EL FIN DE UN AÑO DISTINTO

Escrito por: MANUEL FERREIRA BRUSQUETTI

Enero 2011

EL FIN DE UN AÑO DISTINTO

En términos económicos, el 2010 fue distinto por donde se lo mire. Paraguay, al crecer 14,5% ha crecido al nivel de los mejores del mundo: según los datos del Fondo Monetario Internacional a Octubre, solamente superado por Qatar y Singapur. Sin embargo, los resultados finales todavía están por verse. Podemos ser campeones del mundo.

En términos económicos, el 2010 fue distinto por donde se lo mire. Paraguay, al crecer 14,5% ha crecido al nivel de los mejores del mundo: según los datos del Fondo Monetario Internacional a Octubre, solamente superado por Qatar y Singapur. Sin embargo, los resultados finales todavía están por verse. Podemos ser campeones del mundo.

El crecimiento de Paraguay, cuando lo comparamos con el resto del mundo, puede no querer decir gran cosa para la gran mayoría de los habitantes en el país, ya que son relativamente pocos los que viajan y pueden distinguir las diferencias. Miremos entonces hacia adentro. Cuando comparamos este crecimiento con nuestra propia performance, Paraguay ha alcanzado su propio récord: nunca antes, desde que se lleva registro del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), Paraguay había alcanzado semejante número. Ni siquiera en la época de Itaipú. Los que antes eran felices y no lo sabían, deberían estar felices ahora y empezar a saberlo.

Lo del crecimiento es obviamente lo más llamativo, pero la historia no acaba allí. La publicación de los atrasados datos sobre pobreza (los datos corresponden a finales del 2009), también hablan de una reducción en los índices de pobreza por efecto del crecimiento que ya comenzó en el segundo semestre del año pasado. Paraguay fue campeón latinoamericano en el porcentaje de su población que salió de la pobreza, con 2,2%. Hemos más que duplicado el resultado de América Latina que, en también excelente performance, alcanzó 1%. La historia de que el beneficio no llega es una falacia. El problema es que tarda en llegar y ya no tenemos paciencia.

La historia sigue. A pesar de los grandes temores, sobre todo en la autoridad monetaria, tenemos una de las inflaciones más controladas que se conocen. Estamos cerrando el año con 7,2% de inflación, valor que sigue por debajo del promedio histórico.

Y podemos seguir hablando. Los niveles de bancarización de la población han subido a valores astronómicos, y el crédito está empezando a alcanzar niveles necesarios para sostener el crecimiento; hemos producido más granos que en toda nuestra historia, con los que damos de comer a más de 50 millones de personas en todo el planeta; superamos nuestro récord en exportación de carne y en mercados habilitados, y con ello podemos alimentar a más de 30 millones de seres humanos; hemos generado niveles de construcción que no se veían desde la época de Itaipú, casi cada paraguayo tiene un teléfono con el cual comunicarse, lo que no es menor en un mundo globalizado y en un país mediterráneo; estamos comercializando productos en casi todos los mercados del mundo; etcétera, etcétera.

¡Qué año, por Dios, qué año!

Pero la historia no debe terminar acá. Tenemos cientos de miles de compatriotas que todavía se revuelven en la indigencia. Tenemos miles de personas que todavía tienen que revolver la basura para tener algo que comer con sus familias. Seguimos viendo a paraguayos morirse por falta de medicamentos en hospitales públicos. Sigue subiendo la delincuencia. A pesar de que la mortalidad infantil haya bajado, para el padre al que se le murió un hijo recién nacido, la mortalidad infantil fue de 100%

Tenemos que seguir trabajando y más duramente para que las cosas sigan mejorando. Creo que el sector privado está haciendo su trabajo: Se tomaron riesgos importantes y se ha invertido, en ganadería, en agricultura, en reforestación, en el sector industrial, en los servicios. Esto redundará en beneficio de todos, más temprano o más tarde.

Falta, sin embargo, un impulso más decidido de los otros dos pilares del desarrollo: el Estado y la Sociedad Civil. El Estado con una mayor coordinación entre poderes, que al dejar de lado viejas rencillas históricas que en nada contribuyen, pueda dar un decidido aporte al desarrollo. La sociedad civil asumiendo más decididamente su rol de controlar y desafiar al Estado para que avance.

Espero que el 2011 siga siendo un año distinto.

¡Feliz año para todos!

Fuente: http://www.dende.org.py 

(Registro: Junio 2011)