RANCHO PARAGUAYO

Óleo sobre cartón de 43 x 60 cm.

Obra de ALICIA BRAVARD

Colección Jorge Gross Brown

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ALICIA BRAVARD (1913-1986)

Esta artista estudia pintura con Bestard en el Ateneo Paraguayo. Su primera exposición individual la realiza en el Unión Club en el año 1953.

En un comentario periodístico (Diario Última Hora, Correo Semanal, 29/06/1999, pág. 13, el crítico de arte Miguel Ángel Fernández habla de la gran influencia que tuvo el maestro Jaime Bestard a su regreso de Europa, con su concepción innovadora frente a los lenguajes académicos tradicionales, y menciona que entre una de sus alumnas se encuentra la artista Alicia Bravard, quien heredó del maestro los temas, las pinceladas y el color.

Una publicación periodística se refiere a una presentación escrita por el propio Bestard para una exposición de Alicia Bravard realizada en 1953. Se transcribe un fragmento de la misma: "LA OPINIÓN DE UN MAESTRO"

"Seguir la trayectoria marcada por un pintor, según el esfuerzo realizado en las sucesivas manifestaciones de su arte, es imprescindible para el observador que quiere aquilatar en su justo valer su capacidad de superación. Porque el artista, es decir, el que se hace cargo debidamente de su elevada misión, al no titubear para abandonar el dominio de las rutas fáciles, de los cómodos triunfos y se lanza con ánimo resuelto en la rebusca afanosa de un nuevo camino, tal vez mucho más difícil que el conocido, pero más de acuerdo con sus inquietudes, va sembrando en su trayecto constantes como elocuentes pruebas de su espíritu. En este terreno se sitúa sin duda Alicia Bravard. (...)

(...) Y, sin alterar la armonía, empasta los tonos brillantes de los caminos de arcilla roja, que resplandecen bajo el sol, con los variados matices del verde de nuestra floresta. Este feliz resultado es debido a que la artista modeló sus primeros pasos en el campo impresionista, como la mayoría de los componentes de la escuela que se está formando en nuestro país, desde luego. Y es lógico que así sea; porque en arte no se da saltos, y, si se da, no tiene porqué ser precisamente el que lo lleve a uno a caer en el campo contrario. Defenderse de fórmulas foráneas y de realizaciones arbitrarias, que amenazan la vida misma de la pintura, es perentorio porque, dentro de nuestro horizonte estético, se abre un ancho campo, cuya exploración y estudio es un deber para el artista, forma única que le ayudará a descubrir lo íntimo y valioso del espíritu de su tierra". (ABC Revista, 6/08/2006, Luis Verón, págs.. 30-33

Comentario del libro (págs.. 22 y 23)

JAIME BESTARD ARTE Y DIGNIDAD

Por AMALIA RUIZ DÍAZ

Publicación realizada con el apoyo del FONDEC

© Amalia Ruiz Díaz

Fotografía: Amalia Ruiz Díaz y Juan Carlos Meza

Asunción-Paraguay 2009 (150 páginas)

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