRIEDRICH KLIEWER, la creación en la Argentina de un cuerpo de exploradores germano-argentino motivó una similar actitud en el Paraguay, donde pronto apareció el "DEUTSCH-PARAGUAYISCHES PFADFINDERKORPS" o "Cuerpo de Exploradores germano-paraguayo", cuya sigla era DPPK. Este grupo, de orientación nazista, recibió de la Argentina sus uniformes e instrucciones. El grupo se hizo fuerte ya en 1933, y para el año siguiente se formaron parecidas unidades en San Bernardino y Bella Vista. Al 1° de setiembre de 1935 habían ingresado unos 50 jóvenes a estas tres organizaciones. El 15 de setiembre se sumó en Asunción un grupo femenino, que conformó su propia rama con el nombre de "BUND DEUTSCH-PARAGUAYISCHER MAEDELS" (BDPM) o "Sociedad germano-paraguaya de niñas". Toda la organización juvenil recibió posteriormente el nombre de "DEUTSCHE JUGEND IN PARAGUAY" o "Juventud Alemana del Paraguay". En 1936 se inició una activa campaña para reclutar más jóvenes de origen alemán, destinada a organización regional. Para tales fines se apeló a este slogan: "En 1936, cada niño y cada niña cuyos padres son alemanes, debe ser miembro de la Juventud Alemana del Paraguay". El llamado dio sus frutos y la organización se expandió considerablemente. (23)
El gobierno del coronel RAFAEL FRANCO no ignoraba los afanes alemanes por ganar espacio en el Paraguay. El ministro de Relaciones y hombre fuerte del gabinete, JUAN STEFANICH, observaría que sobre venida la revolución de 1936, "los elementos quintacolumnistas nazis del Paraguay seguían actuando en plena libertad, lo que hizo inevitable algunas fricciones que no se hicieron esperar. Semanas después de la constitución del gobierno de febrero -recuerda Stefanich- las autoridades nacionales viéronse en la necesidad de intervenir con motivo de ostensibles actividades políticas en algunas colonias. Una asamblea pública que deseaban realizar los afiliados del partido nacional-socialista fue prohibida por orden del gobierno". Aunque Stefanich no aclara -en estas referencias publicadas en 1946- los puntos de la reuniones interdictas, estas situaciones fueron las menos. Por lo general, los simpatizantes nazis operaron con completa libertad casi hasta finales de la guerra mundial. La propia Iglesia Evangélica, señala el ya citado informe norteamericano, "no anduvo libre de la práctica de penetración. Su pastor, CARLOS RICHERT, designado de acuerdo a sus estatutos por el Consejo Supremo de la Iglesia Evangélica de Berlín, utilizó su posición para hacer propaganda nazi. Viajaba por las colonias para dar conferencias acompañadas de exhibiciones de películas, mediante un proyector portátil".
Muchos paraguayos creyeron, inclusive de buena fe, que un gobierno como el de Hitler era lo mejor que podía haberle sucedido a Alemania. El coronel FEDERICO W. SMITH, autor material de la revolución de febrero, fue uno de ellos, aunque su experiencia sea escasamente conocida. Según su relato personal, Smith se alejó del gobierno que había contribuido decisivamente a instalar cuando sus desavenencias con algunos elementos del mismo se hicieron insalvables. A mediados de 1936, Smith decidió ir a Europa. Viajó previamente a Montevideo, y de allí a Jaen, España, portando una carta de recomendación del mayor PABLO JIMÉNEZ Y NÚÑEZ para sus parientes (de Jiménez) en esa.
Debido al estado de revolución en España, Smith -hijo de padre inglés- siguió para Alemania en un buque carbonero. Con una pensión anticipada de seis meses del gobierno paraguayo, se instaló en Berlín donde descubrió el nacionalsocialismo. "Hitler, afirmaría el coronel Smith, fue un gran gobernante; el obrero vivía bien, había trabajo y disciplina, pero se extralimitó con los judíos". Para Smith, de no haber sido así, el Fuehrer "hubiera dominado el mundo". Cuando los fondos de que disponía terminaron, regresó a Río de Janeiro, donde recibió una comunicación del Ministerio de Defensa, solicitándole su regreso a Alemania y proveyéndole de un año adicional de pensión. Hallándose aún Smith en América, se produjo la caída de Franco y aquél volvió a Alemania. El estallido de las hostilidades en Europa le hizo regresar vía Italia. Relata Smith: "A mi vuelta fui acusado de agente nazi, aunque solamente tenía simpatías por ellos. Llegué a San Pablo y me establecí en Florianópolis. Allí la policía brasileña allanó mi casa y me detuvo bajo esa acusación. Fui puesto en libertad e intenté vanamente regresar al Paraguay, ya bajo la presidencia de Estigarribia. Inclusive pedí ser procesado acá, pero no hubo caso" (24)
LA CANCILLERÍA DEL REICH DESIGNA A HANS BUESING
COMO MINISTRO PLENIPOTENCIARIO ANTE EL GOBIERNO DE LA REVOLUCIÓN
El 12 de febrero de 1937 era acreditado ante el gobierno de Franco un nuevo ministro alemán, cuya formación estaba más acorde a las exigencias del momento. Se trataba del Dr. HANS KARL PAUL BUESING (Buesing reemplazó en el cargo de ministro plenipotenciario en Asunción al conde ERHARD VON WEDEL, quien había presentado cartas credenciales ante el presidente EUSEBIO AYALA el 14 de noviembre de 1934 sucediendo a RUDOLF VON BUELLOW. Además de Finlandia, también había estado en Londres, Ciudad del Cabo y Johannesburgo, y en 1921 fue Cónsul General en Sidney, Australia. Buesing moriría en Asunción ejerciendo sus funciones el 20 de julio de 1941, siendo por entonces decano del cuerpo diplomático ante el gobierno del general HIGINIO MORÍNIGO.) quien había prestado anteriormente servicios en Finlandia. Buesing, mayor de artillería durante la guerra mundial, declaró ante Franco que Alemania, sentía "gran estima y admiración hacia el valiente pueblo paraguayo, por sus ideales, honor y libertad, que lo significan todo. La nueva Alemania, subrayó el ministro, conducida por su glorioso Fuehrer, también erigió en lema de su vida estatal estos magnos ideales del honor y de la libertad nacionales. La comprensión mutua de ambos pueblos es el resultado de estos ideales comunes". (25) Franco, en su respuesta protocolar, fue esta vez sumamente parco; no hizo elogio alguno a Hitler, aunque sí al pueblo alemán.
La presencia de Buesing en Asunción contribuyó a incrementar las actividades nazis, que se hallaban protegidas como labores propias de la representación diplomática. La Unión Germánica era la entidad a través de la cual se realizaba la difusión de la doctrina nacionalsocialista, tanto para alemanes como para potenciales adoctrinados paraguayos. Creada en 1916 para unir durante la guerra a los alemanes en el país, sus objetivos fueron desvirtuados para adecuarlos a los de la penetración nazi en territorio paraguayo. ("En una circular, decía el ya citado informe norteamericano, se avisó a todos los miembros de la Unión que los directores de todas las oficinas fueran formados por personas prominentes del N.S.D.A.P. (Partido Nazi).Además, se recalcaba que la entidad ya no era, como anteriormente, un cuerpo representativo de las colonias, sino un cuerpo de trabajo bajo dirección nacionalsocialista. Concluía exhortando a los miembros a pelear por la causa de la nueva revolución social... La Unión mantenía, además, estrecho contacto con las organizaciones 'Ausland' (exterior), con la legación, con sus similares de Chile y la Argentina y con los grupos locales del N.S.D.A.P. Una carta fechada el 2 de abril de 1937, dirigida a la Unión por ni jefe del Partido Nazi en el Paraguay, Reiner Behrens, remarca lo antedicho: 'La administración de las organizaciones Ausland me autoriza a presentar sus agradecimientos y su reconocimiento a la Unión por todos sus esfuerzos hasta el presente. Heil Hitler' (26))
La entidad tuvo, en ese orden, una decisiva participación en el reparto de literatura empapada de ideología nazi, la que se distribuía generosamente no sólo entre los súbditos del Reich. Con el soporte de editoriales argentinas, subvencionadas por el Estado alemán, libros y folletos circulaban regularmente en Asunción y los principales centros alemanes, tanto en idioma nativo como en español. Los textos de enseñanza primaria y secundaria que concurrían a inficionar la mente de los jóvenes, provenían directamente de Alemania. "Los recursos de la Unión, señalaron fuentes norteamericanas de la época, fueron enérgicamente utilizados para distribuir toda clase de propaganda, cuya actividad estaba patrocinada por la Legación Alemana. Se editaban panfletos que circulaban por todo el Paraguay. Una biblioteca compuesta de libros y revistas que exponían las teorías del nazismo fue agregada a la existente en la Unión. Allí, además de exhibirse películas, se distribuían copias de noticias radiales y se hacía circular un semanario alemán llamado 'DEUTSCHE WARTE'".
El 30 de enero de 1937 había sido creado en el Ministerio del Exterior alemán un departamento de organización extranjera, que reportaría directamente a aquél las actividades de los "AUSLANDSDEUTSCHE". A su frente se puso a WILHELM BOHLE, ex-jefe de las secciones germanas del extranjero, las que sumaban unas 600 por entonces. A finales de febrero del mismo año Bohle se dirigía a sus compatriotas del exterior señalándoles que "el decreto del Fuehrer y Canciller del Reich, Adolfo Hitler, de 30 de enero de 1937, referente al nombramiento de un jefe de la sección exterior del Departamento de Negocios Extranjeros, representa un hecho de un significado histórico para los residentes alemanes en el exterior. Anteriormente, nunca un gobierno alemán demostró en esta forma clara su lazo de unión con los ciudadanos del Reich residentes fuera del país. El Reich nacionalsocialista ha creado en el día del 4° aniversario de la Gran Revolución un nuevo punto de partida en la historia del germanismo en el extranjero, que será saludado cordialmente por los hombres y mujeres patriotas y por la juventud alemana del exterior".
La Legación alemana tampoco ocultaba sus propósitos, que eran el cumplimiento de las órdenes de penetración impartidas desde Berlín. El "MEIN KAMPF" de Hitler, que se distribuía profusamente en edición española, contenía además toda la filosofía política del dictador alemán. En Alemania, éste contaba ya hacia 1937 con amplio apoyo popular; solamente tal basamento explica que el pueblo se haya volcado a la guerra acicateado por la superioridad racial pregonada por las principales figuras del NSDAP.
En el Paraguay, sin embargo, no todos mantenían un silencio negligente o cómplice. Cuando a comienzos de 1937 fue denunciado públicamente que sectores alemanes propiciaban la creación de una S A, algunas voces se levantaron como advertencia. VÍCTOR MONTÓRFANO dijo que "la constitución en el país de una tropa de asalto nazi constituye un insólito agravio al espíritu democrático del pueblo paraguayo y a los principios políticos sustentados por la revolución de febrero". Al mismo tiempo, Montórfano lamentó que la juventud tolerara en silencio el avance del fascismo criollo y extranjero coaligados, y propuso la creación de un "FRENTE ANTIFASCISTA NACIONAL". (27)
El canciller Stefanich recuerda a su turno una manifestación antifascista llevada a cabo en Asunción, que arrancó de una casa comercial alemana la bandera con la svástica que ondeaba en su frente. "La multitud estalló en aplausos, se apoderó de ella y le prendió fuego en mitad de la calle, afirma Stefanich. Las llamas se alzaron entre el vocerío popular y el pabellón nazista fue convertido en cenizas". Poco después el canciller debía concurrir personalmente a la Legación alemana a asegurar al ministro que "se trataba de un hecho sin significación responsable, que el gobierno naturalmente no podía considerarse solidario del mismo y que la cancillería esperaba confiada que el incidente callejero no tendría trascendencia sobre las buenas relaciones existentes entre los dos países" 828)
Fueron estos hechos aislados y sin ninguna connotación para una juventud en la cual el nazismo no había arraigado, a pesar de que algunos elementos ideológicos se habían asimilado inadvertidamente. Por entonces, el gobierno paraguayo estaba más preocupado en sostenerse y remontar la escualida economía nacional que en atender cuestiones que no importaban directamente a su seguridad. Las discusiones en Buenos Aires para encontrar una fórmula de paz con Bolivia, las inquietudes en el seno del Ejército cuya calidad de vida había disminuido y las discrepancias cada vez más agrias entre los autores de la revolución de febrero, relegaron a un plano muy secundario aquellas cuestiones de ideología y de doctrina que se agitaban en el país en 1937.
CITAS - CAPITULO IV
3) Klíewer, Friedrich, "Die Deutsche Volksgruppe in Paraguay". Eine siedlungsgeschichtliche, volkskundliche und aolkspolitische Untersuchung, Hans Christian Verlag, Hamburg, 1941, pp. 187/88.
4) Weber, Gaby, "Krauts erobern die Welt". Der deutsche Imperialismus in Suedamerika, Libertaere Assoziation, Hinterhof Druckerei, Hamburg, 1982, pp. 59/60.
5) Grow, Michael, opus cit., pp. 52 y 131. (Fettinger a Hoenig, Jefe de Estado Mayor del General Ritter von Epp, Reichieiter de la Oficina Política Colonial del Partido de Trabajadores Nacionalsocialista, NSDAP, Munich).
6) Krome, Fritz, "Deutsche in Suedamerika", Verlag Luehe und Co., Leipzig, 1938, pp. 40/41.
7) Da Silva Py, Aurelío, "A 5ª coluna no Brasil". A conspiraçao nazi no Río Grande do Sul. Ouinta edición, Livraria do Globo, Porto Alegre, 1942, pp. 368/69.
8) Idem, pp. 369/70.
9) Labougle, Eduardo, "Misión en Berlín", Editorial Guillermo Kraft Ltda., Buenos Aires, 1946, p. 82. (Cita de la revista "Seefahrt ist Not", mayo de 1938).
10) "El Diario", Año XXIX, N° 8.802, 6 de marzo de 1933, p. 1.
11) Chéradame, André, "la Defensa de América", Ediciones Anaconda, Buenos Aires. 1942, p. 245.
12) Da Silva Py, Aurelio, opus cit., pp. 372/73.
13) "El Diario", Año XXIX, N° 8.845, 27 de abril de 1933, pp. 1 y 3.
14) Informe confidencial sobre las "Actividades nazis en el Paraguay", Embajada de los Estados Unidos en Asunción, año 1940. Archivo general Amancio Pampliega, Asunción.
15) Chéradame, André, opus cit., p. 243.
16) "Ibero-América y Alemania", varios autores, cit., pp. 166/67.
17) Maurois, André, "Historia de Francia", Ediciones Peuser, Buenos Aires, 1952, p. 500. 18) "Ibero-América y Alemania", cit., pp. 119, 123 y 135.
19) Stefanich, Juan, "El Paraguay en febrero de 1936", Edit. El Mundo Nuevo, Buenos Aires, 1946, pp. 41/42.
20) Informe confidencial sobre las "Actividades nazis en el Paraguay", cit.
21) Frye, Alton, "Nazi Germany and the American Hemisphere, 1933-1941", New Haven and London, Yale University Press, 1977, p. 67.
22) "Deutsche Warte". Parteiamtliches Organ der Landesgruppe Paraguay der Auslandsorganisation der NSDAP, N" 100, Asunción, 1937, p. 23.
23) Kliewer, Friedrich, opus cit., p. 189.
24) Referencias de Federico W. Smith al autor.
25) "La Hora", Año I, N° 195, 13 de febrero de 1937, p. 1.
26) Informe confidencial sobre las "Actividades nazis en el Paraguay", cit.
27) "La Hora", Año I, N° 189, 3 de febrero de 1937, p. 3.
28) Stefanich, Juan, "El Paraguay en febrero de 1936", cit., pp. 43/45.
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Fuente:
VÍSPERAS DE LA II GUERRA MUNDIAL GOBIERNOS
DE RAFAEL FRANCO Y FÉLIX PAIVA (1936/1939)
Revisión técnica: Alfredo Seiferheld
Tapa: Jorge González Saborino
Editorial Histórica.
Asunción-Paraguay 1985
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PRESIDENCIA DEL CORONEL RAFAEL DE LA CRUZ FRANCO OJEDA
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