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  DEL PARAGUAY PROFUNDO Nē 17 - REVISTA DIGITAL FA-RE-MI


DEL PARAGUAY PROFUNDO Nē 17 - REVISTA DIGITAL FA-RE-MI

DEL PARAGUAY PROFUNDO Nº 17

Fotografía de FERNANDO ALLEN

 

“Es tierra hermana,

tierra indoamericana

donde el pájaro campana

borda trinos de cristal.”

R. Ramírez

 

CULTURA

 

ENTENDER EL PASADO ES IMPORTANTE PARA VIVIR EL PRESENTE

EL OCASO DE LAS TRADICIONES (X)

La globalización impone cada vez más un tecnicismo

y un hedonismo efímero a los jóvenes, quienes terminan olvidando sus raíces

por: JORGE BÁEZ ROA

(Ensayista)

 

A mediados del siglo pasado, más de un escritor paraguayo, todavía hablaba de un modo natural acerca de viejas casonas, barrios y calles de Asunción, así como de modalidades y costumbres caracterizadas por una forma de vida persistente, que respondían a una tradición y que hacían que las actividades cotidianas hallaran un estilo original de manifestarse más allá de consabidas rutinas. Vienen a nuestra memoria, entre otras, aquellas ACUARELAS PARAGUAYAS, de CARLOS ZUBIZARRETA, e  HISTORIA DE MI CIUDAD, en cuyas páginas hallamos hermosas descripciones de barrios, casas, calles de Asunción, algunas irremediablemente feas aunque transfiguradas por la visión del artista. A ese paisaje lo encontramos unido a una peculiar forma de vida, pertinaz al paso de los años. Ese entramado de lugares, hechos y construcciones también había inspirado obras de arte –música, pintura, poesía- y a sus autores los habíamos hallado en comunión con nuestros padres, por lo que esa realidad nos une a ese pasado, que es como decir con el subsuelo de la historia donde se fijan nuestras raíces.

El tiempo en su constante marcha ha ido poniendo fin a casi todo lo ahí evocado. Una uniformidad hastiante y en muchos casos de mal gusto lo ha suplantado definitivamente. A aquellos barrios, a aquellas casonas, a aquellas calles de Asunción con su fisonomía peculiar, no los busquemos ya, aunque algo pudiera quedar de ellos. Tampoco busquemos vestigios de aquellas tradiciones y costumbres sumidas hoy en el olvido. La fiebre de un desaforado progreso no se ha detenido ante nada y nos ha puesto en la correntada de un cosmopolitismo en el que se ha desleído nuestra propia identidad. Porque conviene precisar que lo expuesto en esas páginas trasciende el simple relato, por lo que podemos apreciar en ellas, subyacente a ese pasado, un análisis del mismo, un pasado que se vincula a nuestro presente como fuerza impulsora del porvenir.

Pero ¿qué les dicen esas páginas a los jóvenes de hoy? ¿Han perdido vigencia? ¿Tiene algún sentido leerla?

En nuestros días, muchas personas se escandalizan cuando reparan que jóvenes que cursan estudios de enseñanza secundaria y aun universitaria incurren  en aberrantes errores ortográficos al redactar una simple nota. Sin embargo, tanto más lamentable es que muchos de ellos  desconozcan sus propias raíces, la propia historia y su evolución en el tiempo, hecho que, entre otros, explica ese modo de vivir en un presente sin memoria ,“a la deriva como boya sin amarras –en feliz expresión de Ortega- que va y viene por las corrientes sociales“. De todo lo cual podemos concluir que tanto los hombres como los pueblos hemos de hacer memoria de los acaeceres de nuestra existencia, en especial de aquellos desde los cuales cobra sentido el presente y nos permite hallar y persistir en la propia identidad que, en definitiva, constituye la fisonomía profunda de nuestro ser. Porque por mucho que la vida humana en su constante dinamicidad se pueble de perspectivas nuevas, en la medida en que es auténtica perduran en ella los condicionamientos históricos y socioculurales que definen sus rasgos esenciales.

El caso es que nos hemos ido acostumbrando a vivir en un presente sin raíces. Tiempo en que todo apunta a superar fronteras nacionales, pero no como lo soñaron grandes pensadores y fundadores de pueblos, sino a través de una densa red de economías y formas de producción de empresas transnacionales que ha ido modelando el vivir cotidiano, así como de los individuos y de las naciones a través de una tecnología unidireccional. Porque la tecnología ha dejado de ser hacedora de artefactos, sofisticados según los casos. Hoy produce sus propias ficciones, sus imágenes y discursos a punto de recrear formas de culturas y valores encaminados a satisfacer la urgencia de una política de “globalización”.

La cultura de la imagen –fundamental en la expansión de dicha política- se torna proclive a crear escenarios irreales en donde una supuesta felicidad es posible hallarla a cada momento. En tanto, se ocultan profundas diferencias entre los pueblos, lo que no impide que las debilidades del llamado “tercer mundo” se acentúen por el endeudamiento constante y el consiguiente empobrecimiento.

La persistente mecanización, la manipulación de la tecnología ejercida a escala desmedida y agresiva, se constituyen así en “técnicas de envilecimiento” de las que habla  GABRIEL MARCEL y que por lo mismo apuntan a despersonalizar al hombre, convirtiéndolo en mera cifra, hecho que lo lleva a vivir de un modo hedonista, aunque tal hedonismo –como lo señala  GILLES LIPOVETSKY- no significa que  nuestras sociedades vivan entregados a una espiral descontrolada de goces y placeres.

El trabajo, la búsqueda de la calidad de vida y de la salud, movilizan más a las personas que los  consumos voluptuosos.

“Sociedad hedonista –subraya Lipovetsky- quiere decir que los placeres son en adelante legítimos, objeto de información, estímulo y diversificación sistemáticas”. Y a continuación nuestro autor señala dos tendencias de ella. Una que excita los placeres inmediatos: programas mediáticos, porno, sexo salvaje, droga, explosión de crédito, tendientes al consumismo, y el consiguiente endeudamiento de las familias. El otro hedonismo privilegia la gestión del tiempo y del cuerpo. Se asocia con la información multiservicios, con la autoproducción narcisista higiénica y deportiva. “Todo se halla masivamente promocionado, encauzado con miras a la eficiencia que pudiese producir placer” (EL CRESPÚCULO DEL DEBER, G. Lipovetsky).

El caso es que vivimos cada vez más en un presente sin raíces, que es casi decir en puro  acaecer.  Olvidamos que la historicidad del hombre es vocación, conciencia histórica, voluntad de historia. Y como no hoy historicidad verdadera y plena sin latencia del pasado en el presente y la proyección de éste al porvenir –como nos lo recuerda FRANCISCO ROMERO-, el hombre desde su presente no puede menos que ocuparse así del futuro como del pasado. Del futuro, para imponerle su propia y efectiva medida; del pasado, para reconocerse y reencontrarse con él. La vida humana en su constante dinamicidad se puebla de nuevos horizontes, pero en la medida en que es auténtica, perduran en ella los condicionamientos históricos y socioculturales que definen sus rasgos esenciales. De ahí también que siempre será saludable actitud del espíritu incursionar en el pretérito cuando se trate de iluminar el presente en la convicción de que es visión del pasado la que nos impulsa a la conquista del porvenir.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 

10-11 de agosto de 2002 (Asunción, Paraguay)

 

 

DON BERNARDO MOSQUEIRA (x)

por: MAURICIO CARDOZO OCAMPO

 

El apellido Mosqueira es una institución de cultura y de arte en la ciudad de Carapeguá, que dio lumbre, no tan solamente a esta población, sino a la Patria entera.

MANUEL MOSQUEIRA, hombre culto, musicólogo, fue el creador de la Biblioteca y Archivo que lleva su nombre. Muchos de los estudiosos recurren a ese museo en busca de datos y documentos de nuestra cultura pasada.

Hijo de ese patriarca, motivo de nuestra recordación es, Don  BERNARDO MOSQUEIRA (Bernardito), extraordinario músico a quien conocimos  en el año 1925, oportunidad en que se realizaba la fiesta patronal de Acahay, en donde él había llegado con su orquesta, para amenizar el baile oficial y otros actos del festejo.

En aquella oportunidad, tenía entre su vasto repertorio varias composiciones de su cosecha, entre ellas, las que más nos gustaban eran “BENI LOMA”, “TO GANÁ O GANABA” y una versión de “GÜIRÁ CAMPANA”, diferente a la que tocaba ELOY MARTÍN PÉREZ.

El reinado musical de la orquesta de BERNARDITO MOSQUEIRA duró medio siglo y se extendía por todos los pueblos circunvecinos y sin duda, fue una de las mejores orquestas campesinas que hemos escuchado. También organizó la Banda de Carapeguá, su ciudad natal, que amaba entrañablemente.

Al retornar a la Patria, tuvimos oportunidad de visitarlo muchas veces en su casa, donde compartimos momentos agradables y hasta llegamos a formar un pequeño conjunto, para deleite propio y de los amigos que nos rodeaban. Muchas veces fue lugar de encuentro la estancia “Las Rosas” de nuestro común y querido amigo CAMBÁ ABATTE, donde veíamos aparecer su figura de hombre bueno, con su eterno compañero, el violín y al instante, luego de su saludo cordial y cariñoso, gastaba algunos chistes, de los que era un insuperable cultor.

Tenía miles de anécdotas que contar y sus salidas eran tan oportunas, que, recordamos una de las últimas, cuando invitado, lo llevamos a Ybycuí en un jepp saltarín, tuvo la ocurrencia de comparar el camino (bastante malo) con un paisaje lunar, refiriéndose a que estaba lleno de “cráteres”.

Nuestro conjunto esporádico estaba compuesto por el bandoneón del Agrimensor LUCIANO BRÍTEZ CABALLERO (Baby), el arpa de ALFONSO GIMÉNEZ (el “solitario”), y la guitarra y el canto de CHIÑÓ LÓPEZ, la flauta de CARDOZO OCAMPO y el violín de don Bernardo.

Le agradaba hablar y tenía una conversación locuaz, pero su sensibilidad era tanta, que pronto lo traicionaba y llegaba hasta la emoción de las lágrimas. Nos mostraba con orgullo sus hijos, quienes heredaron las cualidades artísticas de su  padre y con quienes tenía formada su orquesta en los últimos años de su vida y entre los cuales hay varios facultativos.

Recordaba entre otras cosas su viaje a Río de Janeiro, becado por un pariente para perfeccionarse en el violín, pero la añoranza de su pueblo querido fue insoportable para su alma sensitiva y presto, regresó a Carapeguá, jurando no abandonarlo nunca más: también el pueblo correspondía al cariño de su hijo dilecto, pues en una de las paredes de la casa se exhibe una medalla de oro, con esta inscripción: “A don Bernardo Mosqueira, benefactor de la cultura de Carapeguá”.

Nos contaba de su tristeza por habérsele robado su “querido hijo de inspiración” como él decía, por su composición “BENI LOMA” y también “TO GANÁ O GANABA” y descubrimos la confusión, para que se produjese el cambio de su título y la autoría.

Don Bernardo compuso la página “BENI LOMA” por el año 1920. Cierta vez, en ocasión de una visita artística a la ciudad de San Juan Bautista de las Misiones, de una orquesta asuncena, sus integrantes la escucharon y atraídos por su melodía, la trajeron hasta la capital para incluirla en el repertorio de la misma. Aquellos músicos fueron MARTÍN CARVALLO, guitarrista; MANUEL BENÍTEZ y LACERNA, violinistas; Juan B. Soria, flautista y otros. Pero, al no conocer el título de la canción, le dieron el nombre de aquella región, donde la había escuchado por primera vez. De ahí el título de “MISIONES” con que se popularizó, lamentablemente, sin razón alguna y se atribuyó la autoría al brillante arpista compatriota  JOSÉ DEL ROSARIO DIARTE, posiblemente porque éste era misionense. Confusión lamentable que debe ser rectificada, a fin de que figure en la nomenclatura legal, el nombre de Bernardo Mosqueira, original y verdadero autor. En tal sentido, tienen la palabra las instituciones afectadas y autorizadas por leyes nacionales para entender en este orden de cosas…-

”TO GANÁ O GANABA”.Esta composición, también de autoría de don Bernardo Mosqueira, la había titulado así, pues su tema se relacionaba con la revuelta de 1922/23 y en el Album de ARISTÓBULO DOMÍNGUEZ, editado en 1928, figura esta página con dicho título. Esta melodía ganó popularidad y un arpista del barrio “Vista Alegre”, de Asunción, llamado ABEL PÉREZ, le puso una letra con el título de “ENTRE DOS ROIMÉ”  y a la fecha, en todo Paraguay se lo conoce así, porque el grabarse en discos, los intérpretes, desconociendo seguramente su verdadera autoría, la atribuyeron a otro.

Don Bernardo Mosqueira fué un misionero del arte, pues vivió abrazando esta rama del espíritu del hombre, para deleitar a sus semejantes, para enseñar, y entregado a este quehacer sufrió, gozó y murió, con su violín a cuestas.

Así pasó por la vida, este nuestro personaje inolvidable, don Bernardo Mosqueira, a quien rendimos nuestro homenaje de recordación y admiración; músico de extraordinario kilates, cuya inmensa modestia empañó el brillo de su luminoso arte.

(x) Del libro: MIS BODAS DE ORO CON EL FOLKLORE PARAGUAYO (MEMORIAS DE UN PYCHÃI),

de MAURICIO CARDOZO OCAMPO. Edición del autor: 2da. edición: 1980 (Asunción, Paraguay).

 

 

Fotografía de FERNANDO ALLEN

 

NOTA: LOS SIGUIENTES DOS ESCRITOS PERTENECEN AL MISMO AUTOR

 

LA VIDA EN LAS “MISIONES” (X)

por JORGE RUBIANI

(Arquitecto/Cronista)

 

A pesar de los logros de la MISIONES JESUÍTICAS, la vida cotidiana de los indígenas bajo el ”báculo pastoral” no siempre fue desarrollada dentro de la concordia y el espíritu gregario. Se cree –no obstante- que alguna docilidad de los indígenas era como la aceptación de un presagio, de la misma forma que se inclinaban –reverentes- ante un eclipse de luna o cualquier otro acontecimiento extraordinario. Y es que, según la tradición, en el momento de su partida hacia una región tenebrosa e inaccesible, Ñanderuvusu, sagrado antepasado de los nativos, algo así como una figura bíblica, había anunciado la venida “…de unos hombres cuyo aspecto y cuyas obras designarían como herederos”. Para apoyar aún más esta afirmación debe considerarse que los naturales creían que los “…seres sobrenaturales podían adoptar una forma humana, pero con alguna particularidad de aspecto o comportamiento”. Los recién llegados tenían todas las características para ser encarnados como descendientes de aquel ser mitológico: venían de más allá del mar, tenían caballos y armas de toda clase y eran, además, invulnerables “…a las prácticas mágicas”.

En la contraparte, los guaraníes tenían como fundamento de vida el fatalismo, característica común a todas las sociedades que basan su supervivencia en las bondades de la naturaleza. Los ciclos naturales, la fertilidad de la mujer, los períodos de lluvia eran fenómenos absolutamente predecibles, no había lugar a la especulación o a la ansiedad. La previsión o el ahorro eran desconocidos. ¿Que no había caza? Se comían raíces, frutas o, sencillamente se pasaba hambre. Ya vendrían tiempos para saciarse.

La vida cotidiana de tan diversos componentes estaba necesariamente matizada por acontecimientos de variado sabor. En ellas se mezclaban el drama y el humor. En una ocasión,  ROQUE GONZÁLEZ DE SANTA CRUZ y sus neófitos estaban a punto de sucumbir ante gran número de indios hostiles. Fue cuando el Padre Roque avanzó hacia los paganos “…llevando su brevario en una mano, y en la otra, una sierra que utiliza para fabricar las cruces que levanta en los pueblos”. Inmediatamente los indios huyeron despavoridos persuadidos que el religioso iba a despedazarlos con su sierra y que el brevario contenía palabras con virtudes “…secretas a las que nunca podrían resistirse”.

Más que apoyo de fuerzas coloniales españolas, los sacerdotes contaban con frecuencia con “el directo apoyo de Dios” ya que muchas veces eran asistidos por“visiones de Cristo y de la Virgen”. Muchos otros adquirían extrañas virtudes. Uno de los misioneros, aun con llagas en todo el cuerpo, “…exhalaba un aroma de rosas muy dulce”, y el Padre Bárcena “…a sus 60 años, en seis meses aprende nueve lenguas indias…”. Algunos adivinan el pensamiento y predicen el futuro.

La gravedad de los acontecimientos daba lugar –a veces- a situaciones llenas de espontaneidad. En una ocasión, el PADRE FLORIAN PAUCKE debía afeitarse. En general, los misioneros  del Paraguay no llevaban barba por lo que en las expediciones debían hacerse afeitar por el indígena que tuvieran de ocasional compañía. El Padre Pauke cuenta que “…habiendo pedido los servicios de un mocobí para esta delicada operación, este utilizó su saliva como jabón. ¡Espera!, le dijo el jesuita algo asqueado, de ese jabón también tengo yo!…”

 

 

 

MEDICINA EN LAS “MISIONES”

 

La enorme tarea de las Misiones Jesuíticas se basó en una meticuloso trabajo de adoctrinamiento de las colectividades indígenas y dirigido a todos sus componentes: niños, adolescentes, mujeres y hombres. La demostracción que los poderes de Dios o los variados conocimientos de los sacerdotes era superior a los de los chamaneso brujos,apuntaló el procedimiento. Para la conversión fue necesaria la utilización de una estrategia distinta para cada tribu, una diferente por cada zona. Un operativo para los niños, otro para los adolescentes y de los más variados e ingeniosos para los adultos. En todos ellos estuvo presente la extraordinaria paciencia de los misioneros. Para la seducción o el convencimiento de los indios se mezclaban la enseñanza, desde los preceptos religiosos hasta los más diversos oficios, con la exaltación de la vanidad de los naturales o, en demostrarles que en las Misiones vivirían mejor.

Un procedimiento más drástico consistía en infundirles temor mediante terribles visiones del infierno o del castigo que los esperaba si no se adecuaban a las normas de vida Jesuíticas. También les daban regalos aunque algunos consideran que la voluntad de los naturales en someterse, tanto como la pasión que pusieron en el cumplimiento de los rituales y conocimientos litúrgicos, se basó más –aunque contradictoriamente- “…en sus concepciones paganas que debido a un fervor cristiano aún inmaculado”.

En cuanto a las enfermedades, dura fue la lucha de los religiosos para  desplazar el prestigio de los chamanes. Las primeras conquistas en este campo se lograron ante la evidencia de ciertas enfermedades para cuyas curas los Jesuitas contaban con medicinas en sus alforjas. En otros casos lograban mantener con vida a algunos moribundos y ante la inminencia de la muerte decían a sus llorosos deudos: “…ahora Dios lo quiere con él…”, moría el paciente y más que pena, consternaba a los indios la sabiduría del sacerdote y el poder de “su Dios”.

Para la cura de los enfermos, aunque siempre hubo una gran carencia de medicamentos, los jesuitas mezclaron –sabiamente- los conocimientos ancestrales de los indígenas con sabiduría popular europea. De esa curiosa combinación salieron medicinas como “raíces de nardo en infusión de aguardiente” para las picaduras de serpientes  “…salvo la de cascabel”. Combinando con la aplicación, “…el Padre Sepp hace beber a las víctimas un buen trago de ajo triturado y disuelto en agua caliente”. El mismo sacerdote cura algunas heridas “…con romero disuelto en vino”. Se  utilizaba habitualmente “…grasa de jakare para las contusiones” y para el dolor de muela “…nada mejor que las garras del jaguar calcinadas y mezcladas con polvo de alumbre también calcinadas”. Para casi todo “…hay que contentarse con lo que hay, desde el azufre, el alumbre, la sal, el tabaco, el azúcar y la pimienta, hasta la grasa de gallina, de jaguar, de vaca, de cordero e incluso, la pólvora de los cañones”.

La causa más frecuente de muerte entre los indios era la disentería, por lo que los Jesuitas daban a sus pacientes brebajes amargos, “…pociones a base de tabaco, limones exprimidos con leche con ruda y menta”.

(x) Del libro POSTALES DE LA ASUNCIÓN DE ANTAÑO,

de JORGE RUBIANI (Edición del autor. Setiembre 1999; 3ra. Edición, noviembre 2002)),

Asunción, Paraguay.


 

 

NOTA: LOS TRES ESCRITOS SIGUIENTES, PERTENECEN AL MISMO AUTOR

 

 

FIGURAS  DE AYER Y DE HOY

 

LLEGAR PARA QUEDARSE (X)

Aunque de formación militar, este hombre, venido de Rusia en 1924,

dio lecciones de tenacidad explorando el Gran Chaco, llegando a ser

considerado un chamán por los indígenas

 

por: CÉSAR GONZÁLEZ PÁEZ

(Periodista)

cesarpaez@uhora.com.py

 

JUAN BELAIEFF (1874-1957) es un nombre que está vinculado con la histórica bélica del Paraguay por sus servicios prestados en la guerra del treinta. Sin embargo, debemos resaltar su contribución a la antropología, que realizó conjuntamente con Andrés Barbero y León Cadogan, explorando el Gran Chaco. Llegó a interiorizarse tanto de la cultura indígena que a su muerte los Nivaklé y los Maká lo consideraron una divinidad mesiánica, a quien esperan para la salvación de la etnia.

¿Quién era este hombre venido de una patria lejana –Rusia- para dejar su esfuerzo en tierras paraguayas? Por su intermedio vinieron especialistas que serían luego fundadores de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (Ingeniería). Su nombre completo era Iván Timofeevich Belaieff. Provenía de una formación militar, pues sirvió en el Ejercito Imperial Ruso, llegando al grado de General de Brigada. Tras la Revolución Bolchevique partió hacia Sudamérica en la década del veinte.

¿Cómo era físicamente? Se lee en el libro BAJO EL SIGNO DE MARTE, de JUSTO P. BENÍTEZ, que se trataba de un blanco, pálido, de barba nazarena. ”Sus ojos parecían educados en la contemplación de las lejanías”. El destino lo traería al Paraguay, donde se quedaría para siempre. Tras la guerra fue declarado Ciudadano Honorario del Paraguay. Se le atribuye el haber fomentado las colonias rusas en el país, especialmente en Concepción y Encarnación.

En la colección que apareció en nuestro diario: “100 PARAGUAYOS DE NUESTRO SIGLO”, figura el nombre de Belaieff, y se dice de él que en sus exploraciones en el Chaco se había ganado la confianza de los indígenas, llegando a hablar varios idiomas nativos, hecho que le permitió acceder a un mayor entendimiento de la cultura de los llamados “hijos de la selva”. Este hombre venido de la lejana Rusia dejaría abierta una gran brecha para la comprensión de aquellas etnias con la creación del Patronato Nacional de Indígenas y la Asociación Indigenista del Paraguay. Este hombre, educado para la guerra, demostró tener amplias aptitudes, ya que fue miembro de número de la Academia de la Lengua y la Cultura Guaraní. Fue administrador general de la Colonia-Escuela Indígena Fray Bartolomé de Las Casas, ganándose el cariño de los nativos, quienes lo consideraron una especie de chamán.

MIGUEL CHASE-SARDI reconoció la labor de este hombre que en 1924 se internó en el Chaco, por entonces un lugar desconocido, recopilando valiosa información que se tradujo en la elaboración de mapas, planos topográficos que luego fueron muy útiles en la contienda con Bolivia.

Chase-Sardi ha señalado que ese país ofreció mil libras esterlinas a quien lo capturara vivo o muerto. Como se ve, hasta el enemigo comprendía la pieza valiosa que significaba este hombre.

En la guerra tuvo destacada participación en Boquerón, Yucra, Platanillos, Saavedra y Herrera, como asesor técnico de artillería. Murió en Asunción el 19 de enero de 1957. Rusia era sólo un recuerdo lejano.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal),

22-23 de diciembre de 2001 (Asunción, Paraguay).

 

FIGURAS DE AYER Y DE HOY

 

JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ (X)

ENTRE TANGOS Y ZARZUELAS 

 

¿Qué tal si dijéramos que el cantante CARLOS GARDEL  –el célebre MOROCHO DEL ABASTO- cantó una canción compuesta por un paraguayo y nada menos que un tango? Así es, en su repertorio figuraba el tema “Margarita”, cuya música pertenecía a JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ (1916-1983), hijo del escritor FULGENCIO R. MORENO y de doña ROSARIO GONZÁLEZ FILISBERT.

Logró entrar en el repertorio de Gardel gracias a un concurso que se realizó en 1929 con el tango “Margarita”, que lleva texto de letrista argentino GABINO CORIA PEÑALOZA, el recordado autor de “Caminito”.

Nuestra figura de hoy es autor también de canciones populares como “POBRE PEBETA”, “CON TARJETA DE CARTÓN”, “MI CASITA” y “CUANDO ERA BUENA”. En el campo sinfónico dejó títulos como “Kuarahy mimby“ (La flauta del sol), “MOVIMIENTO DE CONCIERTO PARA PIANO”, “PARAGUAY KO´Ë” para coro y orquesta. Su creatividad se volcó en melodías para piano como “TRES AIRES PARAGUAYOS” o “SONATA PARA PIANO”, y con libretos de MANUEL FRUTOS PANE PUSO música a lo que se denominó zarzuela paraguaya, dejando estos títulos: “LA TEJEDORA DE ÑANDUTI”, “MARÍA PACURÍ”, “LAS ALEGRES KYGUA VERA” y “PALOMA PARA”.

Su inquietud se volcó en el ensayo, publicando numerosos artículos sobre temas musicales en la REVISTA DEL ATENEO PARAGUAYO y en diarios de Asunción. Es autor de un folleto analítico: “APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA MÚSICA DEL PARAGUAY”, que salió de la imprenta allá por 1982.

Fue director del Conservatorio Municipal de Música. Como compositor se lo definía, según el DICCIONARIO DE LA MÚSICA EN EL PARAGUAY, de LUIS SZARÁN, como un hombre versátil que abarcó prácticamente todos los géneros, especialmente en la música de cámara. “Su estilo se puede definir como clásico-romántico, con influencias de Beethoven. En algunas composiciones su lenguaje armónico, especialmente en la música para orquesta, llega a ciertos exotismos que le brindan un aire de modernidad, aunque sus estructuras son puramente neoclásicos.”

Las crónicas indican que a los once años de edad perdió las dos piernas en un accidente, lo que frustró su inicial deseo de convertirse en un concertista de piano. Sus estudios musicales comenzaron como autodidacta, luego se perfeccionó en Buenos Aires y Brasil, y en 1938 recibió una beca para estudiar con el maestro italiano FURIO FRANCESCHINI hasta 1940. Ese año regresó y asumió la dirección de la Sección Música del Ateneo Paraguayo.

Así, este músico compositor paraguayo fue conocido internacionalmente como compositor…de tangos.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal),

6-7 de enero de 2001 (Asunción, Paraguay).

 

 

FIGURAS DE AYER Y DE HOY

CÉSAR DE BRIX (X)

Pasión por el escenario

 

Hoy hablaremos de la trayectoria de César De Brix (1918-1988), cantante y actor de nuestro medio que nació en Asunción. En el libro Lo Nuestro. Biografías, esbozos, apuntes y recopilaciones sobre músicos paraguayos, de PEDRO ESPÍNOLA y JUAN PASTORIZA, los mismos señalan que “según opinión de entendidos, César de Brix fue un artista completo en el escenario, ya cantando o representando obras teatrales, demostrando excepcionales cualidades, pues todo aquello lo llevaba en la sangre”.

Agregan los comentaristas que durante mucho tiempo trabajó en el teatro en esta Capital, y la primera obra que llevó a escena fue “EL DELEGADO”, allá por 1965. Un hecho curioso que apuntan Espínola y Pastoriza es que este artista abandonó el Seminario faltando dos años para ordenarse sacerdote. El ámbito artístico, como se ve, le atrapó.

Realizó varias obras como director y cabeza en obras, como “ME CASE CON LA FAMILIA”, “QUÉ NOCHE DE CASAMIENTO”, que luego pasó al cine en Argentina. Otras piezas que puso en escena fueron: “LA CALANDRIA DE MI BARRIO”, en 1969; “ASÍ ES MI VALLE”, en 1971; “EL ARRIBEÑO” realizada con OSCAR BARRETO AGUAYO-, en 1974; “LOS AMORES DEL SAPO”, en 1972; “NDE SAPATÚRE, SE VIENEN LOS NIETOS”, de ROGELIO SILVERO, en 1976, una puesta en escena con MERCEDES JANÉ. Otra obra singular del mismo año fue “IPORÃ LA NDE VETERINARIO”, con el recientemente desaparecido JOSÉ OLITTE.

Señalan los autores  de LO NUESTRO…que es digno de mencionar que César De Brix ha sido uno de los primeros artistas en recibir formación actoral en el primer Ateneo Paraguayo, cuyo director fue un verdadero maestro: don FERNANDO OCA DEL VALLE.

Como músico lo encontramos en 1945, cuando se presentó en el papel de Rigoletto, en la ópera del mismo nombre, en el Teatro Municipal de Asunción. Vivió varios años en Argentina, donde grabó un disco en 1947. Diez años después regresó al país.

Actuó en numerosas puestas teatrales, como ya se indicó, pero era el personaje obligado en zarzuelas y comedias musicales.

(x) Del diarioÚLTIMA HORA (El Correo Semanal),

15-16 de Julio de 2000 (Asunción, Paraguay).

 

 

NOTA: LOS TRES PRÓXIMOS ESCRITOS PERTENECEN AL MISMO AUTOR

 

 

MEMORIA VIVA

LA INGRATITUD, UN ANTIGUO MAL

CABILDO RENONDÉPE

por: MARIO RUBÉN ÁLVAREZ

(Poeta)

alva@uhora.com.py

Inspirado en un excombatiente de la Guerra Grande, Rosicrán escribe una poema

al que Crispín Pesoa Galeano le pone un ritmo de rasguido doble.

 

Pudo haber sido un caluroso asaje pyte de enero. Tal vez una media mañana de tenue sol de otoño. Lo cierto es que el poeta NARCISO R. COLMÁN, más conocido como ROSICRÁN –nacido en Ybytymí, Departamento de Paraguarí, en 1876 y fallecido en Asunción en 1954-, se encuentra con un excombatiente de la Guerra 1864-70 frente al Cabildo (Parlamento). Tuvo que haber sido alrededor de 1915, un poco antes, un poco después.

Lo que allí sucedió es lo que Rosicrán relata en su poesía CABILDO RENONDÉPE.

El autor del POEMARIO OCARA POTY (publicado en 1917 y 1921) cree que el anciano es un pordiosero. Mete la mano en el bolsillo, saca unas monedas y las coloca en la palma de la mano temblorosa que, dubitativo, se extiende ante su gesto. Del diálogo que se produjo entre ambos, nacieron los versos del poeta.

El hombre es pobre, pero digno. A duras penas acepta lo que le alcanza para el ka´a repy. Y le cuenta que es un “López ra´ykue”, que combatió para defender a su patria. Llegó a la capital detrás de su esquiva pensión.

Apenas uno se adentra en el texto literario, es imposible no remitirse a TUJAMI, de EMILIANO R. FERNÁNDEZ. Con distintos vuelos poéticos, los dos toman el mismo tema de hombre que batalló por su país y se encuentra abandonado por los poguasu de turno. La atmósfera de los dos poemas tienen mucha similitud.

ROSICRÁN dice que su personaje provenía de Ybytymí, que es también su valle. Curiosamente, no lo conocía. O quizás ya lo había olvidado. Más allá de este detalle que parece incongruente, a lo que la obra apunta es a la ingratitud de los gobernantes con respecto a los que pudieron no haber regresado nunca de los sangrientos campos de batalla.

Una vez que el autor publica su obra ya no puede controlar su destino. Puede morir en el silencio o abrirse paso entre la gente, adquiriendo una vida independiente de su creador. Esto último fue lo que ocurrió con CABILDO RENONDÉPE. El músico y compositor CRISPÍN PESOA GALEANO – nacido el 24 de julio de 1942 en Cerrito, jurisdicción de Roque González, Departamento de Paraguarí- encontró la letra alrededor de 1960.

“Me gusto demasiado, me tocó el espíritu. Por eso, con la guitarra, compuse un rasguido doble que muchos años después fue recogido y grabado a pedido de VÍCTOR BARRIOS por JOSÉ CALAZANS y sus compuesteros de Carapeguá”, recuerda el artista que vive en Caapucumí, cerca de Franco Isla, como a dos leguas (diez kilómetros) del mítico lago Ypoá, en la cercanía de Carapeguá.

“El ritmo, el de RASGUIDO DOBLE, que hoy día ya no es tan común, lo aprendí de MAURICIO MEDINA, el músico carapegüeño, tío mío, que había sido compañero de farra y amigo de Emiliano R. Fernández”. Concluye el autor de la música de CABILDO RENONDÉPE.

 

 

CABILDO RENONDÉPE

Ku Cabildo renondépe tuja´i karapãmi

imarachachambami atopa anga ko hese

ichupe aropojái mbohapy níkel mimi

ojerénte oma´ëmi haimetéma ndoipotái.

Ikatúntemora´e aipyhy anga ndehegui

che ka´a repyrãmi ndaipotái tupãmba´e

rohecháre kuimba´e ha´emíta mante ndéve

ojehúva hína chéve, ikatu rehenduse.

Che ko Lopez ra´ykue aikopa Guerra Guasúrü

kuatia tomombe´u umi árarö guare

ñorãirö ramongo che hetaite ajapi

ha agãgua los karai nopenái ko che rehe.

Aipykúi Yvytymígui aguahëmeve Asunción-pe

ahekávo che pension, pe pira ku´ikuemi

ndaikatúi aconsegui tuichaite che anga pyhy

pe pasaje ko hepy ha hetáma aju rei.

Vaitépema aiko, jejapi che mbyaipa

ha añandúma che tujávo pokoka rehevéma aiko

vy´aite mante areko ajukáre umi kamba

kuimba´e rembiaporã che retã rehe ajapo.

Apukámi pako che ahendúrö ñorãirö

ha el tiempo okörörö ha´ete aipo aña retã

ha ipahápe rohasa ore po ore ãkã ári

Mariscal che jyva ári, omano en Cerro Corá.

 

Letra:  NARCISO R. COLMÁN, ROSICRÁN

Música: CRISPÍN PESOA GALEANO

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal),

10-11 de agosto de 2002 (Asunción, Paraguay).

 

TUJA MÍ

Al laureado sobreviviente de la guerra:

D. Manuel Trujillo, benemérito de mi respeto y estima.

EMILIANO R. FERNÁNDEZ

Che guata juata jhagüi ayuvo peteï pyjharevé pe

che ruvaitï pococa re co tuja rïrï pa mí;

cherechá rejhe voí oguapy pe tape yképe

jha ayujhú co caraí, ñaimo´ãva guyraty.

Buenos días jha´é ichupé pe jhendápe añemboyávo

che sombrero aipe´á jha aguajhé aipo yopy

Güendía jhina che ra´y jhe´í cheve opu´avo

jhe che póre ipoyáïvo, jhetymá ñezú yevy.

(¡Aicheyara!) jha´é che mbegüemi che py´a pype

ajhechá co tuja mi etereí nga icane´ó

jha iyïkere ma aguapy laurel mi yero´á guype

jha iñe´éma añandú oitypecá che corazö.

Sapy´ante co äsë peteí ñeporandú pe

jha jha´é coicha ichupé ¿López-cué pa nde che rú?

-Si señor; o contestá iñe´ë marangatúpe

¡Jha jhetá avé umi cambá re media luna aiporú!

-Checo jhina che ra´y veterano del sesenta

upe guerra ramo ché veinte año aroguatá

jha orejhegüí cu vaecué oicó Batallón 40

cu “Caballería lancero” tembiguái kyjhïye jhá.

Amó Sauce, Tuyutí, Boquerón jha Riachuelo;

che aicó ñorairö jhapé ¡che po´á güinte aicové!

jha umírupi ajhechá mi upe Díaz jha Caballero

cambá cuera pe oityrö jha ojheyárö jhendagüe.

Ndeco oimene che buen hijo, rejhecharö che tuyáma

co´ã ndeve amombe´úva icatú nde reroviai

pero aveí icatúnte, cuatiápe rejhecháma

mamó mamópa raca´é pe alianza aú ocái.

Jhetá mi co nde mitã che ajhechá jhendy jha ogueva

co che retã racjhupápe jheta ara mi ndakéi

jha amó Curuguaty pe royapó la ipotingueva

upe Setiembre veintidós del año sesenta y seis.

Upeva upe ñorairö, arecova che resápe

Curupayty jha´erö ikyrïiva che py´á

jha ajhechava miñaë ayïkyiro umi cambá pe

jha irariva alazán ari upe Díaz ¡fuego! omandá.

Co´etï soró guivé rojhechama upe jhysyiva

aipó escuadra barsilera ñande y´re ojhu´a´í

jha uperö ñande trompa Sargento Cándido Silva

i corneta pe ombopú: Camiseta pyta´í.

-¿Jhetamí pa nde che rú upero la ñande cuera?

¡Mamópico che pa´í! cinco mil eté roimé:

jha aliado veinte mil, en columna jhenyhéva

cu tucúicha opa oyo´ari opytava i cuzugué.

Ñaimo´ánte aipo juicio oitypátava pe ara

upe piña jha metralla amandáu cha ocucúi

camiseta pytá´í ndoicuaávai aicheyara

jha upe ore artillería, mbovy ndo pytu´ui.

Rejhechasé co cumba´é Paraguay mbovy oyapóva

upe ñure iñasaiva aliado re´ongué

rejhenduco ipyajhëva, jha cambá oyajhe´óva

jha argentino ojheréiva laminé yurú poré.

Pero bueno che ra´y apevénte amombe´úta

tecotevëma ajhasá ipucúco che rapé

sapy´ante a sacoi´ita jha nde roga pe ayúta

amombe´ú pavo ndeve López tiempo pe guaré.

-Jha co´aga pa che rú, ¿mamoité rejhó reína?

-carai cuera rendápe paraguaïpe sapy´a

aguajhëne agã jheránte na mombyry veima jhina

pytu´ú tu´ú pe ajhata che canguï co nde mitã.

-Jha neí mante che rú: ne ñe´ë opytá che acãme

jhetaité mba´é porã nde yurú gui ajhendú

nde aveí reyojhúma, sesenta y seis año jhápe

nde loá vaerã  oime peteí mita´á pyajhú.

Letra y Música:

EMILIANO R. FERNÁNDEZ

 

Advertencia: Pococá; bastón o muleta; Miñaë: antojo o apriencia;

Laminé: nombre del fusil paraguayo en tiempo de la guerra del 70.

ACOTACIÓN DE FA-RE-MI: Vuelva a la Página Principal (click en Real Audio) y podrá escuchar esta canción en la magnífica versión del TERCETO ÑAMANDÚ. (En el CD aparece, en el folleto adjunto,  el nombre comoTuyami, y no Tujami).

 

 

 MEMORIA VIVA

 

NEPORE´ŸME, ANTIGUA TERNURA (X)

DOS NOMBRES PARA UNA POLÉMICA

 

Por:  MARIO RUBÉN ÁLVAREZ

(POETA)

 

Según Gilberto Rivarola y Evelio Valdez, hijos del poeta FERNANDO RIVAROLA , su padre junto a CARLOS A. JARA  son los autores de la letra “Nepore´ÿme”, a la que HERMINIO GIMÉNEZ  le puso música. Con el tiempo, sin embargo, el maestro graba con el nombre de “Antigua ternura” y le adjudica la autoría a María Victoria.

Cuenta los hermanos Gilberto Rivarola y Evelio Valdez que Fernando Rivarola –el padre de ambos- y su amigo CARLOS A. JARA se encontraron una tarde  en la Plaza Uruguay, que por entonces no tenía el agregado de una. Ocurría esto en 1918.

Los dos amigos conversaron acerca de la vida y de la muerte, de lo cercano y lo lejano. En un momento uno de los dos propuso escribir a dos manos –en una especie de ñembisó jovái- como dijo EFRAÍN ENRÍQUEZ GAMÓN al referirse a este episodio, en el Instituto Paraguayo-Alemán- un poema.

Uno escribía una estrofa y el otro, la siguiente, en un ejercicio que partía de la plenitud creadora de ambos. De a poco el poema fue cobrando forma, de acuerdo al relato de los dos hijos.

“Como a las cinco de la tarde viene la novia de Carlos. Cuando está a punto de llevarlo, éste le pide que escriba las dos estrofas finales, concluyendo la obra. Don Fernando se quedó y completó a una mano lo que había empezado a dos”, recuerda Evelio.

De este modo nacían los versos de NEPORE´YME. Algunos años después Herminio Giménez le puso la música. "El dúo Pucheta-Giménez, en Buenos Aires, grabó la canción en 1928. Allí figuran como autores Rivarola, Jara y Giménez. Yo tenía el disco, pero le regalé a un coleccionista alemán”, acota Valdez.

Evelio guarda en la memoria que a inicios de la década del 70 se radicó en Pedro Juan Caballero. Allí fundó su sello grabador Elio. Los primeros en grabar en esa casa editora  fueron LOS TOMMYS, de la capital del Amambay. Una de las composiciones  incluidas en el disco fue FLORIPAMI. Algún tiempo después ese mismo grupo orquestal ponía en circulación otro material.

“Cuando estuve por Asunción le mostré la carátula del disco. Ahí grabamos Antigua ternura. Los datos sacamos de la grabación del CONJUNTO PUNTA PORÃ, dirigida por HERMINIO GIMÉNEZ. Allí  figuraba Victoria –la esposa de Herminio- como la autora de la letra y la música. Cuando vio, se enojó y me dijo: “Péa héra Nepore´ÿme”. Entonces yo cambié y puse como papá me había indicado”, recuerda Evelio.

Doña VICTORIA MIÑO VIUDA DE GIMÉNEZ, al ser consultada con respecto a cómo NEPORE´ŸME se convirtió –de acuerdo a lo que dicen los hijos de Fernando Rivarola- en  ANTIGUA TERNURA , afirma  que su marido le decía que los versos de las cuatro primeras estrofas son de él. “Y utilizaba el seudónimo de MARÍA VICTORIA –así nomás dice el disco- para no tener que andar pidiendo permiso en SADAIC cuando estaba en el Brasil. Yo no soy compositora. Ha´e omoïnte la María Victoria. Él me decía que las cuatro primeras estrofas son de su autoría en letra. Las otras tres estrofas se le agregaron nomás ya”, comentó.

 

NEPORE´ŸME

Tu acento tiene tanta ternura

como un doliente mbarakapu;

tiene tu ruego mucha dulzura

como el arrullo del pykasu.

En estas tardes de primavera

demasiado rohechase

y mi alma triste se desespera

ikatu´ÿgui aï nendive.

En esas claras noches de luna

cuando estuvimos ñane añomi,

jamás pensamos que la fortuna

fuera más frágil que el panambi.

Tiernas palabras yo te decía

mucho más dulces que el eirete

y a cada beso que te pedía

me contestaba con un tove.

Aunque estoy lejos de tu presencia

a todas horas che rohecha

y en delirante, febril demencia

todas las nóchesma rosoña.

Siempre yo sueño con tus caricias

pero imposible che ahupyty;

si disfrutare de esas delicias

seré dichoso che tupãsy.

Tu acento tiene tanta blandura

como el doliente mbarakapu:

feliz el hombre si, con dulzura,

le modulara el rohayhu.

 

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal),

7-8 de julio de 2001 (Asunción, Paraguay).

ACOTACIÓN DE FA-RE-MI: Allá por la década del 60, nuestra Revista publicó los versos de esta canción con el título de NEPORE´ŸME; y recordamos que sus autores eran Fernando Rivarola y Herminio Giménez. Con esta nueva información, sabemos también ahora que la letra era compartida con CARLOS A. JARA. Como parte del archivo de nuestra no tenemos, lamentamos no dar la fecha en que se publicara la misma.

 

MEMORIA VIVA

 

POLCA PARA LOS DE LA LLANURA

COLORADO RETÃ –X-

EL MÚSICO Y COMPOSITOR DE BARRERO GRANDE –HOY EUSEBIO AYALA-

COMPUSO UNA VIVAZ MELODÍA, EN LA DÉCADA DE 1920,

PARA ALENTAR A SUS CORRELIGIONARIOS

 

En las creaciones populares ocurre a veces que la música apunta a un lado y la letra a otro. Son como flechas que se disparan en direcciones no coincidentes. Ocurre sobre todo cuando no hay comunicación entre los autores. O la misma es deficiente y el letrista no llega a interpretar la intención del compositor.

El caso de COLORADO RETÃ (el país de los adherentes del Partido Colorado), que probablemente sea sólo Colorado reta (muchos colorados), es un ejemplo de cómo a veces en una obra no existe armonía entre los objetivos de la música y de la poesía.

De acuerdo a la recopilación de los datos recogidos por el incansable trabajador de la cultura JULIO ROJAS en su tierra natal –Eusebio Ayala-, ex Barrero Grande, del Departamento de la Cordillera-, el autor de la música es Simón Iglesias. Los familiares de éste confirman que este barrereño fue el autor de una de las polcas partidarias más tradicionales  de nuestro país.

Iglesia, nacido alrededor del 900 y fallecido el 12 de junio de 1986 en su pueblo, fue un autodidacto que enseñó en su pueblo música a los jóvenes y creó varias bandas populares. Él mismo tenía la suya.

La década de 1920 es de hegemonía liberal. Sus encarnizadas disputas internas llevan la sangre al río entre 1922 y 1923, al enfrentamiento de los SÁKO MYKY y los SÁKO PUKU –facciones rivales del partido en el gobierno del país- con el consecuente impacto que este conflicto tuvo en la sociedad.

Los colorados de la llanura, en esta época, también tienen sus disidencias. Las mismas quedan testimoniadas en sendas polcas dedicadas a los eleccionistas y a los abstencionistas, de acuerdo a las actitudes con respecto a las pujas electorales existentes.

La Cordillera era un bastión tradicional de los liberales. Barrero Grande –que todavía se llamaba así- no era ajena a esta tendencia departamental. Los colorados de la zona eran numerosos, aunque no alcanzasen a ser mayoría.

El músico y compositor SIMÓN IGLESIAS, que pertenecía al partido fundado por Bernardino Caballero, pasando por alto la desavenencia que existía entre sus correligionarios, y con el deseo de alentarlos, compuso la polca “Heta la colorado”, sin letra. Hoy se la conoce como COLORADO RETÃ, pero probablemente en el primer cambio de título fue solamente Colorado retã. “Lo hizo el 20 de setiembre de 1926”, le recordó SOLANO PERALTA, una memoria viviente de Eusebio Ayala, durante muchos años secretario del Juzgado local, a Julio Rojas.

-Embopúke pe nemelodía porãite ñamopu´ã ñande Partido- le pedía y alentaba el presidente de la Seccional del lugar, Francisco Rivera.

“La música se popularizó y un tal Juan E. Villalba vino a apoderarse de ella, sin la autorización de Simón Iglesias”, comenta Julio, basado en lo que le dijeron los parientes del maestro que todavía viven en Eusebio Ayala.

JUAN E. VILLALBA, efectivamente, al comienzo figuró como autor de la letra. Posteriormente Simón Iglesias recuperó la autoría. La misma está consignada en el registro de Autores Paraguayos Asociados, APA. La intervención del Dr. Esculies habría sido decisivo para este cambio, ya que su hermana, la pianista de Barrero Grande ESTER ESCULIES DE ARRÉLLAGA, fue la que pasó a Iglesias al pentagrama su obra, según le dijo el músico TITO MÉNDEZ –de Eusebio Ayala- a Julio Rojas.

 

COLORADO RETÃ

Después de tanto sufrir,

después de tanto llorar,

hastiado ya de vivir

en un continuo vagar

volví con mi triste andar

al nido que yo forjé,

ansiando recuperar

la dicha que desdeñé.

Enorme fue mi dolor,

inmensa pena sufrí

al ver que de aquel amor

tan sólo quedaba allí

-como una visión fatal

que en mi pecho se grabó-

el rastro del vendaval

que al rancho en ruinas dejó.

Ranchito que tanto amé,

testigo de la pasión

de aquella a quien yo dejé

llorando por mi traición,

la tarde triste y fatal

que en alas de un nuevo amor

la abandoné por mi mal,

sumiéndola en gran dolor.

Hoy con pena al evocar

osyry che resay,

y aunque quisiera olvidar

ndaikatúi ha che kangy.

Che colorado retã,

la tierra de mi querer,

en tu suelo muerto está

aquel nuestro amor de ayer.

Tupãsy che rekove

che mandu´a nderehe

y al recuerdo de ese amor

recrudece mi dolor.

Mborayhu sinceroite

che kunu´ümihague,

mi transido corazón

hoy suplica tu perdón.

Letra: OSVALDO SOSA CORDERO

Música: SIMÓN IGLESIAS/JUAN VILLALBA (x)

 

La letra: MAURICIO CARDOZO OCAMPO, en su libro MIS BODAS DE ORO CON EL FOLKLORE PARAGUAYO, comenta que la letra que se consigna aquí nació en Buenos Aires, a pedido del dúo que conformaran él y ELADIO MARTÍNEZ. El poeta correntino escribió la letra conservando el título. Le dio un corte amatorio muy alejado de la intención de Iglesias. Únicamente en un verso hace alusión -de manera muy traída de los pelos- a colorado retã con la obvia intención de justificar el título.

“Respetamos la autoría de S. Iglesias y J. E. Villalba, quienes se inspiraron en la antigua canción que habíamos aprendido de niños, cuyo título es Felipa Mareco, una morena de Carapeguá, según don Bernardo Mosqueira, y cuyos versos decían: “Por Dios Felipa Mareco/ kóicha guarãntepa che/ terãpa oiméne tiempo/ ñaimemívo oñondive./ Oimétama guive tiempo/ che kunu´ümi hague/ mi transido corazón/ ndéveko ha´e che áma”. Acota que el chamamé Kilometro 11, de Tránsito Cocomarola, tiene los mismos valores musicales que COLORADO RETÃ.

Sobre la melodía circulan, además de la de Sosa Cordero, varias  letras dedicadas a los caudillos de turno, a quienes se cantaba o se canta.

(x) Así consigna Mauricio Cardozo Ocampo en su libro

Mis bodas de oro con el folklore paraguayo, 1980, pág. 229

-x- Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal),

15-16 de diciembre de 2001 (Asunción, Paraguay).

 

 

Fotografía de FERNANDO ALLEN

 

LOS ÁRBOLES DE ASUNCIÓN

TODO EL AÑO ES PRIMAVERA (X)

por: JUAN MANUEL PRIETO

(Fotógrafo)

jmprietopy@yahoo.com

 

Una de las fórmulas para dar unidad a una suma de diversidades es la utilización de algún elemento común que otorgue continuidad al conjunto. Esto podríamos considerar en el caso de Asunción, donde se ha desarrollado tal diversidad arquitectónica, que por momentos parece tratarse de varias ciudades en una.

Bajo el gobierno municipal de MIGUEL ÁNGEL ALFARO primero y de BRUNO GUGGIARI después, se dio un diseño urbano a la ciudad, imponiendo, por ejemplo, las veredas uniformizadas, aquellas amarillas, que dieron una identidad formal a la ciudad. Pocas décadas después, sin embargo, las individualidades pudo más y quién más, quién menos, hizo que su vereda fuese diferente a la del vecino, a tal punto que ahora caminamos por tantas veredas y colores diferentes que ya ni sabemos dónde estamos.

Otro valioso elemento de identidad introducido en la década del 30 fueron los naranjos, que respondieron positivamente a las exigencias de compatibilidad establecidas, tales como la altura de la copa, la profundidad de las raíces y la adaptabilidad climática. Así, durante largos años, los azahares y los naranjos dieron aroma a las calles céntricas, hasta que las enfermedades, el cabello de ángel y la desidia los fueron exterminando. Hoy ya quedan pocas cuadras con aquella silueta que en cierto momento fue inconfundible.

Casi al mismo tiempo se introdujeron el exótico chivato y el nativo jaracarandá, para dar sombra y color a las grandes avenidas. En el caso del segundo dicen que en su elección primó el interés político, pues sus flores azules harían de la avenida Mariscal López la primera arteria “liberal”.

UNIDAD DE ARBORIZACIÓN

Hoy el chivato, mañana el jacarandá, en octubre el modesto pero bello tarumá, en enero el ybyrapytá: en Asunción tenemos árboles floridos durante todo el año, inclusive en este otoño en que los sumuhú de generosas flores llenan los patios y los parques.

Los músicos y poetas no se privaron de agasajar a Asunción a través de sus árboles y flores: desde EMILIANO R. FERNÁNDEZ hasta MAURICIO CARDOZO OCAMPO, desde JACOBO RAUSKIN hasta RAQUEL CHAVES, TANTOS más, lo mencionaron en sus versos y canciones. Cuentan que DORA GÓMEZ BUENO DE ACUÑA acostumbraba pasar las largas siestas bajo un frondoso ybapobó, imaginando un nuevo poema tal vez.

A las especies nativas se sumaron el mango, a principios del siglo XX, y el jazmín magno, de origen oriental, que se ha asentado en tantos patios asuncenos. En cuanto a las enredaderas, a la copa de oro que crece en lo que queda de los bosques del Alto Paraná, se agregó la Santa Rita, que aquí parece sentirse más a gusto que en su natal Martinica…¿Y qué sería de Asunción sin los jazmineros, que en realidad llegaron del Mediterráneo?

Pronto florecerá el lapacho, que se ha convertido en algo así como el árbol emblemático de Asunción. Pronto florecerá y sorprenderá a todos, como lo hizo hace quinientos años, cuando llegaron los conquistadores. Alegrará por unas semanas a Asunción, anunciará el fin de las heladas y matizará de rosa o lila el cielo gris.

¿Frivolidad, cuestión de modas? Mucho más: nuestros árboles y enramadas, aparte de su valor ecológico, son más que una simple escenografía; son verdaderos pilares del carácter urbano de nuestra ciudad y componentes inseparables de su identidad. Es preucupante, por eso, que no haya actualmente un criterio de arborización uniforme que devuelva a las calles asuncenas el carácter que antes tenían.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal),

4-5 de mayo de 2002 (Asunción, Paraguay).

 

 

LA PARAGUAYA.

Fotografía. Colección de JAVIER YUBI

 

LA BELLEZA Y LA ELEGANCIA, NUNCA CANSAN…(X)

ANSELMITA HEYN fue una de las mujeres más bellas que tuvo el Paraguay.

Su fama, en ese sentido, era ya legendaria, y entre las muchas anécdotas

que se le atribuyen está la siguiente: Una mañana de sábado paseaba esta

señora por la calle Palma, ofreciendo  el espectáculo de su belleza y de su

elegancia. Todo el mundo la admiraba como si fuese una diosa encarnada

en forma de mujer.

Entre sus admiradores, estaba

FACUNDO RECALDE,

el poeta y periodista ”Fa-Re”,

quien al pasar la dama se le acercó y descubriéndose, le dijo: "Dígame, Anselmita,

¿nunca se cansa de ser tan linda?”, a lo que ella respondió: ”Y usted, Facundo,

¿nunca se cansa de ser tan galante?”.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (La anécdota del día),

24 de enero de 1985 (Asunción, Paraguay).

 

 

SOBRE EL IDIOMA GUARANÍ

 

EL GUARANÍ Y EL ESTILO PARAGUAYO (X)

por: SARO VERA

 

El estilo es una manera de expresarse en la literatura o en cualquier manifestación artística. A cada personalidad responde un estilo.

Lo que sucede a nivel de las personas individuales en cuanto a la diferencia de expresarse, también existe diversidad de estilo de un pueblo a otro. Cada etnia cultural con sus condicionamientos de sangre, historia y lengua cuenta con su característica especial de expresión. Por ej. el estilo alemán en nada se parece al francés y el español, al inglés. Dentro del común denominador de un pueblo se mueven las individualidades, creando variantes.

El parámetro del estilo literario es la conversación, la base primera en la comunicación de ideas y sentimientos. Cuando las expresiones se retiran de la modalidad de la conversación, sobreviene lo artificioso y rebuscado. Esta enfermedad se llamó culteranismo y conceptismo en la literatura española.

El guaraní-parlante habla narrando por el exigencia del genio descriptivo y carente de ideas del idioma guaraní. El que narra describe los hechos, acontecimientos y personajes. Las abstracciones y generalizaciones son incomprensibles; no se las utiliza. El narrador es convincente porque presenta las ideas en forma de hechos, y los hechos son irrebatibles. Las visualiza haciéndolas sensibles al alcance de los sentidos.

El paraguayo, a más de visualizar las ideas y sensibilizarlas, utiliza los pormenores para insinuar, a fin de que el oyente mismo deduzca la consecuencia. La narración impone inducción; hace que el oyente participe. Supongamos que un paraguayo no quiere bien a otro. No dirá directamente que fulano es malo. Lo que hará es contra un hecho denigrante con que lo convertirá de una manera indiscutible, en una persona despreciable. Si el personaje es comerciante, lo pintará nadando en abundancia, orondo y gastando su dinero en fruslerías. De paso, especificará las fruslerías. Es el detalle necesario: es el contexto que hará más resaltante la mezquindad del señor.

Una vez terminado el preámbulo, contará que el día tal en compañia de otro amigo de seriedad reconocida, lo vio a don fulano que no da el vuelto a una pobre señora, para colmo desamparada, y todavía cargará la tinta con el detalle de que don fulano no completó el kilo.

Una verdadera narración debe ser verosímil; par lo cual los personajes, los hechos, las circunstancias y el tiempo deben ser concretos. Un verdadero acontecimiento tiene fecha exacta.

Si no es posible fijar fechas para los cuentos propiamente dichos o “casos” comenzará con los personajes totalmente paraguayizados: “oikó petei kuña imemby retãva”. Por lo menos pondrá un punto de referencia, que puede ubicarse lejos en el tiempo, ”ymá”. Este es el comienzo de los cuentos de ”pychãichi”. A renglón seguido describe los pormenores de una casa campesina de las gentes más pobres con sus animales domésticos y su cocina con el fuego apagado, sino de que no tiene nada que cocer o comer. Ubica el cuento concretándolo por medio de los pormenores.

La narración será muy sencilla, pero con todos los pormenores necesarios. Las frases son claras, directas o carentes de florituras. Al guaraní parlante le molestan las redundancias. El charlatán le tortura. Pronto quiere entender lo que se le propone. El guaraní no puede echar manos de las figuras a no ser que sean las de comparación. Absolutamente imposible usar una palabra por otra: nunca figura el tropo. Jamás se permitirá en guaraní decir: ”amboi´ú petei kopa”, correspondiente al castellano ”tomar una copa”.

Lo que el guaraní expresa es una realidad y esa realidad no se  reduce nunca a otra. Tampoco será posible utilizar símbolos. De ahí que el paraguayo no tiene en mucho a la bandera y otros símbolos porque los símbolos son realidades en sí, que llevan su propio significado. El tricolor será el tricolor. Nunca significará el Paraguay.

Alegoría, en principio, no será posible porque la figura se forma en base a símbolo; la comparación es convencional.

Para el guaraní las cosas no tienen porqué perder su propio significado. Lo que no quiere decir que no exista alegoría especialmente en la literatura poética. Se halla el caso “nde rendápe ayú” cuando se dice allí “che asucena blanca ryakúavu reí”. A la novia se la compara con la blanca azucena olorosa. Ciertamente en este caso la comparación se basa en la relación de semejanza convencional o si se prefiere, intencional. Las excepciones confirman las reglas.

La única figura apropiada en el guaraní es la comparación porque a causa de la descripción, cada cosa es irreductible a otra; no puede ser otra. Puede ser semejante; igual no. El guaraní parlante permanentemente usa la expresión “ha´eté” (muy parecido) o “oyoguá” – se parece.

Lo interesante es que la figura se lleva a cabo en base al verbo. Lo más llamativo es que el primer término de la comparación termina identificándose con el segundo término, contenido en el verbo. “Ko karia´y iyaguá (este joven es delator). En realidad lo que se dice es: este joven se ha aperrado o se ha hecho perro cuyo comportamiento fundamental es el de vigilar y delatar.

En guaraní todas las palabras pueden convertirse en verbo. Aún los adverbios, por ej. ”pya´é”. Puedo decir “aguatá pya´é” y también “che pya´é” (me aligero, diríamos). Ahí que el guaraní cuenta con un recurso lingüístico incomparable. Se puede hacer maravillas en la expresividad.

Para aumentar la fuerza expresiva se prescinde prácticamente de palabras abstractas y sin contenido de la realidad palpable. El paraguayo transmite cosas, y cosas sensibles y sensibilizadas. Naturalmente las cosas son impactantes.

No usa la tecera persona neutra porque ésta no contiene realidad. El guaraní se expresa con su sujeto real con su verbo correspondiente y su complemento. La fraseología guaraní nunca se complica. Muy sobriamente utiliza las frases complementarias, las frases, por lo general, son cortas y claras. El hipérbaton es prácticamente desconocido. En consecuencia la mentalidad del paraguayo es sencilla, clara y concreta. Todo lo rebuscado lo confundirá.

Quisiera aclarar que, al decir que no existe tal o cual cosa en el guaraní, hablamos de lo ordinario, lo dominante, regla general, sin pretender que no exista ninguna excepción. Ya se sabe que las excepciones confirman las reglas.

(x) Del libro EL PARAGUAYO, un hombre fuera de su mundo,

por Saro Vera (Editorial EL LECTOR, 1994), Asunción, Paraguay.

ACOTACIÓN DE FA-RRE-MI: Otro escrito de SARO VERA,

haga click sobre lo subrayado.

 

 

FRAGMENTO

LA POLCA PARAGUAYA (X)

por: Dr. JUAN MAX BOETTNER

 

NOMBRE: es foráneo. Nació la polca en Bohemia alrededor de 1830. Se extendió rápidamente. Conquistó lo salones. Hubo una verdadera fiebre de polca. Así llegó también esta danza al Río de la Plata, se calcula alrededor de 1845 (171). Es una danza alegre en 2/4.

Nuestra “polca“ sólo tiene el nombre de tal danza...y nada más.

Se la ve escrita con “C” y también con “K”.

Un poco antes surgió en Alemania la GALOPA de ritmo rápido, alegre. AYESTARÁN (171) la ve citada por primera vez en Montevideo en 1849.

Nuestra danza típica ya existía…sin nombre. Y se le fue aplicando el nombre de la danza de salón en boga.

Así se la llamó Galopa. Más tarde Polca. Es frecuente oír en nuestra campaña pedir una “galopa“. GALOPERA es la bailarina solista, frecuentemente con una botella equilibrada en la cabeza. Lo hacen a las maravillas, con gracia, garbo y...sin dejar caer la botella.

A un baile se lo suele llamar en la campaña “GALOPEADA” O “POLQUEADA”.

Se quiso tener un término propio para nuestra danza característica. Así  se propuso la palabra guaraní, perfectamente corriente de “Kyre’y” que significa activo, brioso, chispeante. Según Don Lorenzo Collante (208) se decía “Kyre’y” ya hace 50 años. Parece que un  grupo de músicos hace unos 10 a 15 años trató de generalizar este nombre, entre ellos, Flores, Remberto, y otros músicos del “grupo de Buenos Aires”.

Si bien ese término guaraní expresa exactamente la vivacidad de nuestra danza, tiene el grave inconveniente de su imposible pronunciación para el extranjero.

JUAN CARLOS MORENO (181) emplea la palabra “TECHAGAÚ”, como genérica de ese tipo de música, con canto. El término significa nostalgia.

JUAN E. VILLALBA (69) oyó la palabra KYRE’Y ya en 1915. BOBADILLA CÁCERES (180) refiere que el campesino pide ”POLKA KYRE’Y PORÁ” (una polca bien alegre). Se oye también la palabra compuesta de polca-galopa. Ambos términos son totalmente equivalentes.

EL KYRE’Y, o sea la polca rápida, en general, no suele cantarse. La canción llevó a un ritmo más lento de la polca. Es lo que hoy constituye la POLCA-CANCIÓN o la CANCIÓN PARAGUAYA. Se le llama también PURAJHÉI.

CAVEDAGNI clasificaba nuestra polca de DANZA PARAGUAYA. Así lo hizo también Barrios, el guitarrista. Juan Carlos Moreno ha escrito dos de ellas, en estilo moderno disonante. El nombre de Danza Paraguaya es demasiado genérico y no es adecuado a un tipo bien característico de pieza paraguaya.

Se oye también la palabra SARAKI lo que en guaraní significa travieso, inquieto.

En realidad vemos que sigue abierta la encuesta buscando un nombre guaraní para nuestra danza máxima. Es indudable que la palabra “polca” tiene ya una vida de más de 100 años y sera difícil extirparla.

¿CUÁNDO SE CITA POR PRIMERA VEZ LA “POLCA” PARAGUAYA?

No siendo conocida la polca en Europa antes de 1830 y en el Río de la Plata antes de 1845, todas las citas de nuestra danza con ese nombre que se refieran a fechas anteriores, son falsas e inventadas. No es raro leerlas, al hablar de la epóca de Francia o de la Independencia.

La cita más remota que hemos encontrado nosotros es del Semanario del 27 de Nov. 1858; al hablar de la inauguración de la casa de Venancio López (actual Asunción Palace Hotel) refiere el baile popular que se efectuaba simultáneamente:

“En medio del campo llamado del Hospital, había una banda de músicos militar, destinada exclusivamente para diversión del pueblo que bailó sus cuadrillas, SUS POLCAS y mazurkas al compás de esta ruidosa orquesta y alumbrada por hachones de Bengala”.

“Sus polkas”, esto indica claramente que estas danzas estaban ya bien popularizadas. El pueblo tenía ya el derecho de propiedad de ellas. De ahí en adelante, es más fácil leer ese nombre, de tanto significado para nosotros.

Entiéndase bien que nos referimos solamante al nombre ”polca”. El ritmo y las particularidades de nuestra pieza nacional ya habían comenzado a plasmarse con anterioridad.

¿CUÁNDO HABRÁ SURGIDO NUESTRA DANZA CARACTERÍSTICA?

No será posible fijar una fecha, pues es un proceso de evolución gradual el que habrá dado origen a esta danza.

Es muy posible que sus comienzos deban buscarse aproximadamente alrededor de 1750, época en que las danzas españolas iban llegando a las Américas. El “gato” es una danza española que se llamaba originariamente el Gato Mis-Mis. Esta danza, según Carlos Vega, (75) era conocida en el Perú en 1780. En el Paraguay se bailó el Gato. Hay una referencia, claro de cien años más tarde, de 1880 (75) de que un Sr. Giovanni Pelleschi estuvo en Humaitá quien escribe: ”Aquí debe Vd. tomar parte de una cuadrilla francesa o un chotis, vals milanés o en el gato o la zamba nacional…”.

Es muy probable que en esa segunda mitad del siglo XVIII, nuestra danza haya ido adquiriendo cada año, más características propias.

La lástima es que no poseemos documentos escritos de esas melodías ni los habrá habido tampoco.

Tampoco queremos afirmar que nuestra polca proviene del gato exclusivamente. Han habido muchas danzas españolas parecidas y no creemos tampoco que se pueda decir de cuál danza específicamente ha derivado nuestra polca. Es una amalgama de melodías y ritmos españoles que con el correr de los años ha ido adquiriendo características propias, hasta que llegó a “independizarse”, igual que nuestro país en el sentido politico.

Polcas tradicionales. La mayoría de ellas es de autor anónimo, realmente popular.

Iremos pasando revista a las más importantes:

CAMPAMENTO CERRO LEÓN. Es la polca más sagrada al corazón paraguayo. Es nuestro himno popular. Une a todos los paraguayos.

Sobre su historia véase el Capítulo MÚSICA DURANTE LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA.

Campamento es música oficializada por Decreto del Poder Ejecutivo (véase el Capítulo RECONOCIMIENTO OFICIAL).

MAMÁ CUMANDÁ, de la época de López (25). Autor desconocido.

TAKEMI NDE POJHEI, autor desconocido.

ALFONSO LOMA, autor desconocido.

“EL TRIUNFO DE LA BATALLA DE CURUPAYTY, polca-galopa, ejecutada el 22 de Setiembre de 1866 por la Banda de Música al oír anunciar la Victoria con la clarinada del trompa Cándido Silva”. Esta es la inscripción sobre la versión de Juan E. González en la Colección de Música Típica Paraguaya de autores Antiguos y Modernos (Edición Viladesau).

RAÍDO TERERE, autor anónimo.

NDA RECOI LA CULPA, autor anónimo.

MAMÓPA REJHÓ, JOSEFA, de Luciano Iriarte.

MAMÁ CHEMOSÉ, autor anónimo.

GUAIMÍ PYSAPÉ, de Isidro Benítez (Maestro Ichilo).

YAGUÁ ÑETUÓ, autor desconocido.

…………………. (etc.)

(x) Del libro MÚSICA Y MÚSICOS DEL PARAGUAY, del Dr. JUAN MAX BOETTNER (3ra. Edición, 1997); reeditado por la Revista FA-RE-MI, Asunción, Paraguay. Para adquirir este libro dirigirse a: caraul@sce.cnc.una.py

 

 

PAPI GALVÁN, AFINANDO EL ARPA

Fotografía de FERNANDO ALLEN

 

FRAGMENTO

FOLKLORE

EL ARPA PARAGUAYA

FÁBRICA DE SONIDOS (X)

En medio de los sofisticados instrumentos musicales,

el arpa paraguaya lucha contra su extinción

 

ORIGEN: Traída por los españoles en el siglo XVI, cuentan las crónicas que el padre ANTONIO SEPP, músico y artista tirolés, la introdujo al pueblo de Yapeyú, reducción jesuítica del Paraguay(Misiones argentinas).

Más tarde sufrió transformaciones al suprimirse los pedales (el macanismo a pedal para cambiar los acordes fue inventado en 1710 por el luthier Hochbrucker de Donawot) y los clavijeros mecánicos. Al construirse con maderas nuestras, resultó un instrumento liviano, pero sólido y de alta sonoridad.

CUELLO: Lleva una cabeza de cedro con traversas incrustadas de hueso. Las clavijas son de madera, de jacaranda o de yvyrapepe.

CUERDAS: El arpa paraguaya tiene 32. El arpista FÉLIX PÉREZ CARDOZO agregó cuatro cuerdas: cuatro bordonas, llevando así a 36 el número de ellas. Hay arpas de 40 cuerdas, pero son raras.

CAJA: Mide unos 1,40 m de largo x 40 cm en la parte más ancha. Puede ser de cedro o trébol. La tapa armónica es de pino y lleva una faja en el centro.

BRAZO: De cedro, va de la cabeza a la caja, en la parte de abajo, apoyado en un taco de yvyraro.

ESCALA: De cedro o lista. Allí se fijan las cuerdas.

EJECUCIÓN: Se toca con ambas manos, con la derecha la melodía, con los pulpejos o las uñas, en las cuerdas más bajas; con la mano izquierda el acompañamiento, con los pulpejos, en las cuerdas más altas.

REPERTORIO: La pieza clásica por excelencia es la polca GUYRÁ CAMPANA, de autor desconocido. También son muy populares CASCADA, de DIGNO GARCÍA ,LLEGADA, de FÉLIX PÉREZ CARDOZO; MAMOPA REHO JOSEFA, de LUCIANO IRIARTE y TREN LECHERO, de FÉLIX PÉREZ CARDOZO.

LUQUE: La ciudad de la música es el centro más importante de fabricación de arpas y guitarras, aunque la producción ha descendido notablemente en los últimos años.

PRECIOS: (año: 2000): Las de mayor calidad llegan a los G. 1.700.000 y son fabricadas con madera de trébol y tapa de pino canadiense. Las más baratas cuestan G. 750.000, son de madera de cedro y pino nacional.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (Revista VIDA),

AÑO 2000 (Asunción, Paraguay)

ACOTACIÓN DE FA-RE-MI: Más información sobre el ARPA PARAGUAYA , haga click sobre los subrayado. Recomendamos también la lectura del libro: MÚSICA Y MÚSICOS DEL PARAGUAY, del Dr. JUAN MAX BOETTNER (3ra. Edición; 1997; reeditado por la Revista Paraguaya FA-RE-MI), donde se podrá encontrar una amplia información sobre este instrumento. Para adquirir este libro dirigirse, a: caraul@sce.cnc.una.py

 

Fuente digital:

PARAGUAY PROFUNDO NRO.17

Para más información:
Correo electrónico (Email):

arpapu@yahoo.com






Leyenda:
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Solo en exposición en la web
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