LOS SICARIOS

JORGE D. ROLÓN LUNA

Por DELFINA ACOSTA

Los Sicarios es el título del libro de cuentos recientemente publicado por la editorial Del Perro Ediciones. Su autor, Jorge D. Rolón Luna, nos va presentando la existencia con un color gris. Absolutamente gris. No hay sino un mundo de prostitución, hastío, decadencia, degradación y ausencia de ética en estos cuentos excelentemente elaborados. El alcohol y el cigarrillo se presentan como compañeros de ruta...

Con un lenguaje bien estructurado y escribiendo en primera persona, el autor examina casi profesionalmente nuestra sociedad purulenta y viciosa. También recorre todas las miserias humanas. Parece conocer a fondo tales miserias, lo que habla claramente de su capacidad de observación, análisis, examinación e interpretación.

No hay variación posible de los días para Rolón Luna. Todos son igualmente aburridos, desganados, infectados por la conducta degradada de la gente. En algunos momentos, el escritor pareciera mostrar cierta repugnancia ante la existencia vacía y la frivolidad de muchos personajes del ambiente. ¿Por qué? Pues no lo sé.

No hay creencia religiosa alguna a la que él se aferra, tal parece.

Todo lo aplasta. Y ante todo sucumbe como si ya no tuviera fuerzas para soñar o ceñirse siquiera a una disciplina o a ciertas tablas salvadoras.

Me vino (no sé por qué razón) a la mente la letra de Cambalache, perteneciente a Santos Discépolo, en el momento de leer aquellas páginas invadidas por una atmósfera pesada y desengañada: “Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dublé...”. No se asoma el buen humor, ni mucho menos, por esta obra.

La prostitución que va ganando terreno en todos los medios y niveles es excelentemente manejada por el autor.

La doble moral es desenmascarada con maestría en el texto.

Hay una historia que describe el encuentro amoroso entre una mujer y el mismo diablo. Me ha gustado y mucho, por cierto, la cita entre la dama y el príncipe de las tinieblas.

Sin lugar a dudas, Rolón Luna no promete en su obra valor o sentido alguno a la vida, de modo que el lector saldrá (quizás) con una sensación de vacío y hasta de desesperanza después de haber comido y digerido algunos cuentos suyos.

No cree casi en nada, según se desprende de la lectura, el artífice de Los Sicarios. Sí “cree”, por así decirlo, en el alcohol y en el
cigarrillo.

Escribe en el prólogo Carlos Martini: “Jorge Rolón Luna abreva en las fecundas aguas de la lucidez del hihilismo y el sano pesimismo”. Un juicio acertado el suyo, por cierto.

Esta es la pequeña carta de presentación del autor que puede hallarse en la solapa del libro: Nació en la década de 1960, justo cuando el malhadado asunto de Vietnam empezaba a ponerse caliente y otras cosas muy diferentes, más agradables y menos horrendas pasaban en otros lugares del mundo. Por casa, sin embargo, no había guerra como en el sudeste asiático, ni flower power como en el Imperio; había dictadura, experiencia que, para bien o para mal, lo marcó de manera importante.

Fuente: Suplemento Cultural del diario ABC COLOR

Domingo, 25 de Marzo de 2012

www.abc.com.py

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