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BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO

  AÑO INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES - Por BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO - Domingo, 02 de Octubre de 2011


AÑO INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES - Por BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO - Domingo, 02 de Octubre de 2011

AÑO INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES

 

Por BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO

 

beagbosio@gmail.com

El 2011 ha sido declarado Año Internacional de los Bosques por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) al reconocer que estos ecosistemas y su ordenación sostenible contribuyen significativamente al desarrollo, la erradicación de la pobreza y el logro de los objetivos del Milenio. Esta edición es la segunda vez que los bosques son protagonistas de un año internacional, ya que en 1985 el Consejo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió a los estados miembros que tomaran conciencia sobre la necesidad de protegerlos.   

En un mundo ocupado por mas de siete mil millones de personas, los bosques representan más del 30 por ciento del territorio y contienen el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta.   

Por ello, el lema elegido para la campaña es: "Los bosques, para las personas", con el objetivo de resaltar el papel fundamental de los seres humanos en la protección de estos, hogar de 300 millones de personas en el mundo, especialmente pueblos indígenas que están también amenazados.   

La importancia de las áreas forestales para la subsistencia humana no se pone en duda. Millones de personas, fundamentalmente en los países en desarrollo, dependen de los bosques para su vida cotidiana, y estos son el pulmón del planeta; sin embargo, sabemos que cada minuto que pasa desaparecen unas 25 hectáreas de floresta, según señalan las estadísticas. El Año Internacional de los Bosques pretende llamar la atención de todos los ciudadanos del mundo.   

El objetivo del año internacional

Su objetivo es aumentar los esfuerzos de recuperación y conservación de las masas arbóreas mundiales y recordar que son parte esencial del desarrollo sostenible del planeta, gracias a los beneficios económicos, socioculturales y ambientales que proporcionan.   

La sobreexplotación y la tala ilegal, la conversión a tierras agrícolas y ganaderas, la recolección insostenible de la madera, la gestión inadecuada de la tierra, la creación de asentamientos humanos, las explotaciones mineras y petrolíferas, la construcción de embalses y carreteras, las especies invasoras, los incendios forestales, los cultivos para agrocombustibles, la fragmentación de los ecosistemas o la contaminación atmosférica son lacras sobre las que hay que reflexionar en este año internacional.   

Estos son el hogar del 80 % de la biodiversidad mundial de plantas y animales, y, por ello, su destrucción pone en peligro la supervivencia de muchas especies.   

Por ello, la más eficiente es plantar un árbol con las propias manos. La pionera en este sentido fue la campaña de los mil millones de árboles promovida por la Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai, que tuvo repercusiones en todo el mundo.   

Con la edición del libro de la escritora Renée Ferrer "Desde el encendido corazón del monte", Guillermo Sequera, director de Axial: Naturaleza y Cultura, expresaba: "Pocos años de vida les quedan a los bosques del Paraguay, pocas esperanzas a las especies en vías de extinción, escasas alternativas para el verdor del planeta. Axial: Naturaleza y Cultura les invita a abrir un capítulo nuevo con respecto a la protección y a la recuperación de los bosques nativos del Paraguay, bajo el programa denominado ‘Yo cuento arbolitos’, para lo cual se apeló a dos creadores muy distintos en cuanto a cultura y modos de expresión: Renée Ferrer, escritora, y el indígena chamacoco OGWA, artista plástico, quienes sumaron esfuerzos en la defensa del ambiente a través del arte. Cada vez que este libro sea adquirido, se dará la posibilidad de que un retoño de árbol originario de nuestro suelo conserve su savia y se yerga firme en las praderas de nuestro país. ¿Será acaso factible, frente a estos relatos e imágenes, sentir la presencia de nuevos mundos posibles, donde exista un equilibrio entre las fuerzas naturales y las voluntades culturales? Nosotros creemos que sí".    

Actualmente, Paraguay tiene un interesante programa liderado por Humberto Rubin, "A todo pulmón, Paraguay respira", y recientemente vimos que el cantante internacional Ricardo Montaner, en un instante de su gira artística, se hizo de tiempo para plantar un árbol, contribuyendo a la reforestación del planeta en ejemplar acto público.   

Crear conciencia

Como parte de la campaña de crear conciencia sobre la importancia de los bosques, Paraguay fue sede de la VIII Reunión IberoMab. ‘Programa Hombre y Biósfera Unesco’, que abordó importantes temas vinculados a esta reflexión ya en el 2007. La Reserva de Biósfera del Bosque Mbaracayú y la Reserva de Biósfera del Chaco Paraguayo, ambas apeligradas por la intervención del hombre.   

Estas dos reservas del Paraguay forman parte del mapa de ‘Reserva de Biósfera’ del planeta.   

También contamos con parques nacionales, que son reservas fundamentales, aunque no siempre son del todo respetados.   

Igualmente, el Instituto Forestal Nacional (Infona) y la Fundación Parque Tecnológico de Itaipú firmaron un Convenio Marco para la creación de proyectos conjuntos que apunten a la protección del remanente del Bosque Atlántico del Alto Paraná. Los representantes institucionales señalaron que el objetivo principal del convenio es la recuperación de la cobertura boscosa y el fortalecimiento de las capacidades locales para una mejor gestión de los recursos forestales.   

El logotipo de este año internacional es un árbol como forma central que representa los bosques de esta tierra en todas sus variedades y diversidad: desde los bosques boreales de coníferas hasta los bosques caducifolios de las zonas templadas y los bosques xerofíticos de sabana de las zonas subtropicales a la selva impenetrable de los bosques pluviales tropicales.   

La copa de ese árbol evoca la fuente de oxígeno y la fotosíntesis. Y el mismo logo lleva dibujos que representan los múltiples valores de los bosques, desde proporcionar vivienda a las personas y un hábitat a una gran diversidad de plantas y animales, que contribuyen también a la estabilización del clima. Los bosques son una fuente de trabajo, de esparcimiento y de experiencia de la naturaleza, y son parte de nuestra vida cultural y espiritual, de nuestros mitos y cuentos tradicionales. Cada uno de estos valores está interrelacionado con los otros. Un conjunto coherente con diferentes partes que interactúan de diferentes maneras. Los seres humanos son una parte inseparable de la creación y tienen el deber de conservarlos.   

El bosque Amazónico, la extensión más grande y más abundante de especies de los bosques pluviales tropicales del mundo, representa más de la mitad de los bosques pluviales que quedan en el planeta. La segunda superficie más grande de bosque pluvial se halla en la Cuenca del Congo.   

Contrario a lo que convencionalmente se cree, no son los madereros los responsables de la deforestación, sino los impulsores de la actividad agrícola ganadera. El maderero solo corta los troncos añejos, mientras que el agricultor de la soja o el ganadero necesita primero que el bosque desaparezca para poder ejercer su actividad, y son los principales autores de la deforestación amazónica.   

También en Paraguay, al desaparecer los bosques, los suplantan los sojales y la actividad ganadera. Lo que anteriormente se llamaba "Caaguazú" o bosque grande, en menos de treinta años pasó a ser un Ñu Guasu o pradera sin árboles. Las fotos satelitales son alarmantes en treinta años de evolución.   

Sin posturas apocalípticas, la modificación de la ecorregión y de las condiciones climáticas hacen que en algunos sectores se sufra la degradación de la tierra, que termina en un proceso de desertificación. Un artículo periodístico del diario La Nación (Paraguay) del 2006 señalaba: "Alto Paraná perdió 450 mil hectáreas de bosques en 30 años".   

La deforestación continúa en el país, a pesar de que la Secretaría del Ambiente (Seam) sostiene que disminuyó 92 % con la Ley 2524. Los campesinos consideran que en Alto Paraná, al igual que en los departamentos de Itapúa y Caaguazú, ya no pueden hablar de conservación de montes, sino de la recuperación de los pocos existentes.   

El diario ABC Color, el mismo año, señalaba las expresiones del ministro de Agricultura de entonces, Ing. Agro. Gustavo Ruiz Díaz: "La acelerada deforestación ocurrida en los últimos tiempos como consecuencia del crecimiento del área de cultivo de soja es una de las causas que alteraron el clima y está produciendo sequías reiteradas".   

Por otro lado, las reservas indígenas tampoco son respetadas; un ejemplo fue la toma de la reserva Arroyo Guazú de la parcialidad Tava Guaraní, ubicada en el distrito de Nueva Esperanza, Departamento de Canindeyú.   

El aspecto humano

El desarrollo, a veces, se convierte en un fin en sí mismo y la manera de medirlo es a través de gráficos estadísticos que no siempre contemplan el aspecto humano. Por eso, estas reflexiones a seguir son apropiadas en este Año Internacional de los Bosques:   

El filósofo peruano Édgar Montiel señala que es frecuente confundir crecimiento económico con desarrollo. Una región del planeta puede presentar un fuerte crecimiento económico, pero este puede engendrar numerosos problemas, como la destrucción del contexto natural o un incremento de la desigualdad en vastos sectores de la población. Es por eso que nuestra noción de desarrollo considera no solo el incremento de indicadores cuantitativos de la economía (lo cual haría equivalente este término a un mero crecimiento económico), sino también en su impacto social, reflejado necesariamente en una mejora de la calidad de vida de la población.   

Además, una condición básica para el desarrollo es que este debe ser durable; es decir, caracterizado por una dinámica que responda a las necesidades del presente sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras.   

Este Año Internacional de los Bosques coincide con nuestro Bicentenario patrio, y se hace imprescindible la concienciación a nivel educativo con niños y jóvenes, además del fortalecimiento de políticas públicas eficientes que garanticen la preservación de la biodiversidad. La destrucción de los recursos biológicos, que no son inagotables, constituye una permanente amenaza para la vida del hombre, y esencial para el desarrollo sostenible del planeta.

Fuente: Suplemento Cultural del diario ABC COLOR

Edición Impresa del Domingo, 02 de Octubre de 2011

www.abc.com.py

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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