Toda la comunidad Ita Guasu de Altos, departamento de Cordillera, Paraguay, trabaja arduamente, durante todo el año, en los preparativos de una peculiar celebración "Las festividades de San Pedro y San Pablo" las cuales se llevan a cabo todos los 28, 29 y 30 de junio. En un mismo predio, el del oratorio, las fiestas litúrgicas se mezclan con las paganas, herencia de los rituales de los indígenas guaraníes y los raptos de sus mujeres por aborígenes guaikurúes. La tradición data de tiempos inmemoriales, en los rituales con fuego y máscaras, antes de la colonización.
Los ritos fueron transformándose con el transcurrir de los siglos, incorporando aspectos religiosos, propios de la llegada de los sacerdotes españoles en la zona, pero aún mantienen la riqueza, el vigor y la peculiaridad de la cultura nativa.
Cada poblador cumple un rol especial y único. El trabajo y el esfuerzo conjunto, de toda una comunidad, permiten que la tradicional celebración siga realizándose cada año enriqueciendo a la cultura del Paraguay.