MONUMENTO CIENTÍFICO MOISÉS BERTONI
TESORO VERDE - Por JAVIER YUBI – Revista Dominical del 16 de Agosto de 2009 - http://www.abc.com.py/abc/nota/14078-Tesoro-verde/
** En medio de 199 hectáreas de monte altoparanaense, a orillas del río Paraná, se ubica la casa de madera que habitó Moisés Bertoni. La propiedad fue donada al Estado paraguayo en 1955 y se convirtió en Monumento Científico. Guarda colecciones de insectos, cráneos de animales silvestres, reptiles y plantas que han sido investigadas por el sabio suizo. Quedan también sus materiales de experimentos, sus escritos y pocos enseres personales. El patrimonio histórico muestra signos de abandono.
** Para llegar al Monumento Científico Moisés Bertoni, hay que recorrer un camino de tierra de 16 kilómetros que parte desde el empedrado que une Presidente Franco con Los Cedrales (Alto Paraná). La rudimentaria vía, intransitable con grandes lluvias, se abre entre plantíos de soja, maíz y trigo. Existen carteles indicadores que guían el trayecto y facilitan el acceso. Y al llegar lo primero que impacta es el bosque. La quietud de los árboles, solamente quebrantada por las aves que retozan en las ramas, transporta a un ambiente de extrema serenidad. Tras un reflexivo paseo por la generosa vegetación, aparece la casa de madera de dos plantas que habitó el sabio suizo con su familia. La propiedad de 199 hectáreas fue donada al Estado paraguayo en 1955 por los herederos y pasó a convertirse en patrimonio histórico, bajo administración del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
** Décadas atrás, el complejo se mantenía tal como quedó a la muerte de su ilustre dueño. En estado de deterioro, por efectos de la humedad y las alimañas, existían libros y documentos en grandes cantidades. Se veían mapas, apuntes científicos sobre la flora y la fauna paraguaya, hasta varias fotografías. Un poco antes del año 2000, con financiación de la Agencia de Cooperación Suiza Helvetas, la museóloga Alejandra Peña trabajó en la puesta en valor del complejo. Se restauró la casa y se organizó un museo. Sin embargo, el Monumento Científico Moisés Bertoni perdió su atractivo. Perdió ese encanto que ejercía sobre el visitante que se introducía a las habitaciones y tenía la impresión de que Bertoni salió a dar unas vueltas. Hoy, las salas de la planta baja están vacías. Y la parte de arriba se mantiene cerrada con candados y hay que esperar que los guardaparques encargados —viven a cien metros— vengan a abrir las puertas para poder observar el acervo: una cámara fotográfica, álbumes de retratos, discos de pasta, la galera de Bertoni, su maleta de viajes. En otros espacios se colocaron series de frascos con reptiles formolizados, estantes repletos de cráneos de tapir, monos; huevos, caracoles, mariposas y diversos restos de animales silvestres. También está el escritorio y los materiales que el sabio utilizaba para registrar sus investigaciones. Lo que ya no está es la enorme colección de papeles: miles de libros de la biblioteca y materiales impresos por Moisés Bertoni en su imprenta Ex Sylvis (En medio de la selva).
** Cuenta Osvaldo Godoy, jefe de los tres guardaparques destinados al cuidado del bien patrimonial, que, años atrás, un lote aproximado de 17.000 volúmenes fue retirado por orden de las autoridades de Itaipú para la restauración. Pero hasta la fecha no fue devuelto a su lugar de origen.
** Cercana a la casa del sabio se ubica el cementerio familiar de los Bertoni, que cobija el sueño eterno de algunos de sus miembros. Y desde el museo parten algunos caminitos que conducen a los atractivos naturales de la propiedad. El sendero Kuri'y se dirige al arroyo con cascada, donde Moisés se daba refrescantes baños. Y el sendero Palmital, como bien dice su nombre, se abre paso entre las plantas para ir a los palmitales.
** El aspecto que presenta hoy el Monumento Científico Moisés Bertoni es de abandono. Los objetos expuestos se mantienen sucios y sin la protección necesaria para evitar sustracciones. La reserva forestal sufre permanentes incursiones de extractores ilegales de palmito y cazadores furtivos. Los cuatro guardaparques que deben atender las 199 hectáreas reciben constantes amenazas de muerte por parte de los forasteros.
Aun con este panorama desolador de orfandad, la casa Bertoni ejerce una mágica atracción. Y sigue siendo un escenario de procesos naturales sorprendentes. Una santuario ecológico que vale la pena descubrir. Igual que el largo historial de vida de su genial huésped.
** Moisés Santiago Bertoni Torreani hizo oír su primer llanto en Lottigna, Suiza, donde nació el 15 de junio de 1857. A los 19 años fundó con su madre, Giuseppina, el primer observatorio meteorológico de su pueblo e inició una serie de estudios y observaciones que ocuparon su interés durante toda su vida. Después de un breve periodo en Zurich, reinició en 1878 sus estudios en la Universidad de Ginebra, aunque no los concluyó por problemas económicos.
** En 1876 contrajo nupcias con su compañera de estudios, Eugenia Rossetti, con quien tuvo 13 hijos: 5 suizos, 2 argentinos y 6 paraguayos.
** En marzo de 1878, Moisés Bertoni llegó a Buenos Aires, donde fue recibido por el presidente Julio A. Roca, quien le facilitó los medios para el viaje y la colonización del territorio de Misiones. Se instaló en Santa Ana y comenzó sus trabajos experimentales de agricultura, botánica, zoología, meteorología y etnografía. En 1887 dejó tierras argentinas y se trasladó a la ribera opuesta del río Paraná para establecerse en Yaguarazapá (hoy Capitán Meza, Itapúa). Permaneció ahí siete años, contactando con indígenas avá guaraní y madereros de la zona. Durante ese periodo exploró el río Paraná, desde Yaguarazapá hasta los Saltos del Guairá, levantando planos, tanto del río como de los saltos.
** En 1894 se ubicó a unos 200 kilómetros al norte de Yaguarazapá, siempre en la costa paraguaya, a 6 kilómetros de la confluencia del río Paraná con el Yguazú. Ahí el Gobierno le concedió diez mil hectáreas de tierras boscosas y creó la Colonia Guillermo Tell, más tarde Puerto Bertoni. Luego, en 1896 fue llamado por el presidente Juan Bautista Egusquiza para fundar la Escuela Nacional de Agricultura, en Trinidad.
** En 1906 se cerró la escuela que dirigió por una década y, con 49 años de edad, regresó a Puerto Bertoni y empezó a desarrollar el grueso de su obra científica. En 1918 instaló su imprenta Ex Sylvis.
Durante su vida realizó un total de 524 publicaciones (107 en Suiza, 28 en Argentina y 389 en Paraguay). Editó el primer periódico regional, El Altoparanaense, y confeccionó un calendario de lluvias que se utilizó por largo tiempo. Investigó la civilización guaraní y realizó experimentos con plantas y animales de la zona.
** A la edad de 72 años, murió el 19 de setiembre de 1929 en la ciudad de Foz de Yguazú (Brasil), a causa de paludismo, sin tener noticias del fallecimiento de su esposa, Eugenia Rossetti, ocurrida tres semanas antes en Encarnación.
HORARIO DE VISITA: El MONUMENTO CIENTÍFICO MOISÉS BERTONI recibe la visita del público de miércoles a domingos, de 08:00 a 17:00. El acceso es libre y gratuito. Queda a 26 kilómetros de Presidente Franco (Alto Paraná).
En las salas de la planta alta se exhiben valiosos objetos de investigaciones científicas del sabio suizo. Están sus tubos de ensayos, vasijas farmacéuticas, balanzas, equipos de meteorología, imprenta, máquinas de escribir, mimeógrafo, cámara fotográfica y enseres personales. Además, valiosos ejemplares de la flora y fauna del Paraguay.
PAISAJE AMENAZADO: Desde el hall de la planta alta de la casa Bertoni se observa un paisaje espléndido del inmenso río Paraná. Toda la vista se embellece con la vegetación del entorno. Sin embargo, el verde corre el riesgo de perderse a causa de los agrotóxicos utilizados para fumigar las plantaciones de soja que rodean al Monumento Científico. Penoso es ver cómo en los lados argentino y brasileño la masa boscosa se mantiene intacta. En territorio paraguayo, los colonos que explotan la tierra han arrasado con los bosques hasta casi llegar al curso del río Paraná. La deforestación en la zona es alarmante. No quedan árboles en millones de hectáreas.
Fotos: Vanguardia/Reinaldo Rivas
Fuente: http://www.abc.com.py/abc/nota/14078-Tesoro-verde/
