LEGUMBRES
Beneficios para la salud, el suelo y el ambiente
Ing. Agr. FERNANDO DÍAZ SHENKER (*)
11 de Mayo de 2016
ABC Color (Online)
(*) Especialista en Comunicación Rural
Las legumbres, principalmente la arveja y lenteja, y, en menor proporción, el garbanzo, son rubros que deben promocionarse mucho más en el Paraguay. Urge insistir en su cultivo, consumo e industrialización para apuntar a la diversificación productiva a distintas escalas. Es fundamental darle valor agregado a la materia prima a través del procesamiento y la industrialización de los granos cosechados, sumado al fomento de su consumo, tan necesario hoy en día en la población.
Al celebrarse el 2016 como el “Año Internacional de las Legumbres”, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para que facilite dicha conmemoración en colaboración con los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y las demás instancias pertinentes.
VALOR AGRONÓMICO Y NUTRICIONAL
Aquí hay que destacar el papel fundamental en la seguridad alimentaria y nutricional, como también la adaptación de las legumbres al cambio climático, sus beneficios para la salud humana y la de los suelos.
Gran parte de la producción de legumbres en la región está en mano de agricultores familiares, por lo que juegan un rol clave en la diversificación productiva y en el desarrollo rural sostenible. Estos alimentos poseen un alto contenido de proteínas vegetales, como el doble de las que hay en el maíz y tres veces más que en el arroz, además de bajo contenido en grasas. Las legumbres están libres de colesterol y gluten, y son ricas en minerales y vitaminas.
Al combinarlos con cereales en la dieta, forman una proteína completa, más barata que la proteína de origen animal y, por ende, más accesible a familias con escasos recursos económicos.
Los subproductos de las legumbres son aprovechados para el consumo de animales, en rotación con cultivos agrícolas, como soja y trigo. Actúan más que nada como “abonos verdes” que contribuyen a la retención de agua en el suelo y al agregado de materia orgánica, al momento de la siembra directa.
ROTACIONES Y CUIDADO DEL AMBIENTE
Las legumbres pueden formar parte de los ciclos de rotación de cultivos agrícolas, como soja, sorgo y maíz, por cuanto extraen poca agua de los suelos, manteniendo su capacidad hídrica; además, aportan materia vegetal y orgánica al momento de su descomposición.
Un estudio del Ing. Gabriel Prieto, del INTA, de Rosario (Argentina), analizó la inclusión de arveja en las secuencias de cultivos agrícolas, entre ellas, la arveja como antecesor del maíz y de la soja. El gráfico que aparece en el texto muestra las diferencias en rendimiento, teniendo como antecesor al trigo y, en otros ensayos, a las legumbres.
Con lenteja, arveja o garbanzo en rotación se observa que los rendimientos de los cultivos agrícolas son superiores. Cabe recordar que las leguminosas tienen nódulos en sus raíces, que encierran bacterias del género Rhizobium, capaces de transformar el nitrógeno de la atmósfera, que las plantas no pueden utilizar en nitrógeno orgánico o nitrato, que sí pueden aprovechar.
INICIATIVA EDUCATIVA
La Supervisión de Apoyo Técnico-Pedagógico dela Zona A, región 3, nivel 1 de Asunción, se encuentra abocada al “Proyecto de instalación de huertas en las instituciones”, que son más de 100, así como en los hogares de los alumnos con el proyecto “Un jardín comestible en casa”, cuya meta es lograr que cada alumno aprenda a manejar con su familia una pequeña huerta y la preparación de alimentos. Además, como este es el Año Internacional de las Legumbres, el pasado 5 de mayo se procedió al lanzamiento del proyecto “Año Internacional de las Legumbres”, que culminará el 14 de octubre, con una expo zonal, al recordarse el Día Internacional dela Alimentación.
CONCLUSIÓN
La producción de alimentos de origen vegetal y animal respetando el ambiente es y será otro de los grandes retos que tienen por delante los países del mundo. Así, la iniciativa mencionada en el punto anterior debería ser imitada por los centros educativos de todo el país. Hay que tener presente que el cultivo, procesamiento y consumo de legumbres es reconocido incluso por organismos internacionales como componente clave de la seguridad alimentaria y mitigadora del cambio climático. Su promoción a nivel de la agricultura familiar, primeramente, es responsabilidad de los gobiernos e instituciones pertinentes.
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