HERENCIA DE ALMA

Verónica Marsal, Entre Los Negocios Y El Sentimiento Artístico

Por LOURDES PERALTA

lperalta@abc.com.py

Siendo apenas una adolescente, Verónica Marsal entró al mundo del trabajo acompañando a su padre. Hoy, además de encabezar una exitosa empresa familiar, disfruta a pleno de su lado artístico, cuyo eje es la pintura al óleo sobre lienzo. También promueve y enseña arte.

Nacida en Asunción, Verónica Marsal es Lic. en Contabilidad y artista. Desde los 13 años trabajó en la empresa familiar, una conocida distribuidora. De padre comerciante y abuelo artista, supo combinar sus quehaceres y lo define en una frase: “Mi vicio es el trabajo; mi pasión el arte”. Su abuelo fue el escultor español Serafín Marsal, creador de las famosas “Estatuitas Marsal”, colección de esculturas en miniatura realizadas en terracota.

Verónica se define incansable. “Conste que no tengo ni el 10% de las pilas que tenía de bien joven”, comenta. Felizmente casada, es mamá de 4 hijos: Paloma, Andrea, Magalí y Juan Manuel. Orgullosa abuela, confiesa que su perdición son sus nietitos Dominique y Conrad. “Como si fuera poco, tengo la dicha de seguir compartiendo con mi madre, María Angélica (de ella heredé el dinamismo y la habilidad), una mujer muy querida por todos los que la conocen. Cuando nos juntamos en familia somos un batallón. Me siento muy bendecida”.

La artista participó en varios talleres de cerámica, escultura, dibujo y pintura, tanto en Paraguay como en el extranjero. Pinta al óleo sobre lienzo. Hiperrealismo con pinturas de flores y frutas, agregando objetos de la cotidianidad femenina del hogar: un atado de cebollas o enseres de cocina. Imprime la realidad pero con toques subjetivos. Verónica ha expuesto tanto a nivel nacional como internacional. Además, desde la década de los 90 trabaja para fomentar la cultura artística, organizando concursos ideados por marcas comerciales de pinturas, lienzos, pinceles, etc., con el respaldo del Viceministerio de Cultura. Es docente de artes plásticas. Dirige los locales de Marsal Arte, tienda de venta de materiales netamente artísticos.

–Una nieta de escultor tiene mucho para nacer con el arte bajo el brazo.

De chiquita ya me destacaba por mi facilidad para el dibujo y la pintura. Pero me gusta el arte en casi todas sus expresiones. De grande, por insistencia de mi madre comencé a pintar nuevamente; participando en talleres con profesores paraguayos y extranjeros.

–¿Qué le produce mirar su trabajo, la satisface?

–Casi siempre me siento satisfecha, porque no claudico mientras no veo el resultado que quiero. Soy muy detallista, perfeccionista, ya es casi un defecto mío, y a través de la pintura busco canalizar este deseo. Amo a los animales, por eso suelo pintar caballos. Me gusta jugar con los movimientos. Para mí un artista es una amalgama de técnica, habilidad y creatividad.

–¿Cómo toma las críticas tras una exposición?

–No soy de mostrar ningún cuadro hasta que esté terminado. Me gustan las críticas constructivas, lo que no significa que solo quiera escuchar cosas lindas de mi trabajo, sino buena crítica, la que da beneficios.

–¿Hasta dónde le gustaría llegar como artista?

–No puedo contestarte esa pregunta, soy artista de alma y sangre…

–¿Cómo enfoca la parte material, de venta?

–La verdad es que me tomé unos años sabáticos de la pintura, pero estoy finalizando el desarrollo de un proyecto de cultura en el Paraguay, algo que me llevó mucho tiempo, además de mis otras actividades. Este año voy a retomar el pincel para exponer en el 2017.

–¿Qué se necesita en Paraguay para vivir del arte?

–No es un medio de vida para mí, pero conozco a muchos artistas que viven del arte en el Paraguay; hay excelentes artistas y otros que deberían animarse a mostrar su talento. Hay que desarrollar el arte para que sea valorado como corresponde. El arte demuestra la cultura de un país; no hay que desistir, sobre todo para que los niños, desde muy pequeños en el colegio, comiencen a conocer y valorar distintas disciplinas.

–¿Existe una manera femenina de pintar?

–Es una pregunta difícil. Durante siglos la mujer tuvo un rol de musa, de modelo. Es indiscutible que la inmersión de la mujer en las artes plásticas significó también acabar con el silenciamiento, para encontrar en el arte una manera de perpetuar su imaginación.

–¿A qué pintor universal admira?

–La profundidad y el realismo de Caravaggio, si bien tiene mucho naturalismo y hasta tenebrismo utilizados en una etapa de madurez no son los temas que me atraen de él. Y sí la técnica del claroscuro, ese impresionante contraste luminoso que va a un drástico negro poco utilizado por los artistas.

–¿Cómo pintaría al Paraguay en este momento?

–Lo considero un pueblo amistoso, alegre. Si pienso en un paisaje, enseguida vienen a mi mente jazmines, lapachos y muchos colores.

Quiero un Paraguay que se destaque en todo sentido. Que la gente sea culta, que se cuide la salud, se respeten los derechos de todas las personas. Se respete la propiedad privada.

Se valoren y cuiden los patrimonios y lugares como el lago Ypacaraí. Podría seguir con un montón de cuentas pendientes por las que yo seguiré insistiendo. Resumidamente, sería educación y cultura; logrando esto, el resto se solucionará por añadidura.

Fuente: ABC Color - Online

Jueves, 31 de Marzo de 2016

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)