Portal Guaraní - BEETHOVEN A LOS 250 AÑOS - Por MIGUEL H. LÓPEZ - CORREO SEMANAL

El más revolucionario de los compositores clásicos tendrá al mundo en este 2020 celebrando sus 250 años de nacimiento. Ludwig van Beethoven había venido al mundo en Bonn, el 16 de diciembre de 1770. Rompió los moldes del romanticismo en la música y provocó una proyección tan potente que sigue influyendo definitivamente en las creaciones contemporáneas más elaboradas.

Aparte de su genio musical, que hace de la música un elemento conmocionante, Beethoven tuvo actitudes y posiciones políticas y humanistas que explican su obra y su revolución en el ámbito de las composiciones y estilos.

Aunque la práctica usual, desde los orígenes de las sociedades, es tratar de despolitizar los haceres humanos para buscar crear falsas asepsias en el arte, es justamente aquello político y sus tensiones con el poder lo que hicieron que el “músico de 250 años” provocara el surgimiento de las mejores piezas musicales de todos los tiempos. El monumental compositor ruso Ígor Stravinski decía que Beethoven era amigo y contemporáneo de la Revolución Francesa “y continuó fiel a ella incluso cuando, durante la dictadura jacobina, los humanitarios de nervios débiles del tipo de Schiller le dieron la espalda prefiriendo destruir tiranos en el escenario teatral con la ayuda de espadas de cartón. Beethoven, ese genio plebeyo, quien orgulloso despreció a emperadores, príncipes y magnates –este es el Beethoven que nosotros amamos: Por su optimismo inquebrantable, su tristeza viril, por la inspirada pasión de su lucha y por su voluntad de hierro que le permitió agarrar al destino por la garganta.”

Su sinfónica Heroica tiene la impronta de haber sido dedicada a Napoleón Bonaparte quien en ese momento resumía para Beethoven, el espíritu de la Revolución Francesa. Sin embargo, cuando a inicios del 1.800 se proclamó emperador, el compositor atacó la partitura borrando de ella el nombre del militar, quedando el homenaje destruido.

Las consignas de libertad, de quiebre con la opresión y de contestación a los tiranos siempre estuvieron trepidando en las obras de Beethoven en medio de las más crueles contiendas bélicas. La ópera Fidelio o la música incidental Egmont, son explícitas muestras de su posición política y revolucionaria. La primera habla de la liberación de los presos políticos dentro del marco de la victoria francesa ingresando a Viena; y la segunda es una oda al espíritu revolucionario de la resistencia y la liberación.

Fue una síntesis de su tiempo. Ese tiempo en el que las turbulencias de las guerras y las tiranías eran atravesadas por los ideales de justicia. Tal vez su mayor logro fue traducir todo aquello en poderosas notas desde un ideal y deseo de cambio progresivo y liberación de la humanidad a pesar de las adversidades.

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