A LA INTEMPERIE
Poesías de GLADYS CARMAGNOLA
Colección del Corcel, 6
Diseño de Tapa y viñeta:
LUIS ALBERTO BOH
Impreso en Asunción,
Con el apoyo del
Fondo Editorial para la Difusión de la Poesía
(FEDIPO)
Asunción – Paraguay
1ª Edición 1984, Alcandara Nº 24
2ª Edición, 1998 (129 páginas)
A LA INTEMPERIE
Poesías de GLADYS CARMAGNOLA
Palabras para esta segunda edición de
A LA INTEMPERIE
Que es posible, de un día a otro, separar de un todo caóticamente disperso, una cantidad de textos mínimamente presentables, lo confirmé una mañana de junio de 1984, gracias a que Carlos Villagra Marsal me preguntó si podría el siguiente poemario de Alcándara ser uno mío.
A estas alturas, sé que el primer editor de mis poemas habrá ya disculpado las impropiedades, correcciones y añadidos de último momento, debidos a la inesperada emoción de saber (¡al fin!) que aquello en lo que creía, sería ratificado como libro número 24 de la más representativa y exigente Colección de Poesía paraguaya: Alcándara.
33 años desde la publicación de mi primer libro, de amor, dedicado a un niño (14 de la primera edición de A la intemperie), no han hecho sino intensificar la ilusión que sustenta el oficio, el ejercicio de una vocación auténtica, de quien confía en la extraordinaria capacidad de servicio de la Poesía: para el reencuentro, o el encuentro inicial con emociones y experiencias intransferibles de otro modo; y para un servicio muy práctico y cercano a nosotros, además, como, por ejemplo, intentar al menos atenuar la vergonzosa fama de generalizada corrupción de este nuestro país, debida a algunos para quienes estoy segura la poesía simplemente no existe.
Como la primera edición de este poemario en 1984 se produjo súbitamente, no me dio el tiempo que requeriría tomar coraje para pedir su anuencia a un ser excepcional acerca de que su nombre enalteciera unos versos, -aun no siendo el libro que desde hace tanto quiero ofrecerle sin consulta, porque sobran ya pruebas de su equidad, y porque deseo lo sepa no sólo él y de viva voz, esta primera edición de A la intemperie en la Colección del Corcel, está dedicada
a Monseñor Dr. Blas Ismael Rolón Silvero,
Arzobispo Emérito de Asunción,
a quien amo, admiro y respeto desde mis doce años.
8 de noviembre de 1998
Gladys Carmagnola
OFRECIMIENTO
En este corazón,
pleonasmo de amor y de fisuras,
despilfarro de sueños,
mustio eco
del que ahíto de llagas y ajetreos
durmió entre la maraña de las horas
y los vientos...
En este corazón,
cueva perdida en el confín del tiempo,
no hay túnel, no hay salida
para el hato vandálico de trinos
que golpean sus muros desde siempre...
Arrímate a mirar en este corazón
y arranca cuanto quieras.
1965
PERSUASIÓN
A ti, Poesía
Durante mucho tiempo
me disfracé de ruiseñor herido;
o lo fui en realidad; no lo recuerdo;
o quizá duele aun el admitirlo.
¡Cuánta fecundidad la que frecuento
de tu grandeza, de tu poderío!
Si sólo meditándolo, proyecto
mis circunstancias hacia algún prodigio
y no existe palabra o sentimiento
que pueda transformar su mecanismo.
Y éste habrá de ser nuestro secreto:
ya verdad, ya disfraz, tu cometido
ha de estar corroyéndome por dentro
irrenunciablemente persuasivo.
1984
IDENTIDAD
Igual que tú,
tengo lo que llamamos nombre y apellido.
Un pequeño cartel plastificado
y un número chiquito.
(¿Señas particulares?
Las verdaderas, muy poco visibles.)
Quién soy o quién no soy nadie lo ha dicho
y nadie va a decirlo.
Si al misterio de ser
alguna vez lo cobijó algún libro,
yo no encontré sus páginas,
ni sé si por casualidad las habré visto.
(Sí. Tal vez por azar, ávidamente,
me salté, sin querer, ese capítulo.)
Pero sé que no soy dieciséis letras en un visor de plástico
con unos pocos, tristes jeroglíficos.
Sé que no soy un número -ni estrictamente polvo
que volverá de un modo u otro alguna vez a sus dominios.
Tal vez mi identidad es la que tú me das
mientras buscamos juntos el camino.
Tal vez el mejor nombre
que ser humano alguno habrá tenido
es el que yo encontré
cada vez que he amado y he sufrido,
y es ése el único
con el que voluntariamente hoy me identifico.
1981
MUJER
A Cecilia
¿Mis manos son débiles?
No ha de doblegarlas el mero contacto del viento
que azota la estirpe de mujer
que llevo.
Sentirse, saberse mujer, es hermoso.
Es perfecto.
Y es hermoso
saber que se lleva en el pecho
algo que lastima,
algo como un peso
que es suma y esencia
del Verbo
que he de compartir -aunque a veces duela-
contigo, o con ellos.
Lo sé. Soy humana.
Y aunque no me acucia en la vida otro anhelo
que el de ser mujer
-alma, forma, sueños;
mujer
nada más, ni menos---
a mí me han legado este peso
dulcísimo, amado, infinito,
que no lleva huesos,
que no tiene rostro de hembra o varón
ni se vanagloria de uno u otro sexo.
(Señor: tu poesía
me desborda toda, no cabe ya dentro.)
A veces
me doblo y renuevo
y al hallar al paso una carga nueva extirpo la antigua, aunque duela
y en algún lugar la olvido ex profeso
envuelta en ropaje real
o en harapos métricos.
No me han dado alforjas donde conservar
todo lo que encuentro.
Por eso,
sí, quizá por eso
habrás de encontrarlo
en cualquier rincón transformado en verso.
1966
NOSTALGIA
¿Por qué este aroma que me trae el viento
me inunda de nostalgia, de recuerdos?
(Pétalo azul,
agua,
ternura,
cielo...)
Aquel amor
¿fue amor?
¿ha sido todo cierto?
Este aroma que vive desde entonces
¿es auténtico?
1967
AMIGOS
A Ester de Izaguirre
Es mejor hablar claro;
hablar sencillamente,
como viejos amigos.
Toma mi mano. Así.
Estemos juntos.
Tampoco a mí me basta el pan de trigo.
Compartamos el otro, el que alimenta
la sangre de este oficio,
y aunque jamás hallemos la respuesta
busquemos juntos.
Quiero saber quién soy y a qué he venido.
1981
RAZONES
A José María Gómez Sanjurjo (t)
Para cuando no sirvan las palabras
aunque vivan las horas,
araño la corteza de una sílaba
e intento atrapar su magia
ahora.
Para cuando no guarde misterios
con los cuales nutrir mi corazón, la aurora;
o su luz no me alcance
para desbaratar las sombras
o te hable y no me escuches
o me mires
y no me reconozcas,
debo seguir acumulando letras
ahora.
1982
IMPOTENCIA
A Dora Gómez Bueno de Acuña (t)
Este escurrírseme la vida entre las venas
y no poder pararla...
Este sentirme herida en cada aurora;
este saberme inválida,
y esta angustia que me trepa al alma
y me envenena
mintiéndome que nada sirve para nada;
que no podré quedarme
en un rincón perdido de la casa;
que la profundidad del pozo apenas sirve
para saciar mi sed de agua;
que tú, que yo, estaremos borrados
-como algún error o alguna mancha
y aún estará la piedra,
la inevitable podredumbre entre las plantas,
el kupi'i entre las vigas
o una aureola gris de humedad en las paredes blancas.
Sí. Yo -estirpe única privilegiada---
soy
indiscutible exponente de la raza humana.
1982
DE REPENTE ES OTOÑO
A Carlucho (t), Negra, Chino
¿A qué ilusorio afán doné mis horas?
¿En qué estéril empresa, cometida
en nombre del amor, gasté las lágrimas
y derroché la libertad, la risa?
Ya no hay lugar para malentendidos:
de repente es otoño; y parecía
que las festividades del verano
jamás acabarían.
Procuro establecer identidades
entre el otoño y la melancolía,
el ejercicio pleno del amor
y la íntima razón de la alegría,
entre alguna esperanza desairada
y esta fe aumentada y corregida,
entre una larga búsqueda
y la verdad que esconde la poesía.
Y aunque sé que sinónimo de edad
no es experiencia, ni sabiduría,
hoy comprendo que sí valió la pena
tanta escondida suerte (tanta vida
ineludiblemente sojuzgada
con una que otra pena compartida).
Si acaso celebramos esta noche
la ceremonia de mi despedida
déjame a la intemperie; estoy ansiosa
de admitir mis estériles fatigas,
mi ingratitud, mis dudas, mis fracasos
-esta incompleta, inacabable lista
que empecé un dos de enero y desde entonces
impregna mis sandalias de ceniza-.
Déjame a la intemperie: estoy dispuesta
junto a mi Dueño a inaugurar la vida.
1984
REENCUENTRO
A Carlos Villagra Marsal
Yo (también peregrina), habitante
de un hermoso país de flor y fuego,
albergo, como tú,
una patria de voces y silencios,
áspera y dulce como la guayaba,
de aroma de jazmines y madero.
Patria de voces puras,
de adjetivos sencillos, simples verbos;
de sustantivos parcos, comedidos
-andamiaje aborigen: rudo, escueto-
y patria de quebrachos desgajados
y de cañaverales de silencio
regados por el vil brebaje amargo
y viscoso del miedo.
(Palomar, campanarios y sonidos
-ansia testimonial de un hemisferio-.)
Antigua voz oculta
que todo ser humano lleva dentro
es la que escapa hoy a los caminos
de tajy, yerba mate y cocotero
para decirte sólo una palabra
breve, imperturbable ante el horror del vértigo
y fiel -como se dice sólo han sido
algunos pocos perros-.
Sus dos sílabas puras
en las que crees tú, en las que creo,
viven aún aquí, en esta tierra
que nos une a los dos como en un beso
y han de darnos la voz en esta hora
impostergable ya para el reencuentro.
1983
TE AMO, ABRIL
A Neiny y Charly
Te amo, abril, te amo
por tu sol,
tus hojas amarillas
y tu Semana Santa.
Te amo por las notas que entregas a este otoño
embriagado de música y fragancia.
Te amo porque de ti
una oscura garganta
se nutre y fortalece, y es feliz, y canta.
Te amo porque en ti
hallo mi alma y la luz sintetizadas.
Te amo, abril, porque estamos.
Y te lo digo
como si hiciera falta.
1966
EN MAYO
A Josefina Plá
Si pudiera esta tarde
soleada, perfecta,
destrabar las ventanas del alma
y que todas mis ansias fundidas en un diminuto poema
al fin desprendieran su vida
del mundo que oculta mi forma imperfecta...
Con sólo soñarlo me siento hecha vid
siempre renovada en uvas eternas.
Quizá alguna tarde-como yo en las tuyas
alguien pose su planta insegura en mi huella,
y aunque ya mis cenizas abonen-¡ojalá!
la tierra,
de las ansias que esconde
un minúsculo poema
extirpe la fuerza
que esta tarde me arrastra hecha sílaba trémula.
1966
SUPOSICIÓN
a María Elena Walsh
Si hubiéramos estado hechos de metal,
quizá me habría tocado ser de lata.
Somos de carne y hueso y nos pudrimos.
-Tampoco el óxido me gusta nada-.
Si hubiésemos estado hechos de madera
me habría gustado ser la viga de mi casa.
¿Haría tic-tac igual mi corazón
si en vez de ser mujer, fuese una caja?
¿No hubiera sido preferible acaso
tener en el cerebro cien mil patas
y en vez de corazón
una hermosa cajita de hojalata?
Definitivamente no. Y estoy quejándome
de que a veces me faltan las palabras
para admitir que de lo más valioso
que esconde nuestra cáscara
lo más hermoso es verdaderamente el corazón
mientras sea realmente corazón y no una vieja y oxidada pieza de hojalata.
1981
CALAGUALA Y LIMÓN JAPONÉS
Para Ana María y Carlos
No recuerdo haber visto en "La Alcándara"
calaguala ni limón japonés.
Pues entonces, germinen sus letras
en el humus vital de un papel.
Acaricie sus ramas el tiempo
generoso obsequiado a los tres
mientras vamos andando la vida
y el cariño los hace crecer.
Calaguala: pronuncio tu nombre
y disfruto al besarte, tal vez
más que el breve, mezquino momento
cuando algunas te sorben la vida en unté.
Calaguala: germina en mis versos
porque es junio y hay sol; y después
deja sitio a tu lado a las letras
de un fructífero, exótico, bello y jugoso limón japonés.
1984
PROFESIÓN
Para Ana Iris (t) y Oscar Ferreiro
Uñas y dientes hundidos en la carne dura
que no muere
ni sangra.
Lamentos.
Y plegarias.
Ella, inconmovible;
y nosotros,
temerosos y débiles,
siempre hacia algún lugar, con nuestros sueños.
Esfera de ansiedades en el hombre
que contempla aterido
su propia fisga en piel herida, seca,
y en gusanos.
Inmutable verdad: nos vamos.
Sí.
Nos vamos.
¿Pero no queda nada, nada
de un huésped transitorio que ha entregado
un poco más de amor
y alguno que otro sueño -común o diferente-?
Sí.
Ya lo sé. Es inútil:
No puedes contestarme.
Pero alguien,
aquí;
alguien
escondido, atisbando en el fondo de mis átomos,
siente que algo vibra y se mueve y se levanta
y sale y va de mí
y pretende quedarse
y no puedo evitarlo.
Ah,
nuestros sueños.
1964
IGNORANCIA
No.
No puedo explicar por qué la vida,
aunque sí da -y mucho
exige en trueque siempre tanto.
Si todo fuera como ir de compras
con monedero y bolso hasta el mercado...
Mas no es así:
La vida no recibe
-como tal vez aceptaría un ser humano-
pago en papel moneda o en metálico.
1978
DETRÁS DE MI VENTANA
In memoriam R. T.
¿Será para mi corazón una diadema blanca?
Todo perfume
guarda;
y esconde casi el infinito
hecho rocío y llama
en su pétalo azul único
y su forma perfecta, pura, diáfana.
¿Será definitivamente para mí
una diadema casta
hecha para mi corazón por unas manos
desconocidas, ásperas?
¿Ha de seguir el grito
anudado en el fondo, en la garganta?
¿Ha de seguir royendo
las entrañas
esa gota
amarga?
Mientras de alguna forma al fin encuentro la respuesta que falta,
quédate junto a mí a mirar la vida
correr allí, detrás de mi ventana.
Y no preguntes más
el porqué de estas lágrimas.
1966
POR ESE SOLO BESO
Toma, viento, mi mano.
Llévala a la frontera de esta herida
lenta y larga.
Por ese solo beso.
De infancia.
De olas y raíces.
Beso también de un tiempo y de un espacio viejos.
(Tiempo:
proyección de minutos lentos, torpes,
en la minúscula ilusión de noches y mañanas.)
Por ese solo beso.
Manso. Vivo
Fusión de llama y nieve.
(Espacio:
un ciprés de sepulcro descuidado
y una triste abeja soñadora
en trajín afanoso entre las flores.)
Por ese solo beso.
Toma, viento, mi mano.
Llévala a la frontera de esta herida
que me opaca la voz, me traba el gesto,
porque es demasiado lenta y larga.
1965
AVARICIA
Toma lo que te he dado y vete
sin pronunciar palabra.
Es deliciosamente mansa y tibia
la caricia del sol esta mañana,
y quisiera soñar
con la pura pasión del agua clara
mientras van diluyéndose
lágrima y rebeldía en mis entrañas.
No insistas. Vete ya.
Déjarne ser al menos esta vez insobornablemente avara
para que cuando alguna vez regreses
con tus ojos a implorarme migajas
pueda aún entregarte
una sílaba intacta.
1966
INSTANTE
Fue como un soplo.
Fue como un suspiro:
Aún te aguardaba
y ya tú te habías ido.
Sólo quedó después
algo así costo un grito
amarrado a una sílaba
que se volvió gemido.
Alguna vez sabré
si realmente fuimos,
y aún entonces
estará excluido
de mi vocabulario
tú camino.
1963
VERGÜENZA
Tener esta forma
tan vívida y plena
y no guardar dentro lo que tú
entre escuálidos huesos, displicente, llevas.
No ser lo que tú:
espiga repleta.
Sí. Duele a mi alma
hasta la sonrisa que tu boca ostenta.
Mira:
si mis manos, mis ansias,
mi boca pudieran
lograr que no fuese sólo cuanto soy,
quizá de mi voz no se oirían blasfemias
y quizá tendría tu misma mirada
confiada, serena.
Lastima decirte que al verte pasar a mi lado
esta siesta
preferí otra muerte
que ésta tan lenta
de simple, vulgar pasajera vacía
con ansias de tener un retazo siquiera
bien suyo
que dar con gemidos de luz a la tierra.
Es bárbaro admitirlo.
Y es ardua, terrible tarea
ser
bajo el dolor que oprime las venas mujer como tantas
-dócil, mesurada, tranquila, discreta-...
Es duro admitirse envidioso de la dicha
ajena.
Y es duro sentir en los párpados
el peso de piedra
de lágrimas torpes, brutales, calientes,
que no osan fluir de los ojos de tanta vergüenza.
1966
TUVE EL MUNDO
Quise un mundo de flores y frutas
en mi forma de oscura mujer,
y una fuente en el pecho
que fuera el hogar
donde él fuese
él.
Tuve el mundo de llores y frutas
y tuve la fuente
que a nadie permití beber.
(Tantos muros guardaban el mundo
que mi amor construyó para él
que hasta él
que pasaba apurado
pasó;
-y pasó sin ver-.)
Y aquí estoy,
con el mundo de flores y frutas que siento crecer,
y un dolor que se quiebra en el pecho
y perfora esta forma de ayer
y me arrastra consigo
amarrada de manos y pies.
1965
HORAS
He andado.
(He vivido.)
He pensado también.
He comprendido.
Miré mis propios ojos
contener su mirada entre los cirios.
No. No lloré. Entre mis brazos
cobijé mi dolor; y sus racimos.
Horas.
¿Qué son al fin las horas?
Sólo el filo
de lo que fue, lo que vendrá,
y lo que -sin poder nosotros evitarlo- se ha perdido.
Y tú
has andado también. Has entendido.
1966
ÍNDICE
Página
Palabras para la segunda edición
Dedicatoria
1. Ofrecimiento
2. Persuasión
3. Identidad
4. Mujer
5. Nostalgia
6. Amigos
7. Razones
8. Impotencia
9. De repente es otoño
10. Reencuentro
11. Te amo, abril
12. En mayo
13. Suposición
14. Calaguala y limón japonés
15. Profesión
16. Ignorancia
17. Detrás de mi ventana
18. Por ese solo beso
19. Avaricia
20. Instante
21. Vergüenza
22. Tuve el mundo
23. Horas
24. Domingo gris
25. Arabescos
26. Otoño
27. Iteración
28. Muro
29. Sí. "Hay un sitio”..
30. India
31. Réquiem
32. Importancia
33. Dos
34. Endefensapropia
35. Distancia
36. Suerte
37. Yo
38. Po.sesión
39. Minuto
40. Para decir amor
41. Honoris Causa
42. Juego
43. Chacias
44. Con tus mismas palabras
45. Retorno
46. A la intemperie
47. Dudas
48. Piedra bruta
49. A mi papelera
50. Crear
51. Consejo
52. Pedido
53. Crepúsculo
54. Domingo
55. Misterio
56. Brindis
57. Nunca me llamaste hermosa
58. Y sin embargo
59. Portadores
60. Amor, 1
II
III
61. Voz
62. Balance
63. Confesión
64. Como un Padrenuestro