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DOMINGO AGUILERA JIMÉNEZ

  MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY MESTIZO - Compilación y versión al español: FELICIANO ACOSTA , DOMINGO ADOLFO AGUILERA y CARLOS VILLAGRA MARSAL


MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY MESTIZO - Compilación y versión al español: FELICIANO ACOSTA , DOMINGO ADOLFO AGUILERA y CARLOS VILLAGRA MARSAL

MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY MESTIZO

GUARANÍ - ESPAÑOL

Compilación y versión al español:

FELICIANO ACOSTA , DOMINGO ADOLFO AGUILERA

y

CARLOS VILLAGRA MARSAL

Comparecencia : CARLOS VILLAGRA MARSAL

Prólogo : FRANCISCO PÉREZ MARICEVICH

COLECCIÓN CULTURA POPULAR Nº 3

Dirigida por Carlos Villagra Marsal

©  DIARIO POPULAR. Avda. Mcal. López 2948,

Asunción, Paraguay

Telefax: 603 400 R.A. redaccion@mm.com.py

© FELICIANO ACOSTA, DOMINGO ADOLFO AGUILERA, CARLOS VILLAGRA MARSAL

© Editorial SERVILIBRO

Dirección Editorial: Vidalia Sánchez

Diseño de tapa: Mirta Roa Mascheroni

Diagramación: Gilberto Riveros Arce

Edición al cuidado de DAA, FA y CVM

Hecho el depósito que marca la Ley N° 1328/98

Asunción, del Paraguay, mayo de 2010

Tirada de 10.000 ejemplares

 

ÍNDICE

*. Comparecencia

*. Prólogo: El mito y la leyenda en la cultura popular paraguaya

*. Glosarlo

*. Aclaración sobre la ortografía guaraní

 

ESPAÑOL

MITOS

1. DEL POMBERO

2. DE LAS ÁNIMAS EN PENA

3. DEL JASYJATERE

4. DEL KURUPI

5. DEL LUISÓN

6. DEL KA’A JARYI

7. DEL AO AO

8. DE LA BRUJA

9. DEL LAGARTO JAGUAR

 

LEYENDAS

1. DEL DIABLO QUE QUISO HACER UN PINDÓ

2. DE LA VICTORIA REGIA

3. DEL YPAKA'A

4. DE SANLAMUERTE

5. DE LA MISERIA

6. DEL CIELO

7. DEL COLIBRÍ

8. DEL KARÁU

9. DEL CARACOL PADRE

10. DE LA PEREZA

11. DE LOS TESOROS ENTERRADOS O "ENTIERROS"

 

GUARANÍ

MITOS

1. POMBÉRO REHEGUA

2. PÓRA REHEGUA

3. JASYJATERE REHEGUA

4. KURUPI REHEGUA

5. LUISÕ REHEGUA

6. KA’A JARÝI REHEGUA

7. AO AO REHEGUA

8. BRUJA REHEGUA

9. TEJU JAGUA

 

LEYENDAS

1. AÑA OJAPOSE PINDO

2. YRUPE

3. YPAKA’’A

4. SANLAMUÉRTE REHEGUA

5. MISÉRIA REHEGUA

6. YVÁGA REHEGUA

7. MAINUMBY’I REHEGUA

8. KARÃU REHEGUA

9. JATYTARU REHEGUA

10. ATE’ỹ REHEGUA

11. PLATA YVYGUY REHEGUA

 

COMPARECENCIA

Es sabido que para preciarse de constituir una nación, toda comunidad de hombres y mujeres, pobladores de un mismo país, necesita compartir un conjunto de realidades físicas y espirituales: un territorio, una tradición, una lengua, un gobierno, una historia; en consecuencia, va formándose a lo largo de las generaciones la llamada identidad nacional, lo cual equivale a un temperamento, a un carácter personal y colectivo a la vez, que se manifiesta en cada individuo mediante un modo similar de sentir la patria y el resto de nuestra América y el mundo, así como también en una manera parecida de alegrarse o entristecerse, de amar o destruir, de convencerse o ignorar, de entretenerse o aburrirse, de ser aplicado u ocioso... En suma, que los paraguayos poseemos una cosmovisión propia, siendo por otra parte idéntica nuestra condición, naturalmente, a la de los demás seres humanos.

Un componente incisivo de la identidad nacional es aquello que en general se denomina cultura popular, que se da a conocer en conductas y expresiones (sean estas últimas anónimas o de creador conocido, orales o escritas), tales como adivinanzas, costumbres, letras de canción, leyendas, creencias, magias, refranes, músicas, protocolos, canciones de cuna, mitos, y en nuestro país agüerías, casos (cuentos orales), compuestos (versos romancísticos) y otras estructuras verbales en guaraní y/o en español.

Y bien, esta COLECCIÓN CULTURA POPULAR, que tengo la honra y la responsabilidad de dirigir, tiene el propósito de di fundir ampliamente, con seriedad no exenta de vehemencia, las muestras más señeras de este caudal popular, doblemente enriquecido por la condición bilingüe de nuestra sociedad; al respecto, hemos decidido publicar, en guaraní y en versión española, los textos respectivos de todos los volúmenes de la Colección.

Demás está decir que estos libros -al igual que cualquier experiencia literaria- están dirigidos a todos los hombres y mujeres, sin distinción de edad, estado civil u oficio, e incluso a aquellos que no tienen mucho hábito de lectura, ya que procuramos que nuestras publicaciones sean interesantes en sí mismas.

Deseo señalar además que, a mi sincero entender, los textos de la COLECCIÓN CULTURA POPULAR adquieren un doble valor agregado, en particular los que se ocupan de la condición bilingüe de la cultura nacional: en primer término, dichos libros alcanzan un valor eminentemente pedagógico, porque ayudarán a los escolares y colegiantes a enriquecer el conocimiento, y por tanto la admiración y la devoción, hacia la excelencia del idioma guaraní, "...lengua que sin controversia es una de las más copiosas y elegantes que reconoce el orbe", según ya lo afirmó el P. Lozano, jesuita, en 1754. Este respeto y cariño por nuestra lengua materna amerindia tendrá sin duda un efecto más intenso en los lectores adultos y pequeños: el del afianzamiento de la identidad paraguaya, uno de cuyos pilares es justamente el guaraní.

CARLOS VILLAGRA MARSAL

Última altura, abril de 2010

 

 

PRÓLOGO

 

EL MITO Y LA LEYENDA EN LA CULTURA POPULAR PARAGUAYA

 

1

¿Quién que haya pasado su infancia en el Paraguay puede olvidar las aprensiones, los miedos y, aun, terrores experimentados ante la mención de ciertos nombres asociados a personajes temibles? ¿O las advertencias de los adultos dirigidas al niño para que abandone sus juegos una vez alcanzada determinada hora, bajo el riesgo de que, de no hacerlo, se expondría al castigo del hada o duende del juego en cuestión? De esta manera, balita jarýi, trompo jarýi, pelota jarýi, etc., ocupaban la imaginación del niño induciéndolo a obedecer el mandato de los adultos.

Más adelante, relatos escuchados en grupo, en el galpón o el patio de su casa, o en el atrio de la iglesia, o en cualquier lugar donde hubiese reunión habitual de gente, el niño escuchaba, maravillado o divertido, los sucesos ocurridos en un remoto pasado, en aquel tiempo de los orígenes del mundo, realizados por personajes extraños, que eran dioses o héroes fabulosos como ya no los hay en el presente, y en virtud de los cuales existen los astros en el firmamento, los animales y las plantas en la tierra y en el agua, las montañas, los cerros y las grutas, y monstruos en los pantanos y abismos en las profundidades de los ríos y de los lagos y multitud de otros seres o cosas cargados de extrañeza y de peligro.

Estas narraciones transmitidas por tradición oral a través de los siglos, son parte del imaginario colectivo que subyace a la identidad cultural de los pueblos. Gran parte, si no todas ellas, han migrado de pueblo en pueblo y de lengua en lengua, adaptándose a la cosmovisión y a las experiencias de vida de las colectividades, diferentes unas de otras en desarrollo sociocultural, conocimiento del medio ambiente y en progreso económico. Es presumible que innumerables narraciones de esta naturaleza hoy día se encuentren olvidadas. Pero es también verosímil que, en situaciones colectivas o individuales catastróficas, reaparezcan transfiguradas, emergiendo del Inconsciente Colectivo.

De antiguo, pero de manera continua a partir de J. B. Vico (...) y el Romanticismo alemán, estas narraciones, llamadas mitos, atraparon el interés de filósofos, etnólogos, historiadores de las religiones, científicos sociales, sicólogos, teólogos y humanistas varios. Estos llamaron la atención sobre la vigencia de "modos no racionales de pensamiento y de lenguaje ajenos al discurso lógico", contrapuestos a la conducta del razonamiento positivo o positivista.

El mito con imágenes y metáforas, tal como ocurre en el sueño. De este modo, expresa y refleja, organiza y legitima la totalidad de la cultura de los grupos humanos o, mejor dicho, el sedimento que se encuentra como substrato de ella. El mito traza, por oscuros caminos, el proceso de la configuración de la visión del mundo que impulsa a las colectividades humanas a dominar su espacio, manipular su tiempo segmentándolo en retornos cíclicos y celebraciones ritualizadas, y a construir su identidad y sus solidaridades, distinguiéndolas del Otro (el Extraño, el Extranjero)

 

El mito se manifiesta o expresa a través de múltiples relatos de distinto alcance y amplitud. En este aspecto, el mito es análogo al lenguaje verbal humano. De manera similar a este, el mito dispone de estructuras sistemáticas organizadas en niveles interdependientes y cuya articulación funcional proporciona, mediante el juego de los significantes, un acceso a sus dimensiones o estructuras de significado. Así como la lengua que hablamos tiene su gramática y su vocabulario, así también el mito cuenta con elementos análogos en la forma de personajes, acciones, episodios mediante los cuales cuenta una historia cuyo significado remite con frecuencia a los orígenes del tiempo primordial.

También como el lenguaje verbal, las versiones individuales del mito, se mezclan, se interfieren, se mestizan adoptando las particularidades culturales del pueblo receptor. Este fenómeno es universal y es causado por la difusión de las versiones del mito llevadas por migrantes (conquistadores, colonizadores, mercaderes, viajeros curiosos, etc.) que se aclimatan en el nuevo contexto y se fusionan a la versión preexistente del mito, enriqueciéndola o complejizándola e, incluso, sustituyéndola, pero sin anular su sustancia significativa.

Para concluir este apartado, resumamos: el mito es un relato que tiene valor ejemplar, "dotado de una estructura y de una función, de una sustancia simbólica y de un valor pragmático <...>, es a la vez un mensaje y un medio, un corpus de historias para descifrar y una práctica social narrativa", en palabras de un especialista francés contemporáneo.

 

2

Los relatos incluidos en este librito son parte de nuestra cultura popular mestiza y, en tal carácter, acompañaron a las generaciones paraguayas desde los tiempos preindependientes.

Todos ellos incorporan elementos guaraníes mezclados o mestizados con componentes imaginarios europeos. Tanto en los mitos como en las leyendas aquí recogidos se aprecia fácilmente la integración de una visión cristiana occidental con elementos temáticos y narrativos autóctonos. Otros, como es el caso de Jasyjatere, Pombero, Malavisión, Luisón y la Bruja, son entidades míticas acuñadas por sincretismo.

En efecto, Jasyjatere es la figuración local del gnomo con los atributos propios de esta entidad de origen indogermánico y celta. Por su parte, Pombero es la encarnación en la memoria popular del rastreador bandeirante que ubicaba, en las aldeas indígenas, a los jóvenes que las hordas de mamelucos capturaban y conducían esclavizados al Brasil.

Malavisión es el alma de una persona muerta sin confesión. Este mito cristianizado se encuentra difundido por Europa y América, y es parte de obras famosas como el Hamlet, de Shakespeare, y de otras.

Luisón es la versión del licántropo griego en nuestra cultura popular, y tiene que ver con el maleficio mágico del número siete. En este caso, el séptimo hijo varón de una sucesión de hermanos.

La Bruja es otra entidad transculturada, de origen europeo. Es también la séptima mujer de una sucesión de siete. Tal como el Luisón, se manifiesta transfigurada en determinadas noches, especialmente en la de San Bartolomé, produciendo un fuerte ruido al sobrevolar el techo de las casas.

Kurupi es el duende indígena protector de la vida silvestre. En nuestra cultura popular, es la figuración mítica de la lascivia.

El Teju Jagua es, o parece ser, en la cultura popular una concreción sincrética de los mitos indoeuropeos del Dragón y de la Hidra, cuyos atributos físicos y singularidades conserva en lo general.

Ka’a Jarýi, como Jasyjatere es una hada de cabellos rubios y ojos azules. Protectora de los seres de la selva, capaz de transformarse y castigar con rudeza al cazador depredador que sacrifica a los animales sin cuidar de su reproducción.

De manera similar, muchas de las leyendas que integran nuestra cultura popular son versiones transculturadas de relatos también conocidos en otras partes. En todas ellas operan los mecanismos de adaptación y transformación de elementos extraños a situaciones, seres y cosas del medioambiente local. Muchas leyendas míticas de origen indígena también sufrieron adaptaciones y refundiciones similares a las ejercidas sobre las de origen externo a nuestra sociedad.

Es necesario, por último, no olvidar que los mitos, las leyendas, los cuentos y las tradiciones se funden o fusionan los unos en los otros al paso del tiempo, de acuerdo con el proceso histórico de las sociedades y al tipo de necesidades y urgencias por las que estas atraviesan en su transcurso.

FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH

Asunción, junio 2010

 

 

GLOSARIO

Para mayor comprensión de los lectores paraguayos o extranjeros que no conocen los nombres en guaraní de ciertos ejemplares de la flora y fauna paraguayas, citados en este Mitos y leyendas del Paraguay mestizo, nos ha parecido conveniente indicar a continuación la denominación científica (género, especie y familia), así como una breve descripción de los mismos:

ANDAI o CALABAZA. Cucurbita moschata. Planta rastrera de la familia de las Cucurbitáceas. Hortaliza comestible, de fruto grueso y alargado, llegada al interior de la América del Sur probablemente desde la Polinesia, hace unos tres mil años.

CHOCHĨ. Tapera naevia. Ave de la familia de las Cuculídeas. Habita en llanuras y matorrales, bien oculta. Su silbo es melancólico y difícil de localizar. Canta incluso de noche.

GUAVIJU. Eugenia pungens. Árbol de madera dura, de la familia de las Mirtáceas, de frutos comestibles, aunque de sabor punzante.

GUAVIRA. Campomanesia xanthocarpa. Árbol mediano de la familia de las Mirtáceas, siempre verde, de copa densa y redondeada. El fruto es una baya globosa, amarilla, de uno o dos centímetros de diámetro, jugosa, dulce, comestible. Florece de setiembre a octubre, y fructifica de setiembre a diciembre.

GUEMBE O FIDODENDRO. Monstera deliciosa. Planta semitrepadora de la familia de las Aráceas, de frutos exquisitos y sagrados en varias culturas de la América precolombina, entre ellas la Maya, la Mexica y la Tupiguaraní. Hojas perforadas y muy anchas.

JATYTA GUASO o CARACOL GRANDE. Strophocheilus oblongos. Molusco gasterópodo, común en los bosques paraguayos. Mide de cinco a diez centímetros de largo. La caparazón es de color marrón, y en algunas subespecies con algún diseño.

JERUTI o TORCAZA. Leptotila verreauxi. Paloma pequeña de la familia de las torcazas, de canto bisilábico: hu... uúu. Vive en los bosques; es esquiva y, sin embargo, también frecuenta los poblados.

KARÃU. Aramus guarauna. Ave de la familia de las Aramídeas, terrícola y algo arborícola. Sus fuertes gritos le dan su nombre. Vuela bajo, con súbitos aletazos de la horizontal hacia arriba.

KARA KARA o KARANCHO. Caracara Plancus. Ave de la familia falconídea. Tiene la cabeza volcada hacia atrás y un notable semicopete. Se alimenta de aves, roba nidos y se lleva pollos y pollitos de los corrales. También es carroñera.

MAINUMBY, PICAFLOR o COLIBRÍ. Agyrtria versicolor. Avecilla de la familia de las Trochilideas, de colores vistosos. Era el Maino’í, ave sagrada principal de los Guaraní, la que refrescaba la boca de Ñande Ru Pa Pa Tenonde (Nuestro Padre Último Último Primero).

MBURUKUJA, MURUCUYÁ o PASIONARIA. Passiflora edulis. Planta trepadora de la familia de las Pasiflóreas. Existen unas catorce especies en América Latina, de las cuales tres son propias del Paraguay.

MOBOKAJA o COCOTERO. Acrocomia totai. Palmácea de tronco liso, con anillos horizontales y provisto de hileras de espinas largas.

PAKURI. Rheedia brasiliensis. Árbol pequeño de la familia de las Guttífereas, siempre verde; tronco cilíndrico, flores blancas. El fruto es una baya elipsoide, amarilla, de dos a tres centímetros de largo por dos de diámetro, jugoso y sabroso. Florece y fructifica todo el año.

PINDÓ. Sygarus romanzoffiana. Palmácea sin espinas, con tronco largo, grueso, liso y anillado. Era árbol sagrado para los Guaraní. En la actualidad, se ha exportado como árbol de ornamento prácticamente a todo el mundo.

TEJU GUASU, LAGARTO GRANDE o IGUANA. Tupinambis teguixin. Reptil del orden de las Lacertíleas. Lagarto que habita los montes, pero que sale a lugares abiertos en busca de alimento, y que puede llegar a tener hasta dos metros de largo; dos tercios de esta longitud corresponden a la cola.

YPAKA’A o GALLINETA DE AGUA. Aramides ypecaha. Ave de la familia de las Rallídeas, de grito estridente, que le da su nombre; vive en humedales con vegetación y cercanías.

YRUPE o VICTORIA REGIA. Victoria cruziana. Planta flotante de la familia de las ninfadáceas, también llamada nenúfar del Paraguay.

LOS COMPILADORES

 

 

 

 

ACLARACIÓN SOBRE LA ORTOGRAFÍA GUARANÍ

 

            l. Para evitar palabras muy largas y de difícil lectura, hemos separado va'ekuey va'erãde las raíces a las que acompañan.

            2. Todo préstamo léxico del castellano hemos guaranizado: así el lector encontrará soldádo (soldado), Miséria (Miseria), kadéna (cadena), rrúda (ruda), aséíte (aceite).

 

            Feliciano Acosta - Domingo Aguilera

 

 

 

ESPAÑOL - MITOS

 

 

4. DEL KURUPI

 

            Por cierto, el Kurupi es el dueño de las lluvias y los montes; merced a él crecen vigorosamente los árboles, todas las plantas fructifican y bien germina cuanto se siembra. Dicen que por donde pasa, las semillas brotan, espléndidas; todo lo que fue flor se vuelve fruto, todo lo que fue pequeño, si no se yergue se expande, cubriéndolo todo de verdor. Si es que toca el vientre de una vaca preñada, con seguridad esta tendrá mellizos o trillizos, y desde que nace, el ternero sale a retozar por los campos, casi sin pisar la tierra de tan sano.

            Dicen que el Kurupi se parece a un indígena: retacón, ojos casi desorbitados, piel áspera y enteramente cubierto de pelos. Dicen que su verga es enorme, tan larga que la enrolla en su cintura, tal vez para que no se le traben las pantorrillas con ella. Dicen que es difícil descubrir sus huellas, puesto que parece que cada pie tiene dos talones opuestos. Por eso, cuando está en busca de mujeres, no sabemos si está yendo o viniendo. Y esto es lo que desea: no hay mujer que no le guste, sea cual sea, doncella, joven, anciana, casada, soltera. Por esta razón no es conveniente que una mujer salga sola, especialmente en las siestas: si la descubre el Kurupi Lasdoce, sin falta la enlazará con su largo miembro viril y la llevará para montarla. Una vez que la poseyó, la deja muerta o demente.

            Dicen que la mujer, para salvarse del Kurupi, debe cortarle el miembro con un cuchillo o subir a la copa de un árbol frutal. Unicamente así se contiene al lujurioso Kurupi.

 

 

            5. DEL LUISÓN

 

            Cuentan que no es nada bueno que en un hogar nazcan, sucesivamente, siete hermanos varones. A menudo, el séptimo se volverá Luisón. Y dicen que para evitarlo, apenas nazca ese niño, sus padres deben bautizarlo en siete iglesias y hacerlo apadrinar por el Presidente de la República. Solo así se salvará. Al contrario, si no se hace caso del augurio y crece sin esos auxilios, cuando se cumpla su tiempo, una tarde cualquiera se pierde; se va tan lejos que llega a sitios donde nadie vive, y allí se desnuda. Después comienza a blasfemar, a arañar la tierra y a cambiar enteramente de voz; se revuelca en el pastizal varias veces, y al levantarse, con los ojos incendiados, sus uñas se hacen garras y su piel se torna pelambre. Cuando sale de ahí, es irreconocible, pues se ha convertido en un corpulento perro negro, de enorme cabeza y pelo hirsuto, con la lengua colgando y las fauces babeantes, fétido a más no poder. Si algún vecino se topa con él, atemorizado, mira de soslayo al Luisón; los perros aúllan a su paso, siguiéndolo de cerca, todos con el rabo entre las piernas. De allí, dicen que llega al cementerio y se pone a cavar en las tumbas recientes: despedaza los cuerpos que ha desenterrado, se revuelca en ellos largo rato, y al retirarse, se lleva un trozo para devorarlo. Dicen que solo con los muertos procede de tal manera. A los vivos solamente los muerde, en el caso de que se topen con él; incluso a sus parientes los muerde, puesto que, desde luego, no reconoce a nadie. Pero no puede matar a nadie, porque Nuestro Señor no le permite. A veces se limita a tocarnos. En tal caso, se dice que, si sentimos de pronto una mano helada que nos roza en la oscuridad, sin que sepamos qué es, ése es Luisón; se dice también que en la ocasión, el que es tocado por Luisón se encuentra cercano a la muerte. Además, cuentan que quiere pasarnos por entre las piernas, o lamernos la frente. Si hace cualquiera de estas dos cosas, se libra ya de su maldición, trasladándonos su mal.

            Al Luisón no se lo puede herir con ninguna clase de cuchillo, si este no está previamente bendito; tampoco se lo puede balear, si los proyectiles no han sido, igualmente, bendecidos y marcados en cruz. Se dice, asimismo, que podemos capturar al Luisón, si es que aceitamos una rama de ruda y asperjamos en cruz al animal, pronunciando al mismo tiempo su nombre al revés, muchas veces; de ese modo, el Luisón languidece y cae en profundo sueño. Al comienzo, echará espumas por la boca y no despertará hasta el alba. Entonces se sabrá quién realmente es ese Luisón, haciendo de las suyas entre los vecinos, y se lo expulsará del poblado.

 

 

            6. DEL KA'A JARÝI

 

            Dicen que es una hermosa doncella aquella que nombran Ka'a Jarýi; dicen que su cabellera es de oro ensortijado, y por donde va la circunda un aroma de flores. Como tiene magia, a veces camina por sobre los grandes bosques, y de tal modo anda rápidamente de lejanía en lejanía, así como también puede transformarse en cualquier cosa. Ampara con sumo cuidado a los árboles, a los manantiales y a todos los animalitos que habitan el monte; por eso a ella le disgustan sobre manera los cazadores crueles que entran a enturbiar los arroyuelos, que secan las nacientes y matan sin motivo a los animales silvestres. Si tal ocurre, sin falta castiga a los autores; hace como si los devastadores viesen una manada de jabalíes. Entusiasmado, uno de los cazadores va persiguiendo sigilosamente a dichos animales, con el propósito de ir matándolos uno por uno; y sin darse cuenta, tras el último animal sobreviviente, va internándose más y más en el monte, y cuando llegan a un lugar donde nadie pueda oírlos, el chancho montés se detiene, como poniéndose a tiro: el mariscador apunta y dispara, dispara hasta agotar sus proyectiles. Cuando ve que no le penetran las balas al cerdo, se lanza sobre él, cuchillo en mano, pero tampoco la hoja puede herirlo. En ese momento el animal se transfigura: sus ojos comienzan a encenderse, y de sus fosas nasales lanza fuego, y avanza hacia el cazador. Este, enloquecido, atropella el malezal, y si no lo alcanza el cerdo fantasmal, queda semidemente, y sus feroces perros rastreadores, temblando, ya no servirán nunca más para husmear la caza. Así, Ka'a Jarýi se hace sentir a aquellos que no saben salvaguardar su entorno.

            Y de esta manera, como acosa a los malos cazadores, es bondadosa con quienes saben cuidar la naturaleza. Estos, cuando entran en el monte, nada cortan inútilmente, y si acaso derriban un árbol, lo hacen a su debido tiempo y conforme lo necesitan. De igual modo, Ka'a Jarýi ayuda eficazmente y hace que el fruto del trabajo de sus protegidos sea provechosamente sano.

            Muchos dicen que Ka'a Jarýi devora aquellos animales muertos y abandonados en el monte, pero otros dicen que no es así. Cuentan que ella solo los lleva a enterrar en lugares donde no se los pueda encontrar, porque no queden inútilmente los restos en la maleza. Si por acaso queda algún cachorro deambulando sin su madre por ahí, ella se hace cargo del huerfanito. Por pequeños que sean, ella no quiere que sufran o que les ocurra algo malo.

            Dicen que, gracias a su magia, desde luego que no hay espina que la clave ni animal que la muerda. No deja huellas en los lugares por donde trajina. Sin embargo, puede mostrarse de pronto a aquel que quiera tenerla como protectora; y quien no invoca su amparo nunca alcanza a verla, por más que la busque en el monte. Al andar por ahí, a veces solemos pasar por debajo de un árbol caído, y vemos que penden de él güembé de anchas hojas, finas lianas, frutos maduros y demás. Todo eso es Ka'a Jarýi. Es así que ella se viste de su pelo y, reclinada, nos está observando. No obstante, lamentablemente, nosotros no podemos verla cuán bella es en esos instantes.

 

MITOS - GUARANÍ

 

4. KURUPI REHEGUA

 

            Kurupi ningo ama ha ka'aguy jára; ha'e rupi okakuaa porãopaichagua yvyra, hi'a yva máta oiva ha osẽporá temitÿngue. Ha'e ohasa hague rupi ndaje, mba'e ra'ỹi oĩva guive pya'e voi heñoimba; ipoty va'ekue hína, hi'apáma; ha michẽva'ekue hína oho yvate ỹrõopoñy yvýre, omyenyhẽmba oĩha. Vaka imemby potáva rye rehe opokóramo katu, katuete peva imemby mokõi ỹrõmbohapy. Ha onasére voi lo vaka ra'y, orretosáma pe ñúre, hesãi oveve rei.

            Kurupi ndaje ojogua índiope; karapetón guasu, sa jeka, pire anambusu ha haguepaite opárupi. Tuichaiterei ndaje hapi'a. Péva ipukuetereígui chugui ndaje, olia iku' áre, pono oikupy lia mba'e chupe. Hasy voi ndaje jaikuaa haguãhapykuere, ipyta jováigui ha'e. Kuña rapykuéri oiko jave, ndajaikuaái voi ohópa terãpa ou hína. Ha'e upéva opersegi; ndaipori kuña ogusta'ỹva chupe, taha'e ha'évaichagua: kuñataĩ, mitãkuña, guaiguĩ, omendáva, omenda'ỹva. Upéva rehe naiporái kuña osẽha'eño péicha asajekue hamba'e; ojuhúrõchupe Kurupi Ladóse, ojura va'erãla hapi'ápe voi ha ogueraháma chupe iguýpe. Upéicha rire opoi chugui he'ingue, terãkatu la mava opyta itarova upéi.

            Ojesalva haguãKurupígui ndaje, la kuña oikytĩva'erãchugui hapi'a kysépe ỹramo katu ojupi chugui yva rakãrehe; péva añoite ndaje orrepeta Kurupi, iñakãraku jave hína.

 

 

            5. LUISÕREHEGUA

 

            Peteĩógape onaséramo ojoisýire siéte kuimba'e ojoyke'y ndaje, ndaha'éi mba'e porã. Pe sieteha peguágui oikose Luisõ. Ha ani haguãoiko chugui ndaje, onase rehe voi isy ha itúva omongaraika va'erãchupe siéte tupaópe ha ohupika va'erãTendota guasúpe. Upéicharamo añoite ojesalva. Katu noñepenáiramo hese ha okakuaa upéicha, ãga oguahé vove chupe la itiénpo, peteĩka'arúpente okañýma. Oho mombyry porã, mavave oiko'ỹhápe, ha upépe oñemboipaite. Uperire oñemoĩijuru tie'ỹ, oikarãi yvy ha iñe'ẽumía oñekambiapaitéma. Ojapajerei kapi'ipépe heta vése ha upegui opu'ãvo la hesa hendýma, ipyapẽumíva ipukupaite ha haguepaite opárupi. Opu'ãvo upégui, mavavéma ndoikuaavei chupe. Oikóma chugui peteĩjagua hũguasu, akãhy'akua, akãrague avovi; ijuru ryjuipa ha ikũsẽmba ohóvo, mba'e ne jerépe. Oĩramo vesíno oñugueitĩva hendive, hesa yképente voi omaña hese. Jagua umía oguahupa hese, ha osegi sãmbuku chupe hikuái, huguái hakambykuápe joaite. Upeva ndaje oho oguahẽsementériope ha oñemoĩojo'o umi omano ramóva oñeñotỹha. Omboja'opa ndaje la tetekue ha oñembyapajeréi hi'ári are porã, ha upéi ohokuevo ogueraha michĩmi ho'u haguã.

            Omano va'ekue rehente ndaje upéicha ojapo. Oikovévape ndaje oisu'únte, péicha osẽmbaite jave chupe oimo'ã'ỹhagui hamba'e. Ipariénte entérope ikatu oisu'u, si ha'e ningo ndoporokuaái voi. Hakatu ndaikatúi ha'e oporojukávo, Ñandejára nopermitíri chupe. Sapy'ante ikatu opoko ñanderehe. Upéva rehe oje'éva la ñañandúramo sapy'ante ipo ro'ysãvaíva opoko ñanderehe pytũmbýpe, ha ndajaikuaái mba'épa, upéva ha'e Luisõ. Upéicha ha'e ojapo máva oho potáva hína rehente, oje'eva. Ohasase ndaje avei ñane rakamby kua rupi, ỹrũñandehereise ñande syvápe. Upéicha ojapóramo ñanderehe ndaje, ha'e ojelivráma imba'asãgui ha ohejáma ñanderehe mba'e vai.

            Luisi rehe ndoikéi mba'evéichagua kyse, ndaha'éiramo ikarai pyre. Ha avei vála, ndaha'éiramo oñemongarai ha oñemongurusu pyréva. Oje'e ningo Luisõikatuha jajagarra, ñamopo'ẽramo rrúda rakãaséitepe ha jahypãi kurusu pype ichupe. Upekuevo ndaje ja'e va'erãhéra oguývo heta vése ha upéichape ikangy Luisõha ho'a oke. Ijypyrãndaje ijuru ryjuipa, upéi ãga oke ko'ẽmba peve. Ha upéichape ojekuaa mávapa la Luisõ, oikóva oñemotie'ỹlo vecino apytépe, ha oñemosẽtekohágui.

 

 

            6. KA'A JARÝI REHEGUA

 

            Mitakuña neporãmba jepéva ndajeko hína la Ka'a Jarýi oje'eha. Iñakãrague ndaje

sa'yju asy, iñapopẽmba, pe iku'áre oñenupã, ha ohohápe yvoty ryakuãvu rei oñuãmba ichupe. Ipajegui ndaje ha'e sapy'ánte oguata ka'aguy guasu ári, ha upéicha jave mombyry mbyry oho sapy'aitépe; terãavei ikatu oiko opamba'éramo. Hakate'ỹeterei yvyrakuéra, ysyry ha opáichagua animal'i mimi oĩva pe ka'aguy rehe. Upeva rehe ha'e ndocha'eiete voi péicha umi marikador tie'ỹrehe, oikéva omongy'a rei ysyry, ombohypa ykua terãojukapa rei tymba ka'aguy. Peichagua ndaje ha'e oipohano katuete voi, ojuhúramo. Ojuhuka chupe hapépe heta porãkure ka'aguy, ha upéva omyakãraku la marikadórpe. Mbegue katúpe ha'e osegi ohóvo umi animálpe, peteĩteĩojuka haguãohóvo. Ha oñeñandu'ỹre, pe ipahaitépe hembýva rapykueri oikeve ohóvo ka'aguýre. Oguahẽvo peteĩmavave ohendu'ỹhaguãme chupe, pe kure ka'aguy opyta oñeha'ãka chupe. Ha la marikador oñemoi ojapi, ojapi la kure ivalapa peve. Ha ohechámaramo ndoikei hese vála, ojepoi hi'ári kyse reve. Ha upéva ndoikéinte avei la kure rehe. Ha upépe la animal oñemoĩojedefigura: oñepyrũhesa hendy ha osẽitĩgui tata. Ojere ha oúma la marikadórpe. Péva ãga itarovaite ha osẽogueraha ipéchore umi javorái, ha ndohupytũiramo chupe la kure póra, opyta itavy nunga, ha hymba jagua umía opyta avei oryryipa, ndovalevéi mba'everã. Péicha Ka'a Jarýi oñeñanduka umi noñangareko kuaáiva hekoha rehepe.

            Ha opersegiháicha avei peichagua máva itie'ỹvape ndaje, imba'e porãiterei la marikador imba'e rechakuaáva ndive. Peichagua mava ningo oike jave ka'aguýpe, noikytĩreíri mba'eve, ha oitãtaramo yvyra hamba'e, oity itienpoitépe ha oikotevẽjavénte. Peichaguápe Ka'a Jarýi oipytyvõmbarete ha omorrendi chupe hembiapokue.

            Heta ningo oĩhe'íva Ka'a Jarýi ho'uha umi animal ojejukáva ha ojeheja rei pe ka'aguy rupi. Ha nahániri ndaje. Ha'e ndaje oguerahánte umíva oñotỹojepilla'ỹhaguãme, pono opyta rei hetekue umi jaíre. Sapy'ánte opytáramo animal ra'y oiko reíva

isy rehe'ỹumírupi, ha'e oñangareko hese. Tamichĩmichĩháicha umíva, ha'e ndoipotái oiko asy terãojehu chupekuéra ivaíva.

            Ipaje rupi ndaje ha'e ndaipóri voi ñuatĩoikutúva terãvícho oisu'úva chupe. Ndojekuaái ni ipypore umi oikoha rupi. Katu ndaje sapy'ánte ojehechauka oñembo'abogádova hesépe. Ha la ha'e'ỹva ndaikatúi jahecha, jahekaveramo jepe chupe ka'aguy rehe. Jaikokuévo umi rupi sapy'ánte jahasa yvyra ñeno guy rupi hamba'e, ha jahecha osaingopa hese guembepi, ysypo'i, yva aju hamba'e. Upéva Ka'a Jarýi hína. Péicharamo ha'e oñembyao iñakãraguépe ha oguapy jeko omañana ñanderehe hína. Hakatu ñandénte ndaikatúi jahecha chupe mba'eichaitépa iporãupéicha jave hína.

 

 

LEYENDAS - ESPAÑOL

 

4. DE SANLAMUERTE

 

            En los viejos tiempos, cuando Dios envió inicialmente al señor Sanlamuerte a la tierra, habló con él y le ordenó cuál iba a ser su misión: «Traerás a mi presencia a aquellos que ya cumplieron su plazo mortal», le dijo Dios; esto le preocupó a Sanlamuerte, puesto que se le mandaba ser duro de corazón. Dios agregó:

            - No te inquietes -dijo-, habrá muchos que guarden temor de ti, y otros tantos que te querrán. Y para que nadie te denigre sembraré en la tierra las enfermedades, de tal modo que, si alguien fallece, ninguno pensará que tú le arrebataste, sino que dirán “ha sido su dolencia la que le mató”.

            Sin embargo, dicen que Señor Sanlamuerte siguió angustiado, pensando cuántos niños huérfanos iba a dejar, y quiénes habrían de vestirlos y alimentarlos; a cuántos iba a dejar sin esposa y a cuántas sin marido. Todo esto lo entristecía.

            Entonces Dios le llamó y le increpó:

            - ¡Vete a levantar aquella gran piedra que está detrás de ti y no vuelvas a hacerte el tonto! Dicen que Sanlamuerte se fue, alzó la piedra y debajo encontró gordos gusanos pululando. Entonces Dios habló de nuevo:

            - ¿Quiénes nutrirán y vestirán a estos gusanos?

            Y dicen que al oírlo, Sanlamuerte bajó la mirada y desde entonces realiza lo que Dios le ordenó.

 

 

            5. DE LA MISERIA

 

            Cuando la Miseria vino a establecerse por vez primera en la tierra, Nuestro Señor le dio un triple poder: quien se sentara en su silla, no iba a levantarse más; quien subiera a las ramas de su manzano, no iba a descender más, y quien entrase en su bolsa, no iba a salir más. Solo si ella lo deseara podría liberar a los que cayeron en su poder.

            Dicen que cuando Miseria pisó el mundo, principió mal utilizando los poderes que Dios le había otorgado; cuando vio Dios que Miseria había engañado así a muchos, se fue preocupado, y entonces mandó a San Lamuerte en su búsqueda, para llevar a Miseria al lugar que realmente le correspondía, vale decir el infierno.

            Con extrema cordialidad Miseria recibió a Sanlamuerte cuando éste llegó:

            - Siéntate y espérame un ratito -le dijo. Dicen que Sanlamuerte se sentó pesadamente en la silla de Miseria, pero de ahí ya no pudo levantarse. Y dicen que en el cielo no se supo más de Sanlamuerte, pues este no regresaba. Entonces, Dios envió a tres santos de su confianza en busca de Miseria: a Santa Lucía, por su aguda visión, a San Pascual Bailón, por si acaso no se dejara encontrar, y a San Miguel por si Miseria se hubiera convertido en un demonio.

            Dicen que ya desde lo alto, Santa Lucía vio a Miseria; después, cuando los tres llegaron a la tierra, por su parte San Pascual ya la encontró, y San Miguel le dio un planazo en la espalda con su sable. Miseria, en cambio, dicen que se mostró muy alegre con ellos.

            - Seguramente vienen muy fatigados -dicen que les dijo a los santos-. Por qué no recogen algunas manzanas, disfrutándolas mientras me alisto para volver con ustedes.

            Dicen que los santos, que desde luego llegaron con apetito, subieron a las ramas del manzano y, al unísono, saborearon las frutas. Y allí se quedaron los tres, sin poder bajar. Y dicen que Dios en el cielo no supo más lo que pasaba en la tierra, porque no regresaban los que había mandado en procura de Miseria. Dicen que entonces Él mismo vino a llevarse a Miseria.

            - ¡Vengo a que regresemos! dicen que le dijo; Miseria se hizo la tonta y le contestó:

            - Si en verdad eres Dios, conviértete en hormiga. Únicamente así voy a creerte.

Se trasformó Dios en hormiga. Y dicen que Miseria tomó a la hormiga y de inmediato la metió en su bolsa; entonces Dios exclamó:

            - ¡Quítame de aquí ahora mismo! -cuentan que le dijo, y Miseria la sacó. Después de todo ello, dicen que Dios se enojó definitivamente con Miseria, a causa de su traición.

            - No te quiero más en el cielo-dicen que le dijo-, por haber usado el poder que te concedí para burlarte de Mí y de mis tres santos.

            Dicen que Miseria entonces se abrazó al mundo, y alegremente anduvo.

            Tiempo después, se acordó de repente de Dios y quiso regresar al cielo: un día, por sí sola, se presentó como para reingresar allí. Dicen que San Pedro salió a recibirla, pero no le permitió entrar: había sido que el propio Dios le encargó que Miseria no entrara otra vez.

            En vista de ello, dicen que Miseria se fue al mismísimo infierno a ofrecerse. Tampoco allí nadie quiso saber nada de ella, por horrenda y falsa.

            Fue así que Miseria retornó a la tierra, deambulando entre nosotros hasta hoy.

 

 

            6. DEL CIELO

 

            Dicen que al morir solo al cielo queremos irnos; allí no entran aquellos que en su existencia no vivieron según los deseos de Dios. Dicen que allá están juntas las cosas hermosas que conocemos y anhelamos aquí en la faz de la tierra. Allá todo mal expira. Acaba el frío, el bochorno del aire, la fatiga, los vicios, las ganas de dormir y cualquier clase de dolencia. Solamente para Dios se dice que viviremos y él nos da todo lo que le pedimos. Los más deliciosos manjares y frutos penden de los árboles en derredor, aun cuando ellos solo están para mirarlos, porque, desde luego, ya no hay hambre.

            Dicen que también en el cielo no pueden entrar aquellos que fueron maldicientes durante su vida terrena, como tampoco los que no hicieron el bien a su prójimo, y asimismo los que prestaron falso testimonio. Allá ya no podemos mentir a nadie. Dicen que muchos, cuando ya están en la muerte, van y afirman que iban con frecuencia a la iglesia, que siempre fueron devotos, así como también que daban permanentemente limosnas a los necesitados, y dicen que si las ánimas quieren engañar, el Diablo se burla de ellas y les arroja a la cara sus embustes.

            Luego dicen que el alma sigue avanzando hasta llegar al borde de una barranca. Desde allí dicen que se ve una hirviente agua sucia, que borbotea como plomo derretido; más allá se encuentran todos los demonios, que aparecen en forma de macho cabrío, monos o patos, mordiéndose todos ellos, unos a otros, como queriendo confundir al ánima. Después dicen que los demonios le tiran una soga o una cadena a la orilla donde se encuentra, y cuando ella sujeta la punta, los de la otra costa la estironean para hacerla pasar. Si el ánima hizo muchas buenas obras en vida, tiene una gran fortaleza y no pueden con ella los demonios. En ese caso, esa alma es la que los arrastra a todos con la piola hacia la barranca, hasta que los hunde en las inmundas aguas hirvientes. Y muchas veces dicen que se rompe la piola en el medio, y si ello ocurre, los demonios van azotándose entre sí con la soga o cadena restante, hasta llegar al infierno de nuevo. Entonces el alma camina entre flores y entra en el cielo con aquellas que se salvaron. Ahí, dicen que, mientras que entonan cánticos u oyen trinar a los pajarillos, acá en la tierra ya pasó mucho tiempo.

            Por el contrario, dicen que, al ánima que no tuvo fortaleza, los demonios estiran la piola hasta arrojarla a aquellas aguas, donde se queda sufriendo largo tiempo, hasta pagar sus pecados. Ese es el que llamamos Purgatorio. Y si el alma es todavía más débil, a causa de haber sido demasiado malvada en vida, muy pronto los demonios la hacen pasar la barranca hacia su lado. Y al llegar allí, se convierte también en cabra: ella y los demonios van juntos a su país infernal.

 

 

LEYENDAS - GUARANÍ

 

 

            4. SANLAMUÉRTE REHEGUA

 

            Yma ndaje Ñandejára ombou dejára ombou ombou ou ypýtaramo guare Señor Sanlamuértepe yvy ape ári, oñomongeta hendive ha omombe'u chupe mba'épa ha'e hembiaporã. "Hi'ára guahẽva guive nde rerútantema chéve", he'i chupe Ñandejára. Ha upéva ojopy Sanlamuértepe, ipy'a hatãiterei va'erãpy. Upémarõndaje Ñandejára oñe'ẽjey chupe:

            - Ani rejepy'apy -he'i chupe-, heta va'erãokyhyjéva ndehegui ha heta va'erãavei nderayhúva. Ha pono mavave oñe'ẽvai nderehe, che amoĩta mba'asykuéra. Upéicha rupi, oĩramo omanóva, mavave nde'imo'ãi "Sanlamuérteko ogueraha", sinoke "imba'asýnteko ojuka chupe" he'ínte va'erã.

            Uperire ndaje Sanlamuérte ojepya'py jeýnte. Opensa hína mboy mitãpa omotyre'ỹva'erã, ha mávapa omongaru ha omonde va'erãumívape upéi; mboýpepa avei oheja va'erãmena'ỹre terãtembireko'ỹre, ha umíva nombovy'avéi chupe. Upémarõndaje Ñandejára ohenói ha he'i mbarete voi chupe:

            - ¡Tereho emboguy amo ita oĩva nde kupépe, ha anive reñembovýro!

            Oho ndaje Sanlamuérte oipe'a la ita ha ojuhu iguýpe omumumba yso kyra. Ha upépe Ñandejára oñe'ẽjey chupe:

            - Ha máva piko omongaru ha ombyao umi ysópe -he'i chupe.

            Ha Sanlamuérte ndaje itindy upe guive, ha oguejy ojapo Ñandejára rembipota.

 

 

            5. MISÉRIA REHEGUA

 

            Miséria ou ypýtaramo guare yvy ape ári ndaje Ñandejára ome'ẽchupe mbohapy poder: oguapýva isílla ári, nopu'ãvéima va'erã; ojupíva imansána rakãre, ndoguejyvéima va'erã; ivokópe oikéva, nosẽveima va'erã. Ha'e oipotáramo añoite, opoi kuaa jey la umícha ho'ávagui.

            Ou ndaje Miséria la yvy árí ha oñepyrũoiporu vai la poder Ñandejára ome'ẽva'ekue chupe. Ha ohechámaramo hetaitereípe ohodeha Miséria, Tupãme oipy'apýma mbeguekatúpe. Ha upémaramo ombou ipiári Sanlamuérte, ogueraha haguãchupe hendaguãme.

            Horyeterei voi ndaje Miséria la Sanlamuértepe, oguahẽvo oúvo.

            - Eguapýna chera'arõmi sapy'aite -he'i chupe ha'e. Sanlamuérte ndaje ¡chiple! voi oguapy la Miséria síllape ha nopu'ãkuaavei. Ha la yvágape ndaje mavave ndoikuaavéi mba'eve Sanlamuértegui, ndohovéi. UpémarõÑandejára ombou Miséria piári mbohapy isánto ojeroviaveha: Santa Lucíape, hesa pysóre, San Pascual Bailónpe, sapy'ánte okañy mba'éramo guarãMiséria, ha San Miguélpe, sapy'a oikóramo guarãAña mba'e Misériagui.

            Yvatégui voi ndaje Santa Lucía ohecháma Misériape. Upéi oguahẽvo yvĩpe hikuái, San Pascual ojuhúma chupe ha San Miguel katu oharyvóma ijespáda Miséria lómore. Miséria katu ndaje horyeténte chupekuéra.

            - Oimearãngo penekane'õpejúvo -he'i ndaje la santokuérape. Pemboguejýna mansána mba'e pe'u pe'u hína, aimemba aja, ha upéi jaháma haguã.

            Ha la santokuéra ndaje ivare'a voi oguahẽvo, ha upémarõmbohapyvéva ojupi la mansana rakãme, ho'u joa hikuái. Ha upépe opytapa, ndaikatuvéi oguejy ni peteĩva. Ha ndaje la yvágape Ñandejára ndoikuaavéi mba'épa oikóva la yvýpe, omboúvante Miséria piári, ndohovéi. Upémarõndaje ha'ete ou oguerahávo Misériape. "¡Aju jahávo!" he'i ndaje chupe, katu Miséria oñembotavy chugui. He'i chupe:

            - Añetéramo nde la Ñandejára, eikomi tahýiramo. Upéicharamo mante rogueroviáta.

            Ha oiko Ñandejáragui la tahýi. Ha upévo ndaje Miséria ojagarra la tahýi ha konenéipa omoingéma ivokópe. Upe guive ndaje Ñandejára osapukái chupe:

            - ¡Pya'éke cherenohẽko'águi! -he'i ndaje chupe. Ha Miséria opoi chugui okápe. Ha upevakue rehe ndaje Ñandejára ipochyete raka'e Miséria ndive, itraisionéro haguére hendive.

            - Che ndoroipotavéima yvágape -he'i ndaje chupe-, reiporu rehe pe poder ame'ẽva'ekue ndéve reñembohory haguãcherehe ha che santokuéra rehe.

            Ha Miséria ndaje opyta ojagarra ipéchore la múndo, okorre, ovy'a. Ha upéi are haguépe imandu'a jey sapy'a Ñándejara rehe, ha ohoséma la yvágape. Ha peteĩárape ha'e aénte oho oñepresenta upépe, oike haguãicha. San Pedro ndaje osẽoñatende hese, katu nomoingéi chupe. Ñandejára voi onkarga ra'e ani haguãMiséria oike.

            Upégui ndaje Miséria oho Infiernopehaitéma oñekuã. Ha upépe ndaje mavavénte avei ndoikuaaséi chugui mba'eve, ivai ha ifajúto rehe.

            Ha upeicha rupi ndaje Miséria ou jey raka'e yvy ape ári, ha oiko ñande apytépe ko'ãgaite peve.

 

 

            6. YVÁGA REHEGUA

 

            Ñamano rire ndajeko yvágapente voi jahase, ha upépe ndoikéi la hekovépe oiko'ỹva'ekue Ñandejára oipotaháicha. Upépe ndaje oĩmbaite oñondive mba'e porãjaikuaáva ha jaipotáva guive ko yvy ape ári, ha opáma mba'e vai opáichagua. Opáma ro'y, mba'e haku, kane'õ, vísio vai, topehýi ha mba'asy umía. Ñandejára peguarãntema ndaje jaikove ha ha'e ome'ẽñandéve jajeruréva guive chupe. Tembi'u, umi hevéva, yva umía osaingopa rei ñamañaha gotyonte, katu ningo umía oĩjahecha haguãnte, si ndaipori la iñembyahýiva.

            Yvágape ndaje ndaikatúi oike ijuru tie'ỹva'ekue hekovépe, ojapo'ỹva'ekue mba'e porãhapicha rehe terãkatu ijapu va'ekue. Upépe mavavépema ndaikatuvéi ñambotavy. Heta ndaje oĩomano rire ohoséva he'i oho hague tupaópe, iñembo'ese hague terãkatu ome'ẽmante hague tupãmba'e oikotevẽvape. Ha la ijapúramo ndaje, Aña oñembohory la ánimare ha konenéipa ohova'api chupe iñe'ẽnguépe.

            Upéi ndaje la ánima ohasave va'erãha oguahẽpeteĩvarránkape. Upepe ndaje ojekuaa opupu y ky'a, ku plómo rykúicha hypu'ũva hína, ha mboipýri oĩmbaite lo demóño. Upeicha jave ndaje lo mba'e pochy oñemonde kavaráramo, ka'i ỹrõypéramo ha ojosu'upa hikuái upépe, la ánimape omoñuhãse hína. Upéi ndaje omombo hikuái pióla terãkadéna la ánima oĩha gotyo; ha péva ojagarra rire ipúntagui, oitironea chupe hikuái ombohasa haguãla varránka mboipýri. Ha la ánima hembiapo porãngue hetáramo, imbareteterei ha ndaipu'akái hese lo aña. Ha'e uvei ãga ipu'aka hesekuéra: ombotyryry chupekuéra la piólare, la varránka ládope, ha oitypa lo añáme huguápe, la y ky'a opupuhápe hína. Sapy'ánte ndaje la pióla oso pe mbyte rupi ha upéicha jave lo aña oñombuepoti ohóvo pe hembyrépe, oguahẽmeve la Infiérnope jey. Ha la ánima katu ohóma, yvoty pa'ũme, oike la ojesalvavakuéra ohohápe, la yvágape. Upépe ndaje opurahéi aja hikuái, terãohecha aja guyra'i hamba'e, ko yvyýpe ohasáma heta tiénpo.

            Ha la varránka ári oguahẽva na'imbaretéiramo katu ndaje, lo demóño oity chupe la ýpe, ha upépe opyta are osufri, opagapa peve la ipekadokuéra. Péva la Purgatório ja'eha hína. Ha ikangyetereivéramo katu ndaje, lo aña ombohasa voi chupe la varránka mboypýri. Ha upépe ohasávo, la ánimagui oikóma avei kavara, ha ojogueraháma hikuái umi ótro ndive hetãmekuéra.

 

 

 

 

 

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