MARÃ MO’Õ MBA’ERE MBAUPE

¿CON QUE OBJETO?

Instalación ENGELBERTO GIMÉNEZ

¿CON QUÉ OBJETO?, PREGUNTA GIMÉNEZ

«¿CON QUÉ OBJETO?», es la pregunta con la que ENGELBERTO GIMÉNEZ presenta su muestra en el ESPACIO CULTURAL EL ALEPH. Se trata de una instalación, pues parece que son las instalaciones las que, por razones cuya indagación sería en todos los sentidos relevante, sirven ahora a los artistas para hacerse preguntas sobre el arte y el sentido del arte que, en otros tiempos, solían hacerse, cuando se hacían, mediante la palabra. El discurso lógico es sustituido por imágenes y objetos que, colocados de una determinada manera, instalados, permiten al artista elaborar «otro» discurso, poniendo en evidencia la precariedad de la «realidad» de la que parte y el sinsentido del objeto que persigue. ¿Puede el arte modificar la «realidad», o tan sólo puede dar cuenta de ella como representación, resignificándola en este proceso y evidenciando sus límites?

La instalación que ENGELBERTO GIMÉNEZ presenta pretende formular preguntas semejantes. El camino arcilloso y seco, flanqueado en uno de sus lados por varios postes sin cables y por un lienzo que nada cubre en el otro, es «el» campo paraguayo. ENGELBERTO GIMÉNEZ ha tomado directamente un fragmento de esa realidad social y cultural a la que denominamos Paraguay y la ha encerrado entre los estrechos límites marcados por las paredes, el techo y el suelo de una galería urbana. Al descontextuarlo y volverlo a contextuar, este fragmento del Paraguay se convierte en un símbolo del Paraguay rural en tránsito a la modernidad y penetrado, aun cuando de una manera violenta que deja sus huellas en todas partes (camino cuarteado por el sol implacable y troncos de árboles heridos y remendados que ahora sirven como postes de luz), por la misma modernidad hasta en sus rincones más recónditos. La instalación que nos presenta Engelberto Giménez tiene valor de radiografía y de testimonio.

¿Por qué, entonces, la pregunta? ¿Qué quiere decirnos el artista cuando se pregunta por todo ello? ¿Qué sentido, qué objeto tiene que el artista dé cuenta de esta realidad, sea testigo de ella, la denuncie y ponga en evidencia ante nuestros ojos? ¿Qué objeto tiene, en fin, el arte, si es que tiene alguno? ¿Con qué objeto, finalmente, hace Engelberto Giménez -y con él, los demás artistas que sufren y trabajan, se esfuerzan y luchan en nuestro país- lo que hace?

La respuesta no está en esta cuidada instalación, reelaborada como representación de una realidad fragmentaria convertida en símbolo de una realidad más holística y totalizadora. La respuesta a la pregunta fundamental sobre el arte no la da el arte. No puede darla el arte. Frente a esa realidad, frente a cualquier realidad, el arte no tiene sino dos opciones: intentar obviarla, escapando de ella (como si hacerlo fuera posible), o asumirla como objeto de representación. Como artista de un tiempo y un espacio concretos (el Paraguay de nuestros días), Engelberto Giménez opta por su representación, asume esa realidad y se compromete con ella. Y desde ese compromiso, su pregunta es legítima y doblemente significativa, pues se pregunta por el arte y por el quehacer del artista como tal y como agente social que actúa en un contexto concreto y con un objetivo que debería estar claramente definido. Lo que el artista espera de la respuesta es evidenciar el sentido mismo de su compromiso.

Si bien en esta instalación, cuidada y precisa, trabajada en todos sus detalles, recontextuada, ENGELBERTO GIMÉNEZ logra despertar nuestro interés por lo que él y otros artistas puedan sentir sobre el sentido mismo de su obra (no en abstracto, sino en el contexto social del Paraguay), la pregunta sólo tiene respuesta en cada uno de ellos. A la pregunta de Giménez -personal e intransferible, aunque la haya hecho pública de esta manera- sólo puede responder el propio artista.

FUENTE DEL COMENTARIO E IMAGÉN DE OBRA:

ARS LONGA

Por VICKY TORRES

Arandurã Editorial

Asunción-Paraguay 2004

(429 páginas)

ENLACE INTERNO:

VICTORIA TORRES J’ROSPIGLIOSI -VICKY TORRES-, limeña, vive en Paraguay desde 1991. Desde entonces se ha destacado entre nosotros por haber ejercido de manera constante y profesional la crítica de arte en diversos medios de prensa asuncenos y por haberse convertido en una de nuestras principales animadoras culturales. Presidente de la ONG ORBIS TERTIUS, bajo su dirección se han multiplicado en los últimos años actividades hoy tan conocidas como los cafés filosóficos y las charlas de café, los recitales poéticos popularizados bajo el nombre de “Vino, chipa y poesía”, los debates sobre los temas culturales más importantes o actuales o la presentación de nuevos valores en el espacio de las artes plásticas. Como crítica de arte se inició en Lima en 1975, ejercicio que no ha abandonado desde entonces.

ARS LONGA no reúne todos los escritos de Vicky Torres sobre arte publicados en nuestro medio, pero sí una gran parte -y, tal vez, la más significativa- de los mismos. Se trata, básicamente, de artículos, muchos de ellos publicados en ABC Color, y de textos especialmente preparados para catálogos. Comprende, no obstante, miradas que van más allá del arte paraguayo y que se internan en el que se ha hecho y se hace en otras partes del continente- y del mundo o se aventuran en reflexiones acerca del misterio siempre fascinante de la creación artística.