BOGARÍN , JUAN SINFORIANO
Primer arzobispo de Asunción. Nació en Mbuyapey -Departamento de Paraguarí- el 21 de agosto de 1863. Figuran entre sus más destacados ascendientes, nombres como los de San Roque González de Santa Cruz, Amancio González y Escobar, misionero y fundador de pueblos -siglo XVIII- y Francisco Javier Bogarín, prócer de la independencia y miembro de la Primera Junta Superior Gubernativa.
Fueron sus padres Juan José Bogarín y Mónica de la Cruz González. Huérfano de padre y madre durante la Guerra contra la Triple Alianza, Juan Sinforiano y sus tres hermanos quedaron al cuidado de su tía materna, María Pabla González. Al reabrirse el Seminario Conciliar en 1880, ingresó entre los primeros alumnos y seis años después, en 1886 fue ordenado sacerdote por el obispo Pedro Juan Aponte. Ocupó los cargos de cura rector de la Catedral y secretario general de la Curia Eclesiástica.
A la muerte del obispo Pedro Juan Aponte, producida el 14 de setiembre de 1891, se envió a Roma la terna para la elección del nuevo Obispo. En ella se había propuesto los nombres de Juan Sinforiano Bogarín, Narciso Palacios - doctorado en Roma- y Claudio Arrúa, administrador de la diócesis. Al conocerse el nombre de los propuestos, la ciudadanía, el clero y los hombres de gobierno se dividieron en "palacistas" y "bogarinistas". Los primeros pedían un Obispo intelectual, doctorado en la Universidad Gregoriana de Roma; los otros preferían a un campesino, un hombre sencillo, sin títulos universitarios pero con grandes dotes naturales. Si Palacios no dejaba de ocultar su deseo por el obispado, Bogarín hacía lo imposible por rehuir del mismo.
El 21 de setiembre de 1894 el papa León XIII designó a Juan Sinforiano Bogarín, Obispo del Paraguay. El mismo consignó en sus Apuntes el disgusto que tuvo al recibir el documento pontificio: "El que escribe sus apuntes se molesta y rabia porque recibió el Breve de su institución y el presbítero Palacios rabia y se molesta porque no lo recibió... ¿Quién de los dos habrá sufrido más? No lo sé, lo único que sé es que yo he sufrido horriblemente, como Dios es testigo".
Fue consagrado OBISPO DEL PARAGUAY el 3 de febrero de 1895, día de San Blas, entonces patrono de la diócesis. Su escudo tenía por divisa: "PRO ARIS ET FOCIS". Por el altar y por el hogar y su lema: "FORTITER ET SUAVITER". Con fuerza pero con suavidad. "Fuerza en el cumplimiento del deber, en la defensa de sus principios y en el magisterio de la Iglesia - dice Jerónimo Irala Burgos- pero suavidad en su comportamiento con los demás, en la corrección a los descarriados, en el aliento a los caídos". Al igual que su antecesor, Bogarín supo perdonar y rescatar a muchos sacerdotes que al término de la guerra vivieron en situaciones a veces irregulares y alejados del ministerio sacerdotal.
Ocupó gran parte de su tiempo en la formación, promoción y saneamiento del clero nacional. Ordenó sacerdotes a noventa jóvenes y con ellos cubrió un número considerable de parroquias. Durante su permanencia en la diócesis llegaron la mayoría de las órdenes y congregaciones religiosas.
Durante su obispado surgieron las primeras asociaciones de apostolado laico, como la Liga de Damas Católicas, la Federación de Juventud Católica y la Acción Católica.
Monseñor Bogarín volcó todos sus esfuerzos en favor de la unidad nacional. Fue un verdadero reconstructor moral de su pueblo. Luchó denodadamente contra el sectarismo y el fanatismo partidario que hacía que hombres probos e ilustres no pudieran acceder a cargos públicos.
Durante las revoluciones y conflictos internos de 1904, 1908, 1911, 1922 y 1923, como también en los ocurridos en 1936, 1937, 1940 y especialmente en la revolución de 1947, Bogarín supo enarbolar la bandera de la paz, porque su meta fue el interés general de la nación y nunca desmayó en la búsqueda de su objetivo.
Sus cartas pastorales son un reflejo de su dedicación y esfuerzo en la reconstrucción de la familia paraguaya y en la defensa de la fe del pueblo. La cuestión social, los deberes cívicos, el divorcio, el laicismo en la educación, fueron
Fuente: FORJADORES DEL PARAGUAY – DICCIONARIO BIOGRÁFICO. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL. Coordinación General: Ricardo Servín Gauto. Dirección de la obra: Oscar del Carmen Quevedo. Tel.: 595-21 373.594 – correo: arami@rieder.net.py– Asunción-Paraguay 2001 (716 páginas).
MONSEÑOR JUAN SINFORIANO BOGARÍN
El 21 de agosto de 1863 nació en Ñanduruguá, jurisdicción de Mbuyapey, Juan Sinforiano Bogarín. Sus padres eran Juan José Bogarín -quien habría de morir poco después en la defensa de Humaitá- y Mónica de la Cruz González de Bogarín, también fallecida en plena guerra, del cólera, cuando "residentó" en Yhaca-guazú (Borja): Huérfano de pequeño, Juan Sinforiano creció en Arecayá, jurisdicción de Limpio, bajo el amparo de la tía María Pabla González, descendiente de los González de Santacruz y González y Escobar.-
En 1880, año de reapertura del Seminario Conciliar, Bogarín ingresó a é1, recibiendo la tonsura clerical y las órdenes menores en 1883, así como el subdiaconado y diaconado dos años más tarde. El 24 de febrero de 1886 fue consagrado sacerdote por Monseñor Pedro Juan Aponte y al día siguiente celebró su primera misa en la Catedral. Poco después fue designado secretario del Obispado y, en 1887, cura párroco de la Catedral.
Los pocos años de su curato fueron suficientes para una refacción general del templo, la renovación de sus enseres y la substitución de las viejas imágenes del retablo por las actuales.
Predicó con sencillez, pero con eficacia pastoral; revitalizó las cofradías y se manifestó como un ferviente pastor de almas. Tras la muerte de Monseñor Aponte en 1891, Bogarín fue propuesto como integrante de la terna para designar un nuevo Obispo del Paraguay, jerarquía para lo cual lo nombró el Papa León XIII.
El 3 de febrero, de 1895, Monseñor Luis Lasagna lo consagró como Obispo. De allí en más, Monseñor Bogarín fue la cabeza indiscutida de la Iglesia paraguaya por 54 años, constituyéndose luego en el decano de los Obispos católicos del mundo. Como Obispo primero y como Arzobispo de Asunción a partir del 15 de agosto de 1930, viajó varias veces por todo el territorio paraguayo. Según el coronel Arturo Bray, Monseñor Bogarín "recorrió 48.425 Kilómetros del territorio nacional; administró el sacramento de la Confirmación a 553.067 personas de ambos sexos; consagró 10.928 matrimonios; ordenó a 90 sacerdotes paraguayos y dirigió a su grey 66 cartas pastorales".
El Arzobispo Bogarín vivió una fecunda existencia, y casi sin achaques de la vejez dejó de existir el 25 de febrero de 1949, a los 85 años. Su velatorio fue una demostración de dolor colectivo, que testimonió su gratitud a un paraguayo de bien, afectado por el dolor de su pueblo y desgarrado en sus últimos años de vida por una cruenta revolución. Monseñor Bogarín fue sepultado en la Iglesia de la Catedral el 1° de marzo de 1949, reposando allí donde 63 años atrás había sido ordenado sacerdote.
Fuente: MIS APUNTES. MEMORIA DE MONSEÑOR JUAN SINFORIANO BOGARÍN ** Edición facsimilar de la primera, realizada por Editorial Histórica en el año 1986, al cuidado de Alfredo M. Seiferheld ** © Arzobispado de Asunción ** Edición: centro Interdisciplinario de Derecho Social y Economía Política de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” (CIDSEP/UC), Asunción-Paraguay 2001 (162 páginas) , Prólogo: Mons. Agustín Blujaki , Portada: José Fanego.
JUAN SINFORIANO BOGARÍN
El antiguo Seminario Conciliar de Asunción había reabierto sus claustros el 4 de abril de 1880, después del forzoso paréntesis impuesto por la guerra de la Triple Alianza. En ese centro de enseñanza fue ordenado sacerdote el presbítero Juan Sinforiano Bogarín por el obispo Pedro Juan Aponte, el 24 de febrero de 1886, con la primera promoción sacerdotal de la era constitucional.
El nuevo sacerdote era oriundo del pueblo de Mbuyapey, nacido el año 1863. Por bula del 21 de setiembre de 1894, el papa León XIII lo exaltó a la dignidad de obispo del Paraguay, eligiéndolo de la terna en que, juntamente con Claudio Arrúa y Narciso Antonio Palacios, fuera propuesto por el gobierno nacional.
El joven prelado inició el ejercicio de su tarea episcopal en momentos en que el clero paraguayo se hallaba reducido y desorganizado por la reciente hecatombe de la guerra. Pero el obispo se entregó a esa tarea con ardor y celo cristiano que le granjearon el respeto y cariño de la nación. En sus largos años de actuación como jefe de la Iglesia paraguaya, recorrió incansablemente su extensa diócesis poniendo remedio a muchos males y supliendo la escasez de sacerdotes con su incansable labor personal. Además de su apostolado cristiano, Bogarín cumplía intensa tarea social casando a las parejas amancebadas por la forzada incuria de la guerra, estructurando las raíces de la familia paraguaya, llevando justicia, bienestar y decoro al hogar de los humildes. Hablaba maravillosamente bien el guaraní, y sus prédicas en la lengua vernácula llegaban al alma de su feligresía campesina, donde alcanzó enorme popularidad. De carácter sencillo y bondadoso, con fino sentido del humor, el obispo Bogarín vivió una vida austera, rayana en la pobreza, trabajando con entusiasmo y eficacia para dignificar el clero nacional.
A sus gestiones con el cardenal Rampolla, secretario de Estado del Vaticano, se debió la instalación en Asunción del primer colegio católico. Así abría sus puertas a la enseñanza, en 1904, el Colegio de San José, a cargo de la orden bayonesa del Sagrado Corazón. También fue el obispo Bogarín quien logró la construcción del nuevo Seminario Conciliar de Asunción.
Durante la presidencia del doctor José P. Guggiari, el 15 de agosto de 1930, se creó el arzobispado del Paraguay y le fue impuesta a monseñor Juan Sinforiano Bogarín la alta dignidad por el Nuncio de Su Santidad, monseñor Cortesi, en la catedral de Asunción, dignidad que debía desempeñar durante diecinueve años. En efecto, el arzobispo Bogarín falleció en esta capital, el 25 de febrero de 1949, a los ochenta y seis años de edad. Sus restos descansan en la iglesia Catedral. Dejó al Paraguay dos legados apreciables: el recuerdo de su fecundo apostolado y el Museo de la Curia Eclesiástica con su valiosa colección de joyas antiguas.
BIBLIOGRAFÍA
Arturo Bray: Hombres y épocas del Paraguay.
Juan Bautista Rivarola: El clero paraguayo.
Carlos R. Centurión: Historia de las letras paraguayas.
Fuente: CIEN VIDAS PARAGUAYAS Por CARLOS ZUBIZARRETA. Prólogo a esta edición CARLOS VILLAGRA MARSAL. Prólogo a la 2ª edición de 1985 ALFREDO M. SEIFERHELD. Comisión Nacional de Conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Paraguay. Biblioteca Bicentenario Nº 6. EDITORIAL SERVILIBRO. Asunción – Paraguay. 2011 (240 páginas)
Enlace recomendado: JUAN SINFORIANO BOGARÍN: EL OBISPO CATÓLICO PARAGUAYO QUE ABOGÓ POR LA UNIDAD A INICIOS DEL SIGLO XX. Artículo de SERGIO NOÉ RITTER.