BELAIEFF, JUAN
Militar, antropólogo y lingüista. Su nombre original era IVÁN TIMOFECVICH BELAIEFF conocido en Paraguay como JUAN BELAIEFF. Nació en 1874, en Rusia. Siguió la carrera militar llegando al grado de General de División en el Ejército Imperial Ruso. Arribó a Asunción en el vapor "Berna" el 8 de marzo de 1924.
Después de la revolución bolchevique, en 1924 emigró al Paraguay donde se incorporó al Estado Mayor del Ejército. Tuvo destacada y activa participación en los preparativos militares paraguayos para hacer frente al avance boliviano, organizando el relevamiento cartográfico de los fortines nacionales. El 28 de julio es autorizado por el PE a llamar al Paraguay a 12 especialistas rusos, entre los que fundarán la Facultad de Ingeniería. Desde el 15 de octubre del mismo año comienzan sus exploraciones en el Chaco.
Sus penosas peregrinaciones por los áridos desiertos, a lo largo de las trece comisiones cumplidas, antes de la declaración de la guerra, le dio merecida fama de arriesgado y temerario. Su pasión por el peligro y la aventura, unida a la sagacidad de su inteligencia y a su esmerada instrucción, hizo que el ejército boliviano ofreciera mil libras esterlinas al que lo capturara, vivo o muerto. A partir de setiembre de 1930, asiste a las reuniones secretas del Estado Mayor General. Participa en las patrullas de reconocimiento y en octubre de 1932 fue ascendido a General de División (Honoris Causa) y en 1933 actúa como consejero del Presidente de la República.
El General Belaieff, dedicó grandes esfuerzos al estudio de las parcialidades indígenas del Chaco, especialmente de los chulupí, chamacoco y maká.
Destacan sus trabajos: "CAHYGUÁ" (1936); “CLANES ENTRE CHAMACOCOS”; "COSTUMBRES DE LOS INDIOS", (1946); "FORTIFICACIONES DE CAMPAÑA"; (1935); “LOS INDIOS DEL CHACO PARAGUAYO Y SU TIERRA”; (1941); "LOS INDIOS SOCIAGUAY"; (1930); "EL MACCÁ"; (1940); "TABLA DE IDENTIFICACIÓN DE LAS TRIBUS DEL CHACO PARAGUAYO", (1936); "EL VOCABULARIO CHAMACOCO: CASTELLANO -CHAMACOCO-CHAMACOCO-CASTELLANO-TEXTO CHAMACOCO-CANCIÓN DE LA TORMENTA.", "VOCABULARIO MACCÁ"; (1931); "VOCABULARIO MACCÁ: CLAVE 1 Y APUNTES GRAMATICALES." (1934).
La mayoría de estos trabajos fueron publicado en la Revista de la Sociedad Científica del Paraguay .
Terminada la Guerra en 1935, pasa a ser adscripto del Ministerio de Guerra, Marina. Por Decreto-Ley el 11 de mayo de 1936 es nombrado Ciudadano Honorario del Paraguay.
Fue fundador del Patronato Nacional de Indígenas y de la Asociación Indigenista del Paraguay.
Académico de número de la Academia de Lengua y Cultura Guaraní, Administrador General de las Colonias indígenas y Administrador de la Colonia-escuela indígena "Fray Bartolomé de las Casas" además de cumplir funciones de traductor oficial desde el 29 de julio de 1941.
Su trabajo fue invalorable, mapas, cartas y planos topográficos. Desde el primer momento ganó la adhesión y el cariño de los habitantes autóctonos del Chaco.
Llegó a ser un líder de los nativos y para los nivaklé y los maka, se constituyó en un Gran Chamán y después de su muerte pasó a ser una divinidad mesiánica, a la espera de la cual están para la salvación de la etnia. Fruto de su profundo amor a la etnografía paraguaya, es el Museo Etnográfico y Arqueológico. El General Belaieff falleció el 19 de enero de 1957 y sus restos descansan en un predio perteneciente a la parcialidad maka.
Fuente: FORJADORES DEL PARAGUAY – DICCIONARIO BIOGRÁFICO. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL. Coordinación General: Ricardo Servín Gauto. Dirección de la obra: Oscar del Carmen Quevedo. Tel.: 595-21 373.594 – correo: arami@rieder.net.py – Asunción-Paraguay 2001 (716 páginas). Crédito de la imagen del retrato personal (lado derecho).
JUAN BELAIEFF: El general de división Juan Belaieff es el más alto exponente de la contribución inmigratoria incorporada al país con el contingente de rusos blancos que al producirse la caída del imperio zarista vino al Paraguay para afincarse y hacer de él su patria de adopción.
Nacido el año 1874, abrazó desde muy joven la carrera militar en el arma de Infantería, en la cual sirvió durante la Primera Guerra Mundial obteniendo la preciada condecoración de San Jorge. Producida la revolución rusa que derrocó al régimen imperial, vino al Paraguay el año 1924 con el primer contingente de militares y técnicos zaristas emigrados.
Aquí fue nombrado profesor de la Escuela Militar y agregado a la Sección Cartográfica del Estado Mayor General del Ejército. Un año más tarde era enviado a su primera expedición al Chaco boreal para relevamientos cartográficos y estudio de la ubicación de fortines. Cuatro expediciones más debía realizar luego, recorriendo incansablemente los más apartados confines del desértico territorio, algunas de las cuales duraban medio año. Producida la guerra con Bolivia, Belaieff no participó en ella activamente, como tantos otros oficiales rusos que allí se batieron bizarramente en las filas paraguayas. Su edad se lo impedía; pero su conocimiento del terreno puesto al servicio del ejército, sus trabajos cartográficos y su consejo técnico valieron de preciada contribución al esfuerzo bélico del Paraguay.
Las correrías de Belaieff por el Chaco, su curiosidad científica y su aprecio al indígena le ganaron enorme popularidad entre las tribus makáes. Aprendió su idioma componiendo un vocabulario de esa lengua; les enseñó rudimentos de agricultura, desconocidos de la raza, y a utilizar animales domésticos. Concluida la guerra, Belaieff se retiró del servicio activo del ejército y dedicó integralmente sus últimos años de vida a la dignificación social del indio. Sacó de su ubicación primitiva a los makáes y los asentó sobre la ribera del río Paraguay cercana a la Asunción, para acelerar de ese modo su incorporación a la nacionalidad. Fue, con el doctor Andrés Barbero, fundador de la Sociedad Indigenista del Paraguay.
La obra social cumplida así por Belaieff es aún más importante que su actividad técnica en la defensa del Chaco, y le hace acreedor de la gratitud paraguaya. El general de división Juan Belaieff falleció en Asunción el 19 de enero del año 1957. Por disposición de su última voluntad, los restos mortales fueron entregados, después del funeral en la iglesia ortodoxa de Asunción, a las tribus makáes. Los indígenas embarcaron el féretro por el puerto de Itapytapunta y lo llevaron a la colonia maká fundada por el benefactor en el Chaco. Allí le construyeron un tosco mausoleo, que es objeto de su veneración.
BIBLIOGRAFÍA
Estado Mayor General: Legajo personal del general de división Juan Belaieff. Información particular.
Fuente: CIEN VIDAS PARAGUAYAS Por CARLOS ZUBIZARRETA. Prólogo a esta edición CARLOS VILLAGRA MARSAL. Prólogo a la 2ª edición de 1985 ALFREDO M. SEIFERHELD. Comisión Nacional de Conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Paraguay. Biblioteca Bicentenario Nº 6. EDITORIAL SERVILIBRO. Asunción – Paraguay. 2011 (240 páginas)
JUAN BELAIEFF
Ruso Blanco, nació en 1874; siguió la carrera militar y alcanzó la alta jerarquía de General de División en el Ejército Zarista durante la 1a. Guerra Mundial. La debacle causada por la Revolución bolchevique lo trajo al Paraguay; fue incorporado al Ejército, desempeñándose en el Estado Mayor General. Y comenzó a realizar expediciones al Chaco, que iría a cimentar su acabado conocimiento de su geografía, y fundamentalmente dé su población autóctona; especialmente chulupis, chamacocos y makás. Con éstos tuvo una profunda y fidelísima compenetración; aprendió su idioma, se preocupó de su suerte, les enseñó nociones y recursos económicos que ayudaron notoriamente a mejorar sus condiciones de vida, tradicionalmente precarias de los indígenas. A su instancia, la parcialidad maká fue ubicada frente al Botánico, en Chaco’i, en un lugar más apropiado para el hábitat y las necesidades de supervivencia. Su estrecha amistad con aquellas parcialidades y su dedicación, hicieron posible su acabado conocimiento de la etnografía chaqueña; la distribución y peculiaridades de las diferentes parcialidades, sus dialectos. Sus estudios fueron publicados en la Revista de la Sociedad Científica del Paraguay, y en otras publicaciones internacionales. Y contribuyó a crear y enriquecer el Museo Etnográfico y Arqueológico.
El aporte de Belaieff a los preparativos de la defensa del Chaco fue muy valioso; en vísperas de la guerra y como resultado de sus múltiples y sacrificadas expediciones, era sin duda el mejor conocedor de sus vericuetos geográficos. El organizó el relevamiento cartográfico del sector ocupado por los fortines paraguayos, lo que permitió contar con tan fundamental elemento para cualquier plan operativo. Fue Belaieff, quien descubrió mediante información de sus amigos indígenas, la magnífica laguna Pitiantuta, a cuya vera, a más de 150 km. de la terminal del ferrocarril Casado, se estableció el fortín CA López, primer objetivo boliviano.
El general Belaieff fue por su jerarquía, el primero de un calificado grupo de rusos blancos -científicos y militares- que se incorporaron al país con el rico bagaje de su cultura y su imponderable concurso personal y el de sus familias, que dieron vida a manifestaciones artístico-culturales de alto valor. Y no pocos de ellos alistados como voluntarios en la defensa del Chaco, rindieron el tributo de su vida por esta su segunda Patria; valgan los nombres de Serebriacoff y Salaskín, por ej. El General Belaieff falleció en 1957; sus restos, depositados en un rústico mausoleo, son custodiados por la parcialidad maká, en el mismo hábitat indígena.
Fuente: BREVE HISTORIA DE GRANDES HOMBRES. Obra de LUIS G. BENÍTEZ. Ilustraciones de LUIS MENDOZA, RAÚL BECKELMANN, MIRIAM LEZCANO, SATURNINO SOTELO, PEDRO ARMOA. Industrial Gráfica Comuneros, Asunción – Paraguay. 1986 (390 páginas)
LLEGAR PARA QUEDARSE (X) Aunque de formación militar, este hombre, venido de Rusia en 1924, dio lecciones de tenacidad explorando el Gran Chaco, llegando a ser considerado un chamán por los indígenas por: CÉSAR GONZÁLEZ PÁEZ (Periodista)
JUAN BELAIEFF (1874-1957) es un nombre que está vinculado con la histórica bélica del Paraguay por sus servicios prestados en la guerra del treinta. Sin embargo, debemos resaltar su contribución a la antropología, que realizó conjuntamente con Andrés Barbero y León Cadogan, explorando el Gran Chaco. Llegó a interiorizarse tanto de la cultura indígena que a su muerte los Nivaklé y los Maká lo consideraron una divinidad mesiánica, a quien esperan para la salvación de la etnia.
¿Quién era este hombre venido de una patria lejana –Rusia- para dejar su esfuerzo en tierras paraguayas? Por su intermedio vinieron especialistas que serían luego fundadores de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (Ingeniería). Su nombre completo era Iván Timofeevich Belaieff. Provenía de una formación militar, pues sirvió en el Ejercito Imperial Ruso, llegando al grado de General de Brigada. Tras la Revolución Bolchevique partió hacia Sudamérica en la década del veinte.
¿Cómo era físicamente? Se lee en el libro BAJO EL SIGNO DE MARTE, de JUSTO P. BENÍTEZ, que se trataba de un blanco, pálido, de barba nazarena. ”Sus ojos parecían educados en la contemplación de las lejanías”. El destino lo traería al Paraguay, donde se quedaría para siempre. Tras la guerra fue declarado Ciudadano Honorario del Paraguay. Se le atribuye el haber fomentado las colonias rusas en el país, especialmente en Concepción y Encarnación.
En la colección que apareció en nuestro diario: “100 PARAGUAYOS DE NUESTRO SIGLO”, figura el nombre de Belaieff, y se dice de él que en sus exploraciones en el Chaco se había ganado la confianza de los indígenas, llegando a hablar varios idiomas nativos, hecho que le permitió acceder a un mayor entendimiento de la cultura de los llamados “hijos de la selva”. Este hombre venido de la lejana Rusia dejaría abierta una gran brecha para la comprensión de aquellas etnias con la creación del Patronato Nacional de Indígenas y la Asociación Indigenista del Paraguay. Este hombre, educado para la guerra, demostró tener amplias aptitudes, ya que fue miembro de número de la Academia de la Lengua y la Cultura Guaraní. Fue administrador general de la Colonia-Escuela Indígena Fray Bartolomé de Las Casas, ganándose el cariño de los nativos, quienes lo consideraron una especie de chamán.
MIGUEL CHASE-SARDI reconoció la labor de este hombre que en 1924 se internó en el Chaco, por entonces un lugar desconocido, recopilando valiosa información que se tradujo en la elaboración de mapas, planos topográficos que luego fueron muy útiles en la contienda con Bolivia.
Chase-Sardi ha señalado que ese país ofreció mil libras esterlinas a quien lo capturara vivo o muerto. Como se ve, hasta el enemigo comprendía la pieza valiosa que significaba este hombre.
En la guerra tuvo destacada participación en Boquerón, Yucra, Platanillos, Saavedra y Herrera, como asesor técnico de artillería. Murió en Asunción el 19 de enero de 1957. Rusia era sólo un recuerdo lejano.
Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 22-23 de diciembre de 2001 (Asunción, Paraguay).
