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ANDREW NICKSON

  OPOSICIÓN ARMADA AL RÉGIMEN DE STROESSNER: UNA RESEÑA DE DIEZ LIBROS SOBRE EL TEMA (ANDREW NICKSON)


OPOSICIÓN ARMADA AL RÉGIMEN DE STROESSNER: UNA RESEÑA DE DIEZ LIBROS SOBRE EL TEMA (ANDREW NICKSON)

OPOSICIÓN ARMADA AL RÉGIMEN DE STROESSNER:

UNA RESEÑA DE DIEZ LIBROS SOBRE EL TEMA
 
ANDREW NICKSON

 

 

 

MOVIMIENTO 14 DE MAYO. Por Mario Esteche. (Asunción: Editorial Emegebe, 1989. Pp. 218.)

 

COMANDANTE ROTELA: SOLDADO DE LA LIBERTAD. Por Mario Esteche. Notario. (Asunción: Gráfica Dolly, 1996. Pp. 128.)

 

PRISIÓN, TORTURAS Y FUGA. Por Juan G. Ventre Buzarquis. (Asunción: Edición del autor, 1990. Pp. 186.)

 

MASACRADOS EN NOCHEBUENA. Por Efraín Martínez Cuevas. (Foz do Iguaçu: Gráfica Globo, 2002. Pp. 152.)

 

LA CELDA DEL MIEDO. Por Carlos Caballero Ferreira. (Asunción: Ediciones la República, 1986. Pp. 111.)

 

THE GUERRILLA WAR OF THE PARAGUAYAN COMMUNIST PARTY. Por Cristina Treherne. (Portsmouth, England: Prensa Libre,1982. Pp. 68.)

 

RELATORIO SOBRE LA ACTIVIDAD ENEMIGA DE OSCAR CREYDT. Anon. (Asunción: Editorial Adelante, 1967. Pp. 134.)

 

LUCHA ARMADA EN PARAGUAY. Por Aníbal Miranda. (Asunción: Miranda & Asociados, 1989. Pp. 194.)

 

LA DÉCADA INCONCLUSA: HISTORIA REAL DE LA OPM. Por Alfredo Boccia Paz. (Asunción: El Lector, 1997. Pp. 229.)

 

LOS SUCESOS DE CAAGUAZÚ. Por Roberto Paredes. (Asunción: Sin Editorial, 2000. Pp. 109.)

 

La lucha armada fue un acontecimiento frecuente durante la presidencia de Alfredo Stroessner (1954-89), quien gobernó al Paraguay por más tiempo que cualquier otro líder en la historia del país. En algunos momentos fue dirigida por el principal partido de oposición, el Partido Liberal, en otros momentos por las facciones pro-soviéticas y pro-chinas del Partido Comunista, y en otros momentos por sectores radicalizados de los movimientos estudiantiles y campesinos. Sin excepción, todos fracasaron. Ninguno fue capaz de establecer bases seguras entre la población y, en consecuencia, todos fueron eliminados en forma muy rápida. La historia de estos movimientos casi no fue divulgada durante el stronato. Desde el inicio de la transición democrática en 1989 ha aparecido un creciente número de testimonios, escritos tanto por sobrevivientes como por periodistas. Esta reseña cubre diez publicaciones relacionadas con los principales movimientos armados entre 1959 y 1980 y apunta a una pregunta principal: ¿Por qué la oposición armada fracasó tan rotundamente frente a uno de los regímenes más crueles de América Latina en su intento de generar un apoyo suficiente como para convertirse en una amenaza al statu quo?

Aún cuando las insurrecciones eran comunes en la época liberal (1904- 1940), casi siempre tomaron la forma de apoyar a una u otra facción oligárquica dentro del partido gobernante, el Partido Liberal. Por ende, no representaron ninguna amenaza al orden establecido. Durante la Guerra del Chaco contra Bolivia (1932-35) los soldados paraguayos, los llamados Guerrilleros de la Muerte, utilizaron las tácticas guerrilleras. Fue solamente a partir de finales de la década de los años 50 cuando aparecieron por primera vez los movimientos armados de otro tipo, que buscaban una transformación revolucionaria de la sociedad paraguaya. Fueron varios factores los que contribuyeron a su aparición: la derrota del movimiento sindical urbano después de la huelga general de 1958; la inspiración de la revolución cubana en enero de 1959; la creciente división dentro del partido gobernante, el Partido Colorado, acerca de su apoyo o no a la re-elección de Stroessner en 1958, lo cual derivó en una ruptura del partido en mayo de 1959; y el creciente descontento campesino en la zona central alrededor de Asunción, que fue producto de la desigualdad de la tenencia de tierra.

 

EL MOVIMIENTO 14 DE MAYO

 

Cinco libros ofrecen la visión de varios testigos involucrados en el primero de estos movimientos, el Movimiento 14 de Mayo. Este fue creado en Lanús, Buenos Aires, a mediados de 1958 por jóvenes paraguayos exiliados quienes pertenecían a las alas progresistas de los respectivos Partido Liberal y Partido Revolucionario Febrerista. El libro MOVIMIENTO 14 DE MAYO presenta una resumida historia del movimiento, y COMANDANTE ROTELA: SOLDADO DE LA LIBERTAD es un elogio a su máximo líder, JUAN JOSÉ ROTELA. Hijo de un exiliado militar brasileño, Rotela tenía solamente educación secundaria y nunca había vivido en Asunción. El autor de ambos libros, MARIO ESTECHE, fue uno de los tres principales líderes militares del movimiento, junto con Rotela y Gabriel Armoa. Esteche cuenta que el inspirador del movimiento fue José de la Cruz Ayala (1854-93), periodista y miembro fundador en 1887 del Centro Democrático, precursor del Partido Liberal. Ayala fue uno de los primeros políticos en expresar inquietud por la suerte del campesinado a raíz de las ventas de tierra fiscal después de la Guerra de la Triple Alianza. Él opinaba que la sublevación en contra de un gobierno opresor tenía su fundamento en la Constitución de 1870, una postura que derivó en su persecución y posterior exilio. Llegó a ser una fuente de inspiración para varias generaciones de la facción radical del Partido Liberal y en 1945 la juventud del partido adoptó su seudónimo, Alón.

La experiencia militar durante la Guerra del Chaco dio un fuerte empuje a la moral revolucionaria del Movimiento 14 de Mayo. Contaba con el visto bueno tácito de veteranos de la Guerra en el exilio, quienes habían apoyado el breve gobierno febrerista, que derrocó a los liberales durante 1936-37, y que tenían planes no muy elaborados de reforma social. Por contraste, Esteche critica al conformismo de los componentes de la 'vieja guardia' del Partido Liberal, quienes evitaban cualquier confrontación con el régimen de Stroessner y para quienes las tácticas guerrilleras y el programa de reforma agraria del movimiento fueron inaceptables. Aún así, curiosamente Esteche evita mencionar el apoyo que el Movimiento 14 de Mayo dio al intento fracasado de un golpe por parte del mismo Partido Liberal el 4 de noviembre de 1958. En el llamado Incidente Bouvier, cientos de exiliados dirigidos por el Tte. Eliseo Salinas intentaron cruzar la frontera en Clorinda, pero fueron arrestados en forma ignominiosa por las autoridades argentinas después de que los camiones que los llevaban al río se trancaron en el barro. Tal como Esteche revela sin auto-crítica alguna, los planes para la invasión seguían igual, sostenidos por una mezcla de idealismo e ingenuidad, y esto a pesar de la falta total de armas automáticas y la renuencia de Fidel Castro de ofrecer apoyo material. (1) A pesar de que más de 200 exiliados habían llegado desde Buenos Aires y estaban acampados en varias ciudades fronterizas de Argentina, el número de insurgentes activos fue mucho menos, y limitado por la extrema escasez de armamentos.

Se suponía que las primeras incursiones desde Argentina, que se llevaron a cabo el 12 de diciembre de 1959, eran solamente misiones de exploración, con órdenes de evitar cualquier confrontación armada con el enemigo y con el propósito de llegar a las espesas colinas de Ybytyruzú en los Departamentos de Caazapá y Guairá. Cinco unidades intentaron cruzar en forma separada al río Paraná - en Encarnación y Capitán Meza en el sudeste, en Pedro Juan Caballero en el nordeste, y en Puerto Presidente Franco y Hernandarias al este extremo. (2)  Todas las unidades estaban muy mal equipadas, ninguna llevaba raciones, y la falta de transmisores de radio hizo que no pudieran comunicarse entre ellos. Los catorce miembros de la unidad dirigida por Esteche y Carlos Madelaire fueron todos arrestados por las autoridades paraguayas en el medio del río cerca de Encarnación. Todos los miembros de la unidad dirigida por Armoa fueron arrestados por las autoridades brasileños cerca de Pedro Juan Caballero, y posteriormente liberados.

En el libro PRISIÓN, TORTURAS Y FUGA, JUAN VENTRE BUZARQUIS ofrece un relato testimonial de la suerte de los treinta miembros de la unidad dirigida por dos veteranos de la Guerra del Chaco, Blas Talavera y el Tte. Brizuela, quienes cruzaron el río cerca de Capitán Meza, al norte de Encarnación. (3) Esta unidad fue la única que tenía como miembro a una mujer - Gilberta Verdún, la esposa de Talavera. Los problemas aparecieron casi al llegar al territorio paraguayo. Durante un ataque a una comisaría fronteriza Talavera fue herido en el pie. Rehusando volver, en adelante los demás miembros tuvieron que llevarle en camilla, así reduciendo enormemente la movilidad de la unidad. Además, un infiltrado, Cpt. Parra, desapareció y delató a las autoridades la existencia de la unidad. Perseguida por una numerosa fuerza militar que fue llevada por avión a la selva, y sin raciones, la mitad de la unidad había desertado después de cuatro días. Desanimados, los restantes trece miembros decidieron volver a Argentina pero fueron interceptados el 23 de diciembre casi al llegar al río. Cinco fueron matados en un enfrentamiento y siete, incluyendo a Ventre, fueron arrestados. Talavera logró escaparse pero lo volvieron a capturar el día siguiente. Sin tratamiento médico, murió de sus heridas en una celda en Capitán Meza, en presencia de su esposa. A Ventre lo trasladaron a la Guardia de Seguridad en Asunción, que albergaba 152 presos del Movimiento 14 de Mayo y donde el trabajo de castigo consistía en romper piedras en la cantera de Tacumbú. A finales de junio de 1960, Ventre fue uno de los 49 presos enviados a Peña Hermosa, isla situada en el medio del río Paraguay cerca de Puerto Risso, 500 kms al norte de Asunción. Las condiciones de detención en la isla fueron idílicas en comparación con la Guardia de Seguridad y de ninguna manera justificaba el nombre de 'campo de concentración', mote que le daban los opositores que denunciaban el régimen de Stroessner desde Argentina. Pero la llegada a la presidencia brasileña de Janio Quadros, firme opositor a Stroessner, incentivó entre los presos a la idea de escape con miras a su posterior asilo político en Brasil. Un primer grupo de siete presos dirigido por Rubén Ayala escaparon el 22 de marzo de 1961. Ventre describe con lujo de detalles el motín del 27 de abril cuando todos los demás presos se escaparon. Caminaron por tres días al norte y cruzaron el río Apa al Brasil.

Los 40 miembros de la unidad que cruzaron en canoa desde Foz de Iguazú estaban divididos en dos grupos. El primer grupo apuntaba a Puerto Presidente Franco, pero una de sus canoas se hundió y varios de sus integrantes se ahogaron. Alertados por el alboroto, las autoridades paraguayas tirotearon a los sobrevivientes, matando a su líder, Tte. Patricio Paraguayo Ortúzar. El segundo grupo, dirigido por Marcial Arce, cruzó el río sin incidentes al Puerto Embalse, Acaray, pero tuvieron que abandonar su plan original de atacar la sede de la Quinta Región Militar en Puerto Presidente Stroessner (ahora Ciudad del Este), cuando el grupo dirigido por Ortúzar no llegó en el rendez-vous acordado. En cambio, atacaron a la sede municipal de Hernandarias, brevemente arrestando al intendente y al jefe de policía. Después decidieron viajar tierra adentro en vehículos robados hacia Itakyry, donde abandonaron sus planes de llegar hasta las colinas de Ybytyruzú. En cambio, volvieron a pie de vuelta al río, pero después de una semana se rindieron a un pelotón bajo el comando del General Gregorio Morínigo, quien desautorizó la orden de Edgar Ynsfrán, ministro del interior, de no tomar presos vivos. Al contrario, envió unos treinta presos a Asunción, quienes posteriormente llegaron también a Peña Hermosa. Fue solamente en julio de 2004 que dos sobrevivientes de esta unidad - Sebastián Castillo y Silvio Velásquez - se atrevieron a relatar sus experiencias por primera vez. (4)  En fin, de las cuatro, solamente la unidad dirigida por Rotela, quienes entraron al país en Piraí, logró cumplir su misión sin bajas. Pero el apresamiento de cientos de sus colaboradores dentro del país quitó al movimiento de su apoyo logístico a largo plazo. Como Esteche reconoce abiertamente, el impacto de esta primera ola de incursiones fue "negativo".

A pesar de las enormes pérdidas de la experiencia de diciembre de 1959, se apresuraron los planes para una segunda ola de incursiones. Esta precipitada decisión fue alentada por las noticias de un acercamiento cada vez más visible entre los líderes militares argentinos y el régimen de Stroessner. El 29 de abril de 1960, la columna 'Libertad' con 120 integrantes y dirigida por Rotela cruzaron el río Paraná con intención de establecer una base segura en las colinas alrededor de San Joaquín. Al mismo tiempo, otra columna integrada de liberales y febreristas y dirigida por Cpt. Modesto Ramírez, un veterano de la Guerra del Chaco, cruzaron el río más hacia el norte en Carlos Antonio López. En seguida esta columna enfrentó una fuerte resistencia, obligándola a volver a cruzar el río hacia Argentina.

De ahora en adelante la columna 'Libertad' fue aislada y muy expuesta al peligro. Las fuerzas de seguridad la persiguieron en forma implacable. Todo el territorio al este de una línea divisora, desde el norte al sur, a la altura de Coronel Oviedo fue designada 'zona militar'. Dentro de esta enorme área, el ejército cobró impuestos arbitrarios a los conocidos simpatizantes liberales e introdujo la requisición forzada de su ganado para alimentar a los soldados. Muy pronto las fuerzas del régimen destruyeron a la columna 'Libertad' en un enfrentamiento en junio en Tavaí, Departamento de Caazapá. La operación de contrainsurgencia la dirigió el ministro del interior, Edgar Ynsfrán, y la realizaron las fuerzas especiales del Regimiento de Infantería R.I.14 «Cerro Corá» bajo el comando del General Patricio Colmán. Todos los guerrilleros capturados, incluyendo al joven Rotela, quien tenía solo 26 años, fueron torturados y asesinados. Durante junio y julio de 1960, la prensa argentina publicaba informes del descubrimiento de cuerpos mutilados en el río Paraná. La tercera y última incursión por parte del Movimiento 14 de Mayo se llevó a cabo el 21 de diciembre de 1960 cuando el Mayor Juan Bartolomé Araujo dirigió a cien combatientes en un ataque por el río Paraguay hacia el suburbio asunceno de Itá Enramada, pero fue abortado debido a un insuficiente apoyo logístico.

El cuarto libro, MASACRADOS EN NOCHEBUENA, está basado en un relato testimonial de Remigio Giménez, quien participó en una mini-incursión realizada por ocho integrantes fuertemente armados del Movimiento 14 de Mayo. Al igual que los relatos de Esteche, este testimonio resalta la extraordinaria falta de planificación y coordinación del movimiento. Según Giménez, su grupo salió sin permiso del principal campamento en Pareja-í, Misiones, Argentina el 11 de octubre de 1960 en un aparente intento de prestar apoyo a las fuerzas sitiadas de la columna 'Libertad'. Pero en realidad, para esa fecha Rotela y sus compañeros ya habían sido diezmados meses antes. Como consecuencia, desde el momento en que pisaron tierra paraguaya desde Puerto Iguazú, el grupo dirigido por Carlino Colinas estaba totalmente solo. Su plan original fue de caminar al oeste, atacar la comisaría de Yhú, en el Departamento de Caaguazú, y llegar a las colinas de Ybytyruzú, donde esperaban aliviar el hostigamiento a la columna 'Libertad'. Sin embargo, a los pocos días un indígena mybá, a quien habían capturado pero quien después se escapó, alertó su presencia a las autoridades. Al llegar a una distancia de 70 kms de Yhú, chocaron con una fuerte presencia militar, lo cual les obligó a dirigirse hacia el norte. Pasaron dos meses en la selva sin rumbo, perseguidos por tropas del ejército, milicianos colorados y avionetas de la fuerza aérea. El 17 de noviembre apresaron y mataron a puñaladas a dos milicianos colorados, quienes estaban llevando comida a un campamento militar. (5) Curiosamente, a pesar de los varios enfrentamientos, incluyendo uno el 24 de noviembre cuando mataron a un oficial del ejército, el Tte. Coronel Manuel Galeano, el grupo no sufrió ni bajas ni heridos.

Exhaustos y desnutridos, por fin el 18 de diciembre lograron pasar al territorio brasileño cerca de Paranhos, donde buscaban la protección de miembros exiliados del movimiento, liderados por Filemón Valdez, quien había establecido un campamento a 20 km de la frontera con Paraguay. Pero a los pocos días de llegar en Brasil fueron delatados en Paranhos por oficiales municipales de origen paraguayo, quienes informaron a las fuerzas armadas paraguayas ubicadas en el pueblo fronterizo de Ypejhú, hoy Departamento de Canindeyú. Engañados al creer que les iban a traspasar al custodio de las fuerzas militares brasileñas para su propia protección, en altas horas de la nochebuena fueron llevados en camión a un camino vecinal en las afueras de Paranhos. Al bajarse, un escuadrón de la muerte enviado por el ejército paraguayo les tiroteó. Solo Giménez logró escaparse en la oscuridad mientras que Antonio Arce, dejado como muerto, logró sobrevivir. En febrero de 1961 el gobierno brasileño de Janio Quadros cursó una protesta diplomática a Stroessner por la violación de su sobernanía y posteriormente otorgó asilo político a Giménez y Arce.

Un quinto relato por parte de un miembro del Movimiento 14 de Mayo, titulado La Celda de Miedo, fue publicado en forma póstuma. Su autor, Carlos Caballero Ferreira, veterano de la Guerra del Chaco, murió en el exilio en Montevideo hacia finales de los años 60. En su explicación del porqué el movimiento fracasó, Caballero presta gran atención a la 'traición' de varios de los líderes del Partido Liberal, quienes habían firmado su acta de fundación el 4 de mayo de 1959. Según Caballero, desde un prinicipio ellos tenían una actitud ambivalente hacia el movimiento y pronto trataron de socavar sus actividades. En su crítica destaca en especial a uno de estos líderes -Benjamín Vargas Peña-. Según Caballero, Vargas se equivocó al asumir que el gobierno argentino se mantendría neutral en el conflicto. Como consecuencia, pasaba información a las autoridades argentinas en Corrientes acerca de los planes de invasión. Pero muy lejos de mantenerse neutrales, los militares argentinos tirotearon contra el grupo dirigido por Modesto Ramírez (ver arriba) cuando cruzaron el río. Caballero culpa a Vargas Peña por su propio arresto por las autoridades argentinas en Posadas en la primera quincena de 1960 y también le acusa de haber fomentado la división interna del movimiento al poner un aviso en el diario argentino, La Prensa, denunciando la infiltración comunista al movimiento. Su acusación más grave es que estos 'traidores' buscaban en forma activa la destrucción de la columna 'Libertad'. Según Caballero, una vez que la columna entró al Paraguay, mediante un operador de radio pasaban datos falsos a Rotela, informándole de que las otras columnas también habían logrado entrar al país en forma desapercibida. En realidad, todas fueron destruidas y es muy probable que la columna de Rotela no estaba al tanto de que las tropas del régimen les estaban persiguiendo.

 

EL FRENTE UNIDO DE LIBERACIÓN NACIONAL

 

Curiosamente, el fracaso rotundo del Movimiento 14 de Mayo no desanimó a los comunistas en sus planes para iniciar la lucha armada. El Frente Unido de Liberación Nacional (FULNA), encabezado teóricamente por Fabián Zaldívar Villagra, líder militar durante la Guerra Civil de 1947, en realidad fue una organización controlada por el Partido Comunista Paraguayo (PCP). Se formó en febrero de 1959 en gran parte como reacción a la euforia creada por la revolución cubana. El PCP, solo después de la imposibilidad de la huelga general en La Habana en abril de 1958 de hacer tambalear el régimen de Batista que Castro, decidió volcarse a la lucha armada. Así, cuando la huelga general de agosto de 1958 en Asunción fue derrotada de igual forma, el partido sacó una sencilla conclusión. La apresurada decisión de lanzar una invasión guerrillera a mediados de 1960 se explicó también por el temor de quedarse a la zaga de los intereses 'burgueses' que financiaban el Movimiento 14 de Mayo.

En una repetición de lo sucedido con el Movimiento 14 de Mayo, el 13 de junio de 1960, a sólo seis semanas después de la incursión de la Columna Libertad, la Columna Ytororó de FULNA, con 51 hombres y tres mujeres y dirigida por el Tte. Adolfo Avalos Carísimo, cruzó el río Paraná hacia Paraguay desde sus campamentos guerrilleros en Argentina. En su obsesión de no ser puesto en la sombra por el 14 de Mayo, y bajo el pretexto de ofrecerles apoyo, Ytororó fue ordenado a dirigirse al área donde se suponía que los guerrilleros de Rotela estaban atrinchados. Pero, al contrario a lo que pensaban, la Columna Libertad ya había sido diezmada y las fuerzas de seguridad estaban al tanto de su propia venida. Así que, lejos de montar un segundo frente para dividir las fuerzas del enemigo, los guerrilleros de Ytororó caminaban directamente a la 'boca del león'.

Los primeros enfrentamientos se llevaron a cabo el 19 de junio, a solo seis días de su entrada al país. El 28 de junio las fuerzas de seguridad montaron un ataque de sorpresa al campamento guerrillero en Ñu Cañy, al sur de Tavaí, del Departamento de Caazapá. Los sobrevivientes de este ataque se dispersaron en pequeños grupos, los cuales muy pronto fueron sacados de la selva por el mismo Regimiento de Infantería No.14, encabezado por el General Colmán, que había destruido a la Columna Libertad. En un notable endurecimiento de actitud en comparación con lo seguido en respuesta a las incursiones de diciembre de 1959, cuando cientos de combatientes y simpatizantes fueron arrestados, encarcelados y posteriormente confinados al Chaco, desde entonces el régimen implantó una política implacable de no tomar presos vivos. Los guerrilleros capturados fueron brutalmente torturados y asesinados en julio de 1960 en una cárcel temporaria cerca de Charará (ahora Eugenio A. Garay) en el Departamento de Caazapá, y sus cuerpos mutilados fueron tirados al río Paraná desde avionetas y barcos. (6) El 16 de julio de 1960 el diario asunceno, El País, publicó una lista official de 82 insurgentes pertenecientes al Movimiento 14 de Mayo y al FULNA, quienes supuestamente murieron en combate con las fuerzas de seguridad. Esta lista no incluía nombres de combatientes heridos ni arrestados por la sencilla razón de que no hubo.

En una evaluación equilibrada y poco común, THE GUERRILLA WAR OF THE PARAGUAYAN COMMUNIST PARTY, escrito por CHRISTINA TREHERNE, resalta varias explicaciones interrelacionadas del fracaso de FULNA. Primero, al igual que la anterior Columna Libertad, los 54 guerrilleros de Ytororó estaban muy mal equipados, con poco entrenamiento militar, solo nueve armas automáticas, la mayoría de las cuales no funcionaban, y con raciones para solo dos días a pesar de una caminata prevista de nueve días para llegar a las colinas de Ybytyruzú. Segundo, aunque el PCP habia atribuido el fracaso del Movimiento 14 de Mayo a su incapacidad de forjar lazos fuertes con 'las masas', el FULNA pecaba del mismo error. Las primeras bases establecidas a principios de 1960 entre campesinos de Pirebebuy, Departamento de Paraguarí y en las colinas de Ybytyruzú, Departamento de Caazapá, dirigidos por Wilfrido Álvarez y Adolfo Alonso Ramírez respectivamente, sí seguían la estrategia china de fuerte involucramiento entre comunidades rurales. Pero la "voluminosa" Columna Ytororó que entró al país unos meses después parecía una copia fiel de la estrategia cubana de foquismo, con su énfasis en la alta movilidad y auto-suficiencia. Tercero, aunque la Ytororó intentaba replicar esta estrategia militar cubana, el PCP mantuvo la aguda subordinación del comando militar a su liderazgo político, una característica del modelo chino de guerra de guerrillas. Esto causó enormes demoras en la toma de decisiones en la práctica porque cada orden y pedido tenía que ser enviado ida y vuelta entre el Tte. Adolfo Avalos Carísimo, su líder militar, y el secretario-general del PCP, Oscar Creydt, quien se quedó en Buenos Aires. Cuarto, el PCP aún carecía de un entendimiento profundo del mundo campesino. En sus escritos previo a Ytororó, Credyt había asumido sencillamente que ellos no iban a tomar armas contra sus 'libertadores'. Como Treherne bien señala, quizás no es de sorprenderse que un partido cuyas raíces fueron tan exclusivamente urbanas, haya cometido semejante error. Finalmente, y lo más importante de todo, el partido subestimó enormemente la fuerza del régimen y su capacidad para infiltrar al mismo PCP. Como Treherne menciona, la cruel represión llevada a cabo por las fuerzas de seguridad alrededor de San Juan Nepomuceno en las semanas previas a la invasión de Ytororó sugiere que el régimen tenía concocimiento previo de su destino. Solo siete integrantes de la columna lograron llegar hasta allí y todos fueron asesinados por las tropas del enemigo, quienes los estaban esperando.

Otra unidad guerrillera, la Columna Mariscal López, se estableció cerca de Piribebuy a principios de 1960, dirigida inicialmente por Wilfrido Álvarez y Arturo López. (7)  El 24 de mayo de 1960 atacaron el pueblito de Barrero Grande (después Eusebio Ayala) en un intento fallado de desviar la atención de las fuerzas de seguridad de la llegada al país de la Columna Ytororó. Curiosamente, sus integrantes no fueron identificados en la gran represión de mediados del año 1960. Después de la destrucción de Ytororó, en un cambio abrupto, Creydt ordenó a los integrantes de Mariscal López volver a seguir la estrategia china de guerra de guerrillas y a dedicarse con bajo perfil al trabajo de concientización entre el campesinado desde su base en las colinas aisladas cerca de Acahay. Pero tal como pasó en el caso de Ytororó, la estructura de 'comando dual' trabó fuertemente la tarea y la seguridad personal de sus integrantes. Las actividades de la columna fueron congeladas durante meses enteros mientras que se enviaban mensajes con órdenes desde la sede partidaria en Buenos Aires a través del comité regional en Asunción. Adicionalmente, estas mismas órdenes fueron tomadas por líderes políticos quienes estaban completamente desvinculados de las condiciones con que los guerrilleros tenían que enfrentarse diariamente. El ejemplo más resaltante de este problema fue la renuencia del liderazgo político de autorizar el traslado del campamento por razones de seguridad, a pesar de los repetidos pedidos por parte de la columna desde 1961 en adelante. La desmoralización causada por el aislamiento y las difíciles condiciones de vida terminaron en peleas internas entre los integrantes de la columna. En junio de 1963 uno de sus principales líderes, Wilfrido Álvarez, fue delatado y asesinado. En febrero de 1964, Arturo López fue enviado a la Unión Soviética en un intento de calmar los ánimos. Para ese entonces, los restantes diecisiete miembros activos estaban aún más desanimados. Las perspectivas para un cambio revolucionario recibieron un balde de agua fría con el fin de FULNA en octubre de 1963, con amargas recriminaciones entre comunistas, liberales y febreristas.

En marzo de 1964 las fuerzas de seguridad montaron una sistemática ofensiva de contrainsurgencia a los campesinos alrededor de Piribebuy, en el Departamento de Cordillera, a quienes se les sospechaba de colaborar con los guerrilleros. Después de que el comité central del PCP rechazó su pedido de envío de armas, en abril de 1965 la columna realizó un intento fallido de robar armas en Santa Elena, en el mismo Departamento. La respuesta del régimen fue feroz. Miles de campesinos fueron apresados en los Departamentos de Paraguarí y Cordillera y en una conferencia de prensa en septiembre del mismo año el ministro del Interior, Edgar Ynsfrán, anunció que la Columna Mariscal López había sido destruida. En realidad, este éxito se debió más a la infiltración por parte de agentes policiales entre los nuevos miembros reclutados a la columna desde 1963 que a cualquier evidencia extraída mediante la tortura de los detenidos. (8)

El fracaso total del intento del PCP en la lucha armada y sus mejores cuadros diezmados llevó a fuertes recriminaciones al interior del partido. En 1963 varios miembros del comité central ya se habían separado para formar su propio partido, el Partido Comunista Leninista Paraguayo (PCLP), en abierta oposición a Oscar Credyt, a cuyo liderazgo autocrático le culparon por la derrota de Ytororó. Su rechazo a ofrecer protección militar a los simpatizantes campesinos durante la represión a mediados de 1965 llevó a una mayor crítica a Creydt, quien en ese momento se paseaba en Vietnam. Por fin, y con el visto bueno de la Unión Soviética, en septiembre de 1965 se le echó a Creydt de su liderazgo del partido. El PCLP se terminó y sus miembros volvieron a integrarse al nuevo liderazgo del PCP. En 1967, Creydt fue expulsado del partido bajo la acusación de traidor, después del cual formó su propio partido pro-chino, el Partido Comunista del Paraguay.

RELATORIO SOBRE LA ACTIVIDAD ENEMIGA DE OSCAR CREYDTes un ataque frontal al antiguo secretario-general del PCP, lo cual busca justificar su expulsión del partido. Escrito en el lenguaje retorcido propio de la ideología soviética de la Guerra Fría, el documento anónimo rechaza el argumento de que el comportamiento cada vez más imprevisible de Creydt podría ser atribuido a su ego inflado o a su inestabilidad mental. Al contrario, su argumento se basa exclusivamente en una tesis 'conspiratorial' - o sea, que Creydt había sido un trotskista disfrazado desde que se afilió al PCP en su juventud y desde ese entonces en adelante activamente buscaba sabotear el partido por ser traidor al servicio de la CIA. A pesar de lo absurdo de este argumento, que recorre el texto, la correspondencia reproducida ofrece algunas interesantes revelaciones de las opiniones de los mismos guerrilleros de FULNA, aun cuando la selección sesgada haga cuestionable su representatividad y veracidad. A pesar del esfuerzo del PCP en disfrazar la expulsión en términos netamente ideológicos - no hay que olvidar que esto pasó en los años más duros de la Guerra Fría - tal como señala Treherne, la principal razón por la división del partido fue la percepción, correcta o no, de que Creydt sufría de megalomanía. Las diferencias ideológicas entre los dos grupos, aunque fueron citadas repetidamente por ambos bandos, fueron minímas en comparación.

La conclusión que Treherne saca es dura: el PCP, que había sido una fuerza política activa dentro de Paraguay hasta 1958, dejó de tener relevancia política después de su derrota en la guerra de guerrillas. Ella opina que es demasiado simplista pretender culpar solo a Creydt por la destrucción del partido y señala que, aunque él fue su líder durante todo ese período, la mayoría del partido apoyó la decisión de lanzarse a la lucha armada. Aún después, la mayoría de sus miembros estaban dispuestos a sacrificar sus propias vidas para poner en práctica esta estrategia. (9)

LUCHA ARMADA EN PARAGUAY, por ANÍBAL MIRANDA, ofrece una reseña de los años 1959-62 a través de una selección de pronunciamientos y denuncias del Movimiento 14 de Mayo y FULNA, además de artículos del diario Patria, vocero oficial del régimen de Stroessner. Ambos, resaltan tanto la gran exageración por parte de los insurgentes, quienes repetidamente predecían la inminente caída de Stroessner, como el gran cinismo del régimen, que constantemente negaba el arresto y desaparición de opositores. Una variedad de otros pronunciamientos revela las animosidades y los recelos amargos dentro del liderazgo de los partidos Liberal, Febrerista y Comunista -divisiones que servían más que cualquier otra cosa para debilitar los respectivos movimientos-. Una contribución original en el texto es la revelación de que Carlos Pastore, el más respetado miembro de la dirigencia exiliada del Partido Liberal, tuvo una entrevista secreta con Fidel Castro en Montevideo en mayo de 1959. Esta experiencia solo confirmó su convicción de que las incursiones guerrilleras estaban destinadas a fracasar. El posterior rechazo de parte del liderazgo del Partido Liberal de plegarse plenamente a esta estrategia fue un gran revés para el Movimiento 14 de Mayo.

 

LA ORGANIZACIÓN POLÍTICO MILITAR Y EL INCIDENTE DE CAAGUAZÚ

 

En 1976, otro movimiento guerrillero, la Organización Político Militar (OPM) fue destruida cuando estaba todavía en el embrión y antes de que hubiera entrado en operación activa. (10) La OPM se formó a principios de la década de 1970 por jóvenes paraguayos quienes se habían radicalizado por la experiencia de estudiar en Chile durante el gobierno socialista de Salvador Allende o por sus contactos con el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y los Montoneros, los dos movimientos guerrilleros de Argentina. Su líder principal fue Juan Carlos Da Costa, hijo de padre paraguayo y madre boliviana. Cuando sus padres se divorciaron, Da Costa tuvo que transferirse de un colegio élite hacia un colegio público de Asunción. Muy joven se convirtió en un político muy comprometido en contra al régimen. En 1970, cuando apenas tenía dieciséis años, fue brutalmente torturado por la policía después de su arresto por posesión de planes detallados de las comisarías asuncenas. El año siguiente fue deportado a Argentina. La OPM creció en forma vertiginosa desde 1974 al captar nuevos miembros en Asunción quienes provenían del Movimiento Independiente, un movimiento estudiantil no-partidario. En áreas rurales, reclutaba activistas de las Ligas Agrarias Cristianas (LAC), movimiento campesino en auge, que en ese momento estaba pasando por el proceso de desligarse de su relación de tutelaje con la Iglesia católica. Las actividades de la OPM terminaron en forma abrupta como consecuencia de una gran represión por parte del régimen entre abril y junio de 1976, cuando unos 1.500 campesinos y 200 estudiantes fueron presos en redadas por todo el país. Da Costa murió en un enfrentamiento armado y otros veinte miembros, mayormente de extracción campesina murieron durante su custodia policial. El golpe mortal a la OPM vino en enero de 1978 con la muerte en otro enfrentamiento de Agustín Zavala, líder de la única célula dentro del país que sobrevivió la represión de 1976.

LA DÉCADA INCONCLUSA: HISTORIA REAL DE LA OPMes sin duda la historia más interesante y más objetiva de todos los libros en esta reseña. Además del uso de fuentes secundarias, su autor, Alfredo Boccia, realizó entrevistas con 32 antiguos dirigentes de la OPM. Curiosamente, ésta es la única historia de la organización que se haya publicado hasta la fecha. Hay dos razones que explican este hecho. Primero, como Boccia sugiere, es una amarga historia de intriga, desconfianza y delación bajo tortura. Segundo, muchos de sus principales activistas, quienes pasaron la década de 1980 en el exilio, posteriormente llegaron a ocupar importantes cargos políticos en el período pos-1989 y están reacios a llamar la atención sobre su participación previa en la lucha armada contra el régimen.

Boccia explica que la OPM planeaba construir su aparato militar en forma silenciosa antes de inciar acciones armadas. Pero desde 1974 en adelante su capacidad organizativa se hundió con el crecimiento rápido de nuevos miembros. Su incapacidad de incorporar a estos nuevos integrantes en forma adecuada derivó en un creciente problema de indisciplina dentro de su estructura celular. A pesar de que más de 200 ejemplares de su revista clandestina, Tatapirirí, circulaban por todo el país, para abril de 1976 el régimen aún no sabía que existía. (11)  Pero cuando un miembro relativamente periférico fue detenido por casualidad en un control fronterizo de Encarnación a principios de abril de 1976, transcurrió más de 24 horas antes de que la organización se enterara de lo que había ocurrido. Para ese entonces ya fue demasiado tarde y la policía casi pudo desmantelar el liderazgo de la OPM en cuestión de días. (12) Además, su extraña obsesión de mantener un enorme archivo detallando casi todas sus actividades, hizo posible que muy pronto la policía construyera un croquis casi completo de su estructura interna.

El último libro de esta reseña, LOS SUCESOS DE CAAGUAZÚ, relata un extraño incidente que ocurrió el 8 de marzo de 1980 cuando veinte campesinos de Acaray-mí, una pobrísima colonia agrícola establecida en 1972 perteneciente al Departamento de Caaguazú, secuestraron un bus de pasajeros en la Ruta 1 cerca de Ciudad del Este. El autor, ROBERTO PAREDES, tenía fuertes vínculos con el grupo. Descubre los antecedentes del incidente, cuando hacia septiembre de 1979 Victoriano Centurión, conocido y carismático activista de las Ligas Agrarias Cristianas (LAC), se encontró con Gumercindo Brítez, joven miembro del comité central del Partido Comunista pro-Chino que dirigía Oscar Creydt, en un taller para líderes campesinos organizado por la Juventud del Partido Febrerista. A diferencia de casi todos los otros presentes, encontraron que compartían la misma convicción sobre la viabilidad de un levantamiento armado en forma inmediata contra el régimen. Brítez, quien pasaría los próximos seis meses en Caaguazú junto con Centurión, enfrentaba fuerte oposición de los miembros de la Juventud Paraguaya de Derechos Humanos (JPDH), organización disfrazada del partido de Creydt, al cual Paredes también pertenecía. (13) Invitado por Brítez, Paredes visitó Acaray-mí hacia finales de febrero de 1980 como enviado de la JPDH. En una reunión con los miembros de la colonia, argumentó en contra de la propuesta de levantamiento armado, enfatizando que la coyuntura internacional, sobre todo la presencia de un gobierno militar en Brasil, no era propicia para una lucha armada. También argumentó que la oposición al régimen era todavía débil, dividida y desorganizada, y que semejante movimiento joven y poco preparado no sería capaz de aguantar una respuesta militar abrumadora de parte del régimen. Sin embargo, seducidos por el carisma de Centurión, los miembros de la colonia rechazaron estos argumentos. En un ejemplo revelador de la persuasiva de una lógica torcida, Centurión rechazó la necesidad de una preparación política y militar de largo tiempo bajo el argumento de que esto iba a aumentar el peligro de infltración por parte de las fuerzas de seguridad. Paredes volvió a Asunción con el mensaje de que sí o sí el levantamiento iba a realizarse el día 15 de marzo, o sea varias semanas después. Con el corazón en la mano, la JPDH hizo los preparativos para apoyar al movimiento en el cual no creían. Para su sorpresa, y sin previo aviso, Centurión adelantó por una semana la fecha del levantamiento. La primera noticia que estos simpatizantes tuvieron fue al escuchar por radio que un bus de pasajeros había sido secuestrado en Caaguazú.

Los insurgentes pensaban dirigirse a Campo 8 para robar alimentos y armas de una despensa menonita, y después caminar hacia Chaco-re, donde planeaban establecer una base guerrillera. Después de pasar por un control aduanero y tirotear un vehículo de la aduana que les perseguía, bajaron del bus en Campo 8. Pero al caminar menos de un kilómetro hacia la despensa, en forma súbita Centurión cambió de plan porque alguien había mencionado sus planes de atracar la despensa al chofer del bus! En vez de seguir adelante, cruzaron al otro lado de la ruta. Sin alimentos ni agua, y casi ninguna arma y ningún apoyo logístico, de ahora en adelante estaban totalmente a la merced de una masiva operación de contra-insurgencia que involucraba a unos 5.000 soldados. Las fuerzas de seguridad les ubicaron en la tarde del 11 de marzo cuando Centurión tiroteó contra un helicóptero militar que pasaba. Después de pocos días, diez integrantes, incluyendo Brítez, fueron apresados, matados y enterrados en un cemeterio desconocido en San Antonio-mí, cerca de Caaguazú. (14) Otros nueve integrantes estaban presos, incluyendo dos niñas de dieciséis y doce años. Solo Centurión logró escaparse. Aparentemente, después de pasar cuatro meses en la zona viajó a Asunción donde la Embajada de Panamá le otorgó asilo político.

Es difícil aceptar la conclusión del autor de que el levantamiento de Caaguazú representó uno de los capítulos más importantes en la lucha popular contra el régimen de Stroessner, porque esta apreciación la contradice su propio análisis profundo y objetivo de lo que pasó. Además de la extraña decisión de lanzar un levantamiento armado a través del secuestro de un bus de pasajeros, el grupo mostró una falta de seguridad que no parece real. Más importante aún, el incidente tuvo un impacto muy negativo sobre las organizaciones populares en general. Unos 300 activistas por todo el país fueron arrestados, incluyendo todos los hombres en la colonia de Acaray-mí. El incidente se llevó a cabo justo en el momento en que el movimiento campesino estaba empezando a recuperarse después de la represión de la OPM en 1976. Su fracaso rotundo y la fuerte represión que desencadenó solo sirvió para postergar ese proceso. También sirvió para fortalecer el argumento de aquellos quienes rechazaron una actitud de confrontación frontal con el régimen y quienes abogaban por una estrategia de movilización en forma no-violenta.

 

CONCLUSIONES

 

Como demuestran en forma contundente los libros citados en esta reseña, sin excepción los movimientos armados en contra del régimen de Stroessner -Movimiento 14 de Mayo, FULNA, OPM y el grupo de Caaguazú- fueron un fracaso total. Son varios los factores que explican el extraordinario éxito de las fuerzas de seguridad en cortar de raíz cada intento de oposición armada antes de que llegara a constituir una amenaza real al régimen. Primero, a los pocos años de la llegada de Stroessner al poder, se creó una unidad especial de inteligencia, el DEPARTAMENTO TÉCNICO PARA LA REPRESIÓN DEL COMUNISMO, dentro de la Policía Nacional con el apoyo de la Central Intelligence Agency de los Estados Unidos. Bajo el objetivo de la "lucha anticomunista'' la 'Técnica', tal como se la conocía, estableció una red extendida de informantes parapoliciales. Muy pocos llegaron a recibir una remuneración en forma mensual, y a la mayoría se les pagaba una suma determinada como retribución por su útil información.

Segundo, el régimen de Stroessner puso en práctica una exitosa estrategia de contra-insurgencia de tipo 'represión preventiva', lo cual publicitó por primera vez el General Gerardo Johansen en 1972 en una conferencia del Comité Interamericano de Defensa en Montevideo. Bajo esta estrategia el más mínimo indicio de una oposición violenta recibía una respuesta tremendamente desproporcionada de parte de las fuerzas de seguridad. Esto consistía en la detención, interrogación, tortura y encarcelamiento de un círculo muy amplio de individuos, cuyo único 'crimen' fue el ser pariente, amigo, colega de trabajo o vecino de ese número muy reducido de personas dispuestos a dedicarse a una resistencia armada al régimen. Esta estrategia fue mayormente exitosa en inculcar un ambiente de miedo dentro de la población en general, lo cual tenía el efecto a largo plazo de aplastar el crecimiento de la protesta política. Tercero, tal como revelan los testimonios personales en esta reseña, los varios movimientos armados demostraban muchas señales de voluntarismo. Todos se destacaban por un muy débil nivel de entrenamiento militar, generalmente padecían de un inadecuado nivel de seguridad personal de sus cuadros, y muchas veces pecaban de altos niveles de indisciplina.

En resumen, al mirar hacia atrás, sería muy fácil criticar el fracaso de estos intentos de lucha armada contra el régimen de Stroessner. Sin embargo, sería injusto atribuir este fracaso a la locura de individuos egocéntricos, o al aventurismo político por partes de unos ingenuos, o a un intento muy simplista de copiar la revolución cubana o la resistencia al gobierno militar en Argentina. Estos movimientos surgieron como respuesta a circunstancias históricas específicas, tanto en términos nacionales como internacionales. Como Treherne apunta tan acertadamente al referirse al caso de FULNA, "Si se hubiera derrotado a los guerrilleros de Castro en Cuba, ellos serían relegados a un pie de página en los libros de la historia, y en 1958 no había nada para sugerir de que su intento fue otra cosa más que el aventurismo político. En forma similar, si el Che Guevara no hubiera muerto en Bolivia se hubiera ignorado por completo en el mundo la lucha guerrillera en ese país y los que murieron a su lado serían igual de olvidados como son sus contrapartes paraguayos".
 

 

NOTAS

 

1. El único apoyo material cubano fue una donación de $10,000 que Che Guevara entregó a Arnaldo Valdovinos, uno de los líderes febreristas del Movimiento 14 de Mayo, quien visitó Cuba en septiembre de 1959.

2. Una sexta unidad, dirigida por Cpt. Modesto Ramírez, después de abandonar su plan original de atacar a Pilar, abordó el buque de guerra paraguayo ‘Bahía Negra’, anclado en la costa de Corrientes. Pero se huyeron cuando la marina argentina les tiraron balas.

3. La falta de preparación lo revela el mismo Ventre. En ese entonces tenía solo 19 años, y Talavera le contactó para plegarse a la unidad a la salida del colegio en la mismíssima noche de la incursión!

4. Sebastián Castillo Mancuello, "Queríamos combatir contra la dictadura" (1 de Julio de 2004) y "Enfrentamos muchas dificultades" (2 de julio de 2004), y Silvio Velásquez, "No teníamos suficientes armas" (7 de Julio de 2004), todos en Ultima Hora, Asunción.

5. Muy pronto el régimen de Stroessner convirtió a uno de ellos - Raúl Arsenio Oviedo, vice-presidente de la seccional del Partido Colorado en Yhú - en mártir a la causa anti-comunista.

6. Se piensa que solo sobrevivieron dos de los 54 guerrilleros de la Columna Ytororó.

7. Curiosamente, hasta la fecha no se ha publicado ningún testimonio de parte de los integrantes de la Columna Mariscal López.

8. Arturo López (alias Apagito Valiente) se quedó en la zona durante varios años, con casi ningún apoyo logístico. Durante ese lapso se convirtió en un especie de leyenda popular. En mayo de 1970 fue delatado a las autoridades y murió en un enfrentamiento junto con el mismo General Colmán.

9. Treherne opina que el sistema de ‘comando dual’ que separaba la parte politica de la parte militar del movimiento fue una receta para graves errores en el manejo de las acciones guerrilleras, sea quien sea el máximo dirigente.

10. Los miembros que sobrevivieron la represión de 1976 cambiaron su nombre a la Organización Primero de Marzo, en conmemoración a la fecha- 1 de marzo de 1870 - cuando el Presidente Francisco Solano López murió en Cerro Corá, así poniendo fin a la Guerra de la Triple Alianza (1865-70).

11. En noviembre de 1975 la policía destruyó el liderazgo del Partido Comunista Paraguayo en Asunción, matando su secretario general, Miguel Angel Soler y su máximo líder juvenil, Derlis Villagra. A pesar de los cientos de detenidos en ese entonces, la policía nunca percató la existencia de la OPM.

12. Juan Carlos Da Costa fue matado en un enfrentamiento. Mario Schaerer fue asesinado en custodia policial, otros cuatros fueron encarcelados, y dos huyeron del país.

13. No se sabe si la participación de Brítez en el levantamiento contaba con la acuerdo de Creydt.

14. Después de la caída de Stroessner, los cuerpos de los detenidos ajusticiados en San Antonio-mí fueron desenterrados pero el Presidente Andrés Rodríguez rechazó el pedido de los parientes de que los oficiales responsables de los asesinatos deberían ser juzgados.

Fuente: http://www.novapolis.pyglobal.com 

(Registro: Agosto 2011)

 

 

 

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