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REVISTA JUVENTUD
 


Datos Generales:

LA REVISTA JUVENTUD. LAS PRIMERAS INQUIETUDES ACTUALIZANTES
El grupo de la revista JUVENTUD (1923-1927) (Fundada por Heriberto Fernández, Carlos Zubizarreta, M. Barrios y Raúl Battilana. Editó 85 números. En este aspecto y dado su carácter y recursos, señaló un hito nacional en materia de revistas literarias. (N. del A.)) compuesto de jóvenes nacidos entre 1900 y 1907, recoge el legado modernista de CRÓNICA, trata de dar vértice a las experiencias que ésta, desertora, no remató, y les suma en cada caso eventuales atisbos o sugerencias intimistas, nativistas, filosóficas, que no alcanzan a formar vertiente ni definir contornos originales. Varios hechos contribuyen a la rápida frustración en masa de este grupo. Entre ellos pueden enumerarse:
1.- La desconexión cultural nunca superada en los aspectos literarios propiamente dichos (poesía, novela, teatro), pero que en esos años (1920-1930) adquiere caracteres asfícticos.
2.- La Primera Guerra Mundial (1914-1918) y sobre todo su postguerra, con las inevitables y formidables consecuencias; la revisión y replanteamiento de problemas en todos los órdenes del pensamiento: lo político, lo social, lo ideológico; por consiguiente, también, en lo literario. El imperativo revisionista de valores se hizo sentir también como es natural, localmente; pero debido a la circunstancia primera, lo hizo en forma desarticulada, confusa. En otras palabras: las noticias y comentarios que llegaban constituían un efectivo estímulo; pero no alcanzaban a configurar esquema orgánico, al presentarse en esa inevitable forma fragmentaria y no hallar para su apoyo el imprescindible trasfondo experiencial, en lo histórico como en lo cultural.
3.- La proximidad de un nuevo y grave conflicto patrio: la guerra del Chaco. Ella agudiza por una parte las tensiones internas y por otra parte desconcierta a las juventudes, desorientando sus intereses culturales.
A estas tres razones de orden básico y mayor se añadían otras que no eran características exclusivas de esta época, ya que venían de atrás pesando psicológicamente en la gestación y desarrollo de estas vocaciones. Gravitaban sobre la poesía preconceptos no nacidos precisamente del auge de lo histórico, pero agudizados por éste, que hacían de la historia la única vocación seria, digna de justificar la dedicación de una vida a la pluma; y de aquélla un ejercicio convencional, mezcla de diversión y ocio, tan brillante, pero tan sin trascendencia, como un juego pirotécnico; y del poeta un bohemio con todas las connotaciones peyorativas que sobre esta palabra acumuló un siglo de prejuicios burgueses.
El grupo, numeroso al principio (quizá el más copioso hasta hoy de nuestra historia literaria) y en el cual se contaron jóvenes sin duda poseedores de una auténtica sensibilidad (Raúl Battilana [1904-1924], José Luis Nicora [1905-...], Pedro Herrero Céspedes [1902-1924]), para sólo citar algunos (cuyos poemas primeros recogieron las páginas de JUVENTUD) va dejando pronto atrás a los más de ellos; fallecidos, prematuramente desintegrados, o transbordados, por decirlo así, ya casi desde el principio del viaje, para otros rumbos (entre estos se cuentan los mejores historiadores; los sucesores de la generación del 900: Julio César Chaves (1907), Efraím Cardozo (1906-1975), Hipólito Sánchez Quell (1907), Carlos Zubizarreta (1904-1970) (citamos sólo a los principales y porque esta recensión no incluye la historia). Dos excepciones sin embargo se darán a la masiva deserción. Una la constituye, aunque sólo recoge su obra muy tarde (EL MINUTO FUGITIVO, 1970) Hipólito Sánchez Quell, caracterizado por la búsqueda de una autenticidad a nivel de la confidencia irónica. La otra excepción se da en narrativa y no tiene lugar aquí.
En realidad, al llegar 1927, fecha en que fallece en París Heriberto Fernández, la revista desaparece, y el grupo se dispersa, sin dejar huella posterior en la poesía.
Entre los que podemos dar, por definición, como poetas, se dan también no obstante algunas excepciones. Una la constituye el propio Heriberto Fernández (1903-1927). Otra, Herib Campos Cervera (1905-1953) quien adquirirá relieve y prestancia en una etapa posterior.
Heriberto Fernández, que ha fundado y dirigido la revista del grupo, va en 1925 a París. Publica allí (1926) VOCES DE ENSUEÑO y enseguida VISIONES DE ÉGLOGAS. Fallece al año siguiente, 1927. LOS SONETOS A LA HERMANA aparecidos antes de su muerte en revistas locales no llaman la atención por el momento. En todo caso, nadie sigue la huella por ellos señalada.
En 1957, o sea treinta años después, los editará Miguel Ángel Fernández en la serie poética La Piririta. Sólo entonces se descubrirá que en ellos afloran los primeros rasgos vanguardistas en esta poesía, bien que en forma atenuada. Es probable que Heriberto Fernández haya tratado, o por lo menos tenido ocasión de oír, a César Vallejos, residente por esas fechas en París. En esos poemas, el fervor del poeta ansioso de autenticidad, vacila sin embargo en lanzarse de lleno en el vórtice de las formas extremas que lo solicitan con la intensidad de lo intuitivamente esperado.
Un poco más tarde que Heriberto, viaja también Herib Campos Cervera, quien ya en el exterior, acumulará experiencias para la superación de su fase postmodernista. Retiene sin embargo la levadura romántica, que nunca desaparecerá, porque ella se integra con la angustia existencial. Pero Herib permanece en el extranjero durante muchos años y no influye en el medio hasta tiempo después, a su regreso último, en 1936.
Dos más entre esos poetas dispersos han continuado a través de los años la línea inicial en una labor recogida e impretenciosa: José Concepción Ortiz (1900-1974) quien publica en 1923 un soneto antológico, y persiste luego en su línea poética confidencialista, en una serie de poemas reunidos en AMOR DE CAMINANTE, 1943; Vicente Lamas introverso y meditativo (1900) quien fiel a su arranque inicial, reúne sus poemas en un libro con el sugestivo título LA SENDA ESCONDIDA, 1954. Finalmente, alguno se ha actualizado en fecha muy posterior: Manuel Verón de Astrada (1903), Hipólito Sánchez Quell (1907), caracterizado por una estría irónica, del que se hablará más adelante.
Perteneciente por la edad a la generación anterior, surge contemporáneamente con JUVENTUD, pero al margen de ésta, Natalicio González (1897-1967), quien hace suya la consigna del mexicano: «Tuércele el cuello al cisne»; pone el búho en la tapa de sus BALADAS GUARANÍES, 1925; y ensaya el mundonovismo como respuesta individual a movimientos contemporáneos en el Brasil y la Argentina. Natalicio González no ha perseverado en esta línea, aunque aún se encuentra algún poema suyo con posterioridad a la guerra del Chaco y publica muchísimos años después en México POEMAS DE LA TIERRA ESCARLATA, pero su breve obra poética se caracteriza, en palabras de Francisco Pérez Maricevich, «por su rigor formal y su temática tan apasionada como cultivada lúcidamente».
Desde un plano distinto al de los dos poetas mencionados más arriba (Fernández y Campos Cervera cuya actuación podemos adscribir al perspectivismo distinto también al plano teórico de Natalicio González, ejerce su influencia Julio Correa, que halla su verdadera voz al estallar la guerra del Chaco (1932-1935).
A esta generación hay que adscribir, pese a no desdeñables discrepancias o desajustes temporales, las dos poetisas nativas más importantes surgidas entre 1927 y 1950. Ida Talavera de Fracchia aparece en las postrimerías de la revista JUVENTUD; publica muy esporádicamente durante muchísimos años, y lanza su primer libro ESTO DE ANDAR, en 1963; la discontinuidad de su actuación hace difícil seguir el proceso de clarificación en la poesía de esta autora, de tono confidencial y forma sencilla y emotivamente eficaz. Dora Gómez Bueno se inicia en la prensa local hacia 1932 y desde el comienzo es su tónica un erotismo que la distingue y sella, un erotismo «tropical», aunque esporádicamente aborde otros motivos.
Esa vena erótica le da un lugar aparte en la poesía local de pluma femenina. Ha publicado Flor de caña, 1940, Barro Celeste, 1945, Luz en el abismo, 1954, Vivir es decir, 1977.

Parte del documento: EVOLUCIÓN INTERMEDIA (1940-1959) - Autora: JOSEFINA PLÁ .Fuente: LITERATURA DEL PARAGUAY. VOLUMEN II .(DE LOS DÍAS COLONIALES A 1939). Autor: VIRIATO DÍAZ-PÉREZ.Palma de Mallorca, Luis Ripoll, 1980.





 

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