LO BUENO, LO MALO Y LO FEO EN EL BRASIL

Por ALBERTO ACOSTA GARBARINO

La semana pasada viajé al Brasil con una delegación que tuvo importantes reuniones con diversas personalidades de los tres poderes del Estado, del empresariado y de la sociedad civil,  del vecino país.

Esta visita nos permitió sentir muy fuertemente la grave crisis económica, política y moral, que sufre el país hermano. Lo "feo" que hemos visto en el Brasil es cómo un sistema de corrupción estructurado desde el más alto nivel del gobierno, ha hecho metástasis en todo el cuerpo social del país.

Dicen que la política es una actividad que tiene dos tiempos, complementarios, pero absolutamente contrapuestos. El primer tiempo se enfoca en ganar las elecciones y el segundo tiempo, en gobernar.

En ese primer tiempo, en un país de las dimensiones continentales que tiene el Brasil, se necesita de mucho dinero para financiar las campañas electorales. Lo "malo" fue que el Partido de los Trabajadores, desde la asunción de Lula a la presidencia de la República, diseñó y organizó un gigantesco sistema de corrupción para desviar fondos públicos a las arcas del Partido.

El actual escándalo de Petrobras –en términos sencillos– consistió en que los grandes proveedores de dicha empresa sobrefacturaban sus ventas a la misma, para luego aportar el dinero de dicha sobrefacturación a la Caja del Partido de los Trabajadores.

En este gigantesco escándalo, que ni remotamente es el único que los aqueja, estuvieron involucrados los más altos exponentes del partido de gobierno, las más grandes empresas y los empresarios más importantes del Brasil.

Lo "bueno" es que el Poder Judicial en el vecino país es independiente y está integrado por personas de gran prestigio, tanto que sus investigaciones y fallos han hecho que grandes personalidades se encuentren hoy detrás de las rejas. El más importante de los afectados del ámbito empresarial es Marcelo Odebrecht, presidente de la gigantesca constructora que lleva su nombre.

En el segundo tiempo, en un país como el Brasil donde existe una enorme fragmentación de los partidos políticos, donde existen 28 partidos diferentes en el Congreso y donde el Partido de los Trabajadores tiene apenas el 14% de las bancas, era fundamental hacer una gran concertación de partidos que le permita al presidente, primero sobrevivir y no ser destituido, y segundo, poder impulsar sus políticas públicas.

Lo "bueno" –en este punto– fue que el Partido de los Trabajadores pudo construir una gran coalición de diez partidos diferentes –que iban desde la extrema derecha a la extrema izquierda–, que hizo posible la gobernabilidad en los últimos 12 años.

Lo "malo" fue que la argamasa que unió a los diez partidos fue la corrupción; por ejemplo: los ministerios que eran 20 al inicio del gobierno de Lula se convirtieron en 38 unos años después, para darle su cuota correspondiente a cada partido.

El famoso escándalo del mensalão fue simplemente el pago de un "sueldo mensual" a cada congresista de los partidos de la coalición, para apoyar las propuestas que venían del Poder Ejecutivo.

Aquí nuevamente, lo "bueno" fue que –gracias a tener un Poder Judicial independiente– hoy están en la cárcel políticos prominentes como José Dirceu, que en su momento era el hombre más poderoso del Brasil después de Lula.

En resumen, vinimos del viaje con preocupación por la difícil situación por la que está atravesando nuestro vecino, pero vinimos con una sana envidia por ese Poder Judicial independiente y compuesto por personas de gran valor personal e intelectual.

En este viaje al Brasil, aprendimos que es fundamental para la sobrevivencia de la democracia, contar con un Poder Judicial que sirva de garante del funcionamiento adecuado de los otros dos poderes.

En el Paraguay, aunque de manera diferente, también hemos padecido de corrupción para ganar elecciones, para tener mayoría en el Congreso y lo peor de todo, para obtener fallos favorables en la Justicia.

Por eso, hoy más que nunca, en nuestro país debemos acelerar la reforma de nuestro desprestigiado Poder Judicial.

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

www.ultimahora.com

Sección OPINIÓN

Domingo, 20 de Septiembre de 2015

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