INICIOS MODERNISTAS
LA POESÍA EN PARAGUAY
Por RAÚL AMARAL
INICIOS MODERNISTAS (POESÍAS DEL PARAGUAY)
Dentro de la teoría del "atraso" inrelectual y literario desde la primera pos-guerra en adelante que, aunque ha sido refutada, algunos, -por desinformación voluntaria o comodidad mental siguen cultivando aun- caben los indicios del modernismo paraguayo, especie de mascarón de proa de todos cuantos deben referirse a una determinada época, que casi siempre confina en la propia. Habrá que recordar que se han fijado los comienzos a partir de la aparición de la revista CRÓNICA (abril de 1913), lo que no ha obstado para que entusiastas como: don Max Henriquez Ureña (dominicano), don Enrique Anderson Imbert (argentino) y esta don Augusto Roa Bastos (de la comarca de Carayaó) contribuyeran a su no existencia.
Otros, entre quienes merodean por las respectivas historias de la cultura y la literatura nacionales (bastante escuálidas por cierto en cuanto a la contundencia de sus aportes), se han referido al inevitable destiempo que ese movimiento sufriera aquí. Como esas ilusiones han sido respondidas contundentemente y con pruebas en mano en un libro titulado: "EL MODERNISMO POÉTICO EN EL PARAGUAY" 1901-1916 (Asunción, Alcándara, 1982), que parece no haber sido consultado a pesar del agotamiento de su dos impresiones, no será necesario mencionar los temas en él contenidos, aunque sí formular algunas notas aclaratorias, pues la proyectada continuación: 1917-1927, más el volumen dedicado a la prosa (1900 -1935), permanecen en el limbo por ausencia de editores.
Se ha dicho, con evidente ligereza de ánimo y sin el más leve indicio de investigación, que con la trajinada "CARTA" de don MANUEL GONDRA al joven poeta FRANCISCO L. BAREIRO ("Panchito" para sus muchos íntimos), el ilustre crítico atajó el advenimiento del modernismo en ocasión propicia. Lo que hizo en aquella epístola, cuya publicación empieza el 14 de enero de 1988, en "LA DEMOCRACIA", y no el 25, que es la fecha de su finalización, fue señalar, en coincidencia con su discípulo, su adhesión a los principios estéticos sustentados por RUBÉN DARÍO en "AZUL" (1888), en tanto desliza sus dudas (hijas del pos-romanticismo todavía imperante) sobre la "originalidad" de las por entonces recientes “PROSAS PROFANAS"(1896). Diez años después, o sea en 1898, sin haberse encontrado nunca con Darío, Panchito escribe en Valparaíso su breve acuarela "ESPUMAS", que don JOSÉ RODRÍGUEZ ALCALÁ reprodujo en su recuento antológico de 1911.
Pero esa no es la muestra determinante de su condición de fugaz "precursor" sino su desconocido poema "Primaveral”, que con dedicatoria al Dr. Diógenes Decoud diera a conocer en setiembre de 1897. Incluso se observan allí algunas audacias metafóricas que el valioso MOLINAS ROLÓN extremaría entre 1910 y 1916: "petalados escarlata", "estrellina plata", "almofrej nupcial", "noviales", "crisálidas del Arpa".
Luego, destinará un primer soneto a "HUMAITA” en 1907, completado con un segundo en 1910, y nada más. A la llegada de GOYCOECHEA MENÉNDEZ (junio de 1901) ya hacían prosa modernista don ARSENIO LÓPEZ DECOUD y el Dr. MANUEL DOMÍNGUEZ, pero la avasalladora presencia del escritor cordobés y la de don VIRIATO DÍAZ PÉREZ, desde el 8 de agosto de 1906, contribuirán al afianzamiento de dicha corriente literaria.
A esto debe añadirse que en 1901 JEAN-PAUL CASABIANCA había traducido con felicidad el más popularizado de los "NOCTURNOS" de JOSÉ ASUNCIÓN SILVA, versión que incorporará a "Les Ñandutís bleus" (1907), un elocuente breviario simbolista.
En estos días se ha evocado el origen del modernismo en 1927, etapa que en realidad toca al pos-modernismo, inaugurado por JUVENTUD en 1923. Tal la "vera historia" para leer, no para imaginar.
Diario Hoy. Asunción. 25-V-1987.
MARINA
Del viejo torreón a la atalaya
dio la tarde su adiós, en la serena
majestad de la sombra que en la arena
olvida el postrer rayo que desmaya.
Tuvo el mar la bravura con que ensaya
su salvaje doliente cantinela,
y de su abismo negro una sirena
bañó en su canto la dormida playa.
Absorta, así, girando los petreles
hacia la isla de un país sombrío,
soñaste un pescador y sus bajeles.
Pasó una barca...Y como en una ola,
vino a juntar tu labio con el mío
el beso de una triste barcarola.
Publicado en: Crónica, "Del jardín olvidado", Asunción. 1914.
LEILA
Llora, Leila. Tu canto de agonía
es de paloma que ternuras quiere.
Es una nota eterna la que hiere
el arpa de tu fúnebre elegía.
Llora. Para tus brumas ya no hay día...
¿Quién a tu llanto de júbilo prefiere?
Tu trova es un lamento que no muere,
como el suspiro de una pena mía.
Estás triste; ¡hay dolores, hay olvido!
Cada alma de ilusiones diamantinas
es un ave que gime desde el nido.
Vierte, vierte tus lágrimas divinas.
Tú la esperanza, como yo, has perdido...
Llora, Leila, del alma en las ruinas.
Publicado en: Crónica, Asunción.
LA FUENTE DE PÓRFIDO
A Francisco Casrañeda.
Del viejo pabellón, sol y armonía,
que la esmeralda del laurel festona,
surge enorme el tazón de Tarragona
engastado en los jaspes de Almería
En sus rondeles ásperos el día
teje de luz su mágica corona
con que el dorado capitel blasona
y enciende la soberbia crucería.
De pronto, de la fuente rutilante
salta la gruesa tromba de mercurio
y en luminosa lluvia se desata.
Sube, tiembla, desciende y, sin murmurio,
trueca en la taza su turbión brillante
en un dormido manantial de plata.
Publicado en: Crónica, Asunción.
Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA/ Tel. (595-21) 373.594/ arami@rieder.net.py – Asunción/ Paraguay. 2005. 781 pp.).
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