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CATALO BOGADO BORDÓN

  GÉNESIS NO MÍTICA - Fundación de Buenos Aires - Por CATALO BOGADO - Domingo, 11 de Junio de 2017


GÉNESIS NO MÍTICA - Fundación de Buenos Aires - Por CATALO BOGADO - Domingo, 11 de Junio de 2017

 GÉNESIS NO MÍTICA

Fundación de Buenos Aires


Por CATALO BOGADO

 

 

Hoy, domingo 11 de junio de 2017, Buenos Aires cumple 437 años de su fundación por Juan de Garay, cuya expedición partió de Asunción, «la Madre de Ciudades».

Hoy, domingo 11 de junio de 2017, Buenos Aires cumple 437 años. Asunción, la madre de ciudades, debe sentirse henchida de orgullo en esta fecha, pues está de fiesta una de sus hijas, que no solo ha subsistido en el tiempo sino que ha llegado a ser una de las ciudades más bellas de América, al punto de merecer el título de «la Reina del Plata».

El 3 de febrero de 1536, don Pedro de Mendoza desembarcó con su expedición a orillas del Riachuelo y montó un caserío con el pomposo nombre de Nuestra Señora de los Buenos Aires, mísera aldea de existencia efímera y trágica, signada por los ataques de los indios querandíes, la falta de alimentos y las enfermedades. En 1541, abrumados por el hambre y la peste, los conquistadores abandonaron definitivamente la aldehuela, y el tiempo pronto la borró por completo del mapa. Pero los desesperados sobrevivientes, en su precipitada huida de la muerte, habían dejado los gérmenes de lo que sería la fortuna de sus sucesores: unos pocos caballos y yeguas.

Las carabelas remontaron con sus escuálidos tripulantes los ríos hacia donde estaba la tierra prometida, el Paraguay, región de clima voluptuoso, grandes selvas, nativos de carácter dócil y mujeres bellas, suaves, aptas para todo tipo de servicios. Los orgullosos pero incautos guaraníes, de una estirpe predestinada a la esclavitud, que se dejaría más tarde regimentar en reducciones y encomiendas por la promesa de una vida mejor después de la muerte, fueron generosos anfitriones de los desharrapados, penosos restos humanos de la «poderosa Armada de Mendoza».

Los conquistadores ya sabían que en la tierra de los carios no había oro ni plata; pero también sabían que el trabajo humano explotado gratuitamente es tan productivo como las minas de minerales, y una fuente de riqueza no menos importante. Mientras la gente nativa trabajaba para producir el sustento, los «nobles hidalgos» se dedicaban día y noche a conspirar, difamar, apresar y deportar; ahorcar a los desleales e incendiar las casas de los adversarios… La Asunción se había convertido en un campo de batalla en el cual iralistas y alvarnuñistas, clérigos y laicos, se acometieron frenéticamente, sin misericordia alguna, hasta la muerte del concupiscente gobernador Domingo Martínez de Irala.

Luego de la muerte de Irala (1556), se calmaron los ánimos y comenzaron las campañas fundadoras de ciudades: Santa Cruz de la Sierra (1561), Villa Rica (1570), Santa Fe (1573), Corrientes (1588), Concepción de la Buena Esperanza (1585), Santiago de Jerez (1593), y muchas otras. Así, con Asunción desangrándose en sucesivas fundaciones, pasó casi medio siglo sin que la verde llanura de los nativos indómitos del sur llamara la atención de los conquistadores.

Recién en 1573, el capitán Ruy Díaz Melgarejo, principal gestor de las fundaciones de Villa Rica del Espíritu Santo y de Santa Fe, comisionado para llevar a España, presos, a los belicosos Felipe Cáceres y el obispo De la Torre, al ver que la pampa estaba llena de caballos –prodigiosa riqueza de fácil explotación y resultado seguro con poco trabajo–, sugirió a su concuñado, Juan de Garay, volver a instalarse en la embocadura del Río de La Plata. Y la empresa procedente de Asunción, al mando de Juan de Garay, el 11 de junio de 1580 realizó la fundación de Buenos Aires, que se sostuvo en el tiempo.

En la campaña fundadora hubo pocos españoles, en su mayoría de avanzada edad; el resto, criollos y mestizos paraguayos, y unos mil quinientos guaraníes que transportaron las semillas y animales, vacunos, ovinos y aves de granja.

Entre las mujeres, casi todas paraguayas, que participaron en la fundación de Buenos Aires (la lista siempre será incompleta) figuran Isabel de Becerra (española, esposa de Juan de Garay), María Cerezo y Margarita Escobar (esposa e hija, respectivamente, de Alonso de Escobar), Beatriz Luiz de Figueroa y Úrsula Gómez (esposa e hija de Miguel Gómez), Inés de Bermúdez y Marina Bermúdez (esposa e hija de Antón Bermúdez), Lorenza Fernández y Felipa Gómez (esposa e hija de Alonso Gómez), Ana de Somoza (esposa de Luis Álvarez Gaitán), Juana de Cobos (esposa de Francisco Bernal), Mariana de Aguilera (esposa de Miguel del Corro), Bartola Martínez (hija de Juan Martín), Elena de Payva (esposa de Pedro Luyz), Luisa de Valderrama (esposa de Víctor Casco de Mendoza), María Cristal (esposa de Pedro Morán), Isabel de Carbajal (hija de Ruy Díaz Melgarejo y esposa de Gonzalo Martel), Juana de la Torre (esposa de Rodrigo Ortiz de Zárate), María Méndez (esposa de Andrés Méndez), Juana de Enciso (esposa de Pedro Rodríguez de Cabrera), Bernardina Guerra (esposa de Juan Ruiz de Ocaña), Beatriz de Cubillas (esposa de Pedro de Sayas Espeluca), Agustina de Zárate (esposa de Hernando de Mendoza) y Ana Díaz. Entre los hombres paraguayos estuvieron Pedro Álvarez Gaitán, Luis Álvarez Gaitán, su hijo Francisco, Domingo de Arcamendia, Juan de Basualdo, Francisco Bernal, su hijo Francisco, Ambrosio de Agosta, Esteban de Alegre, Baltasar Carbajal y Juan Carbajal, Miguel del Corro, Juan Domínguez, Alonso de Escobar, su hijo Tomás, Juan de España, Juan Fernández de Enciso, Juan Fernández de Zárate, Víctor Casco de Mendoza, Alonso Gómez, su hijo Gerónimo, Miguel Gómez, su hijo Benito, Bernabé Veneciano, Pedro Franco, Domingo de Irala, Jusepe de Sayas, Miguel López Madera, Pedro Luyz, Juan Márquez de Ochoa, Pedro de Medina, Pedro Esteban Ruiz de Ocaña, Pedro de Xerez, Rodrigo Gómez, Lázaro Gribeo, Domingo Gribeo, Pedro Hernández, Sebastián Hernández, Juan Ruiz de Ocaña, Juan Rodríguez de Cabrera, Andrés Méndez, su hijo Juan, Pedro de la Torre, Andrés Vallejo, Pablo Zimbrón, Pedro Morán, Pedro de Sayas Espeluca y Federico Pantaleón.

Españoles fueron Juan de Garay y su mujer, Isabel de Becerra, Diego de Olabarrieta, Gonzalo Martel de Guzmán (yerno de Ruy Díaz Melgarejo y primer alcalde de Buenos Aires), Antón Higueras de Santana, Antón Bermúdez, Rodrigo Ortiz de Zárate, Rodrigo de Ibarrola, Cristóbal Altamirano, Miguel Navarro, Alonso de Vera y Aragón y Antonio Roberto.

Las vastas y ricas llanuras pobladas de animales, la alimentación abundante y nutritiva, la vida fácil, los horizontes amplios prometían a los «paraguayos» la grandeza futura de ese terruño. Esta vez, la ciudad se sostendría en el tiempo a costa de cualquier sacrificio. Así fue, y hoy han pasado ya 437 años.

 

 

 

 

Fuente: Suplemento Cultural de ABC Color - Página 4

Domingo, 11 de Junio de 2017

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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