Portal Guaraní - MARCELA DIOVERTI: “Pintar es una aventura de humildad” - Por NANCY DURÉ CÁCERES

Marcela Dioverti

MARCELA DIOVERTI: “Pintar es una aventura de humildad” - Por NANCY DURÉ CÁCERES - Domingo 13 de diciembre de 2015

MARCELA DIOVERTI:

“Pintar es una aventura de humildad”

Por NANCY DURÉ CÁCERES, ABC Color

Su dedicación fue temprana, pero tuvo que esperar algunos años para animarse a buscar salas donde exponer. En esos años de actividad plástica, ya realizó exposiciones individuales y colectivas. Ahora lleva su arte y sonrisa al Neurosiquiátrico para acompañar a los enfermos.

Afortunadamente, Marcela Dioverti no necesita vivir de la pintura, y esta circunstancia le dio libertad para pintar lo que quiere en cada momento. Su técnica está sujeta a lo que desea expresar. Le gusta pintar al óleo por la textura, el brillo y la intensidad.

Su pintura de hoy es muy diferente a la de hace unos 20 años, cuando comenzó a dar sus primeros trazos. “Pinto desde siempre, desde chica, continué estando en el colegio; lo único que quería era llegar a casa para pintar”, comenta mientras proporciona unas pinceladas a una obra que recién comenzó a colorear y dar forma. “Pero desde hace cinco años me dedico todos los días a mis obras”, continúa.

Decidió buscar nuevos horizontes y fue en la ciudad de São Paulo, Brasil, donde inició su carrera artística. Por allá desempeñó diversos trabajos para subsistir. “Creo que en la vida hay que bajar para poder subir. Fui a Sãõ Paulo cuando tenía solo 18 años y sin avisar a mis padres; solo mis hermanos sabían dónde estaba. Tenía amigos y sobreviví primero siendo modelo, eso me dio algunas monedas hasta que me inscribí en talleres, cursos con artistas de renombre y decidí dedicarme a lo que siempre me gustó: la pintura”, dice.

Fue en el vecino país en el que experimentó con más fuerza su interés. “Viví tres años allá y en ese periodo encontré mi verdadera pasión. Comencé con óleo, pero con los años fui experimentando otras técnicas... tiza, papel, acrílico, carbonilla. La pintura te hace evolucionar con el tiempo hacia otras ideas y soluciones. No podemos estar pintando siempre lo mismo, sería muy aburrido para el pintor y espectador. Quiero ser aprendiz toda mi vida para ir variando y cambiando”, asegura.

Un artista debe buscar su propio camino, y este no es otro que la búsqueda de su interior, corazón y alma. “Estoy encontrando mi estilo en los colores, las formas y figuras. Quiero transmitir optimismo con mi trabajo, por eso la variedad de colores; deseo mostrar la dicotomía de la vida y que no existe blanco sin negro”, afirma.

Siente el impulso de proyectar lo que siente, sus estados e ideas en sus dibujos y pinturas, como en trance y catárticamente. “Me expreso a través de la dicotomía, contrastando los colores con las situaciones extremas en las que se encuentran los personajes”.

A la hora de difundir sus obras muestra toda su visión personal desde personajes, como el pescador, zapatero, meretriz, mago, lustrabotas, cuidacoches, jardinero o mendigo. Se centra en temas sociales principalmente. “Lo que me importa es que la gente pueda reflexionar sobre su vida, el espacio y la sociedad”, dice pensativa, y añade que el arte es todo para ella. “Es mi pasión. El arte humaniza, es un lenguaje tan personal que a través de él personas introvertidas o tímidas pueden manifestarse, es belleza y una aventura de humildad”.

Cree también que las artes plásticas en el Paraguay deben diversificarse. “Siento que en nuestro país están muy divididas. Hay muchos talentos, pero no se les da la mirada que se merecen. Acá, a veces, parece una película de ego, de figuración de unos pocos, sin dar espacio a otros y en la diversidad uno encuentra la riqueza... Creo que se debe ser más humilde porque es ahí cuando brota el alma pura del pintor”.

Marcela ya realizó varias exposiciones en Argentina y Brasil, pero su obra más resaltante es el taller que efectúa en el Hospital Neurosiquiátrico con los enfermos y que se llama Calle luna, pintando en el Neuro. “Son talleres de reintegración. Ellos pintan y hacen sus diseños. Es una experiencia intensa. Estamos los lunes, miércoles y viernes, de 8:00 a 12:00, pintando murales en el edificio”.

Tiene planeado realizar una muestra con el trabajo realizado con los pacientes. “Sería interesante que otras personas puedan apreciar las pinturas, ver la esperanza que proyectan y percibir su lucha. Es un trabajo que les beneficia, porque ellos encuentran un puente, un camino para manifestar sus emociones. Es increíble cómo se comunican con la pintura y cómo cambian de expresión”, comenta Marcela.

Y bueno, como dicen algunos expertos: “Hay que combinar la medicación con la terapia”, y en este caso sería la arteterapia de Marcela. “Es un espacio único para hombres y mujeres. Al principio, no tuvieron muy claro qué era lo que iban a hacer, pero ahora es gratificante apreciar sus sentimientos y cambios”, reitera la artista.

Ella se define como una persona sencilla “que disfruta de su trabajo”. Enseñar y recibir el reconocimiento de la gente, para ella, es todo. “Mucho más gratificante que el dinero o cualquier cosa”.