MANDU'A

Revista de la Construcción

Año XXXVII

N° 438

Octubre 2019

Editorial

Hay que mudar de lugar el aeropuerto Silvio Pettirossi

El Paraguay necesita un aeropuerto internacional completamente nuevo que no ponga en peligro la vida de los ciudadanos y sirva para proyectar la imagen de un país que mira con esperanza un futuro de al menos 50 años. Los parches que se están proyectando, en corto tiempo, serán un inútil derroche de dinero ya que pronto necesitarán otra ampliación. Por lo tanto, es necesario repensar todo buscando un lugar para su nuevo emplazamiento ya que el Silvio Pettirossi de Luque es inviable en un futuro inmediato.

En los últimos 30 años, en la era democrática, la principal estación aérea de nuestro país se debatió en medio de incertidumbres que todavía siguen vigentes, sin que se tome una determinación definitiva.

En los noventa y parte del siglo actual, el debate se centró en la oposición entre una terminal que continuara en manos del Estado -con todo lo que ello supone en términos de corrupción, sobre todo-, o se concesionara por determinado lapso a una empresa privada-bajo términos precisos de inversión- que la gestionara.

Hoy ese debate está bastante atenuado y, en la práctica, las iniciativas en torno al aeropuerto parten del presupuesto de que continuará siendo administrado por un ente del Estado, en este caso la Dirección Nacional de Aeronaútica Civil  (Dinac), a cuyo cargo se encuentra la terminal aérea.

En los últimos años, en medio de idas y venidas, el aeropuerto ha carecido de un rumbo definido. De hecho, tras la asunción del nuevo Gobierno el 15 de agosto del año pasado, el nuevo presidente de la Dinac, Edgar Melgarejo Ginard, decía (según abc del 23 de agosto de 2018) que era partidario del traslado del aeropuerto de Luque a otro lugar, sin especificar a cuál. Argumentaba que su ubicación afectaba “la seguridad de las personas” que viven en su área de influencia.

Unos días después (según publicaba La Nación el 29 de agosto), sin embargo, el mismo presidente de la Dinac presentaba un proyecto para la construcción de un segundo aeropuerto en el mismo terreno actual.

A todo ello hay que agregar que recientemente se hizo el llamado a un Concurso Público Internacional de Anteproyectos para el Diseño Arquitectónico y el Diseño Ejecutivo de la Nueva Terminal Aérea (NAT) del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi que conllevará una inversión cercana a unos 120 millones de dólares.

Esa determinación parte del presupuesto de que la política del actual gobierno es remendar lo existente, sin plantear una solución de fondo, duradero en el tiempo. Ese parche que se proyecta, en corto tiempo, quedará desfasado ya que el flujo de pasajeros aumenta constantemente. De unos 800.000 por año que era hasta hace poco, el año pasado saltó a 1.211. 511 pasajeros lo cual supuso 31.465 pasajeros más que en el 2017.

Atendiendo a la estratégica ubicación de nuestro país entre Argentina y Brasil, es de suponer que dentro de poco esas cifras se incrementarán aún más y, por lo tanto, cualquier ampliación que se hiciese seria, otra vez, sin responder a las necesidades.

Por lo tanto, hay que pensar en una solución diferente a la que se está planteando actualmente partiendo de la idea básica de que el actual emplazamiento del aeropuerto Silvio Pettirossi –ubicado en medio de la población- constituye un peligro para las personas.

Si se observan los aeropuertos más importantes de la región, los mismos están bastante alejados de conglomerados habitacionales. A modo de Ejemplos citemos el de Ezeiza (Argentina), que está a 33 kilómetros de Buenos Aires; el de Guarulhos (Brasil), que está a 26 kilómetros de San Pablo y el de Carrasco (Uruguay) que se encuentra a 20 kilómetros de Montevideo.

Lo mejor que puede hacerse, por tanto,  es trasladar el actual aeropuerto a un sitio distante de Asunción que no exponga a la población civil al peligro y que sea lo suficientemente amplio como para construir una nueva terminal aérea que responda a las exigencias de diseño y tecnología que se imponen actualmente en el campo de la aeronáutica.

Hace algunos años, el arquitecto Rodolfo García Veia presentó el proyecto denominado “Chacosur, la nueva frontera”. En el mismo planteaba la expansión de Asunción a Chaco’i a través de la unión física de dos puentes. Asimismo, sugería la construcción de un nuevo aeropuerto en Villa Hayes, a 20 kilómetros de Asunción.

Para justificar la mudanza argumentaba que el actual aeropuerto es “una imagen palpable de nuestras carencias y conformismo”, añadiendo que “las falencias de la terminal son estructurales y funcionales”  e indicando que, por lo tanto, “no permiten simples retoques ni parches”.

La conclusión es más que evidente: derrochar dinero de los ciudadanos ampliando el actual aeropuerto para que en corto tiempo vuelva a ser inservible será una burda malversación de fondos.  Lo más rentable para la República será la cirugía mayor de su traslado a un lugar que no apeligre a las personas y contando con un diseño y una construcción nuevos que transmitan la idea de un país que avanza con pasos seguros hacia su porvenir.

Fuente Digital:  Mandua.com.py (Online)

Registro:  Febrero 2021