Portal Guaraní - SOBRE LA DUREZA DE LOS VOTOS - Por ALFREDO BOCCIA PAZ

Uno de los que me llamó la atención es el del politólogo Marcello Lachi, quien reflexionó sobre los 60.000 votos de diferencia que dieron la victoria a Mario Abdo en Asunción. Es una cifra descomunal, sobre todo, si se tiene en cuenta que la distancia entre este y Efraín Alegre en todo el país fue de solo 96.000 sufragios. Es decir, dos tercios de los votos que separaron a Abdo de Alegre provinieron de la capital.

Lo curioso es que las cosas eran distintas en esta ciudad hace poco más de dos años.

Con un padrón que tenía decenas de miles de electores menos, Mario Ferreiro fue electo intendente con 115.000 votos, a los que habría que sumar otros 10.000 conseguidos por Meyer, candidato del Frente Guasu, para equipararlos con los de la actual Alianza Ganar.

Pues bien, ahora Efraín Alegre solo pudo recoger 90.000 votos frente a los 150.000 de Abdo Benítez.

Para Lachi, es imposible que esto ocurra solo por la supuesta decepción de la gestión de Ferreiro. Y pasa a explicarlo a partir de la lógica impuesta por el histórico bipartidismo paraguayo.

Su estructura goza de buena salud y sigue siendo asimétrica: colocados frente a frente, gana siempre el mismo. Pero hay un tercer espacio ocupado por varios partidos, entre los que predominan los de izquierda. Si estas fuerzas se unen a los liberales, es posible ganarles a los colorados. Pero esto no es automático.

La alianza por sí sola no basta. También es necesaria una cierta fractura en las filas republicanas, tal como ocurrió en el 2008.

Pero hay más requisitos: esa alianza debe ser encabezada por una figura que pueda robar votos a la ANR. Y un político liberal clásico es el menos indicado para esa tarea.

Los votos de los partidos tradicionales están tan atados por vínculos familiares y afectivos que migran con dificultad a otras carpas. Lachi calcula que el 70% de ellos votarán por el Pato Donald o Nakyrã pire si se lo propone su partido.

Son votos duros, inconmovibles. Quiere decir que los electores capaces de votar por alguien que no sea de su partido constituyen el 30% de las agrupaciones tradicionales. Y aún para estos, resulta más aceptable votar por una persona que no sea un prototipo del dirigente político del partido rival tradicional.

Eso explicaría por qué Alegre no capitalizó los votos conseguidos por Ferreiro en el 2015 y por qué Abdo tuvo tantos votos, pese a que su electorado estaba dispuesto a castigar a algunos de su partido, como se demostró por los resultados en Senadores.

Estas reflexiones son, obviamente, incompletas, centradas en cifras asuncenas y dejan muchos aspectos sin analizar. Pero son un buen insumo para intentar comprender lo que nos dijeron las urnas.

GALERÍA DE MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY

(Hacer click sobre la imagen)

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)