"NO ME MIENTAS A MÍ, ARGENTINA"

Por ALBERTO ACOSTA GARBARINO

Así como en el artículo de la semana pasada me refería al Brasil y su importancia para el desarrollo del Paraguay, hoy quiero referirme a nuestro otro vecino, la Argentina, tan importante en el aspecto social para nuestro país.

Importante porque es el país que desde hace décadas abrió sus brazos para recibir generosamente a millones de paraguayos que migraron en busca de un futuro mejor. Por eso es necesario analizar el futuro de la Argentina y para ese ejercicio siempre es bueno darle una mirada al pasado.

Argentina era a comienzos del siglo XX la principal economía de América Latina y una de las más importantes del mundo. Pero a partir de la Segunda Guerra Mundial ha vivido un proceso permanente de decadencia, debido al populismo e inconsistencia de sus políticas económicas.

La mejor muestra de esta decadencia se observa comparando su producto interno bruto con el de Brasil. A comienzos del siglo XX el de la Argentina duplicaba al de Brasil, a mitad del siglo eran iguales y a finales del siglo el de Brasil era cuatro veces mayor que el de la Argentina.

Esta caída se fue dando en periodos de 10 a 15 años, durante los cuales la Argentina adoptó diversos "modelos" que le permitieron crecer durante unos años, pero debido a sus inconsistencias, siempre terminaron desembocando en graves crisis.

En 1975 esa crisis se llamó el "Rodrigazo" en recordación del tristemente célebre ministro de Economía de la época llamado Celestino Rodrigo; en 1989 fue la "hiperinflación" que obligó al entonces presidente Alfonsín a entregar el poder antes de lo previsto; en el 2001 se llamó "corralito y default de la deuda" que obligó al presidente De la Rúa a renunciar.

A partir de ahí vino la era de los Kirchner, Néstor y Cristina, que tuvieron al comienzo la suerte de recibir desde el exterior un importante "viento de cola", que hizo que las exportaciones de los commodities tuvieran un gran crecimiento.

Esa coyuntura favorable hizo viable la aplicación de grandes "retenciones" a las exportaciones que permitieron, al comienzo, financiar una enorme red de subsidios y transferencias directas a amplios sectores de la población.

Año a año el gasto público fue creciendo en forma irracional y a partir del 2009 se veía claramente que el "modelo" se encaminaba irremediablemente hacia una nueva crisis. La inflación empezaba a crecer, las cuentas públicas no cerraban, y el dólar empezaba a escasear.

La respuesta del gobierno de Kirchner ha sido "pegar manotazos y ocultar los hechos", en lugar de tomar las medidas difíciles que debían tomarse.

Los "manotazos" fueron primero a los Fondos de Pensión y después al Banco Central, para poder cerrar las cuentas públicas. El secretario de Comercio Guillermo Moreno pega cada día "manotazos", extorsionando a las empresas a bajar precios o no importar, para contener la inflación o la salida de dólares.

El ocultamiento lo hace desde hace varios años con la manipulación del INDEC, que publica informes que no tienen credibilidad. Por eso, la prestigiosa revista The Economist, proveedora de amplia información sobre la situación económica de diferentes países, dejó de publicar información oficial sobre Argentina.

La comunicación lo hizo en un artículo que parafraseando la música No llores por mí Argentina, se titulaba... "No me mientas a mí, Argentina".

Con estas mentiras, el Gobierno argentino a quien primero miente es a sí mismo, lo que le impide tomar las medidas de fondo y va llevando la nave económica hacia una nueva crisis de estancamiento e inflación, o tal vez de una nueva hiperinflación.

Esta no es una buena noticia para el Paraguay.

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

www.ultimahora.com

Sección OPINIÓN

Domingo, 01 de Abril de 2012

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