MARCELO MEDINA
SIN TÍTULO. DÍPTICO.
Pintura en aerosol, esmalte sintético, látex
y collage aplicado con diferentes pegamentos
como cola y cemento. Año 2001
Colección CENTRO DE ARTES VISUALES/MUSEO DEL BARRO
LA ESPERA
El díptico de Marcelo Medina se ubica ante ciertas cuestiones claves que plantea el tema de la representación contemporánea. Este texto recoge dos de ellas. En primer lugar, aunque en principio Marcelo se afirma como un figurativo recalcitrante (sus mundos aparecen sobrepoblados de figuras mitológicas, literarias, delirantes), al verse enredadas en los sucesivos procedimientos que utiliza, sus imágenes sufren deformaciones y mutaciones y aun terminan por desaparecer, tapujadas por los velos, sepultadas por las densidades o tragadas por los flujos de una pintura desbordada. Marcelo parte de referencias ^cónicas extraídas de la informática y de los medios de comunicación masiva y luego atosiga esas figuras encimándolas, nublándolas con veladuras, devorando sus contornos con manchas o desmintiéndolos con caligrafías y líneas que, pendientes de otros trazados, avanzan a contramano. "Como me gusta mezclar todo", confiesa el propio artista, "en los collages recurro a material a veces distorsionado por la computadora, a planos de colores pixelados (el pixel puede nombrar las formas por acción residual)".
Estas mezclas promueven el desconocimiento de los límites canónicos trazados por el orden de las Bellas Artes (en una operación especialmente audaz en cuanto proviene de la pintura misma, la supuesta privilegiada por tal orden). Pero también se adscriben a la tendencia que intenta desconstruir la oposición binaria que enfrenta el nivel abstracto y el figurativo considerados ambos términos absolutos. Si bien es cierto que el viejo pleito moderno entre abstracción y representación se resuelve en el simulacro posmoderno (Foster), en la obra de Marcelo el simulacro actúa impidiendo que la imagen fragüe: las perturbaciones que ella sufre difieren continuamente el momento de su realización como significante.
El simulacro puede ser entendido en esta obra como registro de una remisión continua: la que birla el signo original. Si Derrida considera que lo enigmático es la idea misma de primera vez, es lógico que concluya que “es por tanto el aplazamiento lo que está en el inicio”,1 . Pero al llegar a este punto hemos desembocado ya en la segunda cuestión, la que refuta la lógica temporal historicista. La imagen de Marcelo se (des)forma por anticipaciones de lo ya sucedido o correcciones de lo no aún no es. Por eso, sus claves se encuentran escamoteadas: enredadas entre capas de pintura o trazos caligráficos, las claves de la pintura se encuentran extraviadas y postergan indefinidamente su ministerio: el de abrir sentido, verificar la verdad de lo expresado. La imagen final, que nunca es definitiva, se abre a una pregunta lanzada hacia delante. Constituye, así, una acción diferida (Foster) que sólo podrá ser reinscrita, provisionalmente siempre, a partir de una enunciación que no tiene lugar todavía.
TICIO ESCOBAR
1.- La escritura y la diferencia, Madrid, Alianza, 1989, pp.279/280
MARCELO MEDINA : Nace en Asunción en 1978. Estudia en el Instituto Superior de Arte. Realiza exposiciones individuales en varias galerías de Asunción. Participa en exposiciones colectivas en Asunción, así como en otras ciudades del exterior. Recibe premios y menciones en Asunción, Buenos Aires y Cuenca. Participa en diferentes bienales como la del Mercosur y su prolongación en Brasilia. Como ilustrador, trabaja para diferentes editoriales. Su obra está representada en el CAV/ Museo del Barro.
Fuente:
Curaduría de TICIO ESCOBAR.
Centro Cultural de España “Juan de Salazar”,
Asunción-Paraguay 2002.
Los Argumentos - EXPOSICIÓ... by Portal Guarani
LIBRO DIGITAL
Archivo del PORTALGUARANI.COM
Registro: Noviembre 2011
ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA
(Hacer click sobre la imagen)