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PLUVIAL
¡Cristales de agua mansa! Caridad de la lluvia,
has de calmar la sed de las reses cansinas,
fecundar la simiente, erguir la espiga rubia
y dar rojez lozana a las rosas divinas.
¡Fortuna del labriego! Anhelada bonanza;
cuando ya parecía que devoraba el fuego
estival sus plantíos, renació la esperanza,
¡benéfica señora, fortuna del labriego!
También la sed del alma, de inquietudes transida,
mitigará el frescor del agua bendecida
y calmará tus ansias febriles, corazón.
Un frágil velo tiende en los claros vitrales
la lluvia: ajusta al ritmo de las aguas pluviales
las notas peregrinas de tu nueva canción!
MI HIJA
María Margot Guillermina,
la de triple nombre real,
tiene orgullo de menina
y candor angelical.
Hechizo de sus divinas
miradas: fulgor ideal,
estrellitas matutinas
en el confín sideral.
Sobre su cándida frente,
ya florece suavemente
la promesa de los años…
Ah, ruego de mi ternura,
Dios preserve su hermosura
libre de acechos y daños!
CONNUBIO GLORIAL
I
¿Cuándo nos conocimos? ¿Dónde nos encontramos?
Desde el fondo del tiempo con fervor nos amamos.
Antes de oír tu voz, suave y musical,
sortilegio inefable de argento y de cristal.
Lo sabías tú misma?.: Me estabas prometida,
deidad incomparable, para enjoyar mi vida.
...A veces siento, Amada, un extraño pavor:
nuestra dicha es perfecta, único nuestro amor
No es éste un episodio de fría vulgaridad:
¿irritará a los necios nuestra felicidad?
Bien sabemos que Dios protege nuestro ensueño:
tú eres la dueña mía y yo seré tu dueño.
¡Y serán nuestras vidas una tierna oblación
al Padre a quien alzamos nuestra diaria oración!
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II
¡Este divino fuego de nuestra juventud!
¡Esta fuerza inefable de optimismo y salud!
Te esperé con afán y mi noble ventura
reposa en tu bondad, talento y hermosura.
Bajo el signo de Acuario nuestras manos unidas
rubricaron el pacto supremo de dos vidas.
Nuestros labios forjaron en un cándido beso
la fragancia florida y el solado embeleso.
Tuyos serán mis cantos, las triunfales albricias
y la limpia ternura de mis suaves caricias.
Por digna y por cristiana, será nuestra pobreza
unida en pulcritud, síntesis de belleza.
Y como en Día de Ramos, con olivos y palmas,
se aclamará el connubio glorial de nuestras almas.
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Fuente: Sinforiano Buzó Gómez. ÍNDICE DE LA POESÍA PARAGUAYA, Editorial Indoamericana. Argentina, Asunción, 1952.
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