PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
JUAN PASTORIZA CENTURIÓN

  ENSAYO GENERAL DE LA ESPERA - Obra Teatral de JUAN PASTORIZA - Año 2010


ENSAYO GENERAL DE LA ESPERA - Obra Teatral de JUAN PASTORIZA - Año 2010

Titulo de la obra Teatral

“ENSAYO GENERAL DE LA ESPERA”

Épica satírica de pocos personajes, pero con cierto rumor de multitud.

Dividida en 30 escenas (Algunas relativamente extensas).

Autor: JUAN PASTORIZA

(FRAGMENTO DE LAS ESCENAS 1 al 10,

FACILITADOS POR EL AUTOR)

 

 

 

“Las manos y los pies asomando de su jaula”

 (Aroldo Conti)

 

Dedicatoria: A mi esposa Estela Mary por apuntalar de principio a fin la realización del escrito, sin ella no hubiera sido posible, especial por superar proverbial kaiguetismo por escribir cualquier cosa, desde esquela hasta ésta cuestión escénica, gracias.

A los que cayeron sin retorno, por la lección de coraje de vida y muerte en pro de la libertad, con mucho respeto y admiración, porque antes los tigres no estaban embalsamados, sino vivos y hambrientos.



 Los Personajes:

EL UNO (Hombre de mediana edad, vestido de entre casa, en pantuflas)

EL OTRO (Casi con las mismas características)

EL GUARDIA CARCEL-MOZO (Muchacho joven)

ALGUIEN(La voz tronante)

ADEMAS, MUJER, MUCAMA Y

PARTIQUINOS VARIOS.

VOZ 1

 VOZ 2

 VOZ 3

VOZ 4

 VOZ 5


Sitio de la acción. (Escenografía para las 30 escenas)

Representación muy teatral de una confortable celda.

Acotación: La obra tiene el seudónimo de Pedro Páramo, en honor a una obra y un autor entrañables, o también hubiera preferido “Los tigres de la memoria”, por cosas que arañaron nuestras existencias, pero lo descarté a último momento.


ESCENA 1

Se oye una música, como de una antigua radio lejana.  Mucho saxo, una exageración, para nuestro gusto. Sorprende a UNO y a OTRO, la brusca iluminación de la escena.  Cada uno en su respectivo rincón, como boxeadores sentados en las desordenadas camas, como náufragos, los rostros apoyados entre las manos, mientras una regordeta bailarina despliega desganadamente su número de “striptease“. UNO; al poco rato, no puede contener un enorme bostezo, de cocodrilo, sin embargo el OTRO observa con atención, hasta se diría con cierta concupiscencia a la veterana mujer marchita, comiéndola con los ojos.

Cuando está a punto de consumarse el acto del desnudo, lanzando la tanguita negra al aire, se interrumpe abruptamente la estirada melodía, y se escucha un extraño ruido fenomenal; botellas estrellándose en algún despeñadero.

 ¿Cosa de residencia de fantasmas? Apagón total.

 Rato después, vuelve la luz.

ESCENA 2

UNO: (Manifiesta el UUUuuuuuuuuuuu de reprobación) 

 La puta, lo mismo de siempre… no somos conejillos de indias, carajo, dejen pues de joder, de rompernos las bolas, que si bien nos prestamos a esto, ahora es insoportable, ¡un golpe de gracia mi amigo!

                                      

OTRO: (Calmo)

 No digas mas nunca, nunca jamás pero nunca jamás esa palabra. Además no perdemos gran espectáculo. Con esta mujer se habrá entretenido la tripulación de Cristóbal Colon.

UNO: (Esta de acuerdo)

Estas son prostitutas baratas que se contratan en el puerto, en la Terminal de ómnibus, en cualquier quilombo.

OTRO: Si habremos tenido mejores hembras en nuestros buenos tiempos. ¡Quien nos quita a esta altura lo bailado!

(Brusco apagón)

ESCENA 3

(Inmediatamente con el regreso de las luces, una estridente marcha circense, tachin, tachin, rompiendo los tímpanos con platillos, pitos, maracas, trompetas, etc., etc., sacando chispas al aire.)

No esta en su sitio la estropeada dama desnudista, ¿se esfumó? En su lugar un malabarista flaquísimo, ¿una persona convertida en otra? El mencionado artista juega con pelotitas.

Después un payaso, trayendo un simpático perrito lanudo, atado del cuello con una larga cadena, y detrás el hombre-traga- fuego, un ciclista equilibrista pedaleando una antigua bicicleta de enorme rueda delantera, pequeña trasera, y la mujer barbuda, el hombre más gordo del mundo, en musculosa, un enanito y tres parejas de trapecistas saltando por ahí, por allá, la bala humana con su cañón a chispas, una domadora de tigre con su restallante látigo. Tanto el UNO como el OTRO no manifiestan interés, ni asombro ante la fantástica visita colectiva o invasión. 

Se corta la música. Apagón.

PAUSA

LUZ.

ESCENA 4

UNO: Lo que decía, compañero, (repite las palabras) lo que decía compañero, y no estaba errado. En nuestra ausencia han convertido al país en un circo y lo peor, sin gracia alguna.

(Pausa)   

(Reflexionando, como si le atacara una silenciosa jauría de nostalgia)…

 Su ausencia.

OTRO: (Responde desde la distancia, como si hubiese zarpado a algún otro sitio).  

Después de todo para que engañarse, si el autentico dueño del circo sigue siendo  EL, a pesar de lo ocurrido o dicen que ocurrió. Para mi esto no es sino un mal sueño del cual en cualquier momento vamos a despertarnos.

(UNO continúa con sus murmuraciones,)

“Su ausencia, su ausencia”.             

(El OTRO sigue hablando como si no lo hubiera escuchado.)

UNO: El volverá, tal vez antes de que patee la radio esa donde pasan todo el santo día solamente música, como para anestesiarnos, como si estuviéramos delante de los ojos de una cobra, porque nunca pasan una sola noticia de lo que ocurre afuera, que hasta desconfío que a mi mujer le lavaron el cerebro con jabón de carne de perro y se pasa diciéndome que todo está tranquilo.

APAGÓN


ESCENA 5

Luz.

El UNO y El OTRO están inmersos en un mar de cosas, chapotean en el mismo. Todos objetos de entretenimientos, a saber.  Un parpadeante televisor en blanco y negro emitiendo alguna aburrida telenovela.  Un antiquísimo proyector de cine y una vieja máquina fotográfica que se usaban para sacar la foto carné en la plaza, frente al Hotel Guaraní. Revistas de historietas esparcidas por el suelo.

Un caos de  casettes, una victrola jagua’i RCA Víctor.  Montones de periódicos viejos.  Coloridas pelotas de agua, a motitas. Salvavidas en forma de simpáticos animalitos.  Una rubia y despampanante muñeca inflable tamaño natural.  Raquetas de tenis.  Una mesa de ping pong.  Una pequeña piscina Un ventilador de pie y un gran receptor de radio a galena.

UNO: No saben como entretenernos. Están desesperados…, y son ellos los que están dando vueltas en las jaulas, porque tienen miedo de que pasemos mal, porque saben lo que saben y entonces envían las bailarinas putas, las bandas folklóricas y municipales, policiales y militares, los payasos y los perritos amaestrados y los videos con las películas de Carlitos Chaplin, el Gordo y el Flaco, los números atrasados de Dartagnan, El Tony y los juegos de ludo y lotería familiar, la tiza para marcar en el piso los cuadros de la rayuela del destino, con todos sus símbolos, todo eso para que cuando salgamos libres y declaremos a la prensa propia y extraña, escrita, oral, televisiva, que todo fue genial, que nuestro encierro fue un error y que estábamos en un hotel cinco estrellas, donde fuimos tratados como reyes. Que todo había sido una broma a la cual nos hemos prestado.

 (Al concluir la última palabra de su discurso hace un gesto grosero con el codo derecho)

¡Na’ape! ¡Vengan a sentarse encima de esto y canten a coro “La vida me engañó!”.

(Acotación: Al referirse a la rayuela, puede un círculo de luz captar un mimo, saltando dicho juego de niños.  Se expira el círculo luminoso al terminar la referencia al mismo)

OTRO: Lo único que falta es que el Nuevo Que Te Jedi venga en persona a contarnos chistes verdes o a prestarnos a sus hijas para una agradable tertulia o a chuparnos las medias que a esta altura todo da igual teniendo en cuenta el lío donde esta metido. Un pastelón de cagada de caballo.

UNO: O a lamernos el culo

OTRO: No seria lo mismo

UNO: Tanto chuparnos las pijas o lamernos el culo, dan gusto igual.

OTRO: Cuando te destinaron a éste sitio de reposo o de meditación, cuando aceptamos las supuestas reglas, sabían de tus especiales inclinaciones. Estoy pensando que el siguiente entretenimiento será un negro y forzudo marinero.

UNO: Ay, Ay Dios y La Virgen Santísima te oiga.

(Pausa)

Siempre me opuse tenazmente a la suspensión  del servicio militar obligatorio porque, que sería de la vida sin los soldaditos, sobre todo los marineritos, el uniforme blanco, marinerito de mi patria, lo veré, lo veré, viniendo en medio de la tardecita, en la plaza uruguaya o en la estación de tren. Poesía pura.

(Pausa)

Cierta vez, cuando se podía hablar con EL, le había dicho que hay que ser un puto para sugerir la eliminación de la conscripción.

OTRO:  (Siguiéndole la corriente)

Cuantos Coroneles, Generales y Ministros llorarían desconsolados.

UNO:  (Como entrando en el terreno de su conversación favorita)

Y cuantos intelectuales, artistas, escritores, obispos, curas párrocos.

(Las luces parpadean) (Fallan ¿un aviso?)

UNO: ¡Carajo digo! ¡Hinchan con las luces!

ALGUIEN: (Carraspea; un trueno en el sistema de sonido, una, dos, tres veces   consecutivamente)

OTRO: No puede ser, que ahora que hay libertad, no haya libertad.

UNO: Cállate. En nuestra época solamente había libertad.

(Continua el problema de las luces. Como si una embarcación hubiera encallado en un banco de arena en medio de la noche.)

ALGUIEN: (Otra furibunda carraspera)

UNO: El señor tiene problema con la garganta

OTRO: (Le haría una señal desesperada, que pare de hablar)

UNO: (Volando con la imaginación)

Así serán las luces cuando comiencen a bombardear y recuperar Asunción. La aviación, valientes aves, abriéndose pasó en el cielo entre explosiones de cohetes, mientras abajo EL retornado, sentado en su imponente caballo, gallardo sobre su montura blanca mandyyu.

                                                                                                           

OTRO: No confundas los personajes de la historia.

UNO: O a lo mejor llegaría comandando una legión de artilleros, como un ángel guerrero.

(Otros brevísimos apagones)

VOZ 1: Las manos y los pies asomando de las jaulas.-

UNO: Eso que fue…,

OTRO: Debe ser la radio.

UNO: No esta sonando…,

OTRO: Aunque no toque, está tocando, hay que acostumbrarse.

UNO: Dejen de macanear con las luces

(Dirigiéndose hacia el sitio de donde habría sonado la voz y la carraspera)…,

Queremos, por lo menos, leer tranquilos.

(Pausa)

Nos tratan como si no tuviéramos plata como para construir una hidroeléctrica

OTRO: (Casi le cierra la boca de un manotazo).

Indiscreto…estos por dinero van a matar padre y madre; sin asco.

Apagón.

 

ESCENA 6


(Un primer momento escénico extenso, recortable en parte, a criterio del señor director.)

(Fuerte tiroteo en la distancia. Armas pesadas y livianas.  Ejército que esta asediando.  Algunas explosiones cerca. Silbidos de proyectiles. Balas perdidas) (Se estabiliza la iluminación de la escena.  UNO se encuentra cuerpo a tierra, tiene puesto un estrafalario casco de corcho.  Se tapa los oídos.

OTRO: No te dejes engañar.  Son efectos especiales. En los radioteatros se usaban estos recursos, seguro que el galope de la caballería norteamericana lo harán golpeándose las barrigas. El autentico tiroteo del retorno será diferente. Les quemaran los ojos.  Se van a doblar como doncellas. Lloraran sangre. No cometeremos el error de ellos. Tal vez por esta misma radio nos enteraremos de la vuelta, que producirá una sola explosión, una poderosa bomba lanzada por nuestros amigos. El volverá, despejando el humo con su gorra.

(Acotación: aquí se podrá agregar vapor a la escena).  

UNO: (Como despertándose, se sienta en la cama)

Siiiiiiiiiii…, aquello será pura música.  Un concierto, como si estuviera   actuando la Orquesta Sinfónica De La Ciudad…,

OTRO: No creo que la canción del retorno sea rasca… ¡JA!, recuerdo que la vez que asistí a una velada musical de gala, mi esposa se pasó codeándome, estaba dormido y roncaba mas fuerte que la orquesta del carajo. Todos fuimos entonces al Teatro Municipal, porque EL fue. Nuestras mujeres caminando sobre la alfombra roja, luciendo toda la paquetería posible, tapados, pieles, joyas, sombreros, brillantes, vestidos largos, peinados altos, parecían los barcos a vapor, fantasmas perdidos de la Guerra Grande, de la época de Madama Lynch que suelen aparecer con el amenazo.

UNO: Me acuerdo bien de esa noche.

(En eso aparece un violinista, tocando una composición clásica)

Fue cuando EL mandó, ordenó cortar la música de Beethoven. Tronó, que era más largo que largo. Desplegando toda su sabiduría. Se levantó y salió, dejando en bola el concierto y el director congelado con la puta batuta en la mano, y entre tanto todo el mundo siguiéndole. Pensaba por nosotros.

(Desaparece el intérprete)

Periodistas contreras y un crítico de arte fueron a parar en el exilio por atreverse a comentar negativamente el positivo acto, diciendo que era una grosería, y nosotros en la otra vereda aplaudiendo.

ALGUIEN:  (Carraspea)

UNO: (No se da por enterado, levanta los brazos como si saludara a alguien muy importante).

Parece que  esta usted aquí, compartiendo nuestra humilde celda.

OTRO: A partir del suceso se prohibió tocar esa clase de música pija en la radio nacional.

UNO: Las demás emisoras espontáneamente, sin ninguna clase de presión, las imitaron.

OTRO: Menos una.

UNO: De casualidad, se cerró. Por asfixia, porque la ira del pueblo es como una boa constrictora. Un batallón atropelló el localcito de morondanga y hasta hoy sigo escuchando el estrépito de los vidrios rotos. Muchos me culparon. Nada que ver. Hay que respetar pues la autoridad, ¿no?

(Observa con veneración al ser invisible del rincón)

¿No es así mi jefe?

OTRO: No entiendo a los contreras. ¿Acaso es tan difícil decir si señor?, y arrodillarse y ¿después disfrutar una vida de ventajas?

UNO: (Una pausa).

El director de la orquesta formó un conjunto de cachaca para tocar en las fiestas y orgías nuestras.

OTRO: Le fue mejor, si hasta el violinista ciego Roquito Mereles ganaba más, y conste que no sabía tocar ni arroz con leche.

Tenia el mérito de componer música para cantarle a EL, que le llevaba por todas partes, a las multitudinarias concentraciones políticas, como las latas de vaca’i y las galletas cuartel. El director de orquesta de los bostezos se encarrilo y llegó a tocar con su conjunto tropical en el cumpleaños de mi hija.

UNO: Bueno, siempre que no sea el hijo de puta ese que compuso la cumbia que ejecutan afuera todo el día

(De nuevo se intensifica el tiroteo. Más humo en la celda)

¿Y eso? Hay olor a pólvora.

OTRO: Si fuera verdad la lucha, hace rato este lugar habría sido un desfile. Los contreras habrían venido en bandadas, a saludarnos y a pedirnos puestitos, para cobrar sin trabajar nunca. Es costumbre.

UNO: Escucha por gusto, con atención. Es real. ¿Y si esto fuese, compañero del alma, el inicio del retorno?…La radio va informar.

(Se rebusca entre sus cosas. Saca un aparato que podría definirse como Escucha-Lejos; es un embudo. Una bocina. Sigue con el mismo cada disparo).

 Ahora suena mejor…ya no se trata de la fiesta de San Blas.

Se tapa la boca, como si hubiera dicho algo sacrílego.

(Le pasa el aparato al otro, que no acepta).

OTRO: Te repito que si hubiese sido en serio, hace mucho nos habrían convertido en héroes. Estaríamos a estas horas paseando en andas, como santos por las calles. Si no conoceré a nuestra gente, hoy somos ladrones, mañana detectives.

UNO: (Pausa)

 Pero más tarde o más temprano vendrá lo autentico. De lo contrario no tendría sentido nuestra estadía en este lugar que yo no se si es el infierno o el purgatorio. No se sabe que carajo es.

OTRO: Ningún tiroteo puede tomarse sensatamente. Toda esta historia, te darás cuenta, tampoco es seria, que no es otra cosa sino perder el tiempo y probablemente termine en el minuto que dure la noticia que lea un locutor de radio.

UNO: Obstinado

 Parece que hay movimientos raros.

OTRO: Deben ser los espíritus de todos los que asesinamos en las salas de torturas. Tenemos nuestras cuentitas anotadas, en la libreta de almacén del régimen anterior, como dicen por ahí.

(Uno se cansó de oír con el aparato).

Se habrá quedado dormido el encargado de poner los casettes...pero algo debe alegrarnos, saber que en este preciso instante, EL está poniéndose, el sacón militar de la vuelta. Si hasta la tos que escuchábamos entre tantos efectos, parece la de El…

UNO: (Salta de alegría)

El esta regresando.

OTRO: No tardará demasiado.

UNO: Debe estar cerquita.

OTRO: (Dirigiéndose a alguien invisible que se instaló en un rincón)

Estás volviendo a casa.

UNO: La próxima vez que me visite pediré a mi mujer que traiga los pañuelos blancos para saludarle en el balcón.

OTRO: No hay más tiempo para nada, si esta a la vuelta.

 (Se apagan los disparos)

ALGUIEN: (Carraspea)

 (Súbita oscuridad)


ESCENA 7

Se abre un rectángulo de luz, por el cual entra el hombre, que por comodidad denominaremos el Guardia Cárcel Mozo. Tiene un delantal rojo, con dos corazones bordados, como hecho en broma y un revolver como de juguete, en una funda al costado, más grande de lo que se acostumbra. Trae una bandeja cargada de viandas, platos, humeantes comidas, frutas, panes, un enorme pollo dorado artificial, y también una jarra y una gran guampa para el terere. Viene equilibrándose, como si estuviera llegando en una canoa, diciendo.

“Permiso, permiso, permiso, llegó el momento del refrigerio muchachos”.

La luz de la escena se normaliza.

OTRO: (Irónicamente)

Pasa, como en tu propia casa, amigo guardia, no te hagas problema. Entre tantos tiros que se escuchan por ahí, uno tiene un hambre de lobo y una sed de resaca. Hace rato que te esperamos, amigo.

(Exagerando)

De nuestra soledad. Y además es la hora marcada del terere con remedios yuyos para limpiarse el alma de los fantasmas de la espera.

(El Guardia Cárcel Mozo se mantiene en silencio, acomoda una mesita plegable en el centro de la celda despliega un mantel colorado, ordena las vituallas y después comienza a cebar el mate como si oficiara una misa.)                                                                                                  

GUARDIACARCEL MOZO: Señoras y Señores, respetable público, es mi deber informarles que tenemos un problema, dentro de nuestra institución de descanso.

UNO: (Acercándose a inspeccionar el festín)

¿Qué problema?... ¿Que problema puede haber?... ¿Para ustedes o para nosotros?

(Probando con el dedo índice, metiendo en la boca un bocado)…

¿De que lado viene el pelotazo?

(El custodio continúa con su tarea de poner la mesa).                                                                                          

OTRO: (Despacio a uno)

No seas boludo, que para este es lo mismo cualquier equipo.

GUARDIA CARCEL MOZO: A decir verdad, el asunto es grave. Bueno, se veía venir.

UNO: ¿Qué es? Contanos, si estamos entre amigos. ¿Acaso no te tratamos bien?, como si fueras un ser humano… ¿Acaso tus parientes de capital, interior y exterior no están morando en nuestras modestas y honradas residencias? Que se encargaron de exagerar llamándolos palacios, como si fuéramos los dueños del mundo. ¿Acaso no tenés nuestra confianza al pasar a nombre de tu gente algunas cositas, terrenitos, vaquitas, cochecitos, cosas que tenemos, desde que tuvimos que soportar esta momentánea desgracia?

OTRO: (Como para su propia diversión)

 ¿Gente de confianza? Ja, ja, ja, ja, ni en un santo se puede confiar, especialmente en uno.

UNO: (Nervioso)

 Conta cual es el problema…

(Cambia de tono, se pone fiera)

 Para que adular tanto por vos, que sos nuestro guardia esclavo, de uso personal. Tenés la obligación de contarnos.

OTRO: (Se levanta, tal vez contagiado por el tono autoritario y prepotente de UNO, como si soplaran antiguos vientos en la celda)

 Siiiiiiiii señor moral y materialmente.

GUARDIACARCEL MOZO: Tranquilos, que no hay de que apurarse, si lo que sobra es tiempo.

OTRO: Después de todo el problema puede estar en el sucio oído de quien se niega a escuchar los pasos del que sabemos esta volviendo. Está en el portón.

GUARDIA CARCEL MOZO: (Ceba otro terere)

Que haya paz.

(Pasa el terere a otro)

En primerísimo lugar, todos ustedes están saliendo. Cada semana ese juez de mierda, corrupto, libera a uno, dos, tres, de toda culpa y pena, oh, inocentes niñitos de pecho.

(Pausa)

Estábamos comentando en una asamblea de guardias, que los presos, es un decir, no están a gusto en sus celdas. Claro, no tendrán las comodidades de sus mansiones, pero están mejor que nosotros. Mírense en el espejo, están gordos como gatos de curas. Creo que vamos a insistir que vayan al gimnasio para bajar las panzas, en fin, acortemos, la consecuencia de esta ida en masa es que la paga ha disminuido. Haremos una manifestación, quemaremos colchones, agitaremos pancartas, tal vez hagamos una huelga de candados caídos. Dentro de poco la cárcel se volverá solitaria como castillo de drácula y nos quedaremos ustedes y yo.

UNO: (Tratando de calmarlo)

No estoy seguro de que sos lo que se llama un guardia profesional, pero para que sepas, nosotros en su momento, durante mucho tiempo, en los años que conoces, fuimos los auténticos guardianes, porque no solamente cuidábamos una cárcel ne, sino el país era una gigantesca prisión. Ese merito nos corresponde

(Observa atentamente al Guardia Cárcel Mozo)

Ja, vos pareces hasta se diría un doctor en filosofía, de esos a los que se les sacude la espalda, y se levanta una nube de polvo, de pobreza.

GUARDIACARCEL MOZO: Esos es lo que soy, como que no hay trabajo, aquí estoy limpiando celdas de leones viejos y sirviendo en este país en el que nadie quiere pensar, y pensar es mí oficio

(Se dirige al otro)

Como dijo usted no importa el arco hacia donde chuto la pelota, total me da igual, tengo una familia que mantener… Pero sigo teniendo esperanza…

OTRO: No me digas… ¡Vos también sos…de nuestro club, de los que esperan! Sabía que la intelectualidad estaba de nuestra parte.

GUARDIACARCEL MOZO: La expectativa de ver publicada mi tesis doctoral, “El terere y su influencia en la filosofía del ser nacional”, donde se explican los fundamentos del mundo que…

UNO: Interesante, cuando lo publiques voy a comprarlo por metros, que haga juego con el mobiliario, igual que con los cuadros esos que no se entienden si tienen pies o cabezas, ¡que no desentonen! Era la preocupación de mi mujer. Claro, nunca decía nada si se trataba, por ejemplo, de biografías, de enciclopedias, revistas, folletines, libracos de El.

(Pausa)

Si eso nomás lo que te preocupa, es solucionable, que podemos enviar un fax a un banco de Suiza y arreglado.

GUARDIACARCEL MOZO: Hay otra cuestión…

UNO: ¿Cuál es? ¡Que es! Conta sin miedo, aquí estamos entre amigos, no te preocupes, no nos vamos a torturar ningo entre nosotros.

GUARDIACARCEL MOZO: No, ni a mi me puedo contar y con esto digo todo.

UNO: (Gritando)

Pero si sos nuestro empleado…

GUARDIACARCEL MOZO: También soy funcionario de ellos, que le voy a hacer, las bocas de mis críos no aceptan poesía.                                                                                                             

UNO: ¡¡¡Pero quien te paga más!!!

GUARDIACARCEL MOZO: Ellos están afuera y arriba y ustedes están adentro y en este agujero.

OTRO: Temporalmente.

GUARDIACARCEL MOZO: Depende, porque dicen que de por vida quedaran unos, como muestras, tipo museo.

UNO: Déjate de joder.

OTRO: (Repentinamente nervioso, como si hubiera estado atajando siglos de rabia, rememorando otra época de su persona, cuando le salía una voz de tormenta, de trompeta, para abrir compuertas bíblicas).

O te vas a ir a la piscina, con la punta de la picana eléctrica en el culo….¡¡¡Queres morir infeliz desgraciado, yagua’icha!!!

(Se da cuenta de que hace un papelón)

GUARDIACARCEL MOZO: Disculpen señores, pero no puedo contar nada. Orden

Superior no se discute, se cumple…         

UNO: (Como estrangulando  un contrincante invisible)

La puta…creía que eso de la orden superior era un invento nuestro. Hasta eso nos han robado.

GUARDIACARCEL MOZO: Que tengan buen provecho, cualquier cosa que necesiten, llamen.  

UNO: (Decepcionado, llorisqueando casi)

¿Y no nos van a decir?... ¿Cuál es el inconveniente?… ¡Si no, te despedimos!

GUARDIACARCEL MOZO: Busquen entonces otro guardia pensador... Y además no traeré por aquí a quien sabemos…

UNO: (Atragantado)

Bueno, bien esteeee…

OTRO: Ni hables con este, es uno de los que también están utilizando para hincharnos las bolas y bajarnos la moral. Lo que vamos a hacer ahora es comer. El único problema que puede haber es que no haya conseguido el pan flauta de mi valle o que la leche para el cocido no tenga la nata como a mi me gusta. Otras cosas graves no pueden ocurrir.

(Pausa).

Ya que hay tanto misterio, por lo menos decime cual es el último chisme que corre por ahí sobre la vuelta.

GUARDIACARCEL MOZO: Nada nuevo.

OTRO: Ah, interesante, si así se habla afuera, es por que está sucediendo lo que suponía.

GUARDIACARCEL MOZO: Así debe ser… gracias a Dios tenemos aún pensionistas que atender y tengo que cuidarles a todos por igual, si no, se querrán ir, que es una peste esto de querer salir.

UNO: (Ahora histérico absolutamente)

Boludo de mierda, contá que es lo que ocurre.

GUARDIACARCEL MOZO: No se ponga así señor, que su señora me suele decir en el cuarto privé…

(Como sorprendido)

Que su bella mujer me suele decir las veces que lo visita, que usted es un hombre admirable, pero nervioso parece. Si este dato le sirve… algo está ocurriendo.

OTRO: Querrás decir viniendo…

GUARDIACARCEL MOZO: (Juguetón),

Adivina adivinador, pasará, pasará el último aka chara.

OTRO: (Atajando a duras penas a UNO que quiere abalanzarse sobre el Guardia Cárcel Mozo)

No te pongas así… Sooo..., caballito sooo, que es parte del asunto que si nos toca hubiéramos hecho lo mismo, pero sin tanta finura, che, le reventaríamos el alma, antes de tirarle de un avión al río para que le devoren las pirañas.

GUARDIACARCEL MOZO: Bien, les dejo el instrumento de filosofía, que buena falta hace pensar

(Mutis por el foro).

OTRO: (Soñando) Cada vez mas cerca…

UNO: Si es así, porque no quiso hablar el desdichado.

OTRO: Te dije mil veces para dejarte la espina de pescado de la duda clavada en la garganta, ja, ja, ja, que linda frase salió.

UNO: La puta literato.

OTRO: La política es literatura y de la más baja categoría.

UNO: Lo único que falta es que al comer, para aumentar el suspenso encuentre dentro del pan un mensaje.

(Come)

¡¡¡Ay!!! Carajo…Si hay algo.

OTRO: A ver que puede ser.

UNO: (Saca cuidadosamente algo del enorme pan)

Hay alguna cosa aquí…

(Apagón total)

Otra vez la luz se fue, justo ahora… prendan velas o que…

(Gritando)

Nosotros solventamos este sitio.

OTRO: No grites al santo cohete, que lo que tenemos que hacer ahora es leer el mensaje. Y sacar la espina de la duda de la garganta, que dicen que el pescado tiene fósforo y alumbra.

UNO: Déjate de joda, por lo menos en este momento.

OTRO: ¿Pero que es? ¿Un microfilme?

UNO: Duro, muy duro.

OTRO: No sigas que en esas cosas no me meto, ni entro, ni salgo, que tengo bien definido todavía mi gusto… no sé hasta cuando.


ESCENA 8


Brillos enceguecedores, potentes faros ¿Están sacándole la confesión desesperada a algún preso? En todos los casos estas cuestiones técnicas del teatro desubican. El OTRO aprovecha para inspeccionar con cautela lo que UNO había hallado en el alimento.

UNO: ¿Que es?

OTRO: ¡Pero que bomba, ni  mensaje en botella! Es un diente… Pero hay que tratarlo con cuidado porque podría tener significado.

UNO: Lo cierto es que habría que ir al dentista… El boquete que dejó en mi boca…huuu…como si hubiera sido un tancazo.

OTRO: Epa, dijimos que esa expresión no íbamos a utilizar… Recuerda un pasado. Ahora el futuro, hacia adelante siempre. Seguramente un diente equivale un día, una hora, y El estará por aquí estrechando nuestras manos, abrazándonos y diciendo paternalmente, vuelen, vuelvan mis descendientes a sus privilegios. Agiten sus alas polluelos míos en libertad.

 (UNO y OTRO, improvisan un pequeño baile tribal de jubilo tomados de la cintura, viviendo un maravilloso minuto)…

Que nosotros obedecemos como ovejitas y retornamos eufóricos a nuestros fueros, sonrientes, corriendo en cámara lenta, len ta men te…

UNO: (Irrumpe la danza)

No creo, eso de que El nos de un apretón de manos. Tal vez un breve saludo militar.

Un distante cariño de camarada, cuantas veces he soñado perderme en un profundo y estrecho…

(Se da cuenta lo que esta diciendo y cambia de tema)

Podría también equivaler un año, una década, un molar es insignificante, no dice nada.

OTRO: No pretenderás encontrar dentro de un pan un video, o un cassette para difundir proclamas en los canales de televisión y en radios, con la fecha de la vuelta, para que le esperen los mismos tanques.

(Se dio cuenta de que pronunció una palabra vedada).

UNO: Lo bueno del caso es que nunca jamás se sabe hacia que parte podrían disparar esas tortugas de guerras. Dependerá de que lado sople el viento.

OTRO: Hoy tiran aquí y mañana allá.

UNO: Esta cuestión es conocida, como se supo lo de entonces, y lo que no puedo comprender es que sabiendo lo que saben nos tienen todavía en la sombra. Es que somos tontos, porque los otros se reacomodaron y se han vuelto contreras.

OTRO: Un diente.

UNO:Para semilla nos tienen.

OTRO: No entiendo porque seguimos aquí.

UNO: Trofeo que ponen los cazadores en sus salas, las cabezas disecadas, después de matar los animales salvajes en el África.

OTRO: Nos tienen como banderas para salir a recibirle, como victimas de la injusticia, de la incomprensión de la gente y el mundo entero nos vera en los noticieros y

(Finge recibir con una pantomima a un Don muy importante, besa sus pies).

UNO: Se diría que estas recibiendo a su santidad.

OTRO: Es mayor que su Santidad.

UNO: Menos mal que dejaron de hinchar con el tiroteo.

OTRO: No hables tan alto que te pueden oír… Y volverán con eso.

UNO: Estamos en el plácido instante de paz y silencio de un monasterio.

(Pausa)

¿Vos sabias que iba a entrar en el seminario para cura?

OTRO: No.

UNO: Que tranquilidad la del Seminario Mayor.

(Vuelos rasantes de aviones. Bailan las luces que se apagan)

Esto si que es un quilombo de alto vuelo.


ESCENA 9


OTRO: Ahora vienen con los aviones de guerra de simulacro. ¡Ja!, antes a los presos políticos les atacábamos con mosquitos, cucarachas, pulgas, ratones, culebras, para hacerle polvo la moral. A nosotros nos manda estos “Efectos especiales”.

(Rabioso levanta el tono para que oigan todos en la prisión)

El arte nacional no puede salir del radio teatro barato, que seguro esos ruidos molestos lo están haciendo con la boca y a mi no me van a engañar.

UNO: Conozco estos zumbidos.

OTRO: Parecen de verdad.

UNO: En serio te digo.

OTRO: Pero, quien dice chistes aquí. Si estamos apostando la vida.

(Pausa)                                                                                     

UNO: Tengo un título de piloto aviador, porque mi mujer quería. Le parecía sexy y sé de las turbinas en el cielo.

OTRO: Jamás tripulaste ni siquiera un insecto volador.

UNO: Te puedo mostrar, restregarte en la nariz mí título.

OTRO: No nos pisemos las sabanas entre poras, hace poco podíamos tener todo, desde papeles de ingeniero nuclear, hasta profesora de corte y confección. Tengo un diploma de médico firmado por el decano de la universidad, y no sé recetar una pastilla, a mi esposa le obsequie un título de bioquímica y a mi hija por sus quince años El le regaló un título de arquitecta, y a su novio le estaba por sacar el de abogado por su cara de sinvergüenza. Si sos aviador, yo soy astronauta...

(Pausa).

El vendrá por otra vía y estos no sabrán imitar la gran explosión final

(Se oyen explosiones).

UNO: Están bombardeando… ¡Viva!

(Corre hasta la ventanita del fondo)

Estamos aquí ¡Socorro…!

OTRO: Están pescando en el río con dinamita.

UNO: El tiene un hijo aviador

OTRO: (Riéndose con toda el alma)

 Gran valor el muchacho.

UNO: ¿Se puede saber que te causa tanta gracia?

OTRO: Me río, para no echarme a llorar. El tiene hijo de todas las profesiones, pelos, marcas, sexos, de todas las madres, que a lo mejor nosotros mismos somos hijos suyos, que por eso nos protegía, el era un verdadero gaucho, no dejo hoyo sin explorar, nadie se libró de su pija, todos se empaparon con su semen, hombres y mujeres.

UNO: ¿Nadie?, es decir que…

OTRO: No te hagas el desentendido, que vos mejor que nadie sabes, todos tenemos en la frente los signos…formamos la casta infinita…todos somos parientes, y vos tenés una hermosa y joven mujer…

(Se van los aviones).

UNO: Se van…Se van a recargar baterías y combustibles porque seguirán hasta la victoria

(Se corta la luz)

¿Viste?                                                                                                    

OTRO: ¡Como puta voy a ver nada!

UNO: Después no habrá agua ni comida. Es la revolución. Estamos pisando de nuevo las calles de la ciudad, minando sus resistencias.

OTRO: Nuestras energías, querrás decir. De acuerdo, que venga la revolución, pero que no nos dejen hambrientos ni sedientos, no hay derecho. Si vamos a morir que sea con la panza llena.

UNO: El reciente ataque habrá dañado puntos importantes.

OTRO: El punto clave de todo esta en Suiza, en las cuentas bancarias.


ESCENA 10

LUZ

UNO: Escucho su voz

(Pensamiento en alto).

Y corro hasta la ventanilla donde se ve un pedacito de cielo, una nube, parte de la muralla, las baldosas del patio, repito la operación un par de veces, estoy nervioso.

(Se sienta en la punta de la cama)

No soporto esto, señor, es el límite, si me van a juzgar que considere mi condición de pacífico agricultor, plantador de mandioca y algodón, a veces marihuana, pero en menor cuantía, nanvrena, poca cosita.

(Pausa)

Esta espera se hace larga y quiero por lo que mas quieran, salir a la vida normal.

OTRO:  (Que parece oír sus pensamientos, también piensa sin mover los labios se oye lo que esta pasando por su cabeza)

Esto es como una tragedia, un circo romano, nosotros a los leones en la arena.

(Toma un largo terere).  

Pensar que hasta ayer éramos poderosos, capaces de mandar bola a cualquiera que se cruzara en nuestro camino y ahora estamos mirando el mundo detrás de las rejas.

                                                                                                       

UNO: (Le toca el turno de cebar el mate, recuerda, se oye su voz, sin que mueva los labios)

De cualquier cosa podemos quejarnos, menos de nuestro confortable encierro…como hace falta mi mujer, que sabe tanto de arreglo de interiores, combinación de colores.

OTRO: (Sigue pensando)

 De otras cosas mas…

UNO: (Sobresaltado se levanta)

¡¡¡Que dijiste!!!

OTRO: Estaba pensando en bueyes perdidos.  Después de todo, una jaula es una jaula.

UNO: Que descubrimiento, y un pájaro es un pájaro.

OTRO: No podes sacarte eso de la mente vos.

UNO: (Para congraciarse con el OTRO, se hace el mariconazo)

¿No?  ¿Y que? ¿Hay algo de malo en eso? Yo nací así ¿Y que? Con mucha honra te digo a vos, supuestamente  gran arriero.

OTRO: Si no hubieras estado bajo la protección  de EL, habrías muerto virgen, porque sos feo, compañero.

UNO: Pero tengo mis encantos, y no sabes lo que te perdes, aunque dicen las malas lenguas que vos también tenés tus historias, que para trepar no tuviste que usar precisamente tu cerebro, sino el trasero también…

(De nuevo, en este instante, el tableteo intermitente de metralletas, que afectan las luces, apagón)

 

 

CONCURSO DE DRAMATURGIA

© Comisión Nacional de Conmemoración del

Bicentenario de la Independencia del Paraguay

Secretaría Ejecutiva:

Avenida de la República entre Chile y Alberdi

Correo electrónico: comisionbicentenariopy@gmail.com

www.bicentenarioparaguay.gov.py

Tel.: (021) 443 094

© Grupo Editorial Atlas 2010

Mcal. López 4561 c/Bélgica

Tel.: (021) 623 019

ISBN: 978-99953-95-39-1

 

ÍNDICE

Presentación del concurso de dramaturgia

Presentación

*. LUNA MENGUANTE de MIGUEL GÓMEZ

*. ENSAYO GENERAL DE LA ESPERA de JUAN PASTORIZA

*. CELEBRACIÓN de ANA IVANOVA VILLAGRA LOVERA

*. CHIQUIÑA Y EL GENERAL de GLORIA MUÑOZ

 

EL BICENTENARIO, UNA HISTORIA PARA EL MAÑANA

MIEMBROS DEL JURADO

OSVALDO GONZÁLEZ REAL - COMISIÓN NACIONAL DEL BICENTENARIO

TERESITA DE JESÚS DELGADO - SECRETARÍA NACIONAL DE CULTURA

VÍCTOR JULIÁN BOGADO AYALA - CENTRO PARAGUAYO DE TEATRO


PRESENTACIÓN DEL CONCURSO DE DRAMATÚRGIA

El concurso de teatro del Bicentenario ha contado con la participación de importantes representantes de la dramaturgia nacional. La mayoría de las obras se relacionaban con temas referentes a distintas épocas de la historia nacional; la Guerra del 70, con el drama trágico de la Residentas, la Dictadura y las Revoluciones, como la de 1947, una obra sobre los Próceres de mayo, etc.

La calidad de las obras ha sido notable. El lenguaje, el estilo y el ritmo escénico muestran la gran madurez de los cultores del teatro paraguayo actual. La técnica dramática utilizada para representar estas escuelas contemporáneas, con su puesta en escena esquemática, funcional y vanguardista son notables. El vestuario y la escenografía también están acordes con el tiempo en que transcurre la acción.

El jurado compuesto por representantes de diversos estamentos culturales tuvo una ardua tarea para elegir a los ganadores debido a la calidad de los trabajos Presentados.

Este concurso, encarado para la celebración del Bicentenario de la Independencia Nacional, ha tenido como meta estimular a los dramaturgos para realizar piezas teatrales que recuerden escenas memorables de nuestra historia patria, y salven del olvido hechos que conmocionaron nuestra nación.

COMISIÓN NACIONAL DEL BICENTENARIO


PRESENTACIÓN

El teatro es una de las formas artísticas más completas, pues reúne en la puesta en escena diferentes formas de expresión, como la actuación, el discurso literario, la música, la danza, la plástica, y, en estos tiempos, aun creaciones audiovisuales que se integran a la representación, logrando efectos estéticos únicos en el auditorio.

Es asimismo, la conjunción de pensamiento y creatividad, reflexión y poesía. En sus diversas especies, las personas y la sociedad podemos vernos reflejados: virtudes, vicios, sueños, desgracias, amores y desamores, se presentan ante nuestros ojos y, sea riendo o llorando, nos encontramos a nosotros mismos en un breve espacio-tiempo que puede volvernos más humanos, más sensibles o expectantes a lo que nos sucede o puede sucedernos en el transcurso de nuestras vidas. Por ello, cultivar el teatro que nos educa y motiva, que nos seduce y libera, ha de formar parte de nuestra vida cultural tanto como otras manifestaciones artísticas.

En el entendimiento de la importancia del teatro como manifestación del arte y en el marco del Convenio de Cooperación entre la Secretaría Ejecutiva de Comisión Nacional Bicentenario y Atlas Representaciones, para la difusión cultural y la edición e impresión de materiales literarios, acompañamos con sumo beneplácito la presentación de las cuatro obras ganadoras del Concurso de Dramaturgia «Bicentenario, una historia para el mañana» organizado por la Comisión Nacional del Bicentenario con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultural y el Centro Paraguayo de Teatro. La edición e impresión de estas obras es un valioso aporte de Atlas Representaciones a la difusión de la producción artística de nuestros creadores y reafirman nuestro compromiso no solo con la cultura, el arte, la literatura, sino y aún más con nuestra gente, que se constituye sin lugar a dudas en el tesoro más valioso que debemos cuidar en este ya cercano Bicentenario de la Independencia Patria y en las próximas centurias.

Atlas Representaciones S. A. La Editorial del Bicentenario

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)





Bibliotecas Virtuales donde se incluyó el Documento:
LIBROS,
LIBROS, ENSAYOS y ANTOLOGÍAS DE LITERATURA PA



Leyenda:
Solo en exposición en museos y galerías
Solo en exposición en la web
Colección privada o del Artista
Catalogado en artes visuales o exposiciones realizadas
Venta directa
Obra Robada




Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA