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Osvaldo Salerno

  LOS ESPACIOS RE-ELABORADOS Y EL TEMA DE LA MEMORIA Y EL SILENCIO EN LAS INSTALACIONES DE OSVALDO SALERNO - Por MARÍA V. ECHAURI - Año 2012


LOS ESPACIOS RE-ELABORADOS Y EL TEMA DE LA MEMORIA Y EL SILENCIO EN LAS INSTALACIONES DE OSVALDO SALERNO - Por MARÍA V. ECHAURI - Año 2012

LOS ESPACIOS “RE-ELABORADOS” Y EL TEMA DE LA MEMORIA

Y EL SILENCIO EN LAS INSTALACIONES DE OSVALDO SALERNO

 

Por MARÍA VICTORIA ECHAURI

 

 

 

 

 

 

 

Entre práctica y teoría, aplica su versatilidad en múltiples ocupaciones como la de direc­tor de museo, grabador, pintor, instalador, galerista y arquitecto. La pasión por la creación comprometida con el tema de la memoria y el silencio, reflexiones existenciales y políticas son casi una constante en su obra, a menudo investiga sobre la relación creación-poder. Su alternancia de lenguajes, medios y soportes supone un acentuado contraste con las prácti­cas tradicionales. Forma parte del grupo de los artistas conceptuales centrado en analizar el lenguaje y la realidad.

Desde los años 1969 los objetos reales ya no son representados sino presentados en impre­siones grabadas. En su obra incluye pedazos de madera, puertas, ventanas, rejillas de hierro, tuercas, llaves, zincografías encontradas en una imprenta, juntas de motor y otros materiales, todos ellos reales y pre-existentes.

En 1976 el artista imprime las manos y su propio cuerpo, “Homenaje a Da Vinci” (1976) es el título de la obra donde recurre a la poética de la huella y a la cita para invitar al espectador a reflexionar sobre la vida, la fragilidad y la mortalidad del cuerpo, o sobre la autorreferencia. Estas mismas impresiones son las que más adelante reaparecen en sus instalaciones.

Salerno -dice Ticio Escobar- objetiva su cuerpo, lo entinta, lo aplasta contra el papel y lo vuel­ve presencia y falta de sí, pura huella... (1999, 23). Se sirve así del territorio del cuerpo como fuente inspiradora y como organismo susceptible de generar metáforas y metonimias dentro de una lógica poética. Los cuerpos fragmentados, atados con sogas, pueden ser signos de represiones, violencias, censura, miedos sentidos por la cultura.

Imposible no reconocer sus instalaciones de sábanas impresas con la imagen de su propio cuerpo como fuente de metáforas que reflexiona sobre la historia misma del hombre o sobre su propia realidad. El artista selecciona el elemento cotidiano de la sábana y lo transforma en objeto artístico.

En sus mismas expresiones : Yo tomo ese elemento y a partir de él intervengo un espacio yaconstruido, preexistente. Vinculo mi trabajo con la impresión de mi propio cuerpo y tomo de eso lo que hace a la huella y hago referencia, sin duda a aquella imagen tan marcada para los cristianos, el rostro de Cristo en el paño blanco que la Verónica le acerca durante el camino al calvario. También hago referencia al sudario de Turín, que se supone es la sábana que cubrió el cuerpo muerto de Jesús -comenta el artista.

Comienza después a dirigir sus atenciones al propio sostén físico o el soporte intervenido com­o obra, la materia, el corte no convencional, el vacío, la poética de la impronta y del rastro ausente en sus papeles en blanco son motivos de su investigación. Recurre a las roturas, cortes y dobleces como forma, materia y significado del silencio. En su díptico "Plegables" con diferentes proporcio­nes de pliegues valoriza la propia materia, su doblez, sus intersticios y la escritura. La investigación de Salerno, en este momento de su proceso, evoca lo que proclamara el grupo francés " Suport­Surface" en el 69, "el renacer de la obra de arte en su fisicalidad de soporte y de superficie, pensa­dos éstos en su articulación recíproca" -como escribiera Jean Clear (Pooper; 1989,6).

Otro de sus principios se basan en la idea de que sus obras tienen que ser ultra-portátiles -Las piezas están pensadas para que puedan ser dobladas y caber en una maleta. La carac­terística de estos trabajos tienen que ver con su condición de pliegue. Parten del concepto que tienen que ser plegados y transportados- explica.

Dice Salerno: Hacia finales de los 80 inicié el desarrollo de técnicas y medios mixtos que abrieron mi obra a la construcción de objetos, instalaciones y montajes. El trabajo con Insta­laciones, ocupaciones espaciales, me permitió vincular entre sí varios medios y lenguajes: la escritura, la fotografía, los objetos, el video…, refiriéndose a la capacidad de la Instalación de eliminar fronteras entre técnicas. A partir del año 94 trabaja calcos de yeso de sus propias manos, (la auto referencia), el dedo pulgar del escritor Augusto Roa Bastos, así como pañue­los doblados, quemados, engrampados, fotolitos, instalados en cajas de madera con tapa de cristal. Así comienzo en el territorio del arte objetual, el objeto real presentado, las instalacio­nes, el material real- dice Salerno.

En los medios de prensa, se puede leer declaraciones del artista donde expresa: Ocurrido el periodo de la transición, comencé a trabajar instalaciones: espacios re-elaborados, in­tervenidos con objetos y signos, habitados por otros espacios. Es posible que el hecho de apropiarme de un territorio me permitiera mejor construir metáforas sobre los posicionamien­tos diversos que debe asumir la memoria. Las subjetividades conquistan sitios particulares, intercambian o negocian emplazamientos, se resisten o se repliegan. Me interesa el tema de la escritura porque ella me permite explorar los dos temas centrales de mi trabajo: la memoria y el silencio. Por un lado la escritura reconstruye, registra y corrige el recuerdo. Por otro lado nombra la ausencia radical del papel, de la pausa y el intervalo (Entrevista de Perez, Lita, Rev, abc, Año 3, N° 157, ag, 2000).

El citacionismo plástico-literario es un recurso muy utilizado por el artista siendo la cita uno de los instrumentos característicos de sus tácticas; al respecto declara: -Hago uso de la transtex­tualidad, hago participar a gente de otras disciplinas, introduzco el texto literario del escritor Roa Bastos y de otros escritores. Recurre así a la cita contínua, a la manera de Rafael y Tiziano que saqueaban imágenes del arte antiguo para incorporarlas a sus lienzos o como Picasso que se sirvió de la escultura africana, Osvaldo Salerno presta del archivo de imágenes de la historia del­ arte y toma como referente a la “Taza forrada de piel” de gacela china del artista Meret Ophoneim actualmente expuesta en el Moma, para realizar su objeto "Libro forrado de piel" con la huella im­presa de su propia piel. El artista se sirve de la alusión y la cita para reforzar su propia visión.

La idea de traspasar las posibilidades expresivas, más allá del grabado y la pintura, disponiendo sus elementos en el espacio, le permite optar por la Instalación, la forma contemporánea de producción artística. La experimentación de Salerno en este campo según sus propias conclu­siones, es una extensión de su práctica de artista plástico y arquitecto. Se refiere a la posibilidad que presenta este medio diciendo: Yo creo, incluso, que muchos artistas contemporáneos trabajan con instalaciones en estos momentos porque quizá la idea de hacer obras bidimen­sionales, ya sea la pintura, el grabado, el dibujo, no llega a responder a las necesidades o las posibilidades que tiene una intervención en el espacio. La experiencia de salir del cuadro e intervenir el espacio con objetos cotidianos, no precisamente producir objetos artísticos confec­cionándolos, sino seleccionar cosas existentes permite al artista plástico presentar la realidad a partir de elementos comunes. (Comunicación personal, 2002).

Otra de sus conocidas Instalaciones es la obra "La Pileta" realizada en 1997 y desarrollada a partir de una caja de madera y plástico llena de agua con un largo lienzo blanco sumergido en ella. La Instalación cruza y recorre toda la extensión de la sala del Museo del Barro. Explora la relación entre imagen y texto y en el lienzo se puede leer las palabras del escritor Augusto Roa Bastos, Salí del encierro con olor a intemperie, frase que se repite obsesivamente y su­giere un espacio que moviliza imágenes de la memoria de muchos paraguayos, expresiones cargadas de connotaciones políticas referidas a la historia colectiva que se conoce y que no puede ser fácilmente olvidada. El aforismo crea en las mentes profundas vivencias represivas, que difícilmente puedan ser descriptas con las palabras. Permite a los visitantes conectarse al imaginario colectivo, el terreno común de la memoria donde la experiencia estética no está en la contemplación de la obra ni en la inserción en el espacio, sino que trasciende al mundo de la experiencia y de lo político. El clima de la citada atmósfera es reforzado por la iluminación con bombillas de luz incandescente. Imposible no remitirse a la pileta de la época dictadura, -Tomé la pileta como instrumento de tortura- relata el artista. Aparece aquí el objeto reconocido y co­dificado por toda una comunidad, el referente de Salerno recreado en el espacio del museo, que a su vez origina un sórdido espacio de incertidumbre y opresión, una atmósfera de sucesos acaecidos en el país que permanecen en la memoria. Esta obra es presentada también en la ciudad de Porto Alegre, en un espacio destinado al arte político.

Puede notarse aquí la inclusión de la política en el arte que exige un salto ontológico de Salerno paralelo a lo estético y a su temática que lo lleva un poco más allá del acto de cómo instala­r y qué instalar al acto político de recordar al ser oprimido en un acto de liberación. Un discurso teórico proyectado hacia la memoria de situaciones sufridas. Las Instalaciones de Osvaldo Salerno ofrecen un ejemplo de arte poético-político. En la obra mezcla las disciplinas, presenta ­un libro de artista y explora el lenguaje del vídeo y las proyecciones.

En la obra “Casi todos los nombres” presenta siete pañuelos ubicados en un sobre de plás­tico donde utiliza el recurso retórico de la cita de los interruptores de luz de Claes Oldemburg y reflexiona sobre la memoria. Se puede leer en los pañuelos letras iniciales de los jóvenes caídos en los sucesos del marzo paraguayo en la plaza del Congreso que están invertidas. El crítico Ticio Escobar, escribe en el catálogo ... esta obra propone contraescribir los nombres de quienes avanzaron a contramano del régimen dictatorial, desde ellos, de todos aquellos que niegan el curso de una historia infortunada... La obra del artista habla de lo ocurrido en la arena sociopolítíca del país.

Con “El Centro” el artista instala cinco refrigeradores que contienen en su interior lenguas vacunas hechas de yeso. La frase de Italo Calvino invertida, “Y en el centro del sol sólo habría silencio”, puede leerse en los cristales de los mismos reflejando sus preocupaciones con­ceptuales e intelectuales. Trabaja los temas de la escritura, represión y censura, abriéndose al universo de los discursos minimalistas. La obra es seleccionada para la Bienal de Artes Visuales de Mercosur.

En la exposición llamada “La Cicatriz” llevada a cabo en la Casa de América de Madrid, reúne sus trabajos e ilustra el arte que abarca los 10 años de la transición a la democracia con la curaduría del crítico de arte Ticio Escobar y el apoyo de la fundación John Simon Guggenheim de Nueva York. Obtiene varios premios internacionales y sus obras están representadas en museos y colecciones de América y de España.

En su obra “La Ilustración” emprende la tarea conceptual, reflejando preocupaciones intelectuales y claves de la era posmoderna. En “Emplazamiento”, a la manera de la artista Doris Salcedo, selecciona muebles para proponerlos como signos desviados de su funcionalidad y de su significado habitual. El mueble presentado como una imagen dialéctica o como un volumen o presencia que inquieta y dinamiza contradicciones, presentado como una especie de vacío. Es el tipo de Instalación donde la imagen del objeto rechaza el contenido y es el artista el que estudia su relación con él.

Sobre la obra de Salerno escribe la crítica de arte Luly Codas: Es posiblemente una de las más complejas y de difícil acceso del arte paraguayo contemporáneo... Transgresoras y enun­ciadoras estas nuevas formas de expresión plástica remarcarán la presencia del elemento icónico en la obra de Salerno: el objeto como signo visual y signo conceptual. Así van apare­ciendo en su figuración toda una secuencia de objetos simbólicos: tuercas, chapas, rejillas, candados, sillas, ventanas, camisas, hilos, sogas y por fin el propio cuerpo entregado a la inmolación y la redención del arte... En sus búsquedas dentro del arte conceptual, Salerno confronta el lenguaje visual con el lenguaje verbal. El artista trabaja la instalación, el nuevo lenguaje plástico del objeto articulado con el espacio, que le permite crear escenas limpias y precisas de enorme carga simbólica y significativa. (Correo Semanal, Ultima Hora, Arte Con­temporáneo paraguayo s/f)

 

 

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EL "ESPACIO VITAL" EN LAS INSTALACIONES

DE SIETE ARTISTAS PARAGUAYOS

Por MARÍA VICTORIA ECHAURI DE INSFRÁN

Con los auspicios del FONDEC

Asunción - Paraguay

Marzo, 2012 (124 páginas)

 

 

 

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