PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
BEA BOSIO

  BARDOT Y EL PARAÍSO - Por BEA BOSIO - Domingo, 05 de Enero de 2020


BARDOT Y EL PARAÍSO - Por BEA BOSIO - Domingo, 05 de Enero de 2020

 BARDOT Y EL PARAÍSO


Por BEA BOSIO

 

 beabosio@aol.com

 

Es difícil seguir de largo cuando ella aparece de pronto inmortalizada en un idilio contemplativo de bronce. Está sentada en la franja costera que lleva su nombre: la Orla Bardot de la ensoñada ciudad de Búzios donde el paraíso se esconde. Es parte del paisaje en esa estatua que recrea su imagen. Como los amores de verano que duran lo que el estío, pero en la memoria persisten como bálsamo de invierno contra los azotes del frío y del olvido inminente.

Han pasado ya 56 años desde aquel romance de enero de 1964, que la trajo a Río de Janeiro para visitar a su novio brasilero-marroquí Bob Zaguri. La Bardot no sospechaba entonces el revuelo que su llegada causaría. Desconocía el alcance de su fama y el asedio de la prensa le pareció agobiante. Resolvió huir del acoso, se montó en una furgoneta y enfiló al norte, hacia una pequeña villa de pescadores. Búzios en sus inicios fue una aldea poblada por indios, portugueses y piratas franceses. También formó parte de la ruta esclavista. Pero cuando la actriz llegó con su amante, la población estaba formada por pescadores y hippies, y ya dentro del radar de algunos millonarios que en la década de los 50 descubrieron el sitio. Aun así, el ritmo era tranquilo y dicen que la Bardot encontró la paz que tanto anhelaba y se instaló cuatro meses que fueron muy felices. La rutina era sencilla. Su novio salía temprano a hacer caza submarina y cuando volvía con los peces era Brigitte quien entraba a la cocina. Y luego la playa, y el amor laxo de aquel enredo que empezó en enero y se extendió hasta fines de abril. Entonces ella tuvo que volver de nuevo a Europa. Pero ya había dejado en Búzios su recuerdo para siempre.

Aquel año siguió su curso y cambiaron las estaciones. Pero ni todo el glamour de la Costa Azul consiguió instalar en Bardot el olvido de aquel lugar indeleble y ni bien comenzó diciembre, decidió volver a su pequeño refugio a instalarse. Lamentablemente, como escribiría el trovador Sabina algunos años más tarde: “Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver…” y pues acabó siendo la propia estela que dejó la Bardot en aquella aldea, la que hizo imposible que pudiera repetir la experiencia.

El Buzios en la memoria de Brigitte era selvático, no tenía agua corriente ni restaurantes o posadas para albergar a la cantidad de periodistas que llegaron al lugar buscando a la estrella en su visita siguiente. Ese mismo diciembre más de 40 personas la querían para una foto o alguna crónica que vendiera prensa con su nombre. La estadía se volvió insostenible y después de pasar año nuevo, la Bardot se marchó de Buzios definitivamente. El alcalde de la ciudad le concedió un título de ciudadanía honoraria y hasta un terreno en la playa João Fernandes, pero ella jamás recibió los presentes. El encanto estaba roto y el paraíso se había perdido. Al menos como ella lo había concebido.

A partir de entonces, la antigua villa dormida pasó a llamarse la Saint-Tropez brasileña y entró en la ruta del jet set internacional con personalidades como Bono, Mick Jagger y hasta la familia real de Noruega. Hoy que recorro su historia en esta franja costera, cuando veo su nombre grabado en todas partes me pregunto si ella recuerda a Búzios de la manera en que Búzios la recuerda. Algunas cosas todavía se mantienen, como los botes de pesca que hoy conviven con barcos más grandes. En la misma playa donde está sentada la efigie de Bardot, de pronto veo un grupo de pescadores. De lejos, parecen reales hasta que una gaviota distraída se posa en ellos dejando la evidencia del metal de una escultura inmóvil. El ave lanza un graznido lastimero.

Como un último grito de nostalgia. De otro tiempo y otras voces.

“Uno no puede bañarse en el mismo río dos veces”, concluyo remontándome a mi frase preferida de Heráclito y miro a la Bardot por última vez, pero ella me ignora. Tiene la vista en el mar y es bella.

Bella y joven para siempre.


Fuente: www.lanacion.com.py

Domingo, 05 de Enero de 2020
















ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)









Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA