PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
César Barreto

  ROSTRO, 2012 - Ilustración de CÉSAR BARRETO


ROSTRO, 2012 - Ilustración de CÉSAR BARRETO

ROSTRO, 2012

Ilustración de CÉSAR BARRETO

 

 

 

 

 

 

 

 

EL PAQUETE - CUENTO DE CÉSAR BARRETO


Ya era de noche, y él continuaba esperando bajo la lluvia hacía más de dos horas.
 
“Está atrasado…”, pensó.
 
Se apartó del rostro el cabello mojado y miró al cielo. Las gruesas gotas de agua explotaban por todo su cuerpo.
 
De pronto, pudo ver a lo lejos dos luces: era un vehículo que se acercaba lentamente a él. Metió la mano derecha en uno de los bolsillos del saco que llevaba puesto y verificó que el paquete continuaba ahí. Camino unos cuantos pasos hacia adelante, las luces del vehículo comenzaron a molestarle.
 
Hizo una seña con los dedos y el vehículo se detuvo a pocos metros de él. Se acercó lentamente hasta ponerse frente al parabrisas del acompañante y le dio dos golpes suaves con los nudillos. La persona que estaba adentro quitó el seguro y abrió la puerta.
 
Antes de subir al auto verificó que no haya nadie observando la escena, a pesar de que era muy difícil poder saberlo, ya que la lluvia era muy densa.
 
Subió rápidamente y cerró la puerta.
 
-Conduce hasta que yo diga que te detengas – dijo seriamente, sin mirar al conductor.
 
Sintió cómo el vehículo empezó a moverse lentamente.
 
            Luego de unos cuantos minutos dijo:
 
            -Detente ahí, al costado de esa plaza.
 
            El conductor obedeció. Estacionó el auto y luego apagó el motor.
 
            Él miró por primera vez al conductor y se encontró con una mujer pelirroja de ojos castaños. Tenía la piel muy blanca y los labios pálidos. Estaba sonriendo.
 
            -¿Te sorprende encontrarte con una mujer? – preguntó, mientras se acomodaba en el asiento.
 
            -Realmente no – contestó él, sin dejar de mirar a la mujer. Le parecía atractiva, pero no confiaba del todo en ella. Había algo en su sonrisa que no le inspiraba seguridad.
 
            Permanecieron en silencio un rato y ella comenzó a tararear una melodía que él no conocía. Él sonrió, mientras se volvía a apartar el cabello mojado del rostro.
 
            -Bien – dijo ella finalmente. – Ambos sabemos la razón de este encuentro, así que ya no quiero perder más tiempo… ¿Lo tienes? – preguntó. Él noto que estaba ansiosa.
 
            -Sí, lo tengo – respondió lentamente.
 
            -Dámelo – dijo ella, esta vez sin sonreír.
 
            “Ya es adicta…”, pensó él, mientras observaba el rostro de aquella mujer. La situación podía volverse algo desagradable si no tenía cuidado… Podía ser peligroso…
 
            Metió lentamente su mano en el saco hasta que sintió el paquete. Lo sacó y los ojos de la mujer se posaron en el paquete. Sonrió y estiró la mano lentamente para agarrar el paquete. Al hacer ese movimiento, él lo alejó y ella lo miró frunciendo el cejo.
 
            -¿Qué pasa? – preguntó, bruscamente.
 
            -Primero debes pagarme – respondió él. Su corazón empezaba a latir cada vez más rápido: lo único que quería era tener el dinero en sus manos, entregar el maldito paquete y alejarse de esa adicta.
 
            -Está bien… - gruñó ella, mientras agarraba un pequeño bolso y sacaba un fajo de billetes nuevos. – Aquí tienes – dijo, y se lo entregó.
 
            Agarró el dinero y lo guardo en su saco.
 
            -Toma – dijo, y lanzó el paquete hacia la mujer.
 
            Ella lo agarró rápidamente en el aire mientras sonreía. Al agarrarlo, él pudo observar que en sus hermosos ojos se reflejaba una tranquilidad un poco inquietante.
 
            -Bien, cada uno tiene lo que quería, ahora me largo de aquí. Que te diviertas – dijo él.
 
            Ella no respondió. Seguía observando el paquete sin hacer ningún movimiento y a él le dio la impresión de que no lo escuchó, pero no le importó.
 
            “Me largo de aquí…”, pensó.
 
            Se acomodó bien el saco, para que no se mojara el dinero con la lluvia, y bajó del auto. Llovía menos.
 
            Se dio la vuelta para cerrar la puerta del vehículo y darle una última mirada a la mujer. Al hacer esto, se quedó helado: ella lo apuntaba con un arma, tenía los ojos bien abiertos y sonreía de oreja a oreja.
 
            -No…
 
            El impacto de la bala contra su cuerpo lo impulsó hacia atrás. Dio unos cuantos pasos con la mirada fija en la mujer mientras sentía el calor de su sangre. Tropezó contra el borde de la vereda y cayó al suelo, salpicando agua por todas partes.
 
            Escuchó el ruido de la puerta al cerrarse y luego un chirrido cuando el vehículo aceleró. La mujer se alejó del lugar rápidamente.

 

 

 

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

Como se vería esta obra en tu Sala?

Selecciona un color de la pared:

ROSTRO, 2012 - Ilustración de CÉSAR BARRETO







Leyenda:
Solo en exposición en museos y galerías
Solo en exposición en la web
Colección privada o del Artista
Catalogado en artes visuales o exposiciones realizadas
Venta directa
Obra Robada




Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA